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* PÁGINAS Y AGENDAS
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24 / 01 / 09 Sala 2 Oriol Martorell. Auditori Barcelona
Crónica: Francesca Tur Serra - IndyRock

Quince minutos antes de la hora del comienzo del concierto el público
deja los corrillos de la entrada, apaga los cigarros y empieza a andar
hacía dentro. Se ven caras de la bohemia catalana, familias que
traen a sus hijos, poetas, escritores de renombre y músicos y es
que ya se sabe, hoy la noche es para corear ¡Viva la música!.
La velada pinta grande ya que la banda lleva tiempo sin pasar por la ciudad
Condal y las pinceladas de su último cd, sus bandas sonoras y siempre
sus sorpresas son acogidas con la magia de los que dominan las notas y
las emociones. Mientras el público se acomoda en silencio se ve
un escenario ordenado con instrumentos que desprenden ganas de llenarse
de acordes, notas y ritmos.
Totalmente puntuales aparecen, bajo un solemne y rotundo aplauso. Una
melodía que sale "outstage" da la bienvenida al violonchelo,
la batería, el contrabajo, el piano y la guitarra eléctrica.
Se sientan y empiezan a mirar a los laterales del escenario buscando el
resto de la banda, hasta que se miran y es el órgano el que enfila
el ritmo que suena. El público oye un clarinete, viene de lejos,
así que el público empieza a girarse encontrando la sorpresa:
el resto baja desde arriba. Por las tres escaleras que les conducen al
stage aparece las trompetas, el saxo baritono, el clarinete y la trompeta.
Se acercan al público, situándose entre las filas y devolviendo
las mismas miradas de asombro que regalamos los presentes. Nacho Mastretta
se mueve como si "los silbidos suaves" de su clarinete no fueran con él,
sonríe mientras toca y a modo de Hamelín se reúne
en el centro de las gradas y conduce a toda la orquesta a formar ese todo
que cogerá las riendas de una hora y media espeluznante, vibrante
y emocionante.
Una vez unidos aumentarán el ritmo, tocarán con fuerza,
conseguirán calentar la sala y tras unos minutos en lo más
alto, volverán a su esencia, esos ritmos que los describen, que
los hacen ser ellos, que los hacen únicos. Una vez en sus sitios
empiezan a moverse las cabezas, los pies del público cogen ritmo
y los aplausos improvisados no cesan. Nacho Mastretta dibujará ese
hombre orquesta que no dejará su sonrisa, los saltos, los aplausos,
las dedicatorias ("y es que nos dirá que se trata de una noche especial
donde hay muchas cosas por dedicar") de moverse de un lado a otro, de presentar
a cada uno de los componente de la banda y de animar a su equipo sin parar
y es que el de Burgos dejará claro que su energía se trasmite
en música y acordes. Bajo una iluminación azul, que terciará
entre lilas y anaranjados según la fuerza y el ritmo de los temas,
irán iluminándose los protas, ya que cada canción
tendrá un abanderado, un elegido para llevar la voz cantante. Con
sus primeras palabras nos dejará claro que será el encargado
de dar voz a todos haciendo que su protagonismo decaiga en todos y cada
uno de los componentes: " Buenas noches, gracias Barcelona por vuestra
presencia que nos llena de alegría y que lo va a demostrar Miguel
Malla".
Éste empezará un solo de bajo, bajo un foco que le ilumina
y al que se sumará toda la banda a modo de concadenación
de "voces" que no hablan, pero se entienden, que no cantan, pero suenan.
Una armonía que pasea entre los imaginarios de los asistente, consigue
expresiones de admiración y que las sillas, aun quietas y silenciosas,
rebosen una energía que no se ve pero se siente. El siguiente en
tener el centro de atención y empezar un nuevo tema será
el maestro Pablo Novoa quien nos introduce en un diálogo increcendo
con la mandolina, mientras Nacho ameniza con palmas, dando pequeños
saltos, sentándose junto el acordeón, levantándose
de nuevo y moviéndose entre toda la banda que coge ritmo y convierte
el auditorio en una Fanfarra sin calle y sin agua, pero con la misma energía
que trasmiten esas música que rabia emociones. La siguiente canción
tendrá como iniciador a David Harrington quien nos deleitará
con solo de trompeta, al que se sumará un Mastretta con una armónica
que será el punto de unión con el resto de la banda (ésta
estará dedicada a su hija Hada). El turno siguiente será
el de Diego Galaz y Marco Cresci, que como dirá Nacho, "también
tienen algo que decirnos" y se lo dedicará a una chica de Burgos
que se esconde entre el público. La próxima canción
será emocionante, por ser un tema de amor, por empezar con un solo
de violonchelo que pone los pelos de punta de la mano de Marina Sorín
y por estar dedicado "A sus papás que llegaron de Buenos Aires para
poder ver la actuación".
Marina se emociona, toca con fuerza y pronto se lo suma el equipo consiguiendo
uno de los momentos cúspides de la noche. Siguen con "Barrido y
palanca" donde el piano y la mandolina son los protagonistas, el resto
se aleja de sus puestos, se mantiene en silencio y Nacho se sienta junto
con una acordeón que irá usando para acompasar ritmos, para
sugerir sensaciones, para demostrarnos que sus conversaciones son mágicas,
serenas y vibrantes. El tema empezará tranquilo pero a medida se
sumen todos rozará un jazz bailable con una batería fuerte
que podría haber hecho bailar la sala sino fuera por la falta de
espacio y por la seriedad del lugar, pero sin duda, más de dos pensaron
en ponerse de pies, aplaudir, tirar piropos y dar unos saltos. Sigue un
Marco Cresci que tocará el saxo tenor bajo un foco que le dará
un protagonismo que pronto se verá compartido por la magia de ese
piano que enamora.
La banda empezará a dejar sus sitios, a relacionar entre ellos,
a tocarse, a intercambiar miradas secretas que se resuelven en una energía
frotante. Nacho Mastretta se reconvierte en ese Hamelín que consigue
dar un estereo a la banda gracias al nuevo paseo de los instrumentos de
viento por las escaleras, es precioso oír un clarinete cercano,
un violín lejano y una batería suave, todo en el mismo lugar
pero saliendo de diferentes espacios. La fanfarra se encuentra de nuevo
en el centro, Nacho subirá estirado y rodando con clarinete en mano
y tocará un rato tumbado mientras el resto del equipo vuelve a sus
lugares, la sala 2 del Auditorio arde, trasmite, vibra. Un silencio con
un aplauso que ensordece y empezará Marina con fuerza, con expresión
concentrada y con toda la banda mirándola con admiración.
Cogerán el hilo, se sumarán el resto del equipo y nos deleitarán
con un tema que huele a final. Tras éste, "Muchas gracias" todos
en el centro de la pista y un saludo de los de los grandes. Se esconden
tan solo unos pocos minutos ya que la ovación más que cesar
ganará intensidad. Aparecerá nuestro Hamelín
particular. De nuevo con su clarinete hará un sólo y tras
éste nos hará reír diciendonos "que bueno que en estos
Auditorios los instrumentos tocan solos", tras él la banda, nos
presentan un estreno (como matiza Nacho "mundial", lo que nos hará
sonrereír) y acabarán con uno de sus clásicos. Ahora
si se reúnen de nuevo, saludan y se despiden. Acaba una hora y media
donde el único protagonista ha sido la música en mayúsculas,
la música que se siente, lo que se trasmite y es que hoy, ya veníamos
a halagar el gran lema que promueven, que nos regala
Mastretta + Ajo / Madrid
25-09-07
Fotos: Sara Navarro / IndyRock
Crónica: Nieves Herranz / IndyRock



Striptease Cardiovascular, entre cigarros y tragos
de petaca
Por: Nieves Herranz /IndyRock
Tras estar semanas viendo empapeladas algunas de las calles más
céntricas de la capital con carteles anunciando el "Striptease Cardiovascular"
de Ajo y Mastretta, una no puede más que sonreír al re-comprobar
que bajo el sugerente título se presenta una de las propuestas más
interesantes y poco conocidas que se pueden encontrar en las salas de Madrid.
Este autodefinido "microshow" del que pudimos disfrutar el pasado 25 de
Septiembre en la Sala Clamores no es un concierto, ni un recital de poesía,
ni un monólogo cómico, ni un pequeño espectáculo
de cabaret, sino todo eso y más. Al compás de la melodía
que popularizó Félix Rodríguez de la Fuente en "El
hombre y la tierra", aparecen bailando con levedad sobre un escenario de
lo más kitsch (rodeado de tubos luminosos con puntos parpadeantes)
la micropoetisa Ajo y el músico Nacho Mastretta para colocarse cada
uno en sus puestos (él al piano, ella al micro junto al atril decorado
con luces rojas). Cigarro en mano, esta mujer sobrada de gracejo muestra
desde el primer momento del show su ironía y teatralidad definiendo
el ingenio literario que ha acertado a bautizar como "Micropoesía",
y que viene a ser una poesía breve y directa que bebe de los haikus
japoneses, las greguerías de Gómez de la Serna y el refranero
popular, que lo mismo te hace reír que meditar y que, acorde con
los tiempos en que vivimos, hace de la inmediatez y la urgencia su seña
de identidad. Así, esta ex -Mil Dolores Pequeños nos lleva
verso a verso a través del humor a entender sin esfuerzo de qué
se trata eso del Striptease Cardiovascular, entre cigarros y tragos
de petaca.
Advierte desde el principio Ajo de su tendencia a la exageración,
y lo saca al exterior en su forma teatral de fumar, pasar páginas,
escupir el tabaco, suspirar, tocar una pequeña maraca que hace la
función de puntos suspensivos... siempre gesticulando para acompañar
su excelente vocalización y su gran dominio de las pausas y los
tiempos. Mientras, llevándola (¿o dejándose llevar?)
de la mano pero sin distraer, la música de Mastretta ya sea al clarinete
o al piano agudiza el sarcasmo de Ajo cuando conviene, o ahonda en
los momentos más tristes y solemnes (que también los hay)
cuando es necesario. Los micropoemas se suceden sazonados con comentarios
cargados de sorna y ternura a veces, algo que el público-cómplice
siempre atento agradece con risas, sonrisas y algún grito espontáneo,
y que ofrece su primera explosión de aplausos después de
que Ajo lance al aire una pregunta sin respuesta que haría sonreír
a Benedetti, algo así como: ¿Qué pasaría si
Corazón no fuese más que el aumentativo de la palabra Coraza...?
Es entonces cuando para sorpresa del público novato Ajo y Mastretta
pasan a interpretar una canción " de compra-venta" que bien puede
sonar a música de Revista y que contiene excelentes versos como
"vendo la luna sin rellenar" o "compro tiempo para perderlo". Palmas que
acompañan, gran aplauso final, reverencia teatral, y la artista
que lo mismo recita que canta da por finalizada con éxito la primera
parte del microshow.
Continúa el espectáculo sobre el escenario, el contraste
entre la solemnidad musical y vocal con el humor, más canciones
(ese "¿Qué tal lo estaremos pasando?" ha de convertirse en
clásico: sólo eso de "Villaverde Cocacola Portugal Fenomenal"
lo merece)... y siguen los versos, el humor pícaro que vacila con
el punto G o los labios, la denominada "Alta Micropoesía", los microproblemas
matemáticos del tipo "Si le sumo mi soledad a la tuya/ qué
es lo que obtengo a cambio,/ ¿dos soledades o ninguna?" (que puede
encontrarse en el único libro publicado por la autora y que se vende
a la salida), también los besos de papel lanzados a fuerza de pulmón,
los juegos léxico-semánticos dignos de los mejores poemas
de aquella gran desconocida Gloria-Fuertes-para-adultos (comprar opio en
lugar de apio o pepitos de ternura en lugar de ternera, en uno de los mejores
momentos de la noche cuando en pleno estado de autoparodia suelta eso de
que "llega una momento en que toda micropoetisa tiene que bajar a la compra,
por mucha micropoetisa que una se crea")...
Y avanza la noche entre risas y suspiros hasta que nos suelta eso de
"Habrá que ir pensando en irse yendo", y unos cuantos versos después
nos despide junto con Nacho cantando su "No me esperéis, vuelvo
enseguida". Pues eso queremos, reina, que vuelvas en seguida. Porque si
lo vuestro es un striptease de venas en lugar de tetas, al público
le dejáis la sonrisa pura y desnuda colgando del mismísimo
coure.
Fotos Ruth Segarra - IndyRock
Isladencanta 02, cronicas

Festival do Norte 2001
- Vilagarcia de Arousa 10 y 11 de Agosto
Fotos: Carmen Valiño - IndyRock


Esparrago Rock
Festival 2000 15/16-04-00 Jerez (Spain)
Fotos: J. E. Gomez (IndyRock)

.Mastretta -Santander Discográfica:Subterfuge-Records
"Luna de Miel" es el título del segundo trabajo de Mastretta, un
disco en el que a diferencia del anterior "Melodías de Rayos X"
totalmente instrumental, ha contaco con once cantantes, Iranzu (La Buena
Vida), Alaska, Cristina Lliso (Ex-Esclarecidos), Ajo (Mil Dolores Pequeños),
Raquel Pascual (Fromheadtotoe), etc. que interpretan los doce cortes del
disco. Nacho Mastretta, se hace acompañar en sus directos de músicos
de la talla de Pablo Novoa (Ex-Golpes Bajos), Miguel Malla (Ex-Ronaldos)
y Ricardo Moreno (Ex-Ronaldos), un directo exquisito al que ya nos tiene
acostumbrados este multiinstrumentista como es Nacho Mastretta. Mastretta
tiene un sonido característica, que lo ha llevado a participar en
festivales como el Sonar y hacer gira por países como Méjico
o Italia.
Nacho Mastretta es una de las propuestas
más extrañas y personales de la música independiente
nacional: alguien con un pie en el jazz, otro en la música popular,
un brazo en las bandas sonoras y una mano en la música lounge...
Nació en Barcelona en mayo de 1964, aunque se trasladó ya
de niño a Santander, donde estudió la carrera de piano. En
el 87 fundó el grupo Las Manos de Orlac, una mezcla de pop y música
caribeña, con el que editó dos discos. Poco después
se instaló en Madrid y trabajó de técnico de sonido
en la Sala El Sol.
Tras pasearse con su maqueta en la mano por todas las multinacionales y
ser rechazado, Subterfuge Records se interesa por el proyecto y crea la
colección Música para un Guateque Sideral para publicar su
primer single. En diciembre de 1998 edita su primer LP, Música de
Rayos X, un disco instrumental tan elegante como marciano, en el que colabora
Ana Belén poniendo voz en uno de los temas. Su música es
utilizada en spots publicitarios y compone también las músicas
para el desfile del diseñador español Jesús del Pozo.
En enero de 2000 publica "Luna de Miel", un disco en que diez mujeres interpretan
sus once cortes, con la colaboración de Alaska, Julieta Venegas
o Iranzu Valencia. Casi sin descanso aparece la banda sonora de "Asfalto"
de Daniel Calpalsoro, que es nominada ese mismo año para los premios
Goya, y la del cortometraje "Malas Compañías" de Antonio
Henz.
Remata el 2000 con la edición de Bascombe, un cd-single inspirado
con en el cine fantástico con versiones de Star Wars y Mars Attacks.
Su relación con el cine continúa en el 2001, con las bandas
sonoras del cortometraje "Desaliñada" de Gustavo Salmerón
y la película "El Sueño del Caimán" de Beto Gómez.
A finales de año ve la luz su tercer disco: "Música de Automóvil",
que se trata de una colección de temas instrumentales -excepto en
el tema que da nombre al disco, en el que se hace acompañar de una
voz ya habitual y que le ha servido de inspiración, la de Julieta
Venegas- pensados para escuchar en el coche.
Basta con dar una ojeada a su currículum para comprobar la estrecha
relación de Nacho Mastretta con el cine, y en el Festival Isladencanta
2002 tendremos la oportunidad de presenciar un espectáculo exclusivo
para la ocasión en el que Mastretta pondrá imagen a su música
y música a las imágenes.
www.mastretta.com
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