'RADICAL SONORA + 'PEQUEÑO' + 'PEQUEÑO CABARET AMBULANTE'
1997
RADICAL SONORA, LA AVENTURA ELÉCTRICA
JORGE OLIVA * INDYROCK
1996 fue el año del adiós de una de las bandas españolas más
interesantes de la última década, Héroes del Silencio. Con
cuatro álbumes en estudio publicados y otros tantos en directo
y el aval de unas ventas millonarias en más de 30 países, el
grupo formado por Enrique Bunbury (voz), Joaquín Cardiel
(bajo), Juan Valdivia (guitarra), Pedro Andreu (batería) y
Alan Boguslavsky (guitarra) decidió separarse, en principio,
por dos años.
El paso del tiempo ha demostrado que lo que se concibió como
una separación temporal devino en definitiva. Y así fue cómo
empezaron los proyectos individuales de sus integrantes, entre
los que destacó, especialmente, el debut en solitario de su
front-man, a la sazón, Enrique Bunbury.
Con el disco en la cabeza ya durante la última gira de Héroes,
Bunbury tenía claro que lo importante era romper con el
concepto que le había definido durante doce años. Fue ésta la
razón que le llevó a raparse el pelo, a adoptar un look
futurista y presentar, en septiembre de 1997, un álbum de
fusión. Un conglomerado de sonidos étnicos (música árabe),
electrónicos (con el uso de sintetizadores, siguiendo las
tendencias marcadas por Chemical Brothers o The Prodigy) y el
rock 'n roll más psicodélico. El disco era todo un reto.
Suponía un salto al vacío para el que había liderado la banda
de rock español más importante en el mundo. Pero su convicción
era tan solida y consistente, que nada le impidió igualar con
su disco las ventas en España del último trabajo de Héroes
(200.000 ejemplares).
La gira
A diferencia de otras ocasiones, en las que Bunbury instó a
salir inmediatamente de gira tras la publicación del disco, se
tomó su tiempo y no fue hasta febrero de 1998 cuando presentó
en directo "Radical Sonora". Hizo alguna que otra fiesta
previa en Madrid y Zaragoza, pero no fue hasta el 6 de febrero
de 1998, cuando inauguró en el Pabellón Príncipe Felipe de la
capital aragonesa su primera gira en solitario. Un comienzo,
por otro lado, que se vio afectado por la reciente disolución
de Héroes, que no pudo olvidar un público, deseoso aún del
reencuentro de la banda. Aun así, contra viento y marea,
Enrique continuó, concierto tras concierto, en pos de su
objetivo: dejar constancia de que se iniciaba una nueva
carrera musical, alejada ya de lo que fue toda la maquinaria
de Héroes.
Así es cómo llegamos al 11 de febrero de 1998. En Barcelona,
en la Sala Zeleste, con un lleno a rebosar, Enrique daba uno
de sus primeros conciertos. Luisa Silva estuvo allí y
reprodujo varios momentos del show. Fueron quince temas los
que sonaron en la sala barcelonesa. Con un intro árabe de alta
calidad, Bunbury firmó el prólogo a su concierto que inició a
los sones electrónicos de "Big-Bang". "Planeta Sur",
"Negativo" y "Polen" siguieron, en este orden, al tema de
apertura. En ese momento, Bunbury hizo un alto en el camino y
evocó a su queridísimo David Bowie, interpretando "Look back
in anger" (disponible en su CD-Maxi "Contracorriente). A ésta
le siguieron "Despacio" y "Encadenados". Nuevo alto en el
camino, esta vez para retrotraernos en el tiempo hasta el
"Come together" de los Beatles, tema, al que, eso sí, le dio
un giro de 180 grados. "Contracorriente", "Alicia", "Salomé" y
"Servidor de nadie" completaron la primera parte del
concierto. A la vuelta, y como bis, sonaron "La prueba" y "El
jinete", un fabuloso epílogo para un concierto de alto
voltaje.
1999
BUNBURY DEFINE LAS CANCIONES DE 'PEQUEÑO'
Mi canción favorita es '¿Dudar?
* Algo en común. "Una canción en la línea
de Divine Comedy. Crooner con orquestación, pero menos
empalagoso: con cuarteto. Onda Scott Walker".
* Infinito. "Letra de tango dentro de una
ranchera, con bandoneón y percusión cercana a Tom Waits".
* El Extranjero. "Es Goran Bregovic, pero
no la hice pensando en él. Aunque quizás sea más Emir
Kusturica. La mezclé tres veces".
* Sólo si me perdonas. "Es una bulería.
Pero una bulería crooner . Es la primera vez que aparece la
voz de Nuria Clavería".
* El viento a favor. "Es de lo más pop que
hay en el disco. Pero pop mediterráneo: Carosone, Celentano,
Battisti..."
* Lejos de la tristeza. "Aunque parece que
es un tango, creo que tiene un aire cubano, con un toque
naïf de programación de caja de ritmos de juguete".
* Dudar? Quizás. "Mi favorita. Una canción
arábigo-andaluza, sin caer en la rumba pero estando cerca.
Intencionadamente tiré más de lo árabe".
* Demasiado tarde. "Es un dub con
estribillo Beatles. Como pensé que se me iba de madre le
metimos el tumbao".
* De mayor. "Pensaba en Marlene Dietrich.
Cabaret alemán. Introdujimos la mandolina y ritmos a lo Tom
Waits".
* Bailando con el enemigo. "Como la visión
de una balada de rocanrol de los 50, con Chet Baker de por
medio, vista desde el Mediterráneo. Bruno Lomas o Adriano
Celentano".
* Robinson. "La letra habla de la soledad y
de lo poco importantes que son las cosas materiales. Es como
un gospel pasado por Massive Attack".
* Contradictorio . "Marvin Gaye se va a Las
Vegas. O el Elvis más soulero de los 70, en los discos que
no son de directo".
* EL SEDUCTOR
Logroño, 2 de enero de 2000. + Macaco (Festival Actual 2000)
Frontón Javier Adárraga. 00:15. Lleno
Fotos Alberto Ibañez
Pasadas las doce de la noche, y con el sonido de fondo de esos
alaridos que abren "Pequeño", Bunbury saltaba a escena con su
impoluto traje rojo, absolutamente cabaretero, y con un
público totalmente entregado. "Infinito" sirvió para abrir
boca y, tras la breve presentación del "pequeño cabaret
ambulante", y de recordar al respetable "que llevaba demasiado
tiempo sin venir a Logroño", prosiguió con "Lejos de la
tristeza" y "De mayor". "El extranjero", su primer single,
sirvió para gritar al mundo en pro de "una mayor tolerancia.
Esta canción creo que es más válida que nunca". Y comenzó su
recorrido portuario, que continuó con guiños al pasado en
"Contracorriente", canción que presentó contando una historia:
"Yo iba a un colegio muy estricto, de sacerdotes un poco
bordecillos. Ellos intentaron enderezarme, guiarme por el
camino de lo políticamente correcto, y nos decían que había
otro, absolutamente indeseable, que es el que hemos escogido
unos pocos. Ir siempre a contracorriente". Y así se iniciaban
los primeros golpes de batería que abren el cuarto corte de
"Radical Sonora", su anterior larga duración. Poco después,
llegaba el turno de la bulería "Sólo si me perdonas", con la
que Bunbury consigue perfecta conexión con el público allá
donde va. "Muy bien esos palmeros de Logroño", exhortó al
público antes de cantar por última vez el estribillo "Si me
perdonas, si me das, otra oportunidad, al amor...". Con
"Big-Bang", "Planeta Sur" y "Salomé", las tres bien
seguiditas, recordó en tono cabaretero su anterior trabajo,
"Radical Sonora", que viene actualizando con gran cierto en
esta gira. "¿Dudar?, quizás" y "Alicia" pusieron el frontón a
tono antes de "Apuesta por el Rock n'roll", el tema que
popularizó el grupo aragonés "Más Birras" y que sirvió para el
enloquecimiento de muchos de los seguidores de Bunbury que ya
lo eran cuando éste lideraba Héroes del Silencio. En los
bises, "El viento a favor", una joya de canción que aún no
entiendo cómo no fue segundo single (¿será el tercero?), y "El
jinete" terminaron por encandilar a un público encandilado, al
que cautivó Bunbury con su nuevo estilo musical, íntimo y
bastardo, como él mismo definió horas antes del concierto.
2000. UN PEQUEÑO CABARET AMBULANTE
ME ENCANTA... PERO ME FALTA 'TESORO'
JORGE OLIVA * INDYROCK
Qué ganas tenía de un directo así. Sin trampa ni cartón. Al
menos, me queda un buen sabor de boca si lo comparo con otros
directos, en este caso, de Héroes, en los que el estudio tuvo
excesivo peso en el resultado final. Aquí el ruido del público
y el sonido se han respetado -como debe ser- y no ha quedado
del todo mal un disco que, por lo demás, no contiene sorpresa
alguna para los fieles seguidores del artista maño. Para el
público en general es una oportunidad de acercarse al
espectáculo más logrado de Bunbury hasta la fecha.
Un cabaret con reminiscencias mediterráneas y de balada
italiana, en el que tan sólo echo de menos una joya de
canción. Ese "Tesoro" de Héroes que Enrique ha tocado allí por
donde ha ido con su banda y que, inexplicablemente, se ha
caído en este álbum. Un álbum que, por cierto, hubiera estado
mejor respetando el formato doble, e incluyendo un set-list
completo de alguno de los conciertos. Canciones como "Lejos de
la tristeza", "Tesoro" o "Contradictorio" se echan de menos.
Ojalá los singles del futuro sirvan para recuperar piezas tan
señaladas como estas, no incluidas finalmente en un álbum,
imprescindible para los seguidores, y atractivo para los que
desconozcan la faceta "en vivo" de Enrique Bunbury.
Fotos: Domingo Nicolás (concerto Murcia noviembre 1999)
INQUIETUDES SIN FUNDAMENTO
Enrique Bunbury Madrid, 27 de noviembre de 1999
Sala "La Riviera". Lleno.
Autor: Javier González (Especial para Indyrock)
El pasado 27 de noviembre, Enrique Bunbury volvió a la capital
como ya hizo el año pasado (en varias ocasiones, con "Radical
Sonora" y otras tantas veces con Héroes del Silencio, pero
esta vez había algo diferente en el cargado ambiente de "La
Riviera", que nos decía que este iba a ser un concierto
diferente.
En esta ocasión Bunbury nos presentaba lo que es, sin duda, su
apuesta más fuerte, musicalmente hablando, y algo totalmente
diferente de lo que, estoy seguro, ninguno de los que
estábamos en la sala hubiéramos pensado que iba a resultar de
la prodigiosa cabeza de este monstruo musical que es Enrique
Bunbury.
Pues bien, en medio de un murmullo constante y algún grito que
otro, a las 21 horas, con puntualidad británica, se apagaron
las luces de la sala y de inmediato se desató una inquietud
entre el público por saber qué se iba a encontrar. Inquietud
por lo diferente que es este nuevo estilo de música que nos
ofrecía Bunbury.
.
Antes de encenderse las luces del escenario de La Riviera, y
vislumbrando las siluetas de los componentes de la formidable
banda que le acompaña y del propio Bunbury, cosa que, como de
costumbre, enloqueció a los presentes, sobre todo a los de las
primeras filas, comenzó a escucharse la melodía con la que
empieza el álbum "Pequeño", para, de repente, desaparecer con
la irrupción de Bunbury en escena al grito de "Me calaste
hondo, y ahora me dueles...".
Tras "Infinito", y los saludos protocolarios presentó el
"Pequeño Cabaret Ambulante" que rodó duranté hora y 45
minutos. El nuevo espectáculo te sumerge en ritmos de lo más
variopintos, mezclados y compuestos con la mayor sinceridad y
dedicación con que se puede hacer un trabajo de este tipo. Y
es que se nota si un músico ha realizdo un trabajo que para él
tiene un sentimiento especial, porque te transmite esa
sensación en cada nota, en cada frase y en cada gesto. Esto
fue lo que ocurrió el sábado 27 en "La Riviera" y, supongo,
que allá por donde Bunbury actúe en nuestro país.
Después de interpretar unas cuantas canciones de Pequeño
durante hora y cuarto aproximadamente, entre las que dejó
hueco a versiones de Big-Bang (la nueva versión es
espectacular), Salomé o Alicia, volvió al escenario con Jaime
Urrutia, líder de Gabinete Caligari. Con Urrutia versioneó el
tema "Más dura será la caída", de Gabinete Caligari y, lo que
pareció una improvisación, "Apuesta por el Rock and Roll".
A continuación, presentó a la banda al completo y se perdió
tras el escenario para salir a los cinco minutos escasos y
deleitarnos con varios temas más como "El Jinete", con el que
terminó el primer bis.
Cuando pensábamos que la cosa ya no daba para más, volvió a
escena y se marcó "Confesión", ese bolero durante el cual,
misteriosamente, la mayoría de gente permaneció en silencio y
muy atenta, como hipnotizada por la belleza de la canción
Con esto terminó el tan esperado concierto de Bunbury. Y ya,
sin ningún tipo de inquietud o temor, y totalmente satisfecho
por el gran espectáculo, salimos de la sala entre el murmullo
habitual, que venían a decir que el concierto había sido
francamente bueno.
La diferencia entre este "Pequeño Cabaret Ambulante" y
"Radical Sonora" o Héroes es que, sin duda alguna, Bunbury nos
está presentando no un simple disco de canciones con ritmos y
sonidos diferentes, sino un disco hecho por y para él,
presentando lo que ha conocido y lo que es. Por lo tanto, es
inútil que la gente vaya a dejarse la garganta gritando
"Héroes, héroes..." llegando incluso a tapar la voz del
cantante. Esa gente sería mejor que se quedara en casa, se
pusiera el disco en directo, "Parasiempre", como hacemos otros
en muchas ocasiones, y nos dejaran a los demás empaparnos de
ese sentimiento y esas letras que tanto nos gustan, y con las
que Enrique nos deleita en directo.
"PEQUEÑO CABARET AMBULANTE" PRESENTACIÓN OFICIAL
BUNBURY EN ESTADO DE GRACIA
ANDRÉS CALAMARO + ENRIQUE BUNBURY
Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza. Cerca de 8.000 personas.
10 de octubre 1999.
JORGE OLIVA - ZARAGOZA-INDYROCK
Era uno de los conciertos más esperados del Pilar 99. La
puesta de largo del "Pequeño Cabaret Ambulante" de Enrique
Bunbury -tras el "ensayo general" realizado en Granada semanas
atrás- atrajo la atención del público que, mayoritariamente,
acudió para ver –sin menospreciar a Calamaro- el
nuevo espectáculo del músico zaragozano. De hecho, se da la
circunstancia de que Andrés había actuado recientemente en
Zaragoza en la sala Oasis, presentando los temas de
"Honestidad Brutal", su más reciente y dolorosa creación, lo
que restó algo de misterio a la actuación del argentino.
No obstante, a las 21 horas, con puntualidad británica,
Calamaro y su banda hacían acto de presencia sobre el
escenario de un pabellón que ya registraba entonces una buena
entrada. Calamaro inició su show con una particular "Jam on
session" para ir desgranando algunas de sus piezas más
conocidas –"Te quiero igual", "Alta suciedad",
"Flaca" o "Maradona"- porque no llegó a tocar ni "Loco" ni
"Cuando te conocí", hecho éste que causó cierta sorpresa entre
los asistentes. Su actuación, fría y distante
–también al público le costó conectar-, se vio
salpicada por algún problema técnico que impidió su normal
desarrollo. En cualquier caso, el argentino demostró sobre las
tablas que sigue siendo uno de los puntales latinos de
referencia musicalmente hablando.
A mitad del concierto hizo su aparición uno de los artistas
invitados de la noche, Jaime Urrutia, cantante y líder de
Gabinete Caligari, con quien Calamaro interpretó dos temas.
Fue uno de los momentos álgidos de un show algo descafeinado
por la distancia de Andrés, que bien supo compensar con su
particular ración de rock and roll.
Y LLEGÓ BUNBURY EN ESTRELLA
A las 22:35 horas los técnicos de Bunbury empezaban a montar
los equipos. Hay que tener en cuenta que a Bunbury en esta
gira le acompañan, además de batería, bajo y guitarra, una
sección de viento, otra de cuerda y otra de percusión. En
total, diez músicos que, en escena, dieron una impresión más
que grata.
Con todo a punto, empezaron a sonar los compases de un
peculiar "intro" –el mismo de la canción "Algo en
común"-. Los llantos de un bebé en medio de una atmósfera
inquietante y desconcertante fueron el preludio de la salida
de Enrique Bunbury a escena. Más que nunca como estrella en lo
musical y artístico. Se le veía eufórico e hizo gala de una
peculiar grandilocuencia gestual desde los primeros compases
de "Infinito", tema que sirvió para abrir boca.
A continuación, y tras el saludo protocolario, Bunbury
profundizó en los temas de "Pequeño" interpretando "De mayor"
y "El extranjero", exitoso primer single de la última
producción del músico aragonés.
Vestido con un impecable traje rojo –chaleco
incluido-, Bunbury hizo las delicias de unos fans que, algo
desconcertados, siguieron atentamente cada uno de sus
frecuentes contorsiones en escena. Con un fondo algo hipnótico
presidido por la frase "Pequeño Cabaret Ambulante" escrita con
letras de circo sobre telaje negro, Enrique dio buena cuenta
de su saber cabaretero al retomar canciones de "Radical
Sonora" con nuevos bríos y aires de cabaret. Sonaron
"contracorriente", "big-bang", "planeta sur", "alicia" y
"salomé". Entre esos recuerdos también sonó "confesión", un
tema del desaparecido Bambino que Enrique quiso dedicar a su
"buen amigo Andrés Calamaro, que fue la persona por la que
descubrí esta canción".
A continuación, y para delicia de los seguidores de Héroes,
Bunbury versioneó "Apuesta por el Rock and Roll", una canción
del grupo aragonés "Mas Birras", de la que ya hizo un "cover"
Héroes del Silencio.
En estas, volvió Jaime Urrutia al escenario para interpretar a
dúo con Bunbury "Más dura será la caída de los dos", de
Gabinete Caligari. Abrazo incluido, Enrique sonrojó a Urrutia
al que calificó de "culpable de que todos nos sepamos tantas
canciones de los años 80".
Tras el dueto, Bunbury retomó "Pequeño" y se marcó esa gran
bulería que es "Sólo si me perdonas", una de las canciones más
coreadas por el público, a la que siguió "Contradictorio",
tema con el que cerró la primera parte del show.
Volvió, guitarra en ristre, y acompañado por la zaragozana Eva
Amaral interpretó la canción más bella –firme
candidata a segundo single- de "Pequeño": "El viento a favor".
A esta siguió "¿Dudar?, quizás" y, como colofón, "El jinete"
de José Alfredo Jiménez, que coreó animadamente un público
ávido del nuevo sonido de Enrique.
El último bis, que Bunbury quiso hacer casi en contacto con el
público –se bajó del escenario-, fue un nuevo
homenaje, esta vez a Manuel Alejandro, del que interpretó la
ranchera "Voy a perder la cabeza por tu amor", claro está,
dentro del concepto musical que maneja en estos momentos
Enrique Bunbury.
Y así se despidió de su público. Entre la emoción y la
satisfacción por haber "calado hondo" -como dice la canción
"Infinito"- entre el público y saberse ganador de la batalla
que libra contra él la industria discográfica para que
–vía presión- vuelvan a reunirse Héroes del
Silencio. Bunbury demostró una vez más su talento artístico
sobre un escenario, que vio nacer de manera oficial el nuevo y
logrado experimento musical de este inquieto músico
zaragozano.
ESPECIAL