28 y 29 octubre 2005, Estadio Víctor Jara, Santiago
de Chile
La conexión entre Morcheeba y la música
latinoamericana
Entrevista


Por Antonio Díaz Oliva
28 de octubre
Dizze Rascal
Brazilian Girls
Fischerspooner
Morcheeba
Tercera edición del SUE, festival que ha tenido a artistas de
la talla de Morrisey, Massive Attack, PJ Harvey y Mars Volta. La regular
asistencia de la primera noche( 2.500 personas, aproximadamente) se vio
contrastada con la grata sorpresa que fueron bandas prácticamente
desconocidas para la audiencia chilena, como es el caso de Brazilina Girls
o Fischerspooner. La segunda jornada, inclinada totalmente al rock, fue
recibida con un lleno total y unos The Strokes que aprovecharon de darnos
un vistazo a lo que será su próximo álbum.
El rapero Dizzee Rascal fue el encargado de calentar el ambiente a medida
de que la gente hacía su ingreso. Con tan sólo 21 años,
este Mc proveniente de los barrios bajos de Londres, logró salir
a la fama luego que su single "Fix Up, look sharp" llegara al número
17 de la radio de la BBC. Apoyado por un DJ, el cual, sin brazo derecho,
se las arreglaba para lucirse en la tornamesa con la boca, el rapero británico
impresionó con su fraseo que, según algunos, lo podría
ayudar para llegar a ser la respuesta inglesa de 50 cent.
La conexión entre Brazilian Girls y Chile se notó, ya
que los versos de "Poema 15" de Pablo Neruda que fueron ocupados en "Me
gustas cuando callas", ayudaron a que fuese una de las canciones con más
elogios entre los 2.500 asistentes. La vocalista Sabina Scubb, vestida
entera de blanco a lo Bjork, se encargó de seducir a la audiencia
con frases en español, que se intercalaban con bosanova y algo de
electrónica.
Sin duda que Fischerspooner ha sido una de las propuestas más
bizarras que ha pisado suelo chileno. Bastante desconocidos por acá,
esta banda conformada por Warren Fischer y Casey Spooner, artistas visuales
provenientes de Nueva York, más una banda de apoyo.
Warren Fischer, vocalista, se dio el lujo de cambiarse de vestimenta
tres veces y ,por cada cambió, lucía más extraño
aún. Incitó al público a acompañarlo con frases
como Whats up fucking bitches y hasta se subió a los parlantes para
danzar al más puro estilo de un Iggy Pop extasiado. Un show explosivo
que, a ratos, recuerdan a la locura futurista de Devo en sus primeros años
y en algunos pasajes se dan el lujo de sonar tan sincronizados como
unos Kraftwerk en directo.
A las doce en punto, Morcheeba ingresaba al escenario con Ross Godfrey,
guitarrista y compositor, a la cabeza. Sin Paul Godfrey, la banda recorrió
parejamente toda su discografía.
Jodie Sternberg (tercera vocalista que ha pasado por la banda) se mostró
carismática con el público, animando a aplaudir, saltar e
, incluso, terminó revolcándose por los suelos. Ross Godfrey,
aprovechó de agradecer entre canción y canción a los
fans chilenos y hasta le dedicó "Moog Island", primera canción
de su último disco, a Víctor Jara, músico chileno
que fue asesinado en el gobierno militar. También se dio el lujo
de dar un mensaje que seguramente no dejará muy feliz a los miembros
de Metallica: "Esta próxima canción es de "The Antidote",nuestro
nuevo álbum. Si no lo tienen...descárguenlo". Lars
Ulrico, debe estar tomándose un tranquilizante.
Hora y media que hipnotizó a la audiencia. Luego del bis llegaron
para descargar "Rome wasn`t built in a day". Morcheeba cerraba la velada
con un cierto aire de amor, paz y mucha sicodelia.
29 de octubre
Kings Of Leon
The Strokes
La segunda noche fue abierta por Kings Of Leon, quienes a punta de sonidos
Country, Rock y Blues, calentaban el ambiente. Presentaron una mezcla de
temas provenientes de sus dos álbumes ( "Youth And Young Manhood"
y "Aha Shake Heart Break"). Luego de la primeras canciones se notó
que la banda de los hermanos Fogwill, salió al escenario a hacer
lo que saben: demostrar su virtuosismo instrumental. Apenas un par de frases
para el público, el cual, a pesar de no conocerlos tanto, los acompañó
con aplausos variadas veces. Los chicos evangélicos lucieron jeans
rasgados y el cabello desordenado, pero apenas se movieron de su metro
cuadrado. Casi al final del show, el vocalista aprovechó de lanzar
un micrófono al suelo y dejarse llevar por un efímero momento
de rebeldía. Tal vez recordando que ser un rock star no es sólo
tocar bien la guitarra.
El ansia se sentía en el ambiente del Estadio Víctor Jara.
Meses atrás, The White Stripes realizaron uno de los mejores conciertos
de lo que va del año en el mismo recinto. Seguramente, gran cantidad
de público se repetía el plato de garage rock. La fanáticas
que se amontonaban en las primeras filas no daban tregua en gritar por
los cinco chicos de Nueva York que en el año 2001 salían
al mundo musical con "Is This It?" y le quitaban al Nu Metal su reinado
de varios años. Hasta que a eso de los once de la noche, The Strokes
salían al escenario. Su salida se podría perfectamente comparar
con un golpe certero en la nariz, de esos que deciden un encuentro desde
los primeros minutos. "Last Nite" fue la canción que abrió
el concierto, una sorpresa algo inesperada para los casi 6000 presentes,
quienes desde el comienzo se rindieron a sus pies. "Someday" "Hard to explain"
sonaron como himnos.
Aprovecharon la ocasión para adelantar tres canciones de "The
First Impression On Earth" su próximo álbum, como el single
"Juicebox" , el cual los muestra cercanos a sonidos más pesados.
Los avances "Heart In A Cage" y "You Only Live Once" también conservan
cierta agresividad, pero se emparientan más con el sonido característico
de la banda.
Habrá que ver si el álbum es tan prometedor como las
canciones adelantadas, o es sólo una carnada.
Julian Casablanca, vocalista, se dio el tiempo de hacer payasadas y
conectar con el público con actos tan extraños como lanzar
su reloj y lentes para algún afortunado de la audiencia. Algo herméticos
con el público, el resto de los integrantes de The Strokes se limitó
a tocar una fiel duplicado de sus discos, sin siquiera atreverse a improvisar
o alargar un trozo de sus canciones.
"Reptilia" cerraba la noche, con un Albert Hammond Jr que demostraba
sus dotes guitarrísticos y , de paso, dejaba bien parada a su familia.
The Strokes no sorprendían, pero ganaban por knockout el último
de sus encuentros en Sudamérica.
Set List:
Last Nite
Soma
Under Control
The Modern Age
12:51
Juicebox
Automatic Stop
Someday
Hard To Explain
Is This It
Heart In A Cage
You Only Live Once
NYC Cops
The End Has No End
Barely Legal
Whatever Happened
I Cant Win
Alone, Together
Take It Or Leave It
Bis
Hawaiian Song
Reptilia
Agradecimientos a Fernanda Maqueira y DG medios.
La conexión entre Morcheeba y la música latinoamericana
Entrevista por Antonio Díaz Oliva y Álbaro
Farías.- Santiago de Chile - IndyRock
Agradecimientos a Manuel Maira.
Morcheeba en IndyRock
En el año 2002 Morcheeba lanzaba al mercado un álbum llamado
"Charango", en referencia a un instrumento típico de la música
Latinoamericana. Ross Godfrey, uno de los líderes de Morcheeba junto
a su hermano Paul, aprovechó su visita a Chile y se reunió
con Claudio Parra integrante de Los Jaivas, la banda chilena más
importante de los 70 y finales de los 60. Intercambiaron música,
palabras, impresiones y hasta de futuras colaboraciones. Acá la
cabeza de Morcheeba habla sobre su afición por la música
latina y otras cosas.

-¿Cómo nació este interés por la música
latinoamericana y, en especial, por Los Jaivas?
Tres años atrás estuve viajando por Perú, Chile
y le preguntaba a la gente "Cuál es la mejor música sicodélica
de este país de los 70 y finales de los 60". Encontraba fascinante
la mezcla entre Rock and Roll con las raíces nacionales de cada
país. Además siempre me gustó la música brasilera.
¿Cómo fue tu primera vez en Chile?
Estuve en Santiago y en las montañas. También recuerdo
cuando fui a Valparaíso y, en especial, una fiesta en la que estuvimos
bailando hasta tarde. Mucha gente me había hablado de la música
chilena. Así que pregunté acerca de la mejor banda de finales
de los 60 y 70. Y me dijeron que Los Jaivas fue la mejor banda de esa época.
¿Te acuerdas quién fue?
Varias personas me lo recomendaron. Fui a una tienda y pregunté
por el primer álbum. Que se llamaba: "Volatín".
¿Dónde lo encontraste?
En Santiago. Recuerdo que cuando fui a la primera tienda y me dijeron
que no lo tenían fue algo loco. Era como ir a una tienda de discos
en Londres, preguntar por un disco de los Beatles y que no lo tengan. Lo
escuché y lo encontré interesante. En ese tiempo había
comprado un charango y comenzaba a tocarlo. Por eso al siguiente disco
de Morcheeba se llamó justamente " Charango". Entonces desde ese
entonces he estado interesado en esos sonidos. Fui a un concierto a un
lugar llamado la "Feria", donde había un tributo a Los Jaivas porque
su vocalista había muerto.Así que cuando me preguntaron si
estaba interesado en ir a Chile a tocar un concierto les dije que sí,
me encantaría volver.
¿Cuántos días te quedaste la última vez?
Tres semanas. Aproveché de recorrer las montañas y los
ríos. Unas semanas antes había estado en Machupichu. Ahí
descubrí harta música. Me inspiró bastante.
¿David Byrne (ex Talking Heads) te habló de Los Jaivas?
No. Él me dijo que le prestara atención a la música
latinoamericana en general. Algo que me llamaba la atención fue
que en esos tiempos era muy difícil por la situación política
y el riesgo que era hacer música. Me gustaba la valentía
de los músicos.
¿Cuál es tu relación con David Byrne?
Él me llamó cuando hice el primer álbum. Era un
gran fan suyo y él me dijo "Hola soy David Byrne. ¿Quieres
producir un disco conmigo? Le dije que sí. Vino a Londres e hicimos
cinco o seis canciones para un álbum llamado "Feelings"(1997). Desde
entonces hemos sido amigos.
¿Conoces la historia del Estadio Víctor Jara (Músico
que fue asesinado por el gobierno militar)?
Sí. Conozco lo que le pasó. Es extraño que
ahora estemos tocando ahí, pero es la magia de la música.
Festival SUE II. Santiago Urbano Electrónico
Edicion 2004
Jueves 04 de Noviembre - 2004
Estadio San Carlos de Apoquindo
Público: 15 mil espectadores
Santiago de Chile
Artistas: The Mars Volta, PJ Harvey, Morrissey, Electric Six
Por Esteban Velásquez Cuadra.- IndyRock
Esta es la segunda versión del Santiago Urbano Electrónico:
SUE. En su primera versión, realizada los días 27 y 28 de
Mayo del 2004, congrego a Massive Attack, The Human League, Rinocerose,
Andy Fletcher, The Herbaliser, FC Kahuna y Junior Sánchez. Sin dudas
se consolido con uno de los grandes y más importantes Festivales
de Latinoamérica. Todo un lujo para este lejano lugar del mundo.
Esta vez correspondía el turno a la segunda versión del SUE.
Artistas como Morrissey, PJ Harvey, The Mars Volta, Blondie, Rinocerose
(se repite el plato), Death in Vegas, Gustavo Cerati, Andy Smith (DJ Porstishead)
y a Electric Six.
The Mars Volta: Ataques compulsivos
de rock incendiario.
"Quizás en los 70's habrían impresionado pero a estas
altura ya no...". Ese fue el comentario de un amigo, refiriéndose
a la actuación de Los Mars Volta. Algo hay de cierto. Es claro que
la banda de Los Angeles - California se nutren de la sicodélica
de los 70's, pero a justa razón, la mezcla que hacen con el free
jazz, el hard core, el rock progresivo, los hacen ser una de las bandas
más interesantes de estos momentos. No por nada Los Red Hot Chili
Peppers los han escogido como banda soporte para su última gira
europea.
Son las 19:20 horas y The Mars Volta comienza electrificando el ambiente
con sus espasmódicos coletazos de rock and roll. Aquel que te provoca
trance y la vez hace que tu pulso arterial se acelere al máximo.
El público parecía un para/rayos, recibiendo la descarga
adrenalínica de riffs afilados de Omar Rodriguez-Lopez, del bajo
punzante de Juan Alderete, de la batería machacante de Jon
Theodore, del envolvente teclado de Isaiah Owens y de la impresionante
voz de Cedric Zavala, quien con sus maniobras de potro desbocado enardecía
al público que atentamente disfrutaba del show.
En un momento Cedric manifestó su agrado de tocar antes que
salieran los "viejos", haciendo una clara alusión a Morrissey, quienes
mostraron su desagrado a las manifestaciones de divo del músico
inglés, quien exigió, entre otras cosas, alojarse en un hotel
distinto al que los demás artistas se encontraban y también
solicito un vehículo con asientos que no fueran de cuero, cuyo chofer
debía permanecer en silencio durante todo el traslado. Cosas de
Mr. Stephen Patrick.
Y para ello contó con la colaboración de un músico
invitado de lujo, nada más ni nada menos que John Frusciante de
Los Red Hot Chili Peppers.
20:20 horas y el show de The Mars Volta llegaba a su fin, cayó
el telón y por más que el público pedía un
bis, los organizadores fueron implacables. No hay bis. Balance positivo
para los de California.
PJ Harvey: Sensualmente pervesa
.
Lo de Polly Jean fue magistral. Arrancó con "The Life &
Death Of Mr. Badmouth" de su último disco "Uh Huh Her" (Island 2004).
Su show estuvo cargado de viejos clásicos como "O Stella", "Dress",
"Victory", "Hair", "Joe", "Meet Ze Monsta", "Long Snake Moan", "Send His
Love To Me" y sublime "To Bring You My Love": I was born in the desert
- I been down for years - Jesus, come closer - I think my time is near.
Del desierto, por años, con Jesús, el tiempo de PJ Harvey
era ahora!. De lo nuevo se destacaron "Shame", "The Setter", "Cat on the
wall", "It's You" y la desenfadada "Who The Fuck?!
Al parecer sus andanzas musicales con Josh Homme (líder de los
Queens of the Stone Age), la han traído de vuelta a ese sonido arrastrado,
pesado y malévolo. El sonido stoner fue la tónica del concierto.
Flash back a los grandes de Black Sabbath y a los (mal) desechados Alice
in Chains (mi humilde homenaje a Layne Staley: R.I.P.).
Lamentablemente el show duró alrededor de 1 hora. Era la primera
vez que tocaba en Santiago de Chile y las ansias de verla/escucharla eran
bastantes. Sus movimientos aun rondan por estos lares. Algo que difícilmente
se olvidará. Uno de los grandes conciertos de este 2004 que ya se
va. Y eso que para algunos personajes del jet set nacional les pareció
un verdadero plomo la actuación de la adorable inglesa. Ja!. No
saben lo que han visto.
Morrissey: El emperador
No hay duda. Es indiscutible. El ego de Morrissey es inmenso como el
cielo. Desde su entrada, creo un clima de expectación por más
de 2 minutos, mientras sonaba el audio de un relato en inglés con
una música incidental sin grandes sugerencias. Hasta que apareció,
vestido de cura, de riguroso traje negro y con la característica
franja blanca al cuello. En una de sus manos llevaba un ramo de inciensos,
con los cuales se acerco hacia el público y los bendijo con su correcto
acento british. De pronto comienza a sonar el hechizante sonido de la guitarra
de "How Soon Is Now?". No podía ser mejor comienzo. El público
caía rendido a los pies del ídolo.
El de Manchester se paseo por los clásicos de The Smiths como:
"Bigmouth Strikes Again", "Shoplifters of the World Unite", la mencionada
"How Soon Is Now?" y la excelsa "There Is a Light That Never Goes Out".
Luego repaso su discografía solista: "The More You Ignore Me, the
Closer I Get", "November Spawned A Monster", la nostálgica "Everyday
Is Like Sunday" y la emocionante "Now My Heart Is Full": There's gonna
be some trouble - A whole house will need re-building - And everyone I
love in the house. Muy significativa para mi en estos tiempos.
Del nuevo material "You Are the Quarry" (Attack 2004) sonaron: "How
Can Anybody Possibly Know How I Feel?", "Let Me Kiss You", "You Know I
Couldn't Last", la lolipop "First of the Gang to Die" y la potente "Irish
Blood, English Heart".
Morrissey se mostro cómodo, en su habitat natural, bromeó
con el público y también se puso más serio al referirse
a la re-elección de Bush en "los divididos Estados Unidos.Díos
los bendiga", fue lo que manifesto hacia el pueblo Estadounidense.
El show finalizó a las 22:20 hrs, cerca de 1 hora y 40 minutos
se mantuvo arriba del escenario. Un campo magnético cautivante.
Casi sagrado. Así es El emperador de emociones.
Electric Six: Rock Freak
Fue mala idea la de programar a los de Detroit al final, después
del majestuoso Morrissey. La mayoría del público se retiró
al finalizar el show del inglés. Sólo unos pocos se quedaron,
pasada la medianoche, a curiosiar la propuesta de Electric Six. A pesar
de haber tenido una favorable crítica con su álbum "Fire"
(Beggars XL, 2003), la mezcla de punk, garage, disco no logro entusiasmar
a los pocos asistentes que quedaban y que poco a poco regresaban a casa.