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* PÁGINAS Y AGENDAS
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20 enero 2010 Ciclo Fonorama CajaGranada
Fotos Merche S Calle © IndyRock
Fotos + Entrevista especial (por Cristina Consuegra)
“Llegué a la música para superar el miedo”
Entrevista por Cristina Consuegra - IndyRock * Regina López
(Traducción)
Fotos: Merche S. Calle - IndyRock

El pasado mes de enero, Dominique A presentó en directo
su imprescindible último álbum, “La Musique” (Green Ufos,
2009), gira en la que logró colgar el cartel de Sold Out en todos
los conciertos que el francés ofreció por nuestra geografía.
Conciertos que guardaremos en la memoria por la forma etérea y elegante
con la que Dominique interpretó cada una de las canciones, porque
no defraudó, y por ser uno de los pocos músicos honestos
que habitan en la escena internacional.
La entrevista que vais a leer a continuación sale con un retraso
de más de dos meses, lo cual me ha provocado más de un quebradero
de cabeza. Desde que lo entrevistase, un veinte de enero en Granada, he
hecho y publicado un buen número de entrevistas, sin embargo, cuando
tenía que enfrentarme a la realizada a Dominique A, una especie
de temor sostenía el ambiente, impidiéndome realizar mi trabajo
con el rigor necesario. Pues bien, entre tanto quebradero de cabeza y temor
de origen desconocido, descubrí el porqué de este miedo:
estar a la altura del entrevistado.
Es curioso, los que nos dedicamos al poco valorado oficio del periodismo
musical, tenemos, el que más o el que menos, un buen número
de entrevistas y conciertos a nuestras espaldas; entrevistados con los
que empatizas desde el minuto cero, otros a los que te gustaría
mandar a un sitio oscuro y lejano, y otros que, simplemente, se limitan
a realizar su trabajo con la frialdad de un robot. Sin embargo, si alguien
me pregunta dónde debería colocar a Dominique A, la respuesta
sería contundente: Dominique es tan inclasificable como la música
que elabora, personal y original como la forma que tiene de entender esto
que se llama música.
Mientras presenta por el resto de Europa “La Musique” (el mes de abril
visitará buena parte de la geografía alemanda), ignora que
somos muchos los que nos hemos quedado a vivir en aquellos conciertos invernales
de Dominique A, imágenes y sensaciones a los que recurrir cuando
la vida se pone difícil. Y es que ante tanto ruido, tanto ataque
masivo de productos musicales, estamos olvidando una de las misiones fundamentales
de la música, la pedagogía emocional, y en esta disciplina,
Dominique A es el maestro.
(Gracias a los chicos de Green Ufos en especial a Santi y Andy)

(Enero - Abril 2010)
La Musique (Green Ufos, 2009), su octavo trabajo discográfico,
ha sido grabado en su casa, desde la intimidad, tal como hiciera con su
primer álbum. ¿Ha completado un ciclo?
Bueno, digamos que es un poco raro porque al comenzar mi carrera tenía
una idea simbólica de las cifras, y yo quería hacer siete
discos, siete en total. Y cuando hice L’horizon tuve esa impresión
de: “vaya, ya he terminado” (risas). Así que, de alguna manera ésa
fue la motivación para volver a hacer algo siguiendo la línea
de mi primer disco, como si comenzara de nuevo un ciclo. Además,
mis dos últimos discos (Tout sera comme avant y L’horizon) guardaban
para mí ese significado de cierre de una etapa. Y, bueno, también
están las ganas de trabajar de nuevo en solitario, desvinculándome
de todo lo demás.
¿Cuál es el tema de “La Musique” que mejor define el
momento que atraviesa Dominique A?
Uf, es complicado… Quizá la primera canción, Le sens,
porque al fin y al cabo es la que mejor refleja ese estado mental de vuelta
a la inocencia –aunque suene un poco raro decirlo-. La letra, por ejemplo,
está escrita de una manera muy sencilla y muy rápida, sin
reflexión, y al escribirla tenía la impresión de retroceder
hacia esa escritura intuitiva, muy relacionada con mis comienzos. De todas
formas, es muy difícil decantarme por una canción que represente
el espíritu de todo el disco, porque al fin y al cabo si esa canción
existiera, no habría disco.
Durante su gira por España, el pasado mes de enero, colgó
el cartel de “Sold Out” en todos los conciertos. ¿Cómo se
sintió ante tal muestra de apoyo del público español?
Me sentí muy contento. Lo cierto es que me sorprendió
mucho porque pensaba que este disco estaba hecho “para franceses”: es casi
más blando que el anterior trabajo, y pensaba “bueno, para la gente
que no entienda las letras, quizá no sea muy interesante musicalmente
hablando”. También creo que el hecho de haber pasado mucho tiempo
sin visitar España generó esa especie de anhelo, de deseo.
La música es el oficio del deseo: si la gente no siente deseo hacia
un artista determinado, el artista deja de existir. Así que, sí,
fue una gran sorpresa a la que espero encontrar una explicación
de aquí a unos meses.
¿Qué papel desempeña Green Ufos en su carrera?
Cuando uno quiere desarrollar un proyecto en un país donde no
se habla la propia lengua, es necesario que entre en juego la voluntad
de una persona local –una sola persona basta para ello-. Yo he tenido relaciones
bastante largas con las discográficas, ya sea en Francia o con Green
Ufos, y no suelo trabajar en un disco en concreto, siempre es algo a largo
plazo. De manera que no hay una influencia directa de Green Ufos sobre
mi trabajo, porque ellos lógicamente no saben qué voy a hacer;
ellos reciben mi disco, y trabajan a partir de eso. Pero sí es cierto
que trabajar a largo plazo con el mismo equipo favorece, permite que nos
comprendamos bien y rápidamente, nos ahorramos muchos problemas.
Por ejemplo, no creo que vuelva a hacer una gira por España en solitario,
ya lo hice hace un tiempo y el público ya me ha visto en esa faceta;
Green Ufos entiende esto enseguida, porque tenemos una relación
de muchos años, y no es necesario que negociemos o hablemos de ello.
Es una relación que sigue funcionando bien, y me alegra mucho que
la gira diese tan buenos resultados también por ellos, porque para
ellos era necesario que este disco funcionara en España.
Pregunta inevitable… Como parte de la escena musical francesa, ¿Qué
momento atraviesa la misma?
Mmm… ¡No lo sé! (risas). Bueno, desde hace unos diez o
quince años la música francesa va por buen camino, es muy
variada. Sobre los proyectos que me interesan, debo decir que en general
les cuesta trabajo salir adelante: suelen ser solistas, yen cuanto a los
de mi generación son pocos los que siguen y puedan vivir de la música.
Hay muchos proyectos alternativos, lo cual provoca que haya mucha variedad,
pero en suma el contexto para la creación no es el mejor. Y creo
que no es un fenómeno exclusivo de Francia, que sucede en todos
lados.
Por ejemplo, ahora se venden muchos menos discos que antes (aunque
en España la situación es mucho peor) y la opinión
general es que los artistas se dan más al directo; pero el problema
es que no hay más salas que antes, con muchos más grupos
que antes y más espectadores. Así que, al final, la posibilidad
de hacer una gira larga no es tan normal. Yo soy muy afortunado porque
puedo dar muchos conciertos, pero conozco gente con proyectos muy interesantes
y que podían ir de gira fácilmente hace cinco años,
y ahora en cambio no. Y no es que creativamente sean menos atractivos,
es simplemente que hay demasiadas cosas y muy pocos espacios.
Usted logra algo fascinante en nuestro país. Muchos de los
que seguimos su música desde el principio no hablamos francés,
pero somos capaces de emocionarnos con su música, de sentirla, casi
acariciarla. ¿Cómo lo consigue?
Tardé en descubrir esto. Es cierto. La gente se pregunta por
qué se produce ese fenómeno. En mi opinión, los españoles
no viven la música de la misma manera que los franceses. Los franceses,
aparte de la letra, consideran la música como “ah, bueno, sí,
la música…”. Para ellos, la música es secundaria. Mientras
que en España hay una mayor sensibilidad por la música, sin
necesidad de la letra. Y yo procuro trabajar ese aspecto a la música,
así que puede que sea por eso… Además, es posible que mi
voz tenga algo de trágico, y España es un país trágico
(risas). De verdad, creo que hay una especie de gusto por el drama –de
forma soterrada, porque por la calle no tiene uno la impresión de
que la gente sea triste-; pero ese gusto que percibo puede repercutir en
mi voz, y la gente lo recibe directamente. Es una hipótesis, ¿eh?
¿Qué hay tuyo y qué hay de otros en tu música?
Buena pregunta… Es una mezcla de ambos, es como que, de joven, yo tenía
miedo de la vida, y la música llegó para cogerme de la mano
y decirme “no tengas miedo”. Así que he puesto en la música
todo lo que me daba miedo para deshacerme de ello: la música como
catarsis. De manera que en todo lo que hago estoy yo presente, porque la
música me permite realizar esa catarsis, y no es una música
que me haya venido de forma abstracta, claro: la influencia de Jacques
Brel y Léo Ferré durante mi infancia, además de los
títulos de crédito de las series de la tele… Es algo que
me llegaba directamente, era para mí. Y es gracioso, porque esa
música de principios de los setenta era mucho más triste
y de acordes más bajos que hoy en día, donde todo es mucho
más alegre, más agresivo. Incluso la música de los
dibujos animados, toda esa música era muy triste, así que
eso representó un papel en mi actual gusto por las melodías
oscuras. Y la música de los demás está presente en
todo lo que hago, es el parásito (en el buen sentido del término)
perpetuo, porque me paso la vida nutriéndome de la música
de los demás para regenerarme. Así que no es que mi música
venga de la nada, no nace del ansia de crear sino más bien de los
celos de la música de los demás. Es como el motor: “¿Quién
ha hecho esto?” y me siento ‘agredido’ por la música de los demás,
y eso es lo que me inspira.
Usted entiende el español, de hecho tiene algunos títulos
como “Hasta que el cuerpo aguante” o “Antonia”; y en su ensayo Un bon chanteur
mort (París, La machine à cailloux, 2008) define la lengua
francesa como “una maldición fonética”. ¿Nunca ha
sentido la necesidad de componer algo en español?
¡No! (risas). Sí, bueno, alguna que otra vez lo he pensado
pero nunca lo he hecho. Además, está la historia del acento:
en una canción como Hasta que el cuerpo aguante ahora llego a España
y me digo “ay ay ay, ahora estoy en España, voy a tener que pronunciar
esto… Se van a reír todos de mí”. Claro, al final no es el
caso pero uno no puede obviar su lengua natural, y para sonar auténtico
en una canción es necesario que uno se sienta cómodo con
la lengua que está usando. Así que el hecho de cantar en
español o en inglés es más bien un ejercicio de estilo,
pero no hay en ello esa “verdad” que yo estoy buscando (sí, la palabra
es un poco fuerte…). Y si uso otra lengua, me desvinculo de aquello que
persigo. Y por eso no lo he hecho nunca.



Domninique A en el Teatro CajaGranada

03-06-04 Planta Baja Granada
Organiza Musica es Amor /Fip Producciones / Producciones Satisfaxion
Fotos Merche S Calle © IndyRock

Dominique A
Sus comentarios sobre "L'attirance" (la atracción).
Lo que me atrae ("m'attire") actualmente es acabar mi nuevo disco y poderlo
escuchar sin estar disgustado.
"Portsmouth", como "Tarifa", son efectivamente canciones ligadas a viajes.
Son canciones escritas por Françoise. A ella le gusta mucho que
las canciones le evoquen imágenes muy precisas, recuerdos muy fuertes.
A veces se dice "Partir, pour mieux revenir". Comparto, la idea que
para vivir algo importante en un lugar, es necesario haber estado allí
y no volver salvo si la ocasión se presenta o si es verdaderamente
un buen momento.
¿Trip-hop acústico? No soy yo quién tiene que decidir
la definición o el género de mis canciones. Por el lado fílmico,
está bien, me gusta, ya que las imágenes que crea una canción
son esenciales para mí. Por otro lado, es curioso, ya que de un
tiempo a esta parte he recibido numerosas proposiciones para hacer música
para películas.
Es verdad, hoy en día la melodía me interesa menos que
cuando hice "La Mémoire Neuve". Mis gustos son menos "pop" que antes
y tengo tendencia a repetirme cuando hago canciones muy melódicas.
Ahora lo que más me interesa es la atmósfera de una canción.
Las canciones desnudas
por Paco Camero Mesa- IndyRock
Sala Weekend (Sevilla) 16 de diciembre de 2001
Organización: Green UFOs
Tras
la edición en España de su último disco, "Auguri"
(Labels-Green UFOs, 2001), posiblemente el mejor de su repertorio hasta
la fecha, Dominique A se presentó en Sevilla a pecho descubierto
ante unas 300 personas. Con los únicos recursos de su arrolladora
voz, un par de guitarras y algunos samples, el francés interpretó
ciertos temas de su última entrega con más contundencia y
fuerza que sus respectivas versiones registradas en estudio, como por ejemplo
las fabulosas "Oublie", "En secret", "Antonia" y "Je t´ai toujours
aimée", entre otras. Sólo alguien con la solvencia y la presencia
de este magnífico músico sería capaz de salir solo
a un escenario y hacerse dueño de él de la manera que lo
hizo.
Durante su actuación Dominique A exhibió su elenco de argumentos
artísticos: canciones con reminiscencias de una chanson francesa
previamente redefinida por él mismo, estructuras sencillas pero
perfectas (el ideal pop), destellos eléctricos cercanos al rock,
actitud folk y vocación de cantautor (faceta ésta visible
en la profundidad de sus letras). Todo ello, unido a las soberbias interpretaciones
vocales de sus temas. La canción "Pour la peau" en directo es una
buena muestra de una personal e inconfundible manera de cantar en la que
los claroscuros emocionales de los textos se hacen presentes en su voz,
entre otros medios, a través de su escalofriante vibrato.
En la amplia colección de canciones que manejó el galo durante
el concierto (de casi dos horas), aparecieron versiones que vinieron a
mostrar otra parte de su amplia personalidad musical: su gusto por el romanticismo
y la melancolía. La delicada "How beautiful you are" de The Magnetic
Fields y "Bagatelle", esa joya que nos ha regalado Yann Tiersen en su último
disco y que probablemente será una de las canciones más hermosas
de este año, brillaron por encima de las demás.
En definitiva, con la ayuda de un puñado de preciosos acordes de
guitarra y la contundencia de su voz, Dominique A demostró que es
posible desnudar unas magníficas canciones para brindarlas al público
despojadas de cualquier arreglo y en estado puro; que en su caso no sólo
es posible, sino que es enriquecedor mostrar desnudos sus fragmentos de
emociones en forma de canciones íntimas, humanas.
Cuando Dominique A entra en el estudio para grabar lo que será
su quinto álbum, es en un estado de espíritu sereno...
Sale, por tanto, de un disco difícil, " Remué " (1999), en
el cual llegó muy lejos en nivel de introspección. " Estoy
contento de haberlo hecho ", reconoce hoy día, " pero no podía
ir más allá por ese lado. Consideraba el hecho de no cantar
como un ejercicio de estilo pero, ya en el escenario, interpretaba los
trozos uno o dos tonos más altos. No podemos luchar mucho tiempo
contra lo que es natural en nosotros ". Esta voz, la que hacía bailar
el Twenty-Two Bar (" La Mémoire Neuve ", 1995), y cantar a los pájaros
bajo el viento helado (" La Fossette ", 1991), desde luego va a volver
a sonar de nuevo en los confines de su cocina -su lugar de ensayo favorito-,
donde Dominique comienza a sentar las bases de sus nuevas canciones dejándose
acompañar por la guitarra. El " clic " se produce en estudio, durante
la grabación de " Bagatelle ", una de las cimas de " L'Absente ",
último álbum de su amigo Yann Tiersen. Delante del micro,
el cantante se deja llevar, reencontrándose con el placer de darse
volumen (" Arrullarse ", dice con una sonrisa). Reconciliado con su voz,
escribe. A veces una canción cada dos días. Vuelto de nuevo
músico al lado de Françoiz Breut, después de haber
compuesto al completo el primer álbum de ésta, " Françoiz
Breut " (1997), y la mayor parte del segundo " Vingt à Trente Mille
Jours " (2000), y de haberla acompañado hasta ahora a lo largo de
la gira. Después, se encuentra de nuevo sentado en su fregadero,
con ganas de ir a lo esencial. Darle privilegio a la fórmula guitarra/voz,
y ser fiel a este precepto a la hora de la grabación. Una etapa
que, por el placer de dejarse dirigir, no certificará solo. Después
de haber pensado en él para la mezcla del segundo disco de Françoiz,
es al productor John Parish (conocido sobre todo por su colaboración
con PJ Harvey, pero también músico de Goldfrapp o Giant Sand)
a quien Dominique llama para proponerle la co-realización de su
nuevo disco. El sentido entre los dos hombres reposa sobre un acuerdo desde
el principio, aquel por el cual Parish no escucharía ninguna maqueta
antes de comenzar con el proyecto, quedando sólo como enlace la
carrera anterior de A. Menos de un mes será necesario para esconder
bajo banda magnética los trozos que hoy componen " Auguri " (" Mis
mejores deseos " en italiano). La grabación toma forma en dos tiempos,
en el País de Gales. Detrás de la mesa, Parish y su ingeniero
de sonido (Head). Al otro lado de la pecera, Dominique acompañado
por Sacha Toorop, su batería. Dos ingleses y dos francófonos,
y en la cabeza un disco espontáneo y directo, para el cual las primeras
tomas son usualmente las buenas. Y, al final, varias sorpresas, como la
participación de Parish también como músico (bajo
y guitarras) en todas las canciones, y el refuerzo del guitarrista Olivier
Mellano (Mobiil) en algunos títulos. Pero la mayor sorpresa será
la de encontrarse con Dominique de nuevo en registros tan variados : tenso
(" Evacuez "), pero también leve (" Ses Yeux Brûlent "), travieso
(" Les Chanteurs Sont Mes Amis "), jovial (" En Secret "), poeta (" Les
Hommes Entre Eux "), sensual (" Le Commerce de L'Eau "), frontal (" Pour
la Peau ")... En una palabra : sin complejos. Un artista capaz de retomar
a los belgas Polyphonic Size (" Je T'ai Toujours Aimée ") y a Dalida
(" Les Enfants du Pirée ", la canción del film " Jamais le
Dimanche ") no tiene que probar nada, excepto dejarse llevar por sus apetencias,
siendo éste el mejor motor para avanzar. Diez años después
de la salida de su primer disco, Dominique A tiene aún sed de adrenalina
y de imprevisto : no esperábamos menos de este francotirador definitivamente
enfadado con cualquier ortodoxia y que, si está hoy contento de
poder escucharse cantando, ha decidido gritarlo alto y fuerte. Y qué
bien le hace.
"Auguri" está distribuido en exclusiva en España por GREEN
UFOS. Mas información en
www.greenufos.com
Discografía
"La Fossette" cd (Lithium, 1992)
"Si Je Connais Harry" cd (Lithium, 1993)
"La Mémoire Neuve" cd (Lithium, 1995)
"L'attirance" mini cd (The Affection Series de OVNI / Acuarela, 1998)
"Remué" cd (Lithium, 1999)
Además de su discografía oficial, la carrera de DOMINIQUE
A está salpicada de colaboraciones y canciones para discos recopilatorios
que la hacen si cabe aún más interesante. Además de
los dos discos escritos para su (ya ex) compañera sentimental y
cantante en muchos de sus temas, Françoiz Breut (al completo el
primero de ellos, y en parte y producción el segundo), ha realizado
una excelente versión del "Teenage Kicks" de Undertones para el
álbum homenaje "Punkadelia", un excelente tema inédito que
recuerda fuertemente a PJ Harvey, llamado "Empty White Blues" y recogido
en el recopilatorio de Lithium "12 Inédits", un dueto con Stephen
Merrit de The Magnetic Fields para el segundo álbum del proyecto
paralelo de éste, The 6ths, otro dueto con The Little Rabbits para
el álbum recopilatorio "Comme un Seul Homme", un tema en el recopilatorio
"Montecarlo" de Elefant Records, las dos canciones, una compuesta e interpretada,
otra sólo interpretada, para el álbum "Le phare" de Yann
Tiersen, y la inmensa voz en la no menos grandiosa "Bagatelle" en "L'Absente",
el último trabajo de su amigo bretón. Reúnelas y tendrás
un álbum de rarezas de una calidad asombrosa.
Detalles:
- "La Mémoire Neuve" fue seleccionado para el puesto nº 109
dentro de los 200 mejores CDs de los años noventa, según
ROCKDELUX.
- "Remué" fue seleccionado en la posición nº 12 dentro
de las listas de lo mejor del año 1999 por ROCKDELUX, así
como en el número 8, ese mismo año, por los lectores de la
revista.
- De DOMINIQUE A se han publicado entrevistas, artículos, o críticas
(siempre con excelencias) de sus discos o sus conciertos en publicaciones
especializadas como Rockdelux, Ruta 66, Mondosonoro, aB, Ciclo, AVUI (y
su sección Rock&Classic), Efe Eme, La Tienda de Ruidos, Zazoo,
Individu Ocult o Fiber (la revista oficial del Festival Internacional de
Benicàssim), diarios y publicaciones generalistas como El País,
El País de las Tentaciones, AVUI (en general y en su suplemento
Rock&Classic), Diario de Sevilla, ABC, Evasión, Diario de Levante,
Gaceta Universitaria, El Periódico de Catalunya, o fanzines y revistas
dedicados a la música, al cómic u otras expresiones artísticas
como Sidsel, So Young (en el que los lectores eligieron a "La Mèmoire
Neuve" como el 23er álbum más importante del segundo lustro
de los noventa), El Batracio Amarillo, Víbora...
- DOMINIQUE A ha actuado en el Festival Internacional de Benicàssim
en las ediciones de 1996 y de 1999, y también en las fiestas de
presentación de dicho festival en 2000 (dentro de una mini gira
estatal que pasó por Madrid, Valencia y Barcelona). En el año
1997 participó en el festival Barcelona Acció Musical (BAM)
de Barcelona. En 1999 presentó "Remué" en el Ciclo de Rock
en el Teatro Central de Sevilla, y también en El Mercat De Vic,
así como en las fiestas de Gijón. Al margen de eso, compartió
una gira nacional en 1996 con los también franceses Diabologum.
- A lo largo de su carrera, DOMINIQUE A ha sonado en Siglo 21, Disco Grande,
Diario Pop, Bulevar, Fluido Rosa, El Ambigú, Flor de Pasión,.
todos ellos programas de Radio 3, en Viaje a los Sueños Polares
de Cadena 40 (antes en Cadena 100), así como en numerosas otras
emisoras como Canal Sur, Radio L'Horta (Valencia), Radio Euskadi, Radio
Ciutat de Badalona, Catalunya Cultura, Onda Regional de Murcia, EMA (Andalucia),.,
así como en numerosos programas locales como El Otro Lado del Telescopio,
Batahola (Madrid), Indi-Ferente (Granada), Cadena 100 Lugo, y un largo
etcétera.
- "Con la inmejorable ayuda del sampler y un talento que un día
de estos va a acabar zampándoselo, Dominique A lidia con el Tom
Waits de "Bone Machine", traza preciosas melodías sobre un fondo
de constelaciones de ruido, se impregna de atmósferas arabescas
e improvisa líneas melódicas para un hipotético (e
imposible) nuevo film de Truffaut". (Marc Piñol en RDL 163 sobre
"Remué").
- "¿Cabe la audiencia del Festival de Benicàssim en un bolsillo?
En el de Dominique A, sí. Al paladín de la "nouvelle chanson
française" le ha costado tres discos perfeccionar un encantamiento
digno de Houdini. En "La Mémoire Neuve" hallarán la fórmula:
una parte de Jacques Brel, dos de actitud lo-fi, una cucharadita de folk
de cámara y toda la poesía que puedan imaginarse". (Gerardo
Sanz en RDL 12/96, sobre "La Mémoire Neuve").
- "Dominique sabe qué hacer con su vida. Y cómo conmover.
Qué decir. Cómo reir. A quién seducir. Con quien reir".
Elena Cabrera, en FIBER 2000).
L´attirance
La fructífera unión de dos compañías independientes
españolas, la sevillana OVNI y la madrileña Acuarela, hace
posible una edición exclusiva del mini-elepé de 5 canciones
"L´attirance" del compositor afincado en París, Dominique
Ané, una de las indiscutibles figuras del pop europeo de este fin
de siglo.
Dominique A sorprendió a todo el mundo cuando allá por
1992 presentó en sociedad su primer disco "La Fossette",un Lp autoproducido
en un aparato casero de grabación en cuatro pistas,en que demostraba
hasta donde puede llegar un músico con talento utilizando unos elementos
tan sencillos como esenciales unidos a su personal voz.
Sus dos siguientes trabajos de larga duración, el también
casero y obsesivo "Si je connais Harry"(1993) y el soberbio "La mémoire
neuve"(1995) , ambos en Lithium, proporcionaron al público francés
una nueva y casi definitiva razón para creer en la posibilidad de
una digna cosecha propia.
Pero a pesar de ser alabado por la crítica y de ver como las
ventas de sus discos y la asistencia a sus memorables conciertos se encuentran
ya a un nivel suficientemente proporcionado con su valía, Dominique
A no se ha dejado llevar por la senda de la autocomplacencia, haciendo
gala siempre de una ejemplar modestia y laboriosidad en su trabajo:
"Me irrita la gente que siempre hace el mismo disco. Pienso que hay
demasiados discos y que cuando uno tiene la oportunidad de grabar algo
tiene el deber de trabajar para proponer cosas nuevas. Personalmente, creo
que siempre estoy escribiendo la misma canción y que mi trabajo
consiste en conseguir que la gente piense que es muy diferente".
Pues bien, este "L´attirance", en que ha sido acompañado
de nuevo por Françoiz Breut, supone el cuarto capítulo en
su intensa historia, donde la melancolía y la desazón pasean
a sus anchas de la mano de cinco canciones a lo largo de veinte minutos
imprescindibles.
Al igual que en sus anteriores obras, el compositor francés
procura llevar a cabo una interpretación moderna de referencias
reconocibles que van desde el pop más oscuro y sinuoso a la tradicional
canción de autor de su país, las tonalidades más tropicales
y latinas de la música del periodo de entreguerras.
Todo ello convenientemente mezclado en una coctelera que irradia independencia
y eclecticismo. El cruce imposible entre Billie Holiday, Tindersticks,
Jacques Brel,Tricky y los Smiths más densos.
En "L´attirance" podemos comprobar como las canciones han sido
escritas con un ojo en la letra y otro en la partitura. Canciones llenas
de sentido, composiciones plenas cuyas consonancias internas se hacen inaccesibles
para casi todos. La madurez de Dominique, ya alcanzada en su tercer albúm,
adquiere en este disco una nueva formulación: multitud de caminos
por recorrer, recuperación de una parte de la infancia, la que duda,
la que hace preguntas y juega.
No se podría entender el vigor de la actual escena francesa
sin la destacada figura de Dominique A. Preguntar a Autor de Lucie, Mendelson,
Bertrand Betsch,su compañera Francoiz Breut o Diabologum y reconocerán
en él un ejemplo y una fuente de inspiración que hoy nos
deslumbra con "L´attirance", su última y más hermosa
entrega.
Habló de un año sabático en el 2003, de tomarse
un descanso tras la salida del libro disco « Le détour »
y de tomarse tiempo para imaginarse la continuación. Regularmente,
dio noticias bajo la forma de boletines de inactividad publicados en una
web dedicada a él (www.commentcertainsvivent.com): los libros que
leía, los discos que cautivaban su atención. Los recuerdos
que se le venían a la memoria, el humor del momento. Pero se guardaba
bien hablar de lo esencial. Un nuevo álbum en gestación,
diferente, más ambicioso. Un álbum para el cual DOMINIQUE
A ha querido trabajar con un productor cabriolés. Después
del inglés John Parish en « Auguri » (Labels, 2001),
se ha dirigido hacia el francófono Jean Lamoot (Noir Désir,
Bashung, Zebda...). Jean Lamoot es el complice de una cierta « imprudencia
» que el cantante ha querido cometer : aquella que consisete en trabajar
con el realizador de una obra en negro que continúa fascinándole.
(*)
Más allá de la anécdota, el reencuentro entre los
dos hombres parecía inevitable. Uno buscaba por una vez aparecer
lo menos posible en su disco, el otro proponía poner a su servicio
los telentos de los que tiene la costumbre de rodearse : los arreglistas
Arnaud Devos y Jean-Louis Solans, pero también el batería
Martyn Barker (Joseph Arthur, Billy Bragg...) y el bajista Simon Edwards
(Talk Talk, Beth Gibbons...). Un ensayo tuvo lugar en el verano del 2003,
con seis canciones que DOMINIQUE había ya elaborado mucho en su
versión demo. Y desde la primera escucha de « Dobranoc »,
supo que había encontrado el equipo que lo sacaría de un
cierto sistematismo a nivel de los arreglos. La edición de «
Le détour » ha venido a cerrar una forma de funcionar : hoy,
el ex « cantande del susurro » desea colaborar con músicos
provenientes de otro medio que no es el suyo, de otra cultura. Romper con
la sobriedad y la moderación, convertirse en espectador atento de
un disco en gestación, el suyo propio, del cual ha tenido problemas
para reconocerlo a la primera escucha.
Una vez puestas las bases, la grabación progresa rápidamente.
Doce canciones, cuyas cuerdas y vientos se han realizado en Bulgaria, grabadas
en tres meses. Otras tres, en un espíritu más cercano al
directo, han completado el conjunto: como respiros en medio de un álbum
de una densidad inédita. Y es que nunca, salvo posiblemente en sus
colaboraciones con Yann Tiersen, las canciones de DOMINIQUE A habían
conocido una amplitud semejante. Haciendo gala de una gran audacia, DOMINIQUE
A decidió abandonarlas a las manos de arreglistas ambiciosos: pero
a la escucha del esultado, nadie se atreverá a reprocharselo ya
que sus composiciones están acariciadas por estos arreglos. Estamos
casi ante un nuevo A: menos austero, más luminoso. Impulsado por
una nueva inspiración, va a sorprender a más de uno. Es quizás
su primer disco de hombre. De una manera bastante irónica, ha sido
bautizado. « Tout sera comme avant », de la misma forma que
« Remué », pone al día la discografía
de este artista.
Todo surgió como un malentendido: el año sabático
se consagró a la escritura. Páginas manuscritas con boli
bic donde nacían canciones. De acuerdo, el bic no importa demasiado,
pero tampoco las canciones. Allí también, DOMINIQUE A decidió
ir más lejos: hay en « Tout sera comme avant » una de
sus letras más intimas (« Le fils d'un enfant »), una
de las más sorprendentes (« L'inuktitut »), una de las
más cinematográficas (« Bowling ») y la más
dulcemente irónica (« La retraite à Miami »)
de su carrera. Él mismo lo confiesa: un disco como este no hubiera
sido posible hace 5 años. Además, DOMINIQUE se ha tomado
la confianza de dar a una selección de escritores contemporaneos
a los que él aprecia (Richard Morgiève, Olivier Adam, Brigitte
Giraud, Chloé Delaume.) los títulos de sus nuevas composiciones
a fin de que estos inventen otras hisotiras. Después de haber sido
a menudo inspirado por la literatura, él les hace este ofrecimiento
hoy. El resultado, igualmente titulado « Tout sera comme avant »,
se publica el mismo día que el álbum
Más de diez años después de la aparición
de « La fossette », Dominique A ha sabido conservar este gusto
por el riesgo y esta sed por lo nuevo, lo inédito, que hacen de
él un artista de una trayectoria singular y apasionante, confiando
sus canciones a orfebres que se han apropiado de éstas gracias a
una interpretación serena. Un A mayúsculo se convierte en
la referencia para una generación de escritores.
(*) « L'imprudence » es un álbum del artista francés
Alain Bashung, producido por Jean Lamoot.
"Tout Sera Comme Avant" está distribuido en exclusiva en España
por GREEN UFOS
2012 ha sido el año de DOMINIQUE
A. A una cuidada reedición de sus siete primeros álbumes
se añadió en primavera el lanzamiento de "Vers Les Lueurs",
su más personal y sorprendente trabajo hasta la fecha. Simultáneamente,
DOMINIQUE A se embarcó en una ambiciosa gira con un abrumador espectáculo
donde interpretaba al completo su debut "La Fossette" para a los pocos
minutos y con músicos diferentes tocar las nuevas canciones de "Vers
Les Lueurs", acompañado además por un quinteto de vientos.
Este espéctaculo se presentó en el Théâtre de
la Ville de París los días 26 y 27 de Enero y llegó
en exclusiva a España de la mano del festival Primavera Sound el
2 de Junio. Algo había de especial en este 2012 en el que DOMINIQUE
A puso tanto empeño: Cumplía 20 años de carrera.
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