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* PÁGINAS Y AGENDAS
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Thurston Moore, concierto en Sala Planta Baja - Granada
17 de marzo 2012
Fotogalería y fotos: Merche S. Calle / IndyRock
El verdadero señor del subterráneo
por
Enrique
Novi - IndyRock
     
     
     
     
     
El verdadero señor del subterráneo
por Enrique Novi - IndyRock
Había expectación por descubrir el sendero que decidiría
tomar Thurston Moore. El líder del grupo que inventó el noise,
el que más lejos llevó el experimentalismo ruidista hasta
elevarlo contra todo pronóstico a producto de consumo de masas,
se presentaba en una sala de pequeño aforo con un disco bajo el
brazo eminentemente acústico, de tono casi pastoral, en el que la
psicodelia de cámara, algo contemplativa y sosegada sustituía
a la habitual furia sónica. Visto lo visto, el espigado guitarrista
no se ha movido tanto del sitio como parecía. Más bien ha
dado otra vuelta de tuerca a sus conceptos musicales, buscando disonancias
concebidas para la guitarra eléctrica, pero usando la acústica.
Con su sempiterna camisa ancha y el flequillo sobre los ojos, Moore
despejó pronto las dudas al disponer sobre el guitarrero alguna
eléctrica que alternaría con la de doce cuerdas. Junto a
él, John Moloney a la batería, Samara Lubelski aferrada a
un violín que sonó endemoniado por momentos, y el servicial
Keith Wood con el resto de guitarras. Entre todos dieron un buen repaso
a los temas de su último disco en solitario, Demolished Thoughts,
aunque arrancándole unas texturas más angulosas que de vez
en cuando, destapada la caja de los truenos, descargaban una tormenta con
fuerte aparato eléctrico. Eran justamente esos momentos los más
celebrados por la parroquia, y los que acabaron por dominar un concierto
áspero y disonante, que dejó claro que a Thurston Moore no
se le podrá reprochar que se haya acomodado.
A pesar de alguna queja que barruntó sobre su actuación
del día anterior en la sala Arena de Madrid, donde por lo que cuentan
las crónicas también tuvo tiempo de refunfuñar sobre
la previa en Galicia, el neoyorquino de adopción se siente confortable
sobre la colchoneta de pinchos que despliega para construir su inconfundible
música, siempre arisca, crujiente y llena de furia, a veces hasta
colérica. Ahora que a raíz de su divorcio de Kim Gordon,
conocido este pasado otoño, se especula con el final de Sonic Youth,
justo cuando el grupo había publicado su mejor trabajo en años,
Moore debe albergar algunas dudas sobre su futuro personal (de hecho, no
ha concedido ni una sola entrevista en lo que va de gira, cansado de que
tras muchos circunloquios todo el mundo acabe por preguntarle por algo
de lo que no quiere hablar), pero tiene muy claro el recorrido que pretende
completar para huir del cliché al que lo puede llevar la repetición
de su propia fórmula.
En plena efervescencia tuvo una dedicatoria para Jack Kerouac, Kurt
Cobain y John Coltrane, por ese orden. Fue una de las pocas pistas que
el verdadero señor del underground dio a un público entregado
de que se encontraba a gusto sobre el escenario de un sótano. Seguramente
era lo que buscaba para olvidar la dolorosa separación de la eterna
bajista de Sonic Youth.
Thurston Moore en solitario - marzo 2012
THURSTON MOORE, líder, guitarrista, vocalista y fundador
de la eterna banda SONIC YOUTH visitabA España en el mes de Marzo,
actuando en las ciudades de Coruña, Madrid, Barcelona y Granada,
donde presenta su nuevo disco en solitario “Demolished Toughts” (Matador).
El músico americano sabe como madurar con estilo y con
gracia. Será porque no le queda otra, porque como uno de los líderes
de Sonic Youth, habría sido una tragedia mayúscula ver caer
en la autoindulgencia de la “madurez artística” a una banda con
ese nombre.
El eterno “peter pan” del indie, con su flequillo sobre la cara y la
espalda arqueada sobre la guitarra, THURSTON MOORE, es, sin duda, uno de
los valores más queridos del underground; manteniéndose joven,
fiel a sí mismo y sin perder ápice de influencia en
la crítica musical y a la vez enganchando con nuevas generaciones
de fans y músicos, siendo todo un referente de bandas de guitarras
que se precien.
En este nuevo disco en solitario, esta vez producido por Beck, Moore
aparece en un formato acústico que no tiene mucho más que
guitarras y cuerdas… todo un lujo poder ver a este mito de la revolución
noise del rock en salas de reducidas capacidades y con su cara a
pocos metros de nosotros.
La gira fue:
Jueves 15 MARZO Sala Arena MADRID
Viernes 16 MARZO Planta Baja GRANADA
Sábado 18 MARZO La [2] BARCELONA

19/04/10. Sala La Riviera. Madrid.
Fotos y crónica:
Javier Alonso Juliá y Marina Sanz Domínguez - IndyRock
     
     
 
Los grandes hits de los muy grandes
crónica: Javier Alonso Juliá y Marina Sanz Domínguez
- IndyRock
El pasado lunes 19 de Abril llegaba a la capital el grupo pionero del Noise
Rock, Sonic Youth. Los de Nueva York volvían a Madrid tras una larga
temporada, para presentar su nuevo álbum “The Eternal”. El grupo
tuvo que incluir dos fechas tras la afluencia de público que quería
ver a Thurston Moore y los suyos.
Podíamos esperar un concierto en el que los nuevos temas ocuparían
la mayor parte del repertorio, pero no fue así. Hicieron un repaso
a su amplia discografía, desde sus inicios allá por 1981
hasta finales de los 90. Por lo que comentó Kim Gordon durante el
concierto, si queríamos escuchar los nuevos temas tendríamos
que ir al día siguiente, debido a la ausencia de Mark Ibolt por
compromisos con Pavement. Por ello pudimos disfrutar sobre el escenario
de la formación inicial, Thurston Moore (voz y guitarra), Lee Ranaldo
(voz, guitara), Kim Gordon (voz y bajo) y Steve Shelley (batería).
La expectación por ver a los de la gran manzana, se hizo latente
en la cola que había en la puerta y el cartel de no hay billetes.
El grupo se llevó una gran ovación en su aparición
sobre el escenario de la Riviera.

Comenzaron con todo su potencial sonoro y ruidista, atacando a sus seguidores
con varios de sus hits “Schizophrenia”, “Bull in the Heather “, “100%”,
“Hey Joni”, con las que consiguieron poner a saltar a un público,
que prestaba con atención cada uno de los movimientos de los componentes
del grupo. Los riffs de guitara desacompasados, los acoples de guitarra
y la velocidad vertiginosa de los temas, nos llevaron a recordar aquellos
momentos en los que uno descubría un grupo que llamaba ciertamente
la atención a finales de los ochenta y durante todos los noventa.
Sus álbumes podían no atraparte desde la primera escucha,
pero según los ibas engullendo más te enganchaban en su peculiar
mundo de la No Wave. Sus portadas siempre quedarán para el recuerdo
y así lo pudimos testificar en su concierto, donde muchos llevaban
camisetas con la portada del Goo y alguna que otra pudimos divisar del
Washing Machine. La media de edad de los que allí nos concentramos
rondaba la treintena o más.
El concierto continuó con más temas de sus álbumes
“Daydream Nation”, “Sister”, “Washing Machine”, “Evol” y “Bad Moon Rising”.
Entre los que cayeron “The Sprawl”, “Brother James”, “Skip Tracer”, “Silver
Rocket”, “Shadow of a Doubt” y “Death Valley ‘69”, con la que el grupo
subió el volumen y destrozó nuestros oídos como hacía
antaño.
Los aplausos no se hicieron esperar y la banda salió de nuevo
para soltar dos temas más del “Daydream Nation”, “The Wonder” e
“Hyperstation”. Parecía que el concierto llegaba a su fin
definitivo y el público quería más.
Salieron de nuevo para despedirse con el tema “Expressway To Yr Skull”.
Entre aplausos se despidieron de Madrid, hasta el día siguiente
en el que presentarían su nuevo trabajo “The Eternal”.
Puede que el que no les haya visto antes, quedara prendado con el concierto,
pero para los que hemos tenido la suerte de verles en más ocasiones,
echamos de menos la fuerza y la rabia con la que interpretaban sus temas.
Pero tampoco estamos en los noventa y los años han pasado por todos,
aunque no para Kim, que lucía una espléndida silueta. Al
setlist no se le pueden poner muchos peros, ya que nos mostraron un completo
recorrido por su amplia discografía.
Thurston Moore, Kim Gordon, Lee Ranaldo y Steve Shelley presentan
“The Eternal” (Matador Records, 2009) su decimosexto trabajo discográfico
y que supone la vuelta de la banda a un sello independiente tras dejar
Geffen con quienes estuvieron desde 1990 cuando grabaron “Goo”. “The Eternal”
ha sido grabado en los propios estudios del grupo en Hoboken (Nueva Jersey)
y ha sido producido por John Agnello y ellos mismos.

Decir que SONIC YOUTH es una de las bandas más importantes e influyentes
del rock alternativo desde mediados de los años 80, seria hacer
honor a una carrera que sin tener ni un número uno, es de las más
honestas, innovadoras, experimentales y admiradas tanto por crítica
como fans de todo el mundo. Su autoexigencia hace que cada concierto
sea una pieza de arte única que quizás no queda reflejada
en ningún formato material, pero que si queda en la memoria para
siempre.
El 2 de febrero de 2010, Lee y Steve estabann en Madrid en una
rueda de prensa presentando la maravillosa exposición “Sonic Youth
etc.: Sensational Fix” que se podrá ver en el centro de Arte Dos
de Mayo de Madrid a partir del3 de febrero.
La muestra propone una visita alternativa a la cultura contemporánea,
exponiendo las colaboraciones de SONIC YOUTH con más de 150
artistas a lo largo de su carrera: directores de cine, diseñadores
y músicos como Mike Kelley, Sofia Coppola, Rita Ackerman, Dan Graham,
Marnie Weber, etc.
Manteniendo la actitud punk/no wave que les vio nacer en 1981,
la exposición constituye un cuestionamiento de las prácticas
culturales dominantes a través de la música, fotografía,
artes visuales, literatura e incluye una amplia sección con “parafernalia”
y objetos de la historia del grupo que hará las delicias de todos
sus fans.
SONIC YOUTH son verdadera pieza clave de la cultura de nuestro tiempo,
cultura de varias generaciones que traspasa fronteras e idiomas.
6 de Diciembre 2009
Vicar St., Dublin
Foto por Lorena Rushe.
Crónica por Raul Vegas - IndyRock
Sonic Youth. El nombre tiene algo de ironía, si consideramos
que la edad de sus componentes llega ya a la cincuentena. Pero afortunadamente
esto no ha afectado a la banda a la hora de componer y escribir temas.
En la última década,observamos que discos como Sonic Nurse,
Rather Ripped y en su reciente creación The Etnal, todavía
mantienen esa creatividad y frescura, que les convirtió a comienzo
de los 80, en unas de las bandas creadoras del movimiento alternativo y
fundadores del
Sonic Youth parece que atraviesa una segunda juventud. Todo esto añadido
a unas dosis de guitarras ácidas y la tremenda facilidad que la
banda posee para adentrarse por terrenos casi inexplorados, y el hecho
de que llevan varias décadas con la misma formación, hacen
que la maquinaria de Sonic Youth se mantenga en perfectas condiciones.
Era el último concierto de la banda en este 2009. La gira de
presentación de su último disco “The Eternal” les ha
llevado por Estados unidos, Europa y Japón. Y como final de gira
de año y como regalo de Navidad para los seguidores irlandeses,
se presentaron en el Vicar St. de Dublín. Digo regalo, porque hacia
más de 11 años que Sonic Youth no se presentaba en Dublín
como headline (como cabeza de cartel en un concierto). Y que mejor regalo
que presentarse en el Vicar St., votada por los irlandeses, como mejor
sala de conciertos de toda Irlanda.
Se empiezan a vislumbrar las sombras de los cuatro miembros de Sonic
Youth, Kim Gordom, Lee Renaldo, Thursonton Moore y Steve Shelley,
junto al set de más de veinte guitarras que tenían dispersadas
a ambos lados del escenario. Ya con las luces encendidas y el público
impaciente, apareció la segunda sorpresa de la noche. Esperada
quizá, solo por mi, pero no podía resistir la idea de ver
en el escenario al bajista de Pavement, Mark Ibold. Que ha colaborado con
la banda en la grabación de su último disco y en sus últimas
giras, como bajista. Y con cada uno de los miembros ya posicionados en
el escenario, empezaron el show con “No Way”.
Según se iba desarrollando el set y por los temas que iban
presentando como “Sacred Trickster”, “Calming the Snake”, “Walking” y el
espléndido “Antenna”. Los allí presentes empezamos a temer
que esta noche la dedicarían a desgranar exclusivamente los temas
su último disco. La gente andaba un poco perdida y fria esperando
que en algún momento atacaran algunos de sus clásicos. Continuaron
con su propuesta, “Tom Violence”, “Malubu Gas Station” y entre canción
y canción, tímidos saludos, y escuetos comentarios, “gracias,
estáis preparados para un poco de “Anti -Orgasm”. Lo dicho, no había
espacio para los clásicos, y las sorpresas no llegaban.
De cualquier manera, a la vuelta al escenario para los bises, y tras
petición popular, Sonic Youth por fin recompensó a los allí
presentes. Arrancaron con unos clásicos “The Sprawl”, “ Shadow of
a Doubt” para terminar con una versión del y “Death Valley 69” y
hacer las delicias de los asistentes.
La actuación de esta noche puede interpretarse como una prueba.
Una prueba que nos puede llevar a diferentes opiniones. Por una lado, hay
que reconocer que el sonido de Sonic Youth no ha evolucionado y que incluso
puede sonar hasta un poco repetitivo. Y quizás debamos reconsiderar,
que esa es la idea que el grupo tiene en mente. Pero por otra parte, su
directo es bárbaro. No es perfecto, lo perfecto quedo atrás.
Perfecto es algo que intentamos realizar, y puede salir bien o mal. Para
Sonic Youth es algo natural, algo innato en un grupo de personas que se
conocen a la perfección. Y esta noche, volvieron a demostrar quienes
son los amos en el escenario..
¡Felices 25¡, Sonic Youth
por Roberto Garza Iturbide
Compas:
Entre octubre de 2004 y mayo de 2006 sostuve cuatro conversaciones
con Lee Ranaldo, guitarrista y fundador de Sonic Youth. La primera fue
un auténtico abordaje en el lobby de un hotel de la ciudad de México,
durante la gira de promoción del álbum Sonic Nurse, un día
antes del concierto en el Circo Volador. Las dos siguientes se realizaron
vía telefónica, en agosto y noviembre de 2005, y la cuarta
fue un peloteo de pregunta - respuesta vía correo electrónico
que nos mantuvo más de una hora sentados frente a la computadora.
Esto ocurrió en mayo de este año, poco antes del lanzamiento
de Rather Ripped, la más reciente producción de Sonic Youth.
Van, pues, las palabras insanas del master Ranaldo:
Mitología sonora
En manos de Lee Ranaldo, las guitarras son alas que el sonido usa para
volar. Cerrar los ojos, abstraerse, poner la mente en blanco sin dejar
de pensar, transformar impulsos cerebrales en energía sonora. "La
lógica", explica Ranaldo, "está conectada con los canales
de la intuición y la liberación espiritual. Así que
puedes estar perfectamente concentrado en lo que haces y al mismo tiempo
entrar en el estado de abandono más completo".
El sonido, cuando vuela, se eleva y desciende al mismo tiempo; vive
el instante de expectación: "Crear música te ubica en el
ahora, sin pensar en el pasado ni soñar en el futuro".
Para Ranaldo, el sonido no tiene forma; es movimiento en formación:
"Nosotros nos conectamos con la matriz del sonido como parte de un ritual.
Ahí está cada vez que la buscamos, pero nunca es la misma,
como el agua en el río. La intención es provocar una experiencia
mágica, un encuentro trascendental entre músicos y público".
El sonido, cuando vuela, se expresa con total desinhibición
y evoca al fantasma de la insanidad: "Nosotros reconocemos las cualidades
mágicas de la música. Somos gente normal en nuestras vidas
diarias, pero cuando escribimos música y tocamos en vivo, entonces
sí podemos ser bastante insanos".
El sonido, cuando vuela, se transforma en ruido. El ruido es la voz
que el oído no sabe escuchar. "Buscamos mantener viva la parte ruidosa
e insana del rock, ese espíritu que motivó a Iggy Pop &
The Stooges, a Velvet Underground, a Nirvana".
El ruido, como el rock, libera conciencias: "El rock siempre ha sido
salvaje, sexual, liberador en muchos sentidos. Eso es lo que nos sucede
en el escenario: nos liberamos y el público se libera con nosotros."
No wave
El encuentro entre los tres fundadores de Sonic Youth (Thurston Moore,
Kim Gordon y Lee Ranaldo) se puede atribuir a la fuerza gravitatoria del
artista avant garde Glenn Branca, quien fue una suerte de Punto G de la
escena No wave de finales de los setenta y principios de los ochenta en
Nueva York. "Conocí a Thurston poco antes de trabajar con Glenn.
Ambos llegamos a Nueva York al mismo tiempo, por ahí de 1979. Thurston
tocaba en los Coachmen; y yo, primero en los Flucts y luego en Plus Instruments.
Nos conocimos en las tocadas de rock. Nuestras bandas duraron poco, como
muchas de aquellos años, y desde entonces Thurston y Kim se propusieron
armar un grupo de art-rock, al que ya pensaban llamar Sonic Youth".
En 1981, Ranaldo coincidió con Moore y Gordon en un proyecto
de Branca, y ese mismo año debutaron en el Noise Fest de Nueva York.
"Desde la primera vez que tocamos en vivo sucedió algo mágico.
El público se conectó con la música. La gente comenzó
a hablar de nosotros, de la experiencia de vernos tocar. Éramos
muy radicales. Teníamos unas guitarras muy baratas que se desafinaban
todo el tiempo, así que aprendimos a usarlas como aparatos reproductores
de sonido. Experimentamos con el vibrato y el feedback; luego con batacas,
desarmadores y fierros que tallábamos con fuerza o deslizábamos
sobre las cuerdas".
"Muchas bandas estaban experimentando en Nueva York en esos años,
en particular las vinculadas a la escena No wave, como Teen Age Jesus,
The Contorsions o Suicide, así que lo nuestro no era algo tan inusual
en el underground. Pero una vez que salimos de la ciudad y recorrimos Estados
Unidos, o cuando tocamos por primera vez en Europa, nos dimos cuenta de
que nuestra música se percibía como algo sumamente extremo,
radical, porque nuestro sonido es muy diferente al que hace una banda tradicional
de rock".
Más que una banda de rock, Sonic Youth es un grupo de artistas
multidisciplinarios: "Todos estudiamos en escuelas de arte y nos interesa
la literatura, la pintura y el cine. No somos músicos de conservatorio,
más bien tenemos una formación modernista. Yo estudié
pintura y escribo desde muy joven. Mi encuentro formal con la literatura
se dio con la generación beat: Jack Kerouac, Allen Ginsberg, William
Burroughs, y luego con Raymond Carver y autores extranjeros como Juan Rulfo
y Pablo Neruda. Siempre nos hemos involucrado con escritores, cineastas,
artistas visuales, pintores, escultores; ese es nuestro mundo. La literatura
fue algo natural para nosotros, como lo fue para Jim Morrison, como lo
es para Patti Smith y Bob Dylan".
Ranaldo, también narrador y poeta, fue amigo cercano de Allen
Ginsberg y en años recientes produjo dos discos a partir de la obra
de Jack Kerouac: Kicks Joy Darkness y Jack Kerouac reads on the road. "De
hecho", agrega, "en el 2004 sacamos un CD de Allen Ginsberg que lleva el
título de un poema sesentero bastante famoso, "Wichita Vortex Sutra",
basado en una serie de grabaciones de Ginsberg durante un viaje en automóvil
por todo el país. En este disco participan Elliot Sharp, Marc Ribot,
Arto Lindsay, Philip Glass y Steve Shelley (baterista de Sonic Youth)".
Del underground al mainstream
Hace 25 años irrumpieron en la escena subterránea y de
inmediato se colocaron en la vanguardia del art y el noise rock. Hoy son
una banda mundialmente conocida. ¿Qué los ha mantenido
juntos?
El hecho de que nos enfocamos a hacer música. No nos distraemos
con frivolidades como la fama, el dinero o el ego, porque eso destruye
a cualquier banda. Nosotros nos concebimos como artistas y creamos música
con un fuerte sentido de agrupación. En Sonic Youth no hay un solo
autor, un vocalista o una persona superdotada dueña de todas las
ideas. Nuestro trabajo es realmente colectivo, y eso nos ha permitido crecer
juntos, como artistas, durante todos estos años.
En 1988-89 se gestó un nuevo orden mundial. El disco Daydream
Nation pulsó su tiempo.
Los ochenta fueron nuestra génesis, el periodo de formación.
Cuando hicimos Daydream pasábamos por un gran momento; habíamos
entendido lo que quería la banda. Ese disco marcó a mucha
gente, incluso muchos jóvenes nos descubrieron con ese álbum.
Pienso que fue un disco muy formativo para nosotros, porque después
de Daydream entramos a una nueva etapa en nuestras vidas.
¿Dejaron el underground después de Daydream Nation?
Nunca hemos dejado el underground y nunca hemos sido parte del mainstream,
o cuando menos no por mucho tiempo. Somos una banda muy afortunada, que
existe en una situación extraña, ya que, por un lado, contamos
con el respaldo de Geffen, pero no producimos ni vendemos muchos discos.
Además tenemos nuestro propio sello, SYR (Sonic Youth Records),
por medio del cual producimos álbumes mucho más personales,
abstractos. Y digo que somos afortunados porque muy pocas bandas de rock
se mantienen con una major durante tantos años. A estas alturas,
la disquera sabe que somos importantes y que el nombre de Sonic Youth les
beneficia.
¿El contrato de Sonic Youth con Geffen fue el precedente que
permitió la comercialización masiva de buena parte del rock
independiente y del grunge? Basta con mencionar el caso de Nirvana...
Nosotros apoyamos a Nirvana para que Geffen los contratara. Si no fuera
por nosotros, tal vez nunca hubieran firmado y te aseguro que la historia
del rock de los noventa sería distinta. Eso nunca lo sabremos. Es
cierto que fuimos una de las primeras bandas independientes que firmó
con una major, pero ya lo habían hecho otros. Recuerda que antes
de nosotros firmaron REM y Soul Asylum. Más bien tiene que ver con
el éxito de Daydream Nation. La gente que nos ha seguido desde el
principio lo comprende bien. Evolucionamos. A final de cuentas, lo importante
es que seguimos siendo fieles a nuestro estilo.
¿Actualmente existe alguna escena similar a la No wave?
Hay escenas muy interesantes en Estados Unidos y el resto del mundo,
pero la No wave sucedió en un momento muy especial y en un lugar
específico, que fue la ciudad de Nueva York. Por eso fue una escena
limitada únicamente a quienes estuvimos ahí para experimentarla.
De hecho fue un tiempo asombroso, un periodo que hoy debe analizarse como
uno de los más significativos de la historia de la música
rock.
¿Quién sería el Glenn Branca del Siglo XXI?
¿El compositor/maestro de la época actual? No estoy seguro.
¿Conor Oberst (mejor conocido como Bright Eyes)? ¿Masami
Akita (maestro del noise japonés)? Pero déjame decirte que
Glenn está vivo y sigue en activo.
Rather Ripped
El 13 de junio, Sonic Youth lanzará Rather Ripped, su disco
de estudio número 20, y ese mismo día arrancará la
gira en Estados Unidos y Europa.
Discos de la primera etapa, como Confusion is Sex, EVOL y Sister
fueron auténticos brincos al futuro. ¿Rather Ripped tiene
esa cualidad?
La escena musical ha cambiado mucho desde EVOL y Sister, que, por cierto,
¡salieron antes de que existiera el CD¡ Sonic Youth es una
banda mucho más conocida ahora que hace veinte años, lo que
nos resta capacidad para sorprender. Aunque lo cierto es que el elemento
sorpresa nunca ha sido nuestro objetivo, más bien buscamos hacer
música interesante, y creo que lo seguimos haciendo. Te puedo decir
que Rather Ripped es un álbum con canciones mucho más directas
(straight ahead) de lo que usualmente hacemos. Eso puede sorprender a muchos.
¿Cómo fue el proceso de grabación de Rather
Ripped?
Escribimos el cincuenta por ciento de las canciones en agosto de 2005,
en el sótano de la casa de Thurston y Kim, y la otra mitad la trabajamos
entre febrero y marzo de este año en el estudio Sear Sound en Nueva
York. No solemos trabajar canciones en sesiones de estudio, por lo que
ésta fue una experiencia nueva para nosotros.
Otra experiencia nueva fue haber trabajado con el ingeniero en sonido
John Angello.
Cierto, esa es otra novedad. John se encargó de mezclar el disco,
obviamente una parte crucial del proceso. Su buena vibra y estilo para
mezclar empató muy bien con nuestro material y hasta con nuestro
estado de ánimo. El resultado fue una de las experiencias de mezclado
más placenteras que hemos tenido.
El multi-instrumentalista y productor Jim O'Rourke dejó una
huella, profunda desde mi punto de vista, en la textura del sonido de Murray
Street (2002) y Sonic Nurse (2004). ¿Cómo suena Sonic Youth
sin Jim O'Rourke?
Por supuesto que el sonido de la banda es diferente sin Jim. Cambió
el sentido del espacio y del tiempo. Hay un sentido y una intensión
diferente en lo que hacemos, no más limitado, pero sí diferente.
En Rather Ripped se nota la ausencia de Jim, porque de nuevo somos un cuarteto,
como lo habíamos sido siempre, una banda compacta. En la gira de
este año se va a incorporar Mark Ibold para que toque el bajo en
las canciones que lo hacía Jim y también para que Kim pueda
liberarse del bajo mientras canta.
¿Tienen planes de tocar este año en México?
Nos encantaría, pero la verdad es que por lo pronto no lo tenemos
contemplado.
Y algo de verborrea digital.
Los jóvenes consumidores de música ya no van a una
tienda tradicional de discos a comprar un CD, más bien bajan las
canciones de Internet, legal o ilegalmente. ¿Qué opinas de
la revolución de la música digital en la red?
Es extraordinario lo que sucede y la verdad me entusiasma mucho vivir
este tiempo de ciencia ficción, en el cual la cultura evoluciona
tan rápido. Internet está cambiando tantas cosas que es imposible
saber hacia dónde se dirige exactamente. Así que lo pequeños
inconvenientes, como que los artistas no reciban regalías por las
descargas masivas de sus canciones o que las disqueras salgan sobrando,
es tan sólo una parte de un movimiento que apunta hacia algo mucho
más grande y que causará severos dolores de cabeza, un movimiento
que en algún momento sacudirá mucha gente. No puedo esperar
a ver qué sucede.
¿Vinilo, audiocasete, CD o mp3? ¿En qué formato
prefieres escuchar música?
Aunque todavía escucho muchos vinilos y utilizo casetes de vez
en cuando -lo que ya no me agrada para nada-, mi formato preferido es el
CD. Portátil y sencillo de usar. Si el iPod tuviera mejor calidad
de audio sin duda sería mi opción. Un archivo digital portátil
es una gran idea, pero desafortunadamente a mis oídos no les gusta
escuchar música en mp3 en un buen sistema de reproducción.
Creo que el mp3 está bien para las bocinas de una computadora.
Sonic Youth
Thurston Moore - guitarra y voz
Kim Gordon - Bajo y voz
Lee Ranaldo - guitarra y voz
Steve Shelley - batería
Expresionismo sonoro en el Salón México
Thurston Moore, William Winant y Tom Surgal
por Roberto Garza Iturbide
Sábado 25 de marzo, 2006 México DF.
Cuando el reloj marca las 8:30pm, la fila instalada a lo largo de la
calle de San Juan de Dios inicia su marcha hacia el interior del Salón
México.
En el ambiente se respira una mezcla de tabaco con incertidumbre, tal
vez porque algunos de los aquí reunidos no saben lo que están
a punto de presenciar. Otros, los que se dicen iniciados, intuyen que tendrán
que abrocharse los cinturones de seguridad antes de que el trío
de improvisación compuesto por Thurston Moore, William Winant y
Tom Surgal emprenda el vuelo.
Media hora después, cuando los músicos hacen acto de
presencia, el legendario recinto del danzón recibe la primera descarga
de energía sónica, pero no del trío, sino del publico
que los acoge a gritos y aplausos.
Los músicos toman posiciones. Thurston Moore, guitarrista, se
coloca al centro del escenario; William Winant avanza hacia la izquierda
y se monta en su enorme nave de percusiones, y Surgal se acomoda en la
batería del lado derecho.
Los dedos de Moore se deslizan sobre las cuerdas y abren la primera
llaga en la textura del sonido. Abstraído, suprime los canales de
la lógica y la razón, entra en un estado mental puro y deja
que la energía fluya del cerebro hasta el amplificador.
Moore baja la cabeza, inclina el torso, distiende los hombros y flexiona
las rodillas, mientras su guitarra crea la atmósfera sonora para
que Winant y Surgal se incorporen al impromptu. Winant marca un ritmo ascendente,
con golpes certeros que crecen en intensidad, al tiempo que Surgal abre
un canal de libre improvisación.
La pieza se eleva y desciende al mismo tiempo; Winant se acelera, Surgal
marca contratiempos y Moore se da vuelo con la distorsión, el vibrato
y el feedback.
El público, cuyo número no rebasa las mil almas, observa
impávido. Hay mucho que percibir y nada que entender. Es energía
básica que se transforma en ruido; ruido que se expresa como símbolo;
símbolo que el espectador interpreta. Esta música escapa
a cualquier intento de análisis racional clásico. Vacunada
contra el juicio docto y razonado, sólo acepta una definición:
expresionismo sonoro.
Durante unos segundos, Winant dirige la mirada hacia Surgal, pero el
baterista está tan metido en su canal que no se da cuenta. Y Thurston
menos. Está de rodillas en el piso, tallando las cuerdas contra
el borde del escenario. Al cabo de un rato, levanta la guitarra a la altura
de la cabeza, la sacude, después la inclina sobre el amplificador
y ataca las cuerdas con la suela de su tenis.
Winant, un virtuoso de las percusiones, hace lo propio durante su ejecución.
Coloca un platillo sobre el bombo y lo hace girar; literalmente lo revoluciona
para golpearlo en movimiento con la baqueta. De ahí pasa al glockenspiel,
también conocido como campanólogo, luego se entretiene con
el gong y saca toda una variedad de idiófonos, de los cuales extrae
sonidos apenas perceptibles.
Los músicos llevan más de una hora tocando y el respetable
se mantiene de pie, casi estático. Fuera de un grupo compacto, de
unos 200, que se mantiene cerca del escenario, el resto de la gente no
está del todo conectada con la música. Este tipo de actos,
hay que decirlo, se deben llevar a cabo en teatros con butacas. Conciente
de ello, Thurston se inclina, jala a un joven, lo trepa al escenario, le
coloca la guitarra y lo manosea por todos lados. El público reacciona
con una andanada de aplausos.
Winant y Surgal marcan ritmos delirantes. Ahora es el turno de una
mujer, cuyo cuerpo, tendido de espaldas al piso, se convierte en la herramienta
con la que Moore cachondea su guitarra. El asunto alcanza el clímax
cuando Moore carga a la joven y la deposita en el set de percusiones de
Winant. Hay interacción con el público, que participa tanto
en escena como con gritos y aplausos. La joven se reincorpora con una sonrisa
de oreja a oreja. Thurston la carga de nuevo y la deja caer en la batería
de Surgal, quien parece no inmutarse. Pero Thurston quiere más.
De pronto, en un instante de exaltación, se arroja sobre la
masa de espectadores, donde permanece atrapado unos minutos entre decenas
de manos que lo tientan, soban y fajan al ritmo desenfrenado que marcan
las percusiones. El momento es sublime.
Entre el caos sonoro y el descabece en escena, los músicos comienzan
a dilatar las notas, a bajonear lentamente el estado de animo de la pieza,
hasta que finalmente la terminan.
El público, bien conectado, los ovaciona y despide al ritmo
de Thurston, Thurston, Thurston.
28-10-2005 Greenspace (Valencia)
Crónica y Fotos: Manuel Pérez

Hace ya cuatro días que el recinto está abierto al público
ofreciendo variadas actividades y conciertos, pero es el viernes cuando
la afluencia se triplica y las tres antiguas naves del puerto con toque
industrial habilitadas con celeridad cada una de ellas para música,
cine y diseño se llenan de gente, entre otras cosas para ver a Sonic
Youth. Casi 25 años desde que se formaran en 1981 gracias a la mediación
de Glenn Branca pisaban por primera vez y ya era hora esta ciudad. Pero
quizá lo hicieron tarde, cuando su mejor momento y apogeo recuerdan
que fue en el pasado. Los miembros de la banda casi con 50 años
o como Kim Gordon sobrepasándolos hace pensar que quizá es
un factor para un resultado discreto del directo. A pesar de todo Sonic
Youth se conservan y se mantienen al día y la prueba está
en su nuevo album "Sonic Nurse" del cual presentarón algunas canciones.
Con un sonido del recinto difícil de tratar, no de lo más
propicio y con demasiada reverberación Sonic Youth aparece en el
escenario con una generosa dosis de acoples y alargadas distorsiones. Primero
Jim O'Rourke y Steve Shelley, después los feedbacks de Thurston
Moore que fundirían con "I Love You Golden Blue" con Lee Ranaldo
al Korg CX-3 combinando perfectamente con el maravilloso y peculiar sonido
de las guitarras malheridas y la insinuante voz de Kim Gordon luciendo
un vestidito de lo más propio.
Representaron en directo su último album con algunas canciones
como la delirante "Pattern Recognition", la abstracta "Unmade Bed" o "New
Hampshire" con un wah estridente balanceado por Kim Gordon. Con el clásico
de "Schizophrenia" gratificaron al público y no es para menos, una
magnífica canción que te absorve sin darte cuenta.
Con toda una colección de guitarras a un lado del escenario,
muchas únicas para una sóla canción y con afinaciones
distintas y personales, genialidad de Sonic Youth, producen el hechizo
hipnótico del cual no prevees las consecuencias que puedan ocasionar
en tu mente. Momentos del más puro noise, homenajes continuos a
Larsen, saturación de válvulas, el roce de las cuerdas contra
los cabezales de los amplificadores, contra los adornos del escenario y
con todo lo que se ponga por delante, la ayuda de un arco para vibrar las
cuerdas, momentos que Lee acerca el mastil de su guitarra a las manos del
público para que participen mientras Thurston camina medio erguido
como perdido por el escenario. La negación a lo evidente, la despreocupación,
las murallas de sonido y la escenografía aunque cada vez más
escasa están presentes en el directo de Sonic Youth.
Terminaron tras una hora justa de concierto con "Kool Thing" como poseída
por un conjuro Kim Gordon danza por el escenario, la chica del Riot Grrrl
se mueve improvisandamente, al terminar la canción sin más
Sonic Youth se desvanece del escenario, todos sabemos que volverá
a aparecer para juntarse con Enrique Morente, experimento para reclamo
publicitario. Después de más de hora y media de éste
y sentado en la silla, Sonic Youth reaparece para acompañar con
sus acoples al "Martinete" a mi parecer una improvisación sin demasiado
sentido.
Jim O'Rourke miembro de Sonic Youth desde el 2000 parece ser que deja
la banda para dedicarse con Jeff Tweedy y Glen Kotche, batería de
Wilco, al proyecto de "Loose Fur".
Sonic Youth siempre se ha mantenido al margen de la contaminación
y la fama y eso es admirable, aunque siempre gozó de renombre, el
grupo representativo de la "no wave" ha sabido mantenerse, pronto celebrarán
las bodas de plata y realizarán una larga gira de 2 años
en conmemoración de su 25 aniversario. Y en el 2009 le tocará
a Thurston Moore y Kim Gordon, si lo celebran claro.
Primavera
Sound 2003
24 de Mayo 2003 Sala Nitsa Apolo Barcelona
Fotos: MarceRock - Indyrock
 

Más de veinte años de carrera
sin cejar en su empeño de buscar nuevos caminos para el rock avalan
la trayectoria de la Juventud Sónica. Una carrera que por ahora
culmina en "Murray Street", uno de los mejores discos de la etapa más
reciente del grupo. En este trabajo se plasma la parte más roquera
e instantánea de los neoyorquinos, similar a la de trabajos como
"Goo" o "Dirty". La banda combina sus lp´s para la multinacional
Geffen con la edición de material más experimental y arriesgado
en su propio sello Sonic Youth Records.
2011 marca el 20 aniversario de 1991:
The Year Punk Broke. Un film en torno a las vidas y experiencias de
los pioneros de la música de vanguardia, Sonic Youth. Rodado en
1991 durante su European club and Festival tour, la película documenta
la gira a la que da título y que introdujo a toda una nueva generación
de bandas que cambiaron el curso de la música.
Podremos disfrutar ahora, por primera vez en DVD, de este documento
que ya es parte de la historia de la música, The Year Punk Broke
no solo captura las poderosas actuaciones de Sonic Youth (con míticos
temas como “Dirty Boots”, “Teenage Riot” o “Kool Thing”) sino que también
nos ofrece imágenes inéditas sobre la vida de la banda durante
la gira.
Filmada un mes antes del lanzamiento del histórico “Nevermind”,
también incluye imágenes de Nirvana, quienes se encontraban
en la cúspide de un movimiento cultural masivo con himnos como “Smells
Like Teen Spirit”, “Polly” o “Negative Creep”. Además, también
podremos ver en él las actuaciones de Dinosaur Jr (“Freak Scene”
y “The Wagon”) así como la brutal actuación de Babes In Toyland
“Dustcake Boy” o la aparición de los legendarios Ramones con su
clásico de 1977 “Commando”.
1991: The Year Punk Broke incluye también 65 minutos de material
extra, así como 40 minutos adicionales de actuaciones de Sonic Youth
entre las que se encuentran “White Kross”, “Eric’s Trip”, “Chapel Hill”
o “Inhuman”. Además de una actuación inédita de Nirvana
interpretando “In Bloom”.
Hits Are For Squares es una colección de canciones
de la carrera de Sonic Youth, seleccionadas por un diverso grupo de artistas,
actores, directores y músicos. Algunos de los artistas invitados
por la banda para seleccionar sus canciones favoritas son Beck, Mike D,
Radiohead, Eddie Vedder, Flea (de los Red Hot Chilly Peppers), Gus Van
Sant, The Flaming Lips,… y muchos más!
Incluye además, el tema “Slow Revolution”, grabada exclusivamente
para la esta recopilación
www.sonicyouth.com
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