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2008

viernes 7 y sábado 8 de marzo  Coliseo Ciudad Atarfe, Granada
Fotos Lucía Rivas

 

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2006

10 y 11 de marzo 2006 Nave Medina Elvira, Atarfe, Granada  Organiza BRF
Fotos Merche S Calle /J.E. Gómez  © IndyRock 
Crónica Jesús S.- IndyRock




Hypocrisy

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 Moonsorrow

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El AVR del 2006 se presentaba, como siempre, con un cartel interesante para las nuevas hordas rockeras. Lleno de bandas de máxima actualidad, tocando todos los palos del amplio ramillete estilístico del metal del sigo 21, aderezado todo con algún que otro clasicazo. A nivel organizativo hay que decir que en muchos aspectos se mejoraron las condiciones respecto a años anteriores. Otra cosa es el tema de las caídas de cartel, algo que parece un mal endémico de este festival. Según ha hecho público la organización, las ausencias de Behemoth y Crematory se debe a causas totalmente ajenas a la misma, dejando tirados a fans venidos de todos lados por motivos tan peregrinos como "un exceso de equipaje". Un hecho lamentable que hizo que el planning del festival se viera afectado, y que la paciencia de cientos de metalheads se viera comprometida. En cualquier caso, por lo demás hay que alabar como cada año el empeño de BR Music en traer bandas que si bien no son del gusto de todos (cada vez es más difícil que el heavy metal clásico le gane la partida a bandas más jóvenes representantes de un sonido más extremo), sí que ofrecen al público más joven la posibilidad de pillarlos por estos lares. Atarfe ya es una referencia a nivel europeo, y eso es fruto del esfuerzo de mucha gente que apuesta por este tipo de cosas.

A nivel musical, la jornada del viernes destacó por las actuaciones de dos pesos pesados: tanto WASP como Testament ofrecieron lo esperado de ellos. Los primeros volvieron a repasar su larga trayectoria, con momentos intensos desde el inicio con "On your kness", pasando por la sorprendente inclusión de "The widowmaker", los clásicos pendencieros ("Fuck Like a beast", "I wanna be somebody", "Love machine"), hasta el coreado final con "Blind in Texas". Con un Blackie controlando el cotarro con maestría, y una banda sin fisuras en la que si algo se puede criticar sea tal vez una batería aun por coger un poco el pulso, y que tuvieran que recortar un poco el show por tema de horario (tuvimos acceso al set list previsto, que incluía un par de temas más y un interludio acústico que hubiera molado ver). Testament, por otro lado, literalmente arrasaron a altas horas de la madrugada, con  esas bestias que son Scholnik y Chuck Billy dominando a la masa thrasher que se vació en esos últimos compases de la primera jornada, ametrallando con temas como "Into the pit" o "Over the wall", con sus seguidores literalmente tomando el escenario que pisaban los de Frisco.

Pero antes de las actuaciones de relumbrón, el público pudo ver como, por ejemplo, Virgen Steel tenían los santos cojones de subirse a tocar sin batería (oficialmente, había problemas con su avión, extraoficialmente se habla de otros motivos más oscuros), provocando más de un silbido entre el respetable.  Los Brainstorm, que abrían la jornada, ofrecieron lo esperado de ellos, y eso que todavía el recinto no estaba ni a una cuarta parte de lo que llegó a ser. Más tarde, Impaled Nazarene  e Hypocrisy pusieron la nota extrema al asunto. Para ser honesto no me siento capacitado para describir el sonido que tuvieron ambos, digamos que la bola de sonido rebotando en las paredes me hizo temer por la integridad de mi sentido auditivo. Y es que el recinto, como siempre, valdría para cualquier cosa menos para albergar decenas de miles de decibelios. Aun así, mejor eso que nada. Los Vicious Rumours de Geoff Thorpe  gustaron en general (sobre todo a los capaces de soportar tales agudos de James Rivera), lo que hizo que los propusieran para sustituir al día siguiente a alguna de las bandas caídas. En definitiva, un primer día que mereció la pena sobre todo por lo comentado de WASP y Testament.

Segunda jornada
La jornada del sábado la abrieron To Die For, banda gótica donde las haya, con un cantante algo cargadito de sustancias no sabemos de qué procedencia. Les conozco poco, pero parece ser que cuentan con una pequeña legión fiel que coreó sus temas a una hora tan temprana. Les siguieron Moonsorrow (regulares, mal sonido y poca atención), Ten  y Masterplan que si concitaron a buen número de público en primeras filas, estos sobre todo por contar con ex miembros de Helloween entre sus filas. Destacó Jorn Lande a la voz, aunque se mantuvo demasiado estático todo el show. Tras repetir los bestias de Impaled Nazarene por el tema de las cancelaciones, dos nombres míticos en  la evolución del metal en los últimos veinte años se hicieron con  las riendas del festival a continuación: Nuclear Assault para variar ofrecieron su potente thrash envuelto de nuevo en un sonido infernal. El mismo que tendrían los Gamma Ray de Kai Hansen, que tiraron del material más reciente.  El circo que montan In Extremo en sus shows tiene gracia la primera vez que los ves, pero ya se repiten en exceso, para muchos fueron la excusa perfecta para ir a reponer fuerzas o darse un garbeo por el zoco metalero, aunque escuché comentarios de mucha gente de alucina con este tipo de bandas; en fin, sobre gustos.

Lo que sí que fue grande fue el final, con Stryper llevándonos de vuelta a 1985, un digno broche de oro. Con prácticamente la formación clásica en escena, los inventores del heavy cristiano levantaron a un público que llevaba horas preparando sus mejores vestiduras de amarillo y negro. Parece que por estos tipos no hayan pasados los años: dieron una lección de saber estar sobre un escenario, convenciendo incluso a quienes en su día pudieran tacharlos de farsa. Nada más que repasar lo que sonó ("Calling on you", "Soldiers under command", "To hell with the devil", etc. ) da una idea de lo vivido. Para casi todo el mundo, arrasaron, y mereció la pena esperar a última hora para llevar a casa el recuerdo de haber visto a una gran banda cuya música, como la de muchas de sus contemporáneas, no pasará jamás de moda. 

¿Qué nos deparará el AVR 2007? Espero que más bandas clásicas, el ejemplo de lo vivido con WASP o Stryper debe hacer que la organización apueste más aún por otros grandes nombre que esperamos poder disfrutar en el futuro. 

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2005

Atarfe ya es 'metálico'
Por J. E. Gómez / IndyRock
Algo más de 7.000 personas se concentraron ante los escenarios más duros del país para contemplar a bandas como Rage y Megadeth

Glenn Hughes

Glenn Hughes y Joe Lynn Turner, entre Purple y Sabath
Por Jesus S. - IndyRock - texto y fotos 
jesse9565@yahoo.es   

La segunda jornada del festival duro de Atarfe presentaba en su cartel a dos bandas bastante desconocidas por estos pagos. De Blind Faith, si por algo se ha caracterizado siempre el lejano oriente ha sido por el amor de sus simpáticas gentes por la parafernalia más kitsch del metal 80´s. Muchas bandas triunfaron allí por aquellos años, además de provocar el nacimiento de una banda legendaria de calibre de Loudness. Parece que eso ha creado cierta cantera, y estos chicos vinieron aquí a demostrarlo. 

   

Domain

Continuó la actuación de los algo más sonados Domain. La noche antes se pinchó algo de su disco en Radio Ilíberis, para ir tanteando de que palo iban. Se trata de una banda bastante desconcertante. No es fácil etiquetarlos, porque por su nombre y las portadas de sus discos bien parecen un combo de death o algo así, pero ellos llevan unas pintas bastante a lo made in USA. Su música, también, es un batiburrilo donde todo vale: desde el  metal mas aceleradillo (sin llegar nunca la aguja del cuentarevoluciones a pasar a zona roja), hasta el heavy-pop cliché rozando el Aor por momentos. Sonaron a Motley Crue mezclados con Van Halen en la parte media de su concierto, mutando a algo parecido a Heart etapa 80´s más tarde, empañando un poco su dedicación con demasiados teclados hacia la recta final del concierto. Concierto que, por cierto, fue todo un homenaje a la interactividad banda-público, con un cantante de look hard cowboy que arengaba a un respetable que al menos les concedió el beneficio de la duda. No creo que vayan a llegar muy lejos, pero su entrega y simpatía merece un aplauso.     

Pero lo verdaderamente interesante de la velada vendría después. Muchos éramos los que teníamos verdaderas ansias de oír en directo a esos dos monstruos vocálicos que han sido y son Glenn Hughes y Joe Lynn Turner, tipos que han puesto su voz al servicio de bandas como Deep Purple o Black Sabbath. Embarcados en un interesante proyecto conjunto, han unido fuerzas en una gira que arrasara hace unos meses en Japón y que ha tenido continuidad en las numerosas actuaciones que han realizado en el viejo continente. Y la cita granadina, precisamente, venía a ser la ultima de la gira, lo que sirvió de bonito homenaje a su pasado y presente. Si he de ser sincero, era este ultimo el que menos me importaba, de hecho la mayoría del publico se citó en Atarfe para poder saborear unos cuantos clásicos del hard, al igual que ocurriera unos días antes con Dio. En definitiva, y obviando unas a veces demenciales condiciones acústicas, pudimos disfrutar de una gran noche por parte de un puñado de músicos que sabían perfectamente qué tocar en cada momento para manejar a un publico bastante entregado de antemano. 
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Al aparecer las figuras de los dos legendarios cantantes, las personas que casi llenaban el recinto aplaudieron complacientes, sabiendo que se avecinaba algo grande. En la primera media hora, quedó despejada una duda que muchos acarreábamos: no, no parece haber ninguna rivalidad entre Glenn y Joe Lynn, aun a sabiendas este ultimo de que el primero gana por goleada. Sí, Glenn Hughes, aquel tipo que tímidamente se coló en unos Deep Purple en crisis para tan solo tocar el bajo y apoyar algunas partes vocales de Coverdale, se ha convertido hoy en dia en un mito viviente, merecedor sin duda de ser considerado (junto a Rogders, Plant, Jagger...) la voz del Rock. Y en directo, a pesar de dejar el primer tramo del show en manos de Turner ("I surrender", "Can´t stop rock and roll"), se hace mas grande su leyenda, la que habla de unas cuerdas vocales prodigiosas que son un instrumento en sí, preciso y precioso. Acometió su primer número con la gloriosa "Mistreated", en la que realizó el mejor trabajo vocal que yo haya visto jamás en directo. Poco importaba que apenas se oyese el sonido del bajo, juro que el tipo me puso el bello de punta, gritando a mas de medio metro del micro, quebrando aullidos. 
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Entre temas recientes y clásicos como "Seventh star" de los Sabbath, Hughes consigue meterse al público en el bolsillo en poco rato. Algo más difícil lo tuvo Turner, que sólo con "Death alley river" consiguió acercarse algo al nivel exhibido por su compinche. No faltó camaradería entre ambos (graciosa la frase de Turner: "este es mi hermana...", señalando a Hughes).  La presentación de la banda que les acompaña en Europa (en Japón contaron con músicos nipones) tuvo como momento álgido la exhibición de piruetas del teclista Joakim "Jocke" Svalberg, que además es bailarín profesional. Y tampoco faltó buen feeling con el público, al que además de los habituales "sois el mejor público del mundo" o "bonita ciudad", Hughes y Turner dedicaron una espléndida recta final que comenzó con la estruendosa "Stormbringer" y que, como bises, nos hizo levitar ante el inicio de "Highway star" (aunque ellos no tengan nada que ver con el clásico púrpura de la etapa Gillan), y, sobre todo, el inmenso "Burn", una canción ideada para ser oída una y otra vez, un clásico absoluto cantado íntegramente por Hughes. Tras hora y media, invitan a los miembros de las bandas que les precedieron a subirse al escenario a saludar a un público agradecido. Fue una noche muy emotiva, sin duda, la pena es que no acudiese tanta gente como a la cita anterior, pero al fin y al cabo la respuesta fue digna. ¡Queremos mas!

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