Formacion
Lichis" - Voz ACOMPAÑADO DE: Perico - Bajo Julián - Guitarra Adán - Guitarra "El Niño" - Batería
Biografia
Corre el año 93 cuando recogiendo la tradición de la rumba catalana y madrileña comienza a despuntar llenando a diario los garitos de Madrid el grupo "Maleza", embrión de lo que más tarde se convertiría en "LA CABRA MECANICA". Su fundador Miguel A. Hernando "Lichis" reúne en el barrio que influiría su música por siempre - Lavapies - a un montón de amigos junto a los cuales trabajó como bajista profesional para infinidad de grupos, y amplía la oferta de artistas de "LA CABRA MECANICA", desde la rumba a cualquier estilo o instinto musical imaginable. Durante los dos años siguientes el nombre de "LA CABRA MECANICA" comienza a sonar con fuerza en los mentideros musicales gracias a una música mestiza y promiscua, y a unas letras sinceras de las que sus fans corean hasta las comas. El éxito llega por fin a oídos de, en principio inaccesibles discográficas, y en 1997 el alubión de ofertas es increíble llevándose el gato al agua la compañía Dro East West para la que graban en el transcurso de ese mismo año lo que será el primer trabajo de la banda "Cuando me suenan las tripas", disco que recibe aplauso unánime de la crítica y que les convertirá en referencia ineludible del nuevo Pop español además de influencia para otros o solistas de éxito. A pesar de la repercusión de este primer trabajo "LA CABRA MECANICA" no desvirtuar su mensaje crítico y pone un exquisito cuidado en controlar la difusión y promoción de su trabajo, lo que a pesar de ir en detrimento de su éxito comercial, les convierte en un grupo para el que la palabra "Autenticidad" es mucho más que un eufemismo. En 1.999 graban su segundo disco, el polémico "Cabrón", un álbum decididamente anticomercial de una acidez corrosiva conservando el ingrediente básico de la música de "LA CABRA MECANICA", el humor inteligente. "Cabrón" contiene una riqueza tanto en lo musical como en los textos que hace imposible una valoración exacta a la primera escucha siendo uno de esos discos que siempre se redescubren. Con "Cabrón" "LA CABRA MECANICA" vuelve de gira cosechando nuevos fans en sus conciertos en directo, tocando también junto a "Celtas Cortos" durante el verano de 2.000.
"LA CABRA MECANICA" es una apuesta arriesgada e innovadora por el humor, la inteligencia y el sano entretenimiento que poco a poco pero de forma imparable está logrando el sitio que ya hace tiempo le corresponde
"VESTIDOS DE DOMINGO"
" TU QUE ERES TAN GUAPA Y TAN LISTA/ TU QUE TE MERECES / UN PRINCIPE Y UN DENTISTA/ ¡TU!" "La lista de la compra" es una de ESAS canciones. Esas que vuelves y vuelves a poner sin cansarte, que se te incrustan en el cerebro y en el corazón, que te agitan el cuerpo según se acerca el estribillo, el estribillo que te da subidón y te reconcilia con lo que te rodea. Además, gloria bendita lo de recuperar a María Jiménez, fiera de rompe y rasga. Y hablando de merecimientos: ¿nos merecemos realmente un grupo como LA CABRA MECANICA? Ocurre que éste país es la hostia. Y lo que se diga del país, puedes aplicarlo a su mercado musical. Que es una tómbola o una lotería, premios gordos para unos pocos y vuelva-a-intentarlo para el resto. Vende barbaridades un trovador crápula como Joaquín Sabina, perfecto. También ocurre lo mismo con un suburbial grupo rockero-rumbero, Estopa: OK. A su modo, también triunfa un pies negros, un poeta del lado chungo de la vida como Robe Extremoduro. Y el pop gitano de Ketama y las vísceras en exposición de Andrés Calamaro, y...... Por debajo, en la cuerda floja del ¿llegaré al disco de oro?, quedan algunos de los más grandes talentos españoles: Kiko Veneno, Albert Plá, Víctor Coyote, Los Especialistas. Fuera de los focos mediáticos, demasiados monstruos como La Cabra Mecánica. No, no hay justicia ni nada que se le parezca. Es legítimo mencionar esos nombres, los dorados y los infravalorados. Todos ellos tienen paralelismos, afinidades, puntos de contacto con La Cabra Mecánica (en el caso de Estopa, la influencia viaja en dirección contraria: dicen que los hermanos Muñoz devoran los discos de La Cabra Mecánica). Miguel Angel Hernando Trillo, alías Lichis, no tiene inconveniente en reconocer deudas, rara especie dentro de un mundillo musical donde los chicos de la portada pretenden ha cernos comulgar con el mito de la inmaculada concepción de su arte. De hecho, a la mínima oportunidad, Lichis añade otros nombres nada obvios: Charly García, Fito Páez, Los Redonditos de Ricota y demás titanes argentinos que gustan del riesgo. Tras su debut, La Cabra Mecánica fue encajonada en el mostrador del rock mestizo.
Puede que fuera una grave equivocación. Lichis viene de Lavapiés, el más internacional de los barrios madrileños, donde se puede cambiar de continente al cruzar de acera. Uno opta entre una tetería árabe, una taberna punky, un antro flamenco, un bar latino, un restaurante africano. Y eso es lo que hace Lichis. Elige la forma musical para cada ocurrencia, diferentes trajes para contar cada desgarro: blues, tango, pasodoble, rock, bossa, rumba, son, country, rock de cualquier pelaje. El nombre del juego es eclecticismo, no fusión meditada. Lichis ha oído todo, ha tocado todo (fue músico de "orquesta pachanguera") y eso le permite manejar con sabiduría todos esos palos. Lo que importa en La Cabra Mecánica es su punto de vista y el ardor con que se expresa. Lichis se retrata como un enamorado del amor, aunque conozca sobradamente sus trampas: "cuando vuelve el amor/ como por encanto/ todo el mundo parece más guapo y mejor/ y es más difícil distinguir al enemigo". Enamorado sin ilusiones, Romeo de lengua cortante: "hay que tener un corazón que se te salga del pecho/ aunque a veces pareciera/ que se te revienta el tórax/ si te vas/ lloraré como una niña tonta/ si te vas de verdad/ no me dejes por medio tus cosas/ ¡puerta!/ y mucha mierda".
En anteriores discos, La Cabra Mecánica mordía a derecha y a izquierda, cual doberman furioso: no es extraño que los programadores cobardes y los críticos exquisitos salieran corriendo, "éste tipo es un grosero". En "Vestidos de Domingo", se prescinde del feísmo. La rabia y la ironía hiriente deja lugar a la observación certera ("es la falta de amor/ la que llena los bares"), a la que puede seguir una ráfaga de lirismo callejero: "son tus labios para mi/ un plato de calamares". Lichis domina la parla cotidiana y la ira que dirige el dedo hacia la llaga: "que bonito es el mar/ cuando lo miro a tu lado/ olvido las pateras/ las mareas negras/ los alijos incautados/ la playa donde se dejan/ morir las ballenas/ este infumable plato combinado". De-vas-tador. No aspira Lichis a medallas de poeta de academia. La suya es la pulsión por renovar el saco de las metáforas, por autenticas realidades contemporáneas que quedan fuera del radar de los literatos. Ese tango llamado "Calcamonía", donde el protagonista recurre a lo que sea para apagar el dolor: "hoy hay nieve en el infierno/ y además bien baratita/ el fuego de mis entrañas/ necesita dinamita". Si no sabes de lo que habla, bendito seas y vuelve a La Oreja de Van Gogh. Y esto es una hoja de promoción, así que vendemos la pescadilla. Que se sepa que "Vestidos de Domingo"es el tercer CD de La Cabra Mecánica, la continuación de "Cuando me suenan las tripas" (1997) y "Cabrón" (1999). Que se nota aquí la (eficaz) producción de Alejo Stivel. Que no es típico disco "all stars" pero sí se contó con amigos como El Pechuga, Daniel Higiénico, Arístides Moreno y la indestructible María Jiménez. Y que sí, que está claro que "Vestidos de domingo" colocará a La Cabra Mecánica en lo alto de la escalera. A ver quién se resiste a la "Fábula del hombre lobo y la mujer pantera", como quedarse indiferente ante "Angel de la guarda", quién podrá dejar de unirse al "Sha la la". Caso contrario, peor para éste país. Con nuestra natural exageración, corearemos aquello de "no hay derecho" y "no tenemos remedio". Nos consolaremos a altas horas de la noche con nuestro secreto: La Cabra Mecánica.
Ni jaulas ni peceras 2003
Repitiendo productor (con la impagable labor del gran Fernando Polaino dirigiendo sobre el escenario), Lichis pone cuerpo y mente al servicio de la grabación de un disco en directo. Cuerpo, porque no se da un respiro después de la extenuante gira de Vestidos de domingo; y mente, porque pone todas sus ilusiones en reunir una banda de excepción para grabar un excelente disco en directo en el Teatro Jacinto Benavente de Galapagar (enclavado en la sierra madrileña).
El resultado es un disco de impecable factura con un auténtico dream team sobre las tablas del escenario. Piti, Kanevski, David, Tamayo, Pineda, Candy, Polaino, José Bruno, Rodney, Antonio... en una noche de magia e inspiración registran uno de los mejores discos en directo de los últimos años, apoyando su maestría en la interpretación sobre un repertorio genial que repasa la historia de La Cabra Mecánica. Ismael Serrano y Javier Ruibal se suman a la fiesta, en la que ocupa un lugar muy especial Juan Antonio Canta, de cuyo tema "Copla del viudo del submarino" es interpretado como sentido homenaje.
A última hora, con el disco a punto de masterizarse, se cuela una canción que cambia la historia del disco. Es un tema que Lichis compone para una campaña de la ONCE y que de nuevo significará un antes y un después. El título, "No me llames iluso", se convierte en santo y seña de conversaciones populares y, muy a pesar del protagonista de esta historia, engulle el verdadero motivo, que es el directo.
Y otra vez más, un demoledor verano, lleno de citas y conciertos (vuelven a batir el record de la gira más extensa, establecido precisamente por el grupo en su gira anterior, Vestidos de Domingo), tras el que llega la calma. Traslado a Barcelona, estudio, trabajo y mucha paciencia, se acerca Hotel Lichis.
Hotel Lichis 2005
Un año aprendiendo a tocar la batería, perfeccionando la guitarra y el piano. Un año de cambios. De imposibles giros a la izquierda, a la derecha, de caídas y de muchos "vuelta a empezar". Doce meses duros, de travesía en el desierto que concluyen con un feliz anuncio: "Hotel Lichis. Próxima inauguración: 3 de octubre".
Y es que este quinto disco de La Cabra Mecánica ha sido, quizá el más duro. Quizá, también, el que siempre ha estado más claro en la cabeza de su artífice. A la semana siguiente de grabar "Ni jaulas, ni peceras" ya le contaba a quién le quisiese escuchar, que el siguiente sería un disco fresco, directo, accesible, desnudo.
Para alcanzar ese sonido, Lichis ha tenido que trabajar duro: componer, arreglar, tocar. Un verdadero tour de force del que ha salido victorioso, un arduo trabajo para el que ha encontrado la mano cómplice de Dani Alcover, coproductor del disco a medias con el propio Lichis, con el que ya había trabajado en otros proyectos (El Combo Linga, Outro Jazz.). Dani se trasladó a vivir Barcelona durante un mes para trabajar en su estudio. Allí se ha grabado el disco, con la tranquilidad de no tener fechas ni prisas, con la comodidad de disponer de tiempo para hacer pruebas, para jugar, para experimentar.
Lo cierto es que, canción a canción, el resultado habla por sí solo. Volvemos a encontrarnos con otro disco de La Cabra Mecánica, coherente con la línea establecida por la discografía anterior, pero, cuando parecía que no iba a ser posible, un punto por encima. De nuevo un disco en el que se exploran estilos sin ningún complejo ni idea preconcebida, pero en el que se percibe un sonido completamente diferente. De nuevo una colección de temas que enganchan desde la primera escucha, pero con unas letras que marcarán un antes y un después en la producción de su autor. De nuevo La Cabra Mecánica en su máximo esplendor, pero en el que la libertad de movimiento se aprecia en cada matiz.
Escuchado el disco ya terminado y apunto de mandarse a fabricar. ¿Se diferencia mucho de lo que querías que fuese?
Digamos que el resultado es algo que se parece bastante a lo que en principio quería hacer. Supongo que es la experiencia y que, a medida que vas haciendo discos, vas afinando y sabes con más claridad qué es lo que quieres y cómo lo tienes que hacer. Siento que con este disco he conseguido ir por caminos, sobre todo en la parte musical, por los que me gustaría continuar en el futuro y como valoración general estoy bastante contento con como ha salido todo.
Sin embargo siempre habías defendido que este sería tu disco más arriesgado a nivel de arreglos y producción.
Si no ha sido así es, fundamentalmente, porque las canciones pedían un tratamiento como el que finalmente le hemos dado. De alguna forma hay un espacio entre lo que pretendo hacer y mi manera de componer, que me lleva a converger en lugares bastante convencionales. Pero bueno, desde el punto de vista de los arreglos creo que sí se ha llegado a prescindir de todo tipo de virtuosismo y he logrado ese punto de sencillez que buscaba. No hay notas de más, no hay apenas solos y sí contrapuntos a las melodías con otros instrumentos. También en la filosofía del sonido hemos apostado por cosas bastante sencillas. De alguna forma sí se parece a esa idea "lo-fi" que tenía. Supongo que, en el futuro, si encuentro las canciones adecuadas y si evoluciono hacia un estilo de concepción más personal, quizá sí que pueda arriesgar aún más sin que se desvirtúe el mensaje de las canciones.
¿Cómo ha sido la experiencia de grabar sólo y en qué medida ha beneficiado al resultado final?
Sobre todo, lo que más me ha gustado de esta experiencia ha sido que he podido hacer cosas que probablemente no me hubiera atrevido a pedir a ningún músico. Por ejemplo, hay músicos que consideran un crimen meter una tríada mayor, que es un acorde muy básico y dudo que lo hiciesen sin tener que discutirlo. Es ese punto que se escucha en los discos, que interpretas de forma natural pero en el que se percibe contención, como si que sus capacidades están muy por encima y que si no se escuchan es porque se están frenando. Yo no buscaba eso para este disco. Se trataba de recuperar ese sonido más básico y tenso, carente de virtuosismo, de crear una atmósfera sin ningún tipo de implicación más allá que la propia implícita en las canciones; algo muy fácil, que descargase los arreglos. Siempre he defendido que una canción es la suma de letra y música y en muchas ocasiones ese concepto se ve entorpecido por un deseo de sonar excesivamente complicado. Pienso que los arreglos no tienen que ser sino un apoyo, porque lo verdaderamente importante son las canciones. También he de decir que he contado con otros músicos dónde mis limitaciones me han impedido llegar, pero también les he dirigido mucho pidiéndoles que, casi, tocasen nota por nota. En ese sentido me he entendido muy bien con Daniel Alcover. Dani no es un productor al uso que mantenga una distancia entre productor y artista, es alguien que se implica, que escucha los discos que te gustan, que se acerca a tus expectativas. Es una persona muy abierta y ha entendido qué es lo que yo quería. Hasta ahora he trabajado de forma que se escuchaba siempre mi opinión, pero la última palabra, la última decisión la tomaba siempre el productor o el músico, y en este disco sí que me he implicado mucho en esa toma de decisiones.
¿Cuánto tiempo ha llevado la grabación del disco?
Lo que ha sido la grabación en sí, ha sido casi un mes y medio. Ha sido un proceso relativamente largo porque me he tenido que enfrentar a nuevos instrumentos y estudiar y trabajar duro para poder sacar adelante los arreglos. Se trataba de obtener un sonido fresco y directo que, paradójicamente, ha sido más complicado de obtener. Como no teníamos la prisa de trabajar en un estudio ajeno, también hemos tenido más tiempo para probar cosas e investigar otras posibilidades. Visto con perspectiva, tampoco ha sido tanto tiempo, porque, además del disco, hemos grabado otras tres canciones (un par de homenajes y una versión para un programa de televisión), así que al final han sido unas dieciséis canciones en total, y el ritmo de trabajo ha sido bastante alto. Las mezclas han sido un proceso más o menos rápido, al final se hicieron en unos doce días en los estudios Infinity de Madrid y ya sólo queda la masterización, así que, en total, han sido unos dos o tres meses.
¿Cómo presentarías el disco a un fan de La Cabra Mecánica?
Básicamente como otro disco de La Cabra Mecánica. Quizá han sido los fans quienes han establecido diferencias entre los discos principalmente teniendo como criterio la repercusión comercial de los mismos. Yo, particularmente, creo que mis cuatro discos anteriores tienen bastante coherencia. Insisto en que habrá quien insista en ver diferencias y me lo quiera discutir, pero, para mí, si es cierto que hay una línea estilística más o menos coherente. En este disco yo escucho cosas de "Cuando me suenan las tripas", de "Cabrón", de "Vestidos de domingo". y también escucho cosas nuevas que apuntan hacia otra dirección. Los temas de apunte más folclórico o más popular están hechos de una manera muy purista y muy sencilla, con algunos ecos de pop. Hay también temas de rock de corte muy clásico. Sobre todo se ha tratado de llevar al sonido del disco los estilos desde un punto de vista muy directo y sin adulteración de ningún tipo.
La conversación deviene en las colaboraciones que pudieron haber estado y que finalmente, por problemas de agenda o logística, no pudieron ser. Lichis habla de su estudio, de la inversión que ha llevado acabo para poder contar con un lugar al que piensa invitar a sus amigos y de la ventaja que supone contar con este tipo de tecnología en tu propio hogar. Le pedimos que nos desgrane el disco tema a tema y allá va su análisis.
01. Ay, poetas
En esta letra pretendía denunciar todos esos comentarios xenófobos que están presentes en las conversaciones a pie de calle y que se hacen, en principio, sin ninguna mala intención, pero que no dejan de tener mucha mala leche dentro. También habla un poco del momento que vivimos, en el que la gente está muy pendiente de la vida de los artistas, de los personajes públicos, de la vida del otro. Desde la ironía escribí una letra muy ácida pero que sin pretensiones de ajustar cuentas o de descargar mala baba, entre otras cosas, porque yo ya estoy muy harto de esa "mala baba" que descargan muchos. "Hay poetas" es un tema divertido en el que se pretende hablar de un tema bastante serio y que, espero, no ofenda a nadie porque el objetivo es hacer pensar a la gente. Estilísticamente es una medio rumba, medio mestizaje. Es un tema en el que he pensado en algunos compañeros de viaje que ya no están, grupos como Dusminguet o Hechos Contra el Decoro. Salvando, por supuesto, la distancia del compromiso que ellos han mostrado en su obra, que es algo que respeto y que por eso no me gustaría que nadie confundiese. Lo mío está hecho desde mi sentido del humor y mi manera de entender la música. Hay una colaboración de Rodrigo Llamazares, de ZIA, que ha metido un scratch vocal que ayuda a subir el tema.
02. La uña de la rumba
Es un tema que, estilísticamente, se acerca a mis influencias que tienen que ver con Martirio, Kilo Veneno o Pepín Tré, sobre todo. Es un tema que tiene un aire muy a son cubano, al primer rock latino. Un tema sencillo, de esos que me gusta hacer, con una letra un tanto tópica en la que se incluyen algunas frases pensando únicamente en la estética de la letra o de la melodía, muy en la tradición del bolero. Se recrea una atmósfera triste, evocadora y creo que la sonoridad ayuda a alcanzar ese estado de relativa melancolía.
03. Gracias por nada
Es mi tema favorito del disco. Es un tema de pop de toda la vida, de pop-rock americano. Txarras, teclista de La Vacazul, cuando lo estábamos grabando me decía que sonaba mucho a Elvis Costello. Reconozco que no es un artista al que haya seguido mucho, pero lo poco que he conocido de su obra me gusta mucho y quizá ese comentario me acerque a sus discos. En fin, que es un tema de pop rock sin más pretensiones. Odio la palabra, pero si quieres también podríamos decir que es "minimalista". Es mi tema favorito del disco. Me gustaría que, en un futuro, la promoción de mis canciones hiciese más hincapié en este tipo de temas y que la gente se acercase a mi música más por estas canciones de ambiente pop que por mis temas más folclóricos o por las rumbas, que han sido un poco el estandarte de La Cabra hasta ahora. Para mi, las rumbas son un detalle más anecdótico, y quizá me sienta más orgulloso de mis composiciones en esta línea.
04. El malo de la película
Finalmente este corte va a ser el primer single del disco. Es una rumba muy bonita y seguro que hay gente que verá ecos de "La lista de la compra". También habrá quien me lo eche en cara y diga que es un abuso de la fórmula y un intento de seguir en lo mismo. Para mi no es así. Para mi las rumbas son un detallito que siempre he metido en mis discos y es algo que llevo dentro, que siento muy propio y que me sirve para expresar alegría. También es una especie de motor, un acicate cuando compongo, porque son una explosión de felicidad que me sirven para intentar recuperar mi fe y mi esperanza en que este mundo sea un lugar más bello. En el estribillo hay un homenaje solapado al "My way", una expresión vitalista de mis intentos de salirme con la mía a pesar de todos los errores y mis meteduras de pata. Me haría muy feliz si consigue hacer olvidar aquel intento patético de rumba que era "No me llames iluso". En los coros colaboran Guille de El Combo Linga y Eva Durán y solo tengo buenas palabras para su colaboración. "El malo de la película" es una rumba catalana tradicional y muy basada en lo que había escuchado de Peret o de El Pescadilla. El arreglo está grabado tal y como se hacía en aquella época, con contrabajo y de una forma muy tradicional, que ya empezaba a odiar esas instrumentaciones de cliché con bajo y batería modernos.
05. Tu casa de Terrassa
Es un homenaje a los cantes de ida y vuelta, una especie de bulería o de guajira bastarda, pero sin intentar usurpar el terreno del flamenco y por eso me lo he traído a mi campo. Es un tema en el que se entremezclan, también, mis influencias de cuando tocaba en grupos de country y de blues. El resultado es algo muy en la línea de Martirio o Kiko Veneno. Es algo que siempre me sorprende cuando la canción está acabada porque nunca intento parecerme a ellos, pero cuando lo escucho acabado me doy cuenta de que otra vez salen mis maestros. Me cuesta mucho sustraerme de mis influencias, pero espero que el que escuche el disco perciba también la intención deliberada de hacer algo personal y propio, con una voz verdaderamente diferente. Es un tema divertido y sentido, para mi, personalmente, muy bonito.
06. Como Penélope en la estación del AVE
En este tema me voy al pop más inglés, de atmósfera Beatles, que Dios me perdone por ello. A nivel de instrumentación a mi me suena muy a producción de Paul Weller, a un sonido muy Ocean Colour Scene, otro grupo al que admiro profundamente. Es, con "Gracias con nada", otro de los temas en los que he tocado prácticamente todos los instrumentos a excepción del piano (que lo metió Raúl Patiño). La letra mezcla el humor con un ambiente melodramático y es uno de los temas favoritos de casi todos a los que les he puesto el disco aunque no creo que nunca sea single porque no creo que ni la compañía ni los medios apuesten por algo mío que no les recuerde a "Vestido de domingos". Personalmente creo que entronca con "El día de tu boda", del disco anterior, y que personalmente creo que es uno de los mejores temas que he escrito en mi vida.
07. A veces un cielo
Es una canción que compuse para el penúltimo disco de Luz Casal. Lo compuse con un tempo de bolero rumba y Luz y Tino di Geraldo [productor del disco de Luz Casal] se lo llevaron a un contexto de rock. La versión me gustó mucho, pero me quedé con ganas de hacerla a mi manera. Incluirla en el disco es, sobre todo, un homenaje y una forma de agradecimiento a Luz Casal. Que alguien como ella confiase en mí y me llamase para que le hiciese un tema, es algo muy importante. Me gustaría que esto apareciera porque yo suelo ser bastante poco detallista y no la llamé ni le di mi agradecimiento de forma explícita. Sirva esto también como advertencia a la gente que me conozca, me cuesta hacer este tipo de cosas. Y aunque no lo haga, sí que siempre tengo un rincón en mi corazón para la gente a la que quiero y que tanto me ha ayudado.
08. Pinocho
Es mi tema más "Tom Waits", por decirlo de alguna manera. Pertenece a ese tipo de temas en los que mi voz puede recordar más a Tom Waits o a Roberto Iniesta. También es un tema que guarda bastante relación con los temas de los Kikes, Kike Babas y Kike Turrón de King Putreak. Es mi tema de Folk-punk vallecano, un tema que compuse pensando en las muchas noches pasadas en el Jimmy Jazz y creo que es un tema bastante divertido. Es otro de mis favoritos del disco. Parte de la compañía lo quería como single, pero claro, el contenido es lo suficientemente heavy como para desaconsejarlo desde un punto de vista de radios. Supongo que recordará bastante a "La fábula del hombre lobo y la mujer pantera", a mis temas más gamberros, digamos.
09. El mundo ya no necesita otra canción de amor
Es un reagge, y la letra es un homenaje a la mujer de calle alejada de la mujer más glamourosa, a la chica de barrio que pueda haber en cualquier ciudad. Es una letra con bastante ironía y pediría a la gente que no viese cosas donde no las hay, porque en ocasiones me han acusado de ser sexista en mis letras. Así que antes de hacer juicios de valor pido a todo el mundo que escuche dos veces la letra y trate de leer entre líneas para ver qué es lo que dice la canción. Es un tema simplemente divertido al que guardo un cariño especial porque cuando toqué en el homenaje a las víctimas del 11M en el Pozo del Tío Raimundo, la toqué a continuación del tema que compuse sobre el atentado. Era una forma de introducir una nota de color un tanto optimista en una situación en la que había tanto dolor y tanta tragedia, para distender el ambiente y como homenaje a la gente de barrio que lucha para salir adelante.
10. Siesta
Es un tema bastante freaky en el que se pueden encontrar influencias de Blur o de Elastica. Un tema de pop contenido en un formato que camina hacia el punk y es otro tema muy divertido que también es de mis favoritos.
11. Hotel Lichis
Mario, cantante de Outro Jazz, me dijo cuando lo escuchó: "¿Qué cojones haces tú cantando esto? En el próximo disco de Outro Jazz me voy yo a poner a cantar rumbas.". Y puede que haya una influencia de Outro y de Mario, aunque no haya surgido de una manera buscada. He trabajado mucho con ellos y puede que algo se note. siempre salvando las distancias de calidad, a su favor, por supuesto. Esto es un tema de folk, pop. con una letra rapeada. No es hip hop y creo que es importante distinguir estas cosas porque creo que hay mucha valía y mucho talento en el movimiento del hip hop y es necesario que no se mezclen cosas. No querría que la gente viese que intento aprovecharme oportunistamente de este rollo porque yo lo distingo claramente y lo mío no es hip hop, entre otras cosas porque respeto muchísimo ese estilo y esos artistas, que me parecen la hostia. Es un tema en el que se habla de renacer de las cenizas.
12. Son las 13:14
Es un tema bastante punk. Cuando lo grabé en la maqueta, la voz me sonaba bastante al Robe que considero una influencia fundamental para mi, pero quería salir de ahí para intentar hacer algo más personal. El sonido puede recordar al punk garagero o al heavy punk que se hace ahora.
13. Antihéroe
Es el tema que cierra el disco y también es un tema de pop. No está hecho con influencia de The Verve pero puede que recuerde un poco esas atmósferas. Es un tema en el que hay bastante autocrítica y en el que hago un repaso.
Antes de despedirnos hablamos del directo. Le apetece mucho volver a tocar en directo pero no tanto lo de embarcarse en una gira interminable (algo que, nos tememos, volverá a hacer). Aún no tiene claro quién le acompañará en esta gira y se vestirá con la piel de La Cabra Mecánica esta temporada. Tampoco tiene decidido cuál será el repertorio (en el futuro le gustaría que fuese una elección democrática a través de la página web). Un apunte de última hora. Esta semana Bunbury ha anunciado que se retira temporalmente y quiere dejar constancia de que la noticia le ha consternado: "Es alguien inspirado e inspirado". A él se le acerca el momento de volver a someter sus temas nuevos al veredicto del público. Desde luego el capital musical con el que cuenta debería dejarle dormir muy tranquilo. © DRO Atlantic 2005 © www.lacabramecanica.com 2005
DISCOGRAFIA:
"Cuando me suenan las tripas" (1.997) " "Cabrón" (1.999)
"Vestidos de domingo" (2.001)
ni jaulas ni peceras 2003
Hotel lichis 2005
Extremusika 2006
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