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* PÁGINAS Y AGENDAS
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Primavera Sound 2003
23 de Mayo 2003 Poble Espanyol- Barcelona
Fotos: MarceRock - Indyrock

El último adiós, el último romance, el último
directo de Arab Strap en España
Después de seis discos de estudio, tres grabados en directo
e innumerables conciertos, Arab Strap se separan. El 27 de noviembre 2006
y como colofón a su impecable carrera, se publicó "Ten Years
Of Tears", un recopilatorio a modo de despedida con caras-B, demos, remixes,
nuevas grabaciones, temas en directo y Peel sessions. De la mano de sus
últimos conciertos (entre los que se cuentan sus fechas junto a
Violent Femmes en Wintercase San Miguel 06), este lanzamiento marcará
el final de los diez años que Aidan Moffat y Malcolm Middleton han
pasado juntos. A partir de ahora la historia continua con la carrera en
solitario de Middleton (quien graba actualmente su nuevo disco), y con
las grabaciones de Moffat bajo su álter ego Lucky Pierre (con
"Dip"2007)
2 feb. 2006, Melkweg, Amsterdam.
por Isaac Carné Céspedes
Si alguno piensa que un concierto de Arab Strap es de esos en los que se
permanece estático, solo siguiendo mecánicamente el ritmo
de las canciones con la cabeza, no anda muy equivocado. Sin embargo, eso
no significa necesariamente que al mismo tiempo resulte aburrido, monótono
o absurdamente estático. En el concierto de la gira de presentación
de su último álbum, The Last Romance, la banda liderada por
Aidan Moffat y Malcolm Middleton no generó ese tipo de sensaciones,
las que uno atribuye a los conciertos decepcionantes.
Al contrario, en su primera visita a la capital holandesa, como Moffat
así hizo notar al inicio del concierto, los escoceses cautivaron
a los más de 400 asistentes que llenaron la Oute zal de la legendaria
sala Melkweg de Ámsterdam con sus absorbentes melodías. Y
es que si de alguna forma se puede definir a esta banda mezcla de pop,
rock y ambient, es como creadores de atmósferas. Una atmósfera
que evoluciona a diferentes velocidades: con un inicio que resuena potente
pero nítido en la sala, Stink de su último álbum,
y que se mantiene un par de canciones para pasar a canciones más
centradas en la voz de Moffat - que no dejó a su Heineken en ningún
momento pese a su patente resfriado -. Eso es, subidas y bajadas, idas
y venidas de un inspiradísimo Middleton a la guitarra, el auténtico
maestro melódico del grupo, y con Moffat tocando también
el piano, así como percusiones, para crear un conglomerado, suma
de muchos de los temas del último disco, como Dream sequence
o Speed-Date, que dejaría a más de uno flotando en la pista
con los ojos cerrados, atados a la correa árabe.
Pues bien, si alguien dudaba de la capacidad de absorción de este
grupo variante, capaz de crear el más alto nivel melódico
así como dedicarse prácticamente todo un disco como The Red
Thread en acústico, en Ámsterdam, preludio de los conciertos
que este mismo mes de febrero (24 y 25) los traerán a Madrid y Barcelona,
se le puede asegurar que si asiste, sin duda va a ser testimonio de un
espectáculo de calidad musical superior. Una banda que de paso este
mismo año cumple ya diez años de existencia, por algo será.
EL GRUPO TRANQUILO
por Iñaki LÓPEZ DE EGUÍLAZ - IndyRock
25.05.01 SALA: Arena (MADRID) / PROMOTORA: Iguapop
Los discos de Arab Strap son de esos discos que vienen con garantía
de por vida, que nunca fallan y cuyo mantenimiento en tu mejor estantería
está asegurada por una calidad indiscutible y atemporal. "The Red
Thread", el último, es para el arriba firmante uno de los mejores
discos internacionales que se han publicado en lo que va de año.
No es nada nuevo, pero vuelve a ser una colección magistral de canciones
de puro y maravilloso slow-pop. Con este veterano precedente que se ha
convertido en un dogma del que Malcolm Middleton y Aidan Moffat no parecen
poder despegarse, su concierto en Madrid era cita más que obligada
en la agenda de conciertos del mes de mayo. Así que una vez allí
sólo había que dejarse llevar por la calmada marea de lentísimos
acordes de guitarra que hacen de Arab Strap un grupo de pop sentido.
Guiado por un norte musical fijado en lo alto del firmamento del mejor
pop que se ha hecho jamás en la década de los 90, Aidan Moffat
toma el escenario con una seriedad distante. Patrón de Malcolm Middleton
a la guitarra, y un bajo y batería para la ocasiòn, coge
el micrófono, al que duerme con los efluvios del aliento de más
de media docena de cervezas que se bebió en el concierto, e inaugura
"The Red Thread" con "Scenery" después de tres éxitos anclados
en su pasado más inmediato (³Packs of Three² y ³New
Birds²).
Todo ello perfectamente llevado a cabo, atento a que el batería
no se despiste en los cambios de compás que marcaban de forma inmediata
el paso de una canción a otra, que la caja de ritmos entrara a tiempo,
sin espacios en blanco ni aplausos inoportunos que rompan la emoción
del impresionante protagonismo de la guitarra y batería de ³Soaps².
Sin concesiones al público, sin comentarios que boicoteen la solemnidad
del concierto, Arab Strap mantienen la distancia con el público
que exige la profesionalidad y competencia de hacer sonar en directo eso
que suena de forma impecable en el estudio.
Algo que alguno de los asistentes de la primera fila, con evidentes síntomas
de embriaguez, no debió de comprender cuando derramó su mermada
cerveza (y dignidad) sobre los pedales de los distorsionadores del guitarra,
quien acabado el tema saltó del escenario y sacó de la sala
a empujones a aquel individuo con más amor por la cebada que por
la música. "Turbulence" y "Screaming in the trees", incontestables
mejores temas del disco, ocuparon los minutos de los bises cuando uno ya
creía que esas geniales piezas se iban a quedar relegadas a la lista
de descartes de un concierto que sólo se acordó de "The Red
Thread" en cuatro temas. A pesar de ello Arab Strap te hacen sentir en
directo una emoción reprimida de lo que debe ser el pop lento, algo
que nadie conseguía hacer sentir al arriba firmante desde The Bluenile.
Tal vez sea porque también son escoceses pero Arab Strap dieron
uno de los conciertos del año.
The Red Thread
En la antigua teología oriental hay una creencia por la que existe
un hilo rojo que une las almas gemelas a través del tiempo. Arab
Strap presentan su nuevo disco The Red Thread, su mejor trabajo hasta ahora.
The Red Thread vuelve a capturar la fuerza lírica de Middleton y
Moffat. Libres de la impotencia fláccida de su anterior compañía,
ambos han vuelto a desnudarse hasta los huesos. Tanto las letras como la
música hacen un corte limpio y sangrante en el corazón.
Con "Amor Veneris" ya muestran todas sus cartas: "It's best in the morning
when we know it won't be rushed", y a partir de ahí, el resto. Escrito,
grabado y producido por Middleton y Moffat en los estudios CaVa en Glasgow,
esto es puro y majestuoso Arab Strap. Es mucho más que canciones
sobre follar. The Red Thread es tan intenso, austero y visceral como sus
propias vidas. Abre tu corazón y deja que el amor entre bien dentro.
10 temas, 60 minutos de música no apta para débiles o cobardes.
Da un poco y recibe toda una vida, una obra maestra melódica y magnífica.
Las semillas de la tristeza y la misantropía se sembraron hace 5
años. Por aquel entonces Aidan Moffat (cantante y buen vividor)
y Malcolm Middleton (guitarra de tranquila introspección) se conocieron.
Ambos tocaban en grupos distintos y coincidieron en Falkrik - un pueblo
situado a medio camino entre el Glasgow metropolitano y el erudito Edimburgo.
La suerte y el amor por una misma mujer les unió.
Ambos coincidieron en formar una nueva banda fervientemente. Como necesitaban
un nombre, Aidan sugirió Arab Strap (después de que Aidan
hojeara una revista porno y observara unos aparatos que mantenían
la polla erecta, como una especie de arnés), e inmediatamente lo
adoptaron. A la altura del 96, tenían material para grabar un disco
pero necesitaban un sello. Mandaron una maqueta a Chemikal Underground,
un sello de Glasgow que estaba teniendo éxito con grupos como The
Delgados y Bis. Chemikal Underground se encontró con una banda cuya
música era muy especial e inmediatamente los ficharon. "The First
Big Weekend" fue el primer single de la banda que se editó, eso
ocurrió en Septiembre de ese mismo año. La voz de Aidan llegaba
a través de recitados con un marcado acento escocés. El tema
habla de las payasadas de los propios Moffat y Middleton el fin de semana
en que Escocia fue eliminada de la Eurocopa del 96. Se convirtió
en un símbolo para aquellos a los que les gustaba bailar, tomar
unas copas y alguna que otra pastilla.
El disco que tenían listo se grabó en su momento exacto.
The Week Never Starts Around Here tenía un ambiente oscuro y claustrofóbico.
No era un disco cómodo ni fácil, porque Arab Strap removían
con saña el rencor y el dolor de las relaciones rotas, el sudor
y el olor del sexo sucio, los trabajos de mierda con sus salarios de mierda
y todo su amor por Kate Moss. Middleton ponía a las letras una banda
sonora árida y melancólica. The Week Never Starts Around
Here no entró en el top 40. Los directos de Arab strap daban además
mucho de qué hablar, eran volátiles, violentos, los temas
se entremezclaban con problemas técnicos y cabreos. Para mantener
el orden y ahorrar tiempo, llamaron a David Gow (batería) y a Gary
Miller (bajo). Los excesos de Middleton y Moffat eran demasiado, incluso
para los más duros.
El verano del 97 era el momento exacto para reagrupar sus fuerzas. Ambos
compartían la pasión por el dance más duro, y también
por la melancolía tal y como la ve gente como Smog o Palace Brothers.
Aquel verano aprendieron a mezclar ambas. Habían empezado a trabajar
en su segundo disco. Philophobia es un trabajo mucho más amplio,
musical y líricamente. Mientras que Moffat desnudaba su alma, Malcolm
creaba preciosos arpegios como acompañamiento. El título
no sólo significaba "miedo del amor", sino también "miedo
de enamorarse". Philophobia se editó en Abril del 98 y entró
en el top 40.
Una impresionante actuación en el Quenn Elizabeth Hall, después
de su gira americana, demostró cuanto habían crecido como
banda (la gira se grabó y fue lo que posteriormente fue editado
como Mad for Sadness). Las cuerdas lánguidas y brillantes junto
a los ritmos secos sobresalían ante todo. Algunos de los temas de
Philophobia que habían sido editados sólo unos meses antes
tenían un nuevo traje que vestir cosido con violines y cellos.
Al convertirse en una banda importante, el dinero empezó a llamar
a sus puertas. El corporativismo intentaba llevar a la banda a nuevos prados.
Muchos se vieron obligados a dar media vuelta y huir de Escocia con las
manos vacías después de conocerles. Pero la gente de Go!
Beat no dieron ninguna importancia a sus excentricidades. Después
de varios meses de negociaciones llegaron a un acuerdo que daría
a Arab Strap un mínimo de seguridad económica, y, lo más
importante, el 100% del control artístico sobre la grabación.
Nunca se humillarían a perder el control a todos los niveles artísticos
(prensaje, maquetación, etc.), y ahí es donde empezaron los
problemas.
La grabación de Elephant Shoe fue tensa, su nueva compañía
quería nuevos giros. Lo que Go! Beat nunca previó fue que
éste sería su disco más premeditadamente difícil,
el primero y el último con ellos. Ellos querían singles y
Arab Strap querían hacer arte. El disco obtuvo grandes elogios por
parte de la crítica y figuró en las listas anuales como uno
de los mejores, pero el precio había sido demasiado alto. Go! Beat
insitía en que los próximos lanzamientos de la banda tenían
que estar enfocados más comercialmente. La respuesta de Arab Strap
fue un crudo "que os den por el culo", y se fueron, no sin que antes Go!
Beat intentara imponerles una cláusula que les atara.
El ideal, dinero e independencia artística no iba a suceder.
Revisaron el plan, y, ¿por qué no volver a Chemikal Underground?
El sello escocés les entendía perfectamente. De hecho, era
algo evidente que Chemikal Underground tenía más éxito
comercialmente que Go! Beat, como reflejaban las ventas de Philophobia,
mucho mayores que las de Elephant Shoe. Al fin, Arab Strap aceptaron la
bandera blanca de los escoceses y regresaron al hogar. Como Ulises y Telémaco.
(informacion remitida por Mercury Wheels)
BIO
Dúo de trovadores en kilt, Aidan Moffat y Malcolm Middleton,
reconocidos estetas del desastre amoroso, fabrican desde hace una década
viñetas de lirismo contenido, pequeños cuentos contemporáneos
con el regusto falsamente naïf de lo romántico, secuencias
de vida privada en las que exprimen la belleza de lo sórdido, historias
casi góticas de resacas bestiales, rencores escupidos, frustraciones
enmohecidas, olores, sudor, sexo sucio, drogas excesivas, cerveza caliente,
testosterona y serotonina. Escritor emérito, Moffat suele flirtear
con la poesía y la literatura (lean por favor las letras del álbum
"Philophobia", su obra maestra), con un agudo sentido de la rima. Y Middleton
da el contrapunto musical ideal a estos textos con sus arreglos crudos
y despojados, sus ritmos esqueléticos, la acidez puntual de una
303 e increíbles derrames guitarrísticos.
Después de algunas aventuras en solitario (dos álbumes
de pura poesía electrónica como Lucky Pierre para Moffat,
dos álbumes de pop rock onírico para Middleton), parece que
la moral de la banda ha ido a la alza. ¿Aidan y Malcom habrán
encontrado la felicidad? Si no, pues al menos algo parecido. Su songwriting
se hace cada vez más luminoso, los arreglos son más temerarios
y no dudan en soltar cada vez más bombas de discopop pegajoso para
los dancefloors. Su último álbum "The Last Romance" (el quinto)
incluso alcanza por momentos cuotas inesperadas de euforia, y se acaba
de convertir en un pequeño clásico (atención a las
listas de lo mejor del año), más popular, más asequible
y más rockero, a guardar al lado de "Philophobia".
En directo despliegan una energía catártica demoledora,
y el lado introspectivo de Aidan, combinado con su finísimo sentido
del humor, le convierten paradójicamente en una auténtica
bestia en el escenario. Sus conciertos son experiencias desgarradoras (una
de ellas se plasmó en el inolvidable live "Mad For Sadness"), y
la gira de este disco se antoja tan necesaria como excitante.
(Sinnamon Records)
www.arabstrap.co.uk
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