Coldplay ofrece cuatro conciertos en Barcelona dentro
de su gira mundial Music Of The Spheres World Tour 2023 cumpliendo
un nuevo hito hasta ahora nunca conseguido por otro artista:
se convierten en la primera banda en actuar cuatro noches
seguidas en un estadio de nuestro país, con una cifra récord
de 225.000 asistentes en total. Durante 4 noches, la música y
la magia de Coldplay, liderada por el carismático Chris
Martin, y acompañada de luces, color y fuegos artificiales, ha
cautivado a los fans de muchos y diversos rincones del mundo
que han esperado 8 años para volver a ver a la banda inglesa
subirse a un escenario en nuestro país.
El grupo ha hecho un repaso de toda su carrera durante las
cuatro noches; hemos escuchado corear canciones de su primer
álbum como 'Yellow', himnos como 'Viva La Vida' o recientes
hits como 'My Universe', además del homenaje a Tina Tuner que
ha realizado junto a Gipsy Kings, los invitados especiales en
estos cuatro conciertos y cuyas canciones 'Bamboléo' y
'Volare' han hecho bailar a todo el estadio.Music Of The
Spheres World Tour también ha destacado por su innovación en
acciones de sostenibilidad y su compromiso en reducir las
emisiones de la gira hasta un 50%. Iniciativas como el uso de
bicicletas eléctricas y pistas de baile cinéticas han
permitido a los fans poner su granito de arena para el
desarrollo del siguiente espectáculo. La accesibilidad ha sido
otro de los puntos a remarcar dentro de esta gira, un equipo
de intérpretes de lengua de signos de la asociación
enCantados, se ha encargado de hacer accesibles a personas
sordas los cuatro conciertos en la ciudad condal.
Cuatro noches han sido pocas para la demanda sin precedentes
de esta gira, que ha hecho feliz a cada uno de los 225.000
asistentes que han vivido junto a Chris Martin, Guy Berryman,
Jon Buckland y Will Champion un espectáculo único. (mayo 2023)
Color, complicidad y espectáculo
Concierto en Estadi Olimpic de Barcelona 26 de mayo 2016
Crónica por
Kevin Zammit / IndyRock
La banda británica Coldplay regresa a España después de siete
años sin pasar por nuestro país para presentar su séptimo
trabajo “A Head Full Of Dreams, publicado el pasado 4 de
Septiembre.
Presentando con dos conciertos consecutivos, jueves y viernes
en el Estadi Olímpic de Barcelona y agotando entradas con solo
dos horas después de salir a la venta, es una de las
principales razones por la que repiten en la misma ciudad dado
un público ansioso por volver a ver a una de las bandas que
añoraban su paso por España, y debido a la gran acogida con su
regreso, vuelven con doblete.
Las masas se aglomeraban por todo el Estadi Olímpic, la
entrada y los agobios afloraban por doquier pero llegado el
momento y situados en nuestro lugar, aunque comenzando con
retraso, arrancaba la actuación con “O mío babbino caro” por
Maria Callas de fondo, antes de subir a la palestra.
Entre el público se podía observa un mar de luces gracias a
pulseras programadas que se iluminaban al son de todo el
concierto. Una propuesta visual realmente novedosa, que
consiguió a lo largo de la noche, un espectáculo mágico.
Además de unas audiovisuales envidiables dignas del Olímpic.
Chapurreos en español de Chris Martín a lo largo de la noche,
engalanado con la bandera de Cataluña, juegos pirotécnicos,
fuego, pelotas, confeti y tres escenarios diferentes
repartidos por el estadio e incluso una petición especial de
instagram, demuestra un gran trabajo no solo musical por parte
de la banda, sino un trabajo de marketing y social media
brutal.
A lo largo de su repertorio no pudieron faltar temas como “Fix
you”, “Every Teardrop is a Waterfall”, “Paradise”, “We Live in
a Beautiful World” e incluso un tributo a David Bowie con el
tema “Hero” Desde lo antiguo a lo nuevo como “Up&Up o el
mismo tema con el que comenzaban la noche y que da nombre a su
último álbum “A Head Full Of Dreams. Al piano, en acústico o
toques de electrónica y dubstep, notorios en lo más reciente,
hacían de sus temas igualmente intensos y emotivos como en
sus comienzos, pudiendo encontrar gustos para todos los
públicos.
Bromas entre los miembros de la banda denotan una fuerte
complicidad, que se manifiesta en su magnífico directo.
Coldplay consiguió enloquecer a Barcelona a un ritmo vibrante.
Una noche cargada de color y espectáculo, dejaron a un público
enérgico, una explosión de buen rollo y profesionalidad.
Esperamos que no vuelvan a pasar otros siete años, para volver
a ver a Coldplay en nuestro país.
FOTOGALERÍA: JAVIER
ALONSO Y MARINA SANZ
20/05/12. Estadio Vicente Calderón. Madrid
Fotos y crónica:
Javier Alonso Juliá y Marina Sanz
Domínguez / IndyRock
Coldplay volvía a nuestro país dentro de la gira mundial de
presentación de su quinto álbum de estudio “Mylo Xiloto”, tras
el estreno mundial en la Plaza de Toros de la Ventas el pasado
26 de octubre de 2011. Recién llegados de su gira americana y
después de pasar por Oporto, le tocaba el turno a Madrid en
una actuación única en nuestro país.
Las inmediaciones del estadio se encontraban llenas de fans,
horas antes del inicio del concierto. El cielo de Madrid se
fue ennegreciendo y sobre las siete de la tarde, comenzó a
caer una gran tormenta. El público que había accedido al
recinto antes de la lluvia, tuvo que abandonar sus paraguas a
la entrada ya que la organización no los permitía en el
interior por motivos de seguridad. Ciertamente intrigante,
cuando en cualquier partido de futbol no ponen problemas con
este tema, y más si se esperaban lluvias. Alguien hizo su
particular Agosto llevándose todo tipo de paraguas y otros
vendiendo capas de agua.
La tormenta no paró casi hasta las 20:30 y en twitter la gente
especulaba sobre la posibilidad de la cancelación del evento.
Pero no fue así, poco a poco se fue despejando el cielo
mientras la gente hacía colas interminables en las entradas,
más concretamente en las de acceso a la pista. El caos que se
vivió durante más de una hora para poder acceder, fue el punto
negativo de la noche. Aunque no el único, ya que por lo que
parece se vendieron alrededor de 3.000 entradas duplicadas y
la gente se encontraba con su asiento ocupado por otra persona
con el mismo número de entrada. Pero no acaba ahí, ya que la
el sistema de compra de bebidas y comida a través de fichas,
no gustó mucho al público.
Dejando a un lado los problemas con la organización, lo que
realmente era importante era disfrutar del concierto de
Coldplay, que tras los teloneros Marina & The Diamonds,
todo parecía estar en su sitio.
El escenario era espectacular. Cuatro pantallas circulares
situadas en el fondo y una pasarela que se adentraba en el
público, presagiaban una noche especial. En la entrada se
repartieron unas pulseras de distintos colores, que
posteriormente serían parte del espectáculo, como se indicaba
en las pantallas.
Con algo de retraso sobre el horario oficial, las luces se
apagaron y el público estalló en gritos, vítores y aplausos.
El tema principal de la banda sonora de “Regreso al Futuro”
fue la encargada de secundar a los componentes del grupo,
Chris Martin (voz, guitarra y piano), Jonny Buckland
(guitarra), Will Champion (batería), y Guy Berryman (bajo), en
su salido al escenario.
Los fuegos artificiales dieron el pistoletazo de salida con
“Mylo Xiloto” y “Hurts Like Heaven”. Las pulseras se activaron
y una marea de colores inundó el Calderón. Unas 55.000
personas comenzaron a saltar y bailar, alucinando ante lo que
tenían frente a sus ojos.
Chris saludó al público con un “Hooooola!!!”, antes de atacar
con la excepcional “In My Place”. Miles de partículas de
confeti inundaron el escenario y varios rayos laser llenaban
de luz y color el recinto. Tras un gran salto de Chris, el
público no paró de corear uno de los temas estrella de la
banda londinense.
"Major Minus" tiñó de rojo el ambiente. Quizá un tema muy de
estadio, riffs continuos y un estribillo pegadizo.
La épica de su disco anterior "Viva la Vida or Death and All
His Friends", se adueñó del público cuando sonaron los
primeros acordes de "Lovers in Japan", con Chris sentado en su
piano. Lanzaron globos gigantes y el público se lo pasó en
grande haciendolos volar por todo el recinto.
Llegó entonces el momento de recordar dos grandes temas, como
"The Scientist" y "Yellow", quizá dos de los mejores temas de
Coldplay que les hicieron despegar dentro del panorama
internacional. Los treintañeros fueron los que más disfrutaron
de estos temas y los que más los cantaron al completo. Puede
que la banda haya conseguido un éxito vertiginoso en los
últimos años, pero los mejores temas del grupo están en sus
primeros discos.
Continuaron con "Violet Hill" y la genial "God Put a Smile
Upon Your Face", en la que hicieron un comienzo distinto al
del disco. El público estaba ya enloquecido, cantando, dando
palmas y saltando. Chris y Jonny se acercaron por la pasarela
tocando sin parar y finalmente tirando sus instrumentos al
aire.
Se desplazaron al segundo escenario, situado en la pasarela y
le tocó el turno en primer lugar a otro de los temas de su
nuevo álbum, "Princess of China". Pudo perder fuerza sin tener
en carne y hueso a Rihanna, pero las pantallas lograron
suplirla de manera excepcional.
Siguieron con "Up in Flames" y "Warning Sign", con las que el
público se relajo durante unos minutos, para llevarnos de
nuevo a la locura colectiva.
Chris hizo que todo el mundo coreara "Oeoeoeoe" para dar
comienzo a otros de los temas del nuevo álbum, “Don’t let it
break your heart”. Se giró y salió corriendo por todo el
escenario, mientras las primeras notas del tema llenaban de
música, luz y color un estadio rendido a los pies de un grupo
que se ha hecho con uno de los puestos más altos dentro del
pop rock mundial.
"Viva la Vida" puso el Calderón del revés. Impresionante ver
como todo el público coreaba, uno de los temas más contagiosos
de la discografía de Coldplay. El ritmo se te mete en el
cuerpo y no puedes dejar de moverte. El tema acabó con el
público coreándolo a capela y Crish tirado en el suelo dando
las gracias.
Las pulseras se pusieron de nuevo en funcionamiento y
comenzaron a escucharse los primeros compases de "Charlie
Brown", el público no paró de botar. Continuaron con
"Paradise", muy preparada para recintos como en el que nos
encontrábamos.
Las luces se apagaron y durante unos instantes el público
quedó en silencio, expectante ante lo que pudiera pasar. De
repente apareció Chris en un pequeño escenario situado en la
zona sur de la pista. El público corrió alrededor de este. De
uno en uno, fueron llegando el resto de los componentes, para
interpretar en tono intimista dos temas. El primero de ellos
fue "Us Against the World" y el segundo una versión acústica
de "Speed Of Sound". Todo un detalle de la banda, que ya nos
tiene acostumbrados a este tipo de regalos.
Volvieron corriendo al escenario principal. Y llegó el momento
para uno de los himnos de la banda "Clocks", que emocionó a
más de uno. Pero si no era suficiente con este continuaron con
"Fix You". Si el comienzo fue casi de iglesia gospel, con todo
el público coreando y el sonido del teclado al más estilo
órgano de iglesia, la segunda parte fue electrizante y llena
de emoción, mientras de nuevo se lanzaban fuegos artificiales
al cielo de Madrid.
El final estaba cerca y la fiesta terminó a lo grande. Las
pulseras se iluminaron y mientras sonaba de fondo "M.M.I.X",
Chris dirigía al público al son de "Uooooo, Uooooo", para
arrancar a los pocos segundos con el single de su último
álbum, "Every Teardrop is a Waterfall". Los fuegos
artificiales pusieron la guinda a un concierto emocionante y
que muy pocos olvidarán por la grandiosidad del evento.
Poco a poco Coldplay va alcanzando a U2 en su puesta en
escena, aunque la banda irlandesa tiene muchísimo camino
recorrido. Puede que sean el relevo generacional para los
próximos años.
Coldplay
triunfan en Las Ventas bajo la lluvia y ante 17.000 personas
Presentación mundial del disco
'Mylo Xyloto'
Madrid- 27 de octubre 2011.-
Europa Press - Ideal
Fotos: Victor Lerena (Efe) y Paul White (AP) IDEAL
Y al final llovió. Poco, pero llovió. No lo suficiente como
para empañar la propuesta colorista y grafitera de unos
Coldplay globales, pero el cielo se abrió. Desde Madrid hasta
el resto del mundo en directo vía Youtube, por obra y gracia
de Anton Corbijn para los que no estuvieran en el coso
madrileño. En total fue poco más de hora y media en la que
Chris Martin y los suyos presentaron su quinto álbum de
estudio, 'Mylo Xyloto', y reclamaron su liderazgo con un
infalible y eufórico pop de estadio del siglo XXI.
Amados y odiados a partes iguales, es en directo donde las
canciones de Coldplay crecen musculosas y hacen sentir que los
problemas puntuales son insignificantes. Porque durante los
noventa minutos que dura un concierto miles de personas entran
en las urgencias de los hospitales sin saber qué será de
ellos, miles de parejas rompen, miles de empleos se pierden y
miles de personas mueren.
Al mismo tiempo, durante esas mismas dos horas también miles
de bebés nacen, miles de parejas se abrazan y miles de
personas celebran sus cumpleaños con Fantas, gusanitos rojos y
canciones. Y ahí es exactamente, en la luminosidad y la
esperanza, donde la épica de Coldplay entra a todo trapo para
encarar la vida juntos, emocionados y coreando con los brazos
en alto. Viva la Vida.
Comenzó la noche con el ubicuo Mario Vaquerizo dando la
bienvenida al personal cual Lina Morgan melenuda embutida en
cuero, dando paso a un interminable video de los cuatro
Coldplay charlando con Anton Corbijn. Una vez superados ambos
trámites, 'Hurts Like Heaven', 'Yellow', 'In My Place', 'Major
Minus', 'Lost' y 'The Scientist'.
Para entonces el público, luciendo chubasquero o paraguas en
mano, andaba ya entregado a la causa coreando cualquier cosa,
alzando sus brazos, sonriendo, abrazándose, brindando. Una
'spider cam' sobrevuela las cabezas de las primeras filas
mientras Chris pregunta si "hay alguien ahí" y se disculpa por
su "fucking terrible spanish". Muchos clichés rockeros,
efectivos todos ellos.
Con un sonido notable, suenan también 'Violet Hill', 'God Put
a Smile Upon Your Face' y 'Paradise' (con su aura a Roxette y
sus coros en plan David Bisbal). Es entonces turno para un
breve set acústico en el centro de la arena, pero sin solución
de continuidad vuelve la maquinaria a plomo con 'Charlie
Brown', 'Politik' y 'Viva la Vida', tema mega épico que pone
Las Ventas del revés gracias al empuje de un público que
siempre está dispuesto a dar un poquito más.
En la pausa para los bises siempre hay tiempo para debatir
sobre U2 y las posibilidades reales que tienen estos cuatro
chicos de ocupar su lugar. No será por ahora, pues Bono y
compañía no están tan despistados, pero el 'run run' es cierto
que cada vez es más potente. Al final es el típico secreto a
voces, pero también es verdad que el momento no termina de
llegar.
Lo que sí llega es un tramo final infalible con 'Clocks' y
'Fix You'. La gente de detrás del escenario sigue bailando
más, mucho más, que el resto de la grada. Chris Martin pinta
'Madrid' con un corazón en el punto de la letra i.
Perfectamente calculado, es entonces cuando suena 'Every
Teardrop is a Waterfall' y se acaban las polémicas sobre el
'Ritmo de la Noche'. Los 17.000 asistentes mueven las caderas
sin prejuicios ni reproches.
Y siguen moviéndolas mientras Chris Martin, Will Champion,
Jonny Buckland y Guy Berryman se marchan para no volver. Un
concierto efectivo y bombástico. Corto también. Le faltaron al
menos dos canciones para ser tan redondo como el ruedo de Las
Ventas. Pero el público, voluntarioso, eufórico y emocionado,
no tuvo mayor problema y volvió a poner su parte. Los coros
épicos de 'Viva la Vida' aún resuenan por los pasillos del
coso madrileño.
"Estamos contando los días para compartir esta
experiencia y canciones de nuestro nuevo álbum con todos
los fans" (Chris Martin)
Colplay en el Bilbao BBK 2011
Coldplay para todos
por Francesca Nuvola - IndyRock
Fotos EFE / Ideal
04 de septiembre de 2009. Estadio Olímpico de
Barcelona, lugar elegido para grabar el DVD de la gira. Ni
un alfiler cabía allí, donde el cuarteto inglés, Coldplay,
hizo toda una demostración de lo que es complacer y no
defraudar a los más de 63 mil fans que rebosaron el recinto
durante las dos horas que duró el concierto.
Poco tardaron en hacerse con el público. Empezaron
con los acordes de Violet hill, Clocks, In my place y
Yellow, con esta última, la banda jugó con sus
seguidores tirando inmensos globos amarillos que fueron
recorriendo el estadio durante toda la canción.
Marcó la segunda parte del concierto el tema que hizo vibrar
especialmente a todo el público con Viva la Vida, tema que
se ha convertido en un himno para Barcelona como bien
es sabido.
Muy cercanos con los miles de fans, complacieron a todos
tocando en varias partes del recinto. Destacable el momento
en que homenajearon a Michael Jackson tocando Billy Jean con
el sonido de las guitarras acústicas y la mandolina
acompañados, siempre, con las voces de todos los que allí
estábamos.
También hubo momentos muy divertidos, como cuando la banda
hizo un guiño a Barcelona con una letra simpática
improvisada a ritmo de armónica o como cuando consiguió que
toda la masa de gente que allí había hiciera la ola en medio
de una oscuridad iluminada por las luces de nuestros móviles
que dibujaban las formas de esa ola.
Chris Martin, la voz de Coldplay ,estuvo atento en todo
momento. Tuvo el detalle de saludar en Català, de presentar
las canciones en castellano y de expresar su gratitud con
infinitos detalles como plagar de mariposas de papel el
Estadio o iluminar a todos con fuegos artificiales .
Lamentablemente el concierto se vio empañado por continuos
problemas de sonido que hicieron gritar a los asistentes ‘no
se oye!’. Pero la sublime actuación de la banda, que dio lo
mejor de sí, y la incondicionalidad del público hicieron que
esos problemas se olvidaran pronto.
Con la melodía de ‘Viva la Vida’ los fans pidieron el bis
que Coldplay otorgó gustoso y con orgullo regalando discos,
más fuegos artificiales y cantando unos de sus temas
más conocidos Lovers in Japan.
Para los altos, para los bajos, para los atletas, para los
lesionados, para los que están, para los que ya no están,
para ellos, para ellas, para los de allá, para los de acá,
para Barcelona, para TODOS. Así fue en concierto de
Coldplay.
Coldplay
+ Albert Hammond Jr.
07/09/09. Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid
Fotos y crónica Javier Alonso Juliá y Marina Sanz
Domínguez / IndyRock
La banda de Chris Martin, Coldplay, volvía a los escenarios
tras la publicación de su último álbum "Viva la Vida Or
Death and All His Friends", que se lanzó el pasado 17 de
Junio. Este nuevo trabajo producido por Brian Eno y Markus
Dravs está siendo un auténtico bombazo en todo el mundo y
así se demuestra en la venta de entradas para los conciertos
españoles, que se agotaron a los pocos días de haberse
puesto a la venta.
Con todos estos antecedentes, todo el público esperaba
ansioso la vuelta a los escenarios españoles de los
londinenses tres años después de la gira de su anterior
trabajo "X&Y", que resultó espectacular en todos los
sentidos.
Los aledaños del Palacio de los Deportes eran un hervidero
de seguidores, que formaban largas colas, a la espera de la
apertura de las puertas. Poco a poco fue entrando el público
que corrió a la pista para coger la mejor posición en las
primeras filas.
Pasadas las 20.15, Albert Hammond Jr. fue el
encargado de abrir la noche. Vestido con traje blanco y sin
sus rizos a los que nos tiene acostumbrados. Salió
acompañado de su banda para mostrarnos los temas de su nuevo
y segundo álbum "Como te llama?". En sus canciones se denota
ese cierto aire a su otra banda The Strokes. Corto pero
enérgico gustó a un público que según llegaba la hora de
Coldplay iba llenado el recinto.
Sobre las 21.30 y con todo el papel vendido, la oscuridad
desató el rugido de los fans que vieron sus sueños
realizados. Tras una cortina trasparente, los cuatro
componentes saltaron al escenario interpretando "Life In
Technicolor", tema instrumental que abre su nuevo
trabajo.
EL comienzo fue realmente brutal y continuaron con "Violet
Hill", mientras el telón se elevaba. Sobre un escenario
bastante austero se encontraban Chris Martin (voz, guitarra
y piano), Jon Buckland (guitarra), Will Champion (batería),
y Guy Berryman (bajo), con una indumentaria al más estilo de
"La libertad guiando al pueblo" de Delacroix, que han
utilizado para la portada de su nuevo álbum. Sin más
dilación continuaron con los temas que les han llevado a lo
más alto de las listas mundiales. "Clocks", "In My Place" y
"Speed Of Sound" fueron coreadas por un público que se
entregó desde el inicio de la actuación y que no paró de
apoyar al grupo. Chris Martin se metió al público en el
bolsillo con sus carreras por el escenario al más estilo U2,
e intentó en más de una ocasión hablar en castellano,
desatando las risas y aplausos de todo el recinto. Su
carácter sobre el escenario es realmente excepcional, ya que
intenta hacer partícipe a todos y cada uno de los que allí
nos encontrábamos.
Continuaron con "Cementeries of London", en el que la
guitarra Jon Buckland nos cautivó. "Chinese Sleep Chant" y
la intimista "42", dieron continuidad a una velada que
prometía. Y así fué cuando llegó el momento de uno de los
himnos de "X&Y"; "Fix You" puso la sala del revés, con
todo el público coreando y saltando al ritmo de este gran
tema.
Entonces fue cuando el grupo descendió por una de las dos
rampas que se introducían en la multitud y llegaron a una
plataforma en la que les esperaba un piano y una batería
electrónica. Interpretaron "God Put a Smile Upon Your Face"
y "Talk", pero con un estilo discotequero, para nuestro
asombro, pero que funcionó. Solo con su piano se quedó Chris
para seguir con "The Hardest Part" para deleite de un
público que sentía muy de cerca su ídolo.
El fondo del escenario fue cambiante durante la actuación,
en algunos momentos aparecía una pantalla gigante, y en
otras una lona con el cuadro de Delacroix. También unas
bolas en las que se proyectaban las imágenes de las cámaras
dieron luz y color al show. Bastante floja la puesta en
escena comparada con la de la gira de "X&Y".
Era el momento del himno, "Viva la Vida", que arrasó desde
el comienzo. Toda la banda unida frente al público, con Will
Champion aporreando un timbal. Impresionante ver a 15.000
personas coreando el estribillo mientras Chris corría por
las dos plataformas del escenario y acababa tirado en el y
todo el público coreano "Oooooh Oooooh Oooooh".
Le siguió "Lost" en la que los globos, se llenaron de color
acompasados con la música. Acabado el tema pudimos ver como
los cuatro componentes salían corriendo por una de las
puertas laterales junto al foso. De repente aparecieron
subiendo una de las escaleras, al fondo de la pista para
llegar a un pequeño escenario, inmerso en el primer
anfiteatro. El público cercano no daba crédito de lo que
allí sucedía. Un sueño hecho realidad, la banda al completo
estaba a su lado y además para interpretar "The Scientist".
Un gesto que les dio mucho más puntos a los londinenses, que
con este gesto terminaron de meterse en el bolsillo a todo
un público enfervorizado. Hasta Will Champion nos cantó un
tema con tintes folk, "Death Will Never Conquer".
Dando las gracias se despidieron bajo los vítores del
respetable. Pero no tardó el público en comenzar a corear el
estribillo de "Vive la Vida", mientras sonaba este en tono
dance, a la espera del retorno de la banda.
Volvieron con fuerza, con "Politik", con Chris al piano y el
resto de la banda haciendo de las suyas en los momentos más
enérgicos del tema. "Lovers In Japan" fue el siguiente tema
elegido. En la pantalla se proyectaban imágenes de Japón,
mientras del techo comenzaron a caer mariposas de confeti
que inundaron de color todo el recinto. Deslumbrante recta
final, en la que Chris Martin daba las gracias de rodillas
asegurando que los españoles éramos su mejor público.
Se desplegó la lona con la inscripción "VIVA" y nos
regalaron el tema "Death and All His Friends", con el se
despidieron aplaudiendo al publico. Unidos daban las gracias
una y otra vez, mientras desaparecían tras el escenario.
No podía acabar la noche así y el público esperaba
más. Un "oe oe oe." hizo salir de nuevo al grupo para
interpretar el tema con el que comenzaron su andadura en el
mundo de la música y que les ha llevado hasta lo más alto.
"Yellow" de "Parachutes" fue un final perfecto para una
noche inolvidable para algunos, aunque otros echáramos de
menos más temas de sus anteriores trabajos.
Está claro que Coldplay sabe como llegar al público álbum
tras álbum, pero en los directos es donde podemos ver toda
la fuerza que desprenden. Posiblemente no haya sido uno de
los mejores en estos últimos años, pero está visto que
siempre nos sorprenden. El sonido fue casi impecable durante
toda la actuación, al igual que la banda, que se dejó la
piel sobre el escenario.
Coldplay, en su momento. "Soy
una persona terrible" (Martin)
Por Francesca Tur / IndyRock - rueda de prensa en
Barcelona
Concierto en Barcelona - crónica
Fotos EFE - APF / Ideal
Barcelona 17 junio 2008
Coldplay, en su momento.
"Soy una persona terrible" (Martin)
Por Francesca Tur / IndyRock
(rueda de prensa. Hotel Juan Carlos I. Martes 17 a las
18.00h)
Coldplay presentó disco mundialmente y lo hizo
en Barcelona. Decidieron atacar cada uno de los "grandes
continentes" escogiendo aquellas ciudades que les gustan,
les pierden y donde quieren volver constantemente. Horas
antes del concierto gratuito que tenían programado por la
noche en el Espacio Movistar y que coincide con el
lanzamiento de su último disco, "Viva la vida or Death and
all his friends" (ya es número uno en ventas en Gran
Bretaña y su cd es de los más pedidos por Itunes)
reúnieron a prensa internacional y cantidad de de
fotógrafos en una sala del hotel Juan Carlos I.
Aparecieron uno tras de otro, elegantes, sonrientes y
escoltados por grandes guardaespaldas. Después de una intro
previa, brusca y directa por parte de Emi ("no fotos hasta
que se coloquen y si se pregunta sobre su vida privada, la
rueda se dará por acabada, ya que han venido a hablar de sus
disco") posaron contentos, mirando a las cámaras sonriendo,
saludando y agradeciendo. Lucieron ropa customizada por
ellos mismos, pues en este disco, quieren que de cabo a
rabo, todo sea artesanal (más adelante Chris dirá que su
camiseta con una gran linea roja, no emula la bandera
francesa, tal como le preguntan, sino la británica, pero
"que no sería ningún problema").
La rueda de prensa, aunque correcta, rápidamente perdió el
formalismo acercándose más a una charla con cuatro amigos
que a la vez que nos explicaban entresijos detrás de su
nuevo album se divertían (Guy Berryman, el bajo, hará fotos
con sus dos cámaras reflex sin parar, buscando detalles de
los periodistas, perfiles de Martin y hasta encuadres de la
sala vacía).
Hablaron, un poco cada uno, complementándose y dando sus
visiones personales, creando un todo que nos demuestran que
son una banda con los pies en el suelo y que pueden bromear
porque saben que vienen a hablar de algo que pegará
fuerte.
Cuentan que decidieron grabar en Barcelona parte del disco
primero para agradecer al público la siempre buena
acogida y segundo por la acústica de los edificios e
iglesias "que tienen un eco especial y que queda reflejado
en todo el disco". Dicen que fue complicado encarar un nuevo
cd después de la buena acogida de los anteriores, del éxito
de su última gira y la expectación creada. Aún así han
trabajado con dos grandes Brian Eno (a quien le gusta idear,
bocetear y abrir conceptos) y a Markus Drav (quien
complementó por sus ganas de cerrar y buscar coherencia)
consiguiendo un ambiente de trabajo idóneo para componer
donde llegaron a intercambiar instrumentos, jugar y buscar
buenos conceptos. "Trabajar con estos dos grandes fue...",
como bien dijo Martin, "... tener juntas a dos grandes
potencias como EEUU y URSS". Del primero dijo Martin,
de nuevo en su tónica de risas, "lo fichamos simplemente por
su atractivo sexual" a lo que Buckland, añadió, "ha sido
como el profesor que nos ha encaminado". Cayeron preguntas
de esas donde Martin abrió sus ojos azules y respondió
vacilante, como cuando nos dijo "Que soy una persona
terrible" respondiendo a la pregunta de un periodista si si
se pude compaginar su éxito discográfico y sus constantes
colaboraciones con labores humanitarias.
Hablaron del tema "42" muy importante en el resultado final
del disco, "nació para llenar un espacio que nos quedaba y
fue parte de nuestro continuo esfuerzo por aglutinar 5
canciones en 1" explicaron entre Martin y Buckland y del
último disco explicaron que cada uno de sus cuatro cds ha
sido diferente, como los hijos, pero que este aporta un paso
más y que ahora son "más sexys y más guapos" (y eso es
verdad). Los cuatro británicos desaparecieron después
de 25 minutos, agradeciendo y demostrando nuevamente que
empiezan con buen pie, llenos de ganas, con bromas y
sabiendo de que hablan y hacia donde quieren llegar. Su
concierto, relatan todos los medios (no pudimos acudir por
des-acreditación a última hora por cuestiones de aforo) dejó
el pabellón bien alto, demostrando que no van a dejar de
sonar. Yo apuesto por ello ya que rebosaron entusiasmo,
confianza en ellos mismos y ganas de comerse lo que les vena
por delante.
22/Nov/2005 -
Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid
por
Roberto Martinez - IndyRock
Fotos Efe /Ideal
Noche mágica y de ensueño esperada desde hace meses por los
miles de seguidores de la banda británica. Todo lo que vas a
leer y lo que te cuenten será poco. Si no estuviste presente
ten en cuenta que has perdido la mejor posibilidad de ver al
grupo mas en forma y honesto de la actualidad musical.
Goldfrapp
Arrancaron con "Crystalline Green" con un sonido impecable,
una puesta en escena digna de una diva como Allison Goldfrapp
y casi sin darnos cuenta justo cuando empezábamos a entrar en
calor se fue la luz del escenario y los técnicos empezaron a
desmontar la parafernalia de focos e instrumentos y a preparar
el gran show.
A las 21:30 exactas se apagaban las luces del Palacio y la
gran pantalla del fondo del escenario se iluminaba con números
y los componentes saltan al "ruedo". Los acordes de "Square
One" suenan y Martin de un salto aparece en primera plana.
Hablando del resto de los componentes que lucen prendas negras
la sobriedad de sus gestos radica el buen gusto. En el papel
de meros músicos, de grandes músicos está su belleza. Ni un
mal acorde sonó en todo el concierto. Defendían sus
composiciones con puro sentimiento de alguien que defiende lo
bello y simple. Miradas cómplices y risas entre ellos mientras
Martín da motivos mas que suficientes para que no le quites
ojo porque no deja de moverse de lado a lado del escenario
haciendo las delicias de todos los que estábamos cerca. Chris
Martín acapara el 99% de las miradas, es el "frontman" mas
espectacular que he podido ver jamás. Si a eso le añades su
esfuerzo de hablar y hablar entre canción y canción en español
tienes que rendirte ante el.
El sonido y la acústica del nuevo pabellón acompañan y desde
un principio se vio que Coldplay salían decididos a comerse a
la audiencia presente. Con "Politik", su segunda canción, nos
llevan remontan a su segundo y aclamado disco. Martín sentado
al piano golpea fuerte sus teclas y canta como si su vida
dependiera de ello. Con un final alargando los versos invita
al público a cantar con el, repitiendo fuera de todo guión lo
que realmente les apetece hacer sobre el escenario.
En "Yellow" que es una composición que te eleva al templo de
la felicidad y te hace acompañar al cantante a recitar cada
verso salieron a escena los famosos globos enormes amarillos
con serpentina dorada dentro, que saltaba cada vez que Martín
los rompía con el mástil de su guitarra. Como los buenos vinos
sus composiciones pasadas ganan enteros con el paso del
tiempo.
Los acordes de piano de "Speed Of Sound" el primer single de
"X&Y" suenan atronadores. Tan bailable como pieza techno y
que mejora sustancialmente en directo, como la mayoría de sus
temas que pasados por el filtro del directo toman matices y
sentidos diferentes a lo que podemos escuchar en casa con el
CD.
Con "God Put A Smile Upon Your Face" en la que Martin grapa al
final una parodia del "Yellow Submarine" de The Beatles no es
mas que una conciencia capaz de saber que por encima de su
reinado actual del pop siguen existiendo grupos como los de
Liverpool y que es a ese trono donde estos 4 chicos quieren
llegar de la manera mas honesta que saben hacer.
"Trouble" sigue siendo la canción con mas sentimientos
encontrados de los oyentes. Cada uno tiene una historia pero
la verdadera es la que canta al piano Chris Martin. Llena de
plenitud sonora y armonías que se graban al fuego lento de
luces que acompañan perfectamente los movimientos de la banda.
Después de la canción "X&Y" llegó una pieza que no podréis
encontrar en ninguno de sus discos..."How you see the world"
se ha editado solo en Japón como bonus track de "X&Y" y
posteriormente se ha incluido en el recopilatorio de "Help, A
Day in the life" con canciones de otros grupos como
"Radiohead". Una pieza sublime e incompresible que solo haya
sido editada para el mercado nipón. Para la entrega de esta
canción la banda cambia de posiciones y Martín se escora al
lado derecho del escenario mientras que el bajista Guy
Berryman se coloca en la parte izquierda. Berryman que ha sido
el único en no terminar su ingeniería hace los coros mientras
mueve unas maracas a mi parecer.
Con "White Shadows" la banda nos sigue presentando su nueva
obra, que gracias a las guitarras sublimes durante todo el
concierto de Jonny Buckland vuelve a ganar un sitio merecido
en el repertorio. Martín sigue haciendo de las suyas como
cantar boca abajo apostado en una de las barandillas del
escenario...espectáculo puro....
"The Scientist" otro de los hits sacados de la forma peculiar
de ver las cosas hace que se enciendan mecheros y que las
chicas queden fascinadas... como si de los propios Beatles se
trataran con aquellos gritos ensordecedores de fans histéricas
queriendo acercarse a sus ídolos. Con la base de piano y la
guitarra acústica logran un sentimiento de intimidad
pareciendo que tocan solo para ti.
Pudimos ver la faceta mas acústica de la banda con "Till
Kingdom Come" y "Green Eye" donde se echó de menos la bella
"Don´t Panic". Los cuatro miembros se sitúan en la parte
central delantera del escenario y defienden las canciones.
Will Champion toca un órgano, Jonny le sigue con una acústica
y Guy espera sentado hasta que llega la parte donde toca la
armónica que después cambiaría por una guitarra acústica
mientras Martín solo debe preocuparse de cantar y bromear con
"Till Kingdom Come" que titulada en español por el propio
Martin como "Quien quiere tocar mis huevos".
"Clocks" hace recuperar la vena rockera de sus composiciones.
Aclamada y aplaudida de nuevo hace cantar al unísono al
auditorio. Dejando en evidencia a grandes bandas de la
actualidad que buscan en retorcidas composiciones el éxito que
obtienen los cuatro universitarios, porque recordemos que Will
Champion el batería de la banda es antropólogo. Nada que ver
con la fuerza y destreza que aplica sobre su batería donde los
matices de cada tambor enriquecen aún mas las canciones
mientras hace los coros en casi todos los temas.
Es asombroso la conexión que logran con el público que con la
puesta en escena y la facilidad con la que Martín se
desenvuelve y hace reír a la gente hace que incluso en la
canción "Talk" coja un teléfono móvil de las primeras filas y
se lo pegue al micro para cantar a la persona que está al otro
lado la canción en primicia.... cuantas personas hubieran
deseado lo mismo...
Merito tiene también el reportaje visual que se podía ver en
una pantalla situada detrás de la banda, intercalando imágenes
del directo con otras como por ejemplo en la canción
"Swallowed In the Sea" donde se podía ver unas pizarras del
estudio donde la banda grabó "X&Y" con los títulos de las
canciones, letras rectificadas, el orden de las canciones...
una pericia visual que engrandecía si aún puede ser el
espectáculo.
El concierto se terminaría a las 23:00 en punto, hora y media
de canciones vitalistas y llenas de sensaciones en la que la
banda apenas paraba entre canción y canción. Personalmente
eché de menos temas como "What If" , "A Message" o la ya
nombrada "Don´t Panic". Tal vez ese puede ser el único "pero"
del concierto.
Para terminar Coldplay apostó fuerte y entre la educación de
su cabeza visible que preguntaba cada dos por tres "Todo está
bien?" en español y como no las merecidas "Gracias!" a un
público entregado empezó a sonar "In my place" donde se
conjugan el ritmo que imprime a su batería Will Champion y la
guitarra con clase de Jonny. Para terminar con un Chris Martín
que baja del escenario rodeado de hombres de seguridad y
corriendo se planta en una de las escaleras del palacio de
deportes, rodeado de la gente que quiere tocarle. Es allí
donde terminará la canción. Volviendo a toda prisa de nuevo
camino del escenario para hacerse fotos con sus compañeros con
cámaras de usar y tirar que regalan al público empiezan a
sonar los acordes de "Fix You" que sería su última canción. El
segundo single de "X&Y" suena como una nana melancólica
cantada con la sinceridad de un padre joven que ve como un
público fascinado canta con el.
Al terminar como buenos amigos se juntan en el centro del
escenario y abrazados entre ellos agradecen al público su
entrega durante los 90 minutos de su actuación. Nos dejaron
con ganas de mas y esperamos verles de nuevo por nuestras
tierras. Otra notable hay que dárselo a la organización que
sabe preparar muy bien estos grandes eventos y demuestra que
las cosas bien hechas bien acaban.
Concierto en Madrid-10-04-2003
Fotos:
Luis Cobelo - IndyRock
ALQUIMISTAS DEL HIT
por Iñaki LÓPEZ DE EGUÍLAZ - IndyRock
Estilo: Pop-rock
Ultimo disco: "A Rush Of Blood To The Head" 02
Sala: Palacio de Vistalegre (MADRID) 10.04.2003
PROMOTORA: Iguapop
No es de extrañar a estas alturas que la banda Chris Martin
lograra reunir en el Palacio de Vistalegre a casi 10.000
personas. Coldplay ya es un grupo al que las salas de
antaño, por muy grandes que sean, se les quedan pequeñas, y
el salto es cuantitaivo, créanme. Vayan a ustedes a saber
cuál es la clave de su éxito (tal vez una perfecta
concepción del single como fenómeno de masas atemporal),
pero aquel "Parachutes" de hace tres años voló por los aires
del mainstream con tan sólo dos pares de temas reseñables
catapultando una trayectoria meteórica como pocas y que ha
continuado con un segundo álbum que venían a poner en
directo en Madrid por segunda vez en menos de un año. El
caso es que con el fervor que parecen haberse granjeado en
tan poco tiempo Coldplay hacían de un escenario circular un
íntimo velatorio sobre el que rendir culto y pleitesía a
grandes himnos generacionales como "In my place" o
"Trouble", que puestos a valorar son lo mejor que han hecho
hasta el momento.
La fórmula de Chris Martin puede resumirse en el ya célebre
soniquete de piano con el que logra dar forma a bonitas
melodías que en otros temas se convierten en riffs de
enérgica eficacia, fórmula repetida en "A Rush Of Blood To
The Head" sin ninguna novedad y con peligrosas sensaciones
de aburrimiento en las partes del disco que no se escuchan
en la radio. Porque no nos engañemos, Coldplay es un grupo
de single que trata de vencer las críticas de grupo
sobrevalorado que les amenazan desde que "Yellow" y "Clocks"
no tuvieran un convincente sucesor que se precie en la
carrera del hit.
Pero allí estaba esa marea de enfervorizados fans para hacer
oídos sordos de críticas como las del arriba firmante,
dejándose llevar por "God put a smile upon your face" o "The
scientist" (gran tema, por cierto), y ni qué decir tiene
sobre el single "A rush of blood to the head", que se lo
sabían a pies juntillas. Así hasta dos calculados temas como
"Yellow" (realmente bueno) o "In my place" para cerrar un
concierto que con "Clocks" y "Trouble" se extendieron hasta
dos bises que dejaron más que satisfechos a los asistentes.
Buena la actitud del señor Martin que chapurreando unas
palabras en castellano se ganaba al público a cada frase y
con una coreografía tan peculiar (guitarra estrellada contra
el suelo y todo) que hace lógico el chorro de simpatía que
genera.
Pavelló Olimpic
Badalona 11 de Abril 2003Produce Iguapop
Fotos:
MarceRock - IndyRock
Talento y sentimiento.
Por Juande González - IndyRock
Pavelló Olimpic Badalona
11 de Abril 2003
La mezcla de Jesus and Mary Chain en cuanto a guitarras,
suavidad vocal a lo Jeff Buckley y el buen gusto de unos
acordes de piano, dan lugar a una fórmula musical poco
habitual en los escenarios actuales, y esto es lo que hace
Coldplay.
Chris Martín (voz, guitarra y piano) solo tardó tres canciones
en "calentar" su delicada voz para adecuarla a temas que
sonaron de forma suaves y afilados. Cuando no se
retorcía de manera espasmódica sentado al piano, saltaba con
su guitarra o simplemente disfrutaba del "éxtasis" musical al
que se llegó durante momentos tan especiales como la
interpretación de Everything´s not lost, durante la que
público y grupo llegaron a conectar. Para que todo
saliera redondo necesitaba la ayuda de sus compañeros del
University College de Londres: John Buckman a la guitarra, Guy
Berryman al bajo y Will Champion en la batería. Quizá esta sea
la razón de la perfecta compenetración entre los integrantes
de Coldplay, donde ahora mismo todos son imprescindibles.
En cuanto al repertorio, hay que destacar la interpretación de
la ya nombrada Everything´s not lost, o Politik, The
Scientist, para acabar con un magistral bis -Yellow, Trouble,
Clocks así como In my place- acompañado por escenas de
luminotecnia. Pero antes de marcharse del escenario, Martin,
sentado al piano, quiso invitar a los asistentes a participar,
por su entrega durante la hora y media de concierto, a un
Happy birthday, para homenajear a John Buckman el día de sus
cumpleaños.
Coldplay ha aprobado con nota en grandes recintos, y su paso
por Badalona dejó una sensación bastante agradable a todos los
presentes que abarrotaron el pabellón. Todavía nos queda por
saber si son capaces de ser más intimistas y cercanos en
pequeñas salas, pero eso es otra historia.
06-11-02 Paris, Le
Zenith
+ Idlewild
Fotos
Laurence Boisnard - IndyRock
Coldplay à l'Olympia, Paris, le mardi 27
août 2002.
Laurence Boisnard - IndyRock
Ce concert a été une agréable surprise. Coldplay est un bon
groupe de scène. Ils ont de bonnes chansons. Chris Martin, le
chanteur, a une superbe voix, et est très charismatique,
heureusement car les autres membres du groupe sont plus
effacés. La soirée avait plutôt mal commencée. Nous avions dû
attendre l'ouverture des portes sous une forte pluie. Il
devait y avoir la projection d'un film en première partie,
mais à cause de problèmes techniques, cela n'a pas pu se
faire. Nous avons donc dû attendre deux heures debout dans la
salle avant qu'ils entrent en scène. Ils ne pouvaient pas
commencer plus tôt à cause de la retransmission télévisée en
direct sur la chaîne française MCM. Et ils ont même commencé
en retard par rapport à l'heure prévue... Mais une fois
commencé, c'était très bien ! Coldplay ont joué quasiment tout
le premier album "Parachute" et une bonne partie du second
album "A rush of blood in the head" : Politik, In my place,
God put a smile upon your face, The scientist,
Clocks,...
Chris Martin est vraiment très charismatique sur scène. Il a
une belle voix très puissante. Sa voix fait passer le message
à l'énergie, mais il a certainemnt les capacités pour essayer
de faire passer plus d'émotion, comme Thom Yorke sait si bien
le faire. Martin bouge, saute, "danse" sur scène. Il fait
penser à un enfant hyperactif qui ne tiens pas en place cinq
secondes. Il est complètement habité par la musique. Quand il
joue du piano, il est plié au dessus du clavier, disparaissant
complètement derrière le haut de celui-ci.
Très souriant et bavard, et en français s'il-vous-plait !,
qu'apparement il maîtrise un peu, Chris Martin tenait à
remercier, traduire le titre des chansons ou les expliquer en
français. Le public, acquis d'avance, n'en pouvait qu'être
encore plus conquis. L'ambiance était bonne et les chansons de
Coldpaly donnant envie de de les reprendre, le public
chantait. Ou essayait de chanter, car le son était tellement
fort pour la grandeur de la salle que c'était difficile de se
faire entendre. Néanmoins, sous parfois la direction de Chris
Martin, il y a eu ainsi de beaux moments d'échanges entre le
groupe et son public quand celui-ci a repris en choeur
certains refrains. Comme sur la chanson, Yellow, au début de
laquelle le chanteur a dû changer de guitare, ce qui l'a fait
rater le début du premier couplet que le public avait chanté à
sa place. Ils ont joué le nouveau single "In my place" pendant
le rappel, et comme le public qui était assis au balcon ne se
levait pas, Chris Martin a entrepris de monter sur les
enceintes situées sur le côté gauche de la scène, pour être à
la hauteur du balcon. Et comme il est lui-même assez grand,
c'était une vision assez impressionante. Il est resté quelques
instants là-haut puis à sauter sur la scène de cette hauteur !
Bref, tout cela pour démontrer qu'il bouge beaucoup sur
scène.... Heureusement car les autres membres du groupe sont
plus ... discrets. Pour le tout dernier rappel, ils ont joué
deux chansons après que Chris Martin ai expliqué que le
concert officiel de Coldplay était terminé, que ceux qui
voulaient partir le pouvaient, et que donc cela serait deux
chansons qui ne sont pas de Coldplay. La première était une
reprise de Echo & the Bunnymen : "Lips like sugar, sugar
kissing". Dans les Inrockuptibles de la semaine, il y a un
article sur Coldplay, dans lequel il est dit que Chris Martin
et Ian McCullough sont devenus amis. ce n'est donc pas
étonnant qu'ils jouent une de leur chansons. Qui plus est,
c'était une excellente version.
Ah oui, et à la toute fin du concert, quand ils sortaient de
scène, Chris Martin était tellement content qu'il a embrassé
son guitariste sur la joue pour le congratuler. Et le public
aurait bien fait de même, car tout le monde était content ce
soir là à l'Olympia.
Brits Awards 2001
Best British Group: Coldplay Best British Album: Coldplay
(Parachutes)
Foto: Reuters- Ideal
COLDPLAY
Esperanzadores
Cronica Barcelona 17-11-2000
Por
Rafa Quílez
Barcelona, (EFE).- La última revelación del pop británico,
Coldplay, ofreció anoche en Barcelona su primer y único
concierto en España, al que se desplazaron melómanos de todos
los rincones del Estado, y en el que se confirmó que los
elogios vertidos hasta el momento se quedan cortos en su
caso.
Detrás de las cuarentenas con que se suelen acoger las
opiniones de la crítica musical de las islas, proclive a
elevar hasta la categoría de genial cualquier manifestación
musical en la que se atisben cara y ojos, parece que, por fin,
hay artista, canciones y talento.
La sala Apolo de Barcelona se llenó y en 75 minutos el
cuarteto más loado desde la aparición de Oasis y Radiohead
dejó un concierto para la memoria colectiva, un espectáculo
que tardará en olvidarse por su calidad, por su elección del
repertorio, por esa madurez con que llevaron por la mano el
'tempo' del recital, ora agitado, ora reflexivo, ora
cristalino.
Concibiendo el piano como el instrumento sobre el que parten,
cabalgan y se aguantan las canciones, con el apoyo de unos
arreglos imaginativos, Coldplay es una banda muy joven pero
que se comporta en directo con el aplomo de los veteranos, más
sin necesidad de utilizar los muchos trucos aprendidos a lo
largo de la vida.
Ahí es donde se cimenta su éxito, en su capacidad para sonar a
nuevos sin perder las características del pop británico, para
enlazar melodías y estribillos de pop dulce sin sonar
empalagosos, en esa manera de idear las canciones como un todo
y desarrollarlas de manera contemporánea y, a la vez,
atemporal.
Buscando el detalle en percusiones imaginativas, en tintineos
de guitarra, en coros perfectamente conjuntados, en letras
tristes para momentos intimistas, en una manera de cantar
personal pese a que recuerde a algo conocido, Coldplay
congració de nuevo con la buena música a los muchos
escépticos, a priori, ante otro nuevo grupo inglés del
mes.
Con sólo un disco, "Parachutes", Coldplay ha conseguido llegar
al corazón y tocar la fibra gracias a canciones como "Don't
panic", "Yellow", "Sparks", "Shiver", "Trouble" o
"Everything's not lost", que compaginan los crescendos con los
torrentes de melancolía, mientras el grupo está por la labor y
transmite lo que debe transmitir: sentimiento.
Difícilmente un grupo se puede llevar al agua sin emocionar, y
esa emoción empieza por sus propios componentes, que se creen
sus historias y las interpretan llegando hasta debajo de la
piel y convirtiendo en simples aficionados a los muchos que
solamente arañan la epidermis.
Hay banda, hay talento y hay canciones. Solamente las
relaciones personales o los dictados de la industria podrán
estropearlos o echarlos a perder. De momento, eso sí, ya se
puede afirmar que el reinado de Coldplay se prevé longevo.