VÍDEO
COLECCIÓN: LO MEJOR DE LA DÉCADA 2000 / 2009 * SELECCIÓN COLABORADORES DE INDYROCK
VÍDEOS:
J. E. GÓMEZ * INDYROCK
2000 - 2009
LA DÉCADA QUE INICIA UN SIGLO
EL TOP 10 DE LA DÉCADA * LO MEJOR de diez años de música y creación
Selección de IndyRock y sus colaboradores
La revista on line, IndyRock Magazine ha elegido a las bandas más punteras, influyentes y con
mejores discos y directos de la década que se inició en 2000 y ha terminado en 2009. Diez
bandas por categorías como mejor grupo, mejor disco, los más influyentes, la de mejor directo,
e incluso la que ha marcado el sonido de los primeros diez años del siglo XXI.
La elección ha sido realizada por los colaboradores de IndyRock, cronistas de la evolución
musical de diez años de historia, que además analizan su visión de la década.
ARTÍCULOS, ANÁLISIS de los colaboradores de IndyRock
¿Qué puedo objetarle a una década en la que he disfrutado de la música? He visto en directo a
algunas de mis bandas favoritas de ayer y de hoy. Esa mezcla imposible de eliminar. Las
filtraciones de una década en otra.
Independientemente de las listas, de las novedades, de las modas e imposiciones hay músicas
que se mezclan en todas las épocas (Beatles, Rollings, Elvis, Dylan...). Y mas cuando a falta
de cosas nuevas se vuelve la vista al pasado y se rebusca en el fondo para traer de nuevo
algunos de los mejores momentos del pasado
Por suerte para todos siempre hay alguien que generosamente te descubre una joya y te deja ese
precioso disco de Police, The Smith o de Jean Paul
Hacer una selección de una década es una osadía.
Tal vez podamos seleccionar algunos de esos nombres que nos han conmovido
que han removido nuestras entrañas
que han agitado nuestras mentes
y desestabilizado nuestras almas.
Algunos quizás simplemente nos han divertido (¿acaso no es una de las funciones básicas de la
música?)
otros nos han hecho bailar
y otros...
Otros
nos han arrasado el espíritu
nos han vuelto del revés
nos han convulsionado y estrujado hasta convertirnos en una masa informe.
La música, la transmitas como la transmitas (yo la prefiero en directo) es básica
Alimento imprescindible que debe ser administrado desde el primer día de gestación hasta el
último aliento.
FOTOGALERÍA: LO MEJOR DE LA DÉCADA
Selección de grupos y fotografías realizadas por el equipo de InyRock Magazine entre 2000 y
2009
La etapa más fructífera * Boom festivalero
(Texto: Javier Alonso Juliá & Marina Sanz Domínguez)
La década musical que nos abandona puede que haya sido una de las más fructíferas,
principalmente por la cantidad de grupos que han surgido y la vuelta de otros que habían
cesado su carrera en anteriores décadas.
Posiblemente el mayor avance que ha tenido la música es la consolidación de internet a nivel
mundial. Por un lado ha conseguido que muchos grupos que nunca hubieran salido a la luz,
debido al complicado entramado que envuelve a la industria discográfica, se dieran a conocer
gracias a herramientas como myspace o similares. Puede, como dicen los expertos musicales, que
las descargas por internet hayan provocado un bajón en la compra de discos, pero también esto
ha ayudado a difundir la música mucho más rápidamente y en cualquier lugar del planeta que
disponga de acceso a la red, esas canciones han llegado. Cosa que antes era impensable.
Otro de los fenómenos de esta década ha sido la proliferación de los conciertos y
principalmente la explosión de los festivales. En nuestro país ha habido un boom festivalero,
que en ciertos momentos, resultó ser excesivo, y los que se aventuraron e intentaron desbancar
a festivales consolidados desde finales de los 90, acabaron desapareciendo como era de
esperar. El FIB se ha consolidado en nuestro país como el mejor, seguido muy de cerca por el
Primavera Sound, Sonar, Bilbao BBK Live, Sonorama, Contempopranea y Summecase (ya
desaparecido). El Festimad se desmoronó en 2005 al cambiar de recinto y casi podríamos decir
que tendrá que renacer de sus cenizas, si quiere volver a estar entre los más grandes.
Grupos internacionales de otras décadas han seguido dando guerra, entre ellos Depeche Mode,
The Cure, The Who, U2, The Rolling Stones, Morrisey, Iggy Pop o New Order entre otros. Y otros
grupos que comenzaron en la década de los 90 se han mantenido en lo más alto, destacar
Radiohead, Placebo, Björk, Massive Attack, Portishead, James, Travis…
Tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos, ha habido una nueva ola de grupos indies que
han marcado varios hitos en la historio de la música. The Strokes, The White Stripes, Franz
Ferdinand, Artic Monkeys, The Libertines, Animal Collective, Arcade Fire, Interpol, Wilco, the
Killers, Kings Of Leon y una lista interminable, han llenado los recintos de conciertos a lo
largo y ancho de la geografía mundial.
El panorama nacional se ha convertido en un hervidero musical que incluso en ocasiones ha
cruzado nuestras fronteras. Destacar a The Sunday Drivers, Deluxe, Vetusta Morla, Digital 21,
Sidonie, Russian Red, L.A., La Casa Azul, Los Coronas, The Right Ons, We Are Standard, Lori
Meyers o Los Planetas. El indie nacional ha demostrado estar a la altura de grupos de talla
internacional, cantando en nuestro propio idioma o en ingles.
Esta década ha sido para la historia de la música realmente importante y ha vuelto a traernos
sonidos de otras décadas, que como siempre marcaron la vida de los que somos unos apasionados
de la música, Estos diez años que dejamos atrás nos han dejado una marca importante en nuestra
memoria musical y que será difícil de superar, aunque esperemos que las nuevas generaciones
sepan disfrutar de todo el legado musical que se les ha dejado.
La 'exterminación' del rock
Por Jesús Sánchez
Extraña década esta que se nos despide. Por extraña, ni la hemos bautizado. ¿Los cero? ¿los
dos mil, los nada?. Una decena de años que aparentemente encierran poca materia grasa, la
década sin ADN. Siempre, desde que existe la música popular, el paso de los decenios
musicalmente hablando dejaban un poso en mayor o menor medida reconocible. Rockers en los 50,
invasores británicos y hippies en los 60, duros y sinfónicos en los 70. Poperos, punks y
jevilongos coincidieron (no pacíficamente ) en los 80. Y los 90 comenzaron siendo la década
del grounge (un pie aquí y otro 20 años atrás) y terminaron dando paso a nuevas tendencias y
sonidos que dieron tono al cambio de siglo.
Para mí, la decada 2000 es la década del cambio en el negocio. De la casi completa
exterminación del rock como movimiento popular con voz de primer orden. Las décadas
anteriores, como he referido, supusieron vuelcos sociales en mayor o menor medida. Pero estos
diez años apenas nadie ha hecho mover la raspa a nadie fuera de los círculos normales de
seguidores atrincherados en la más ilusa de las vocaciones, la de fan.
Vale, han habido grandes, inmensas bandas. Pero muy poquitas, en mi opinión, pueden competir
con los abanderados de las décadas anteriores. Ha sido, por tanto, una buena década con
muchísimas bandas medianas. No es pose, no es que cualquier tiempo pasado sea mejor por
narices. Es lo que hay. Lo más disfrutable, el hecho de que tanto colosos como recién llegados
se hayan tenido que tirar a la carretera en pos de llevar su música al mayor público posible.
En esa onda, muchas formaciones históricas lo han retomado para gozo de quienes creían que no
volverían a ver a unos Who, a unos Cream o a los mismísimos Led Zeppelin sobre un
escenario.
Y de vuelta al cambio de negocio, imposible no hablar de internet, las descargas legales o no.
Otro motivo más para buscarse los cuartos de maneras alternativas. El hecho de poseer música
se ha banalizado hasta el extremo de poder llevar discografías enteras en cacharros
ridiculamente pequeños. A la espera de saber si esa "difusión" es algo bueno o malo, las
majors resisten a tal revolvimiento de tripas a base de estrategias ligadas al marketing más
agresivo.
Se va la década de los grandes festivales esponsorizados, de las pataletas de los artistas que
ven peligrar su (en numerosos casos) ya gruesa cuenta corriente. Se va una década
generacionalmente nula. Veamos quien pega la pimera patada del periodo 2010-2019. Si tienen
que volver a ser Stones, AC/DC, Springsteen y demás los que vuelvan a alegrarnos la vida,
significará que algo hemos perdido definitivamente.
Personalmente he podido disfrutar de muy buenos discos y mejores conciertos; cada vez más y
más bandas nuevas surgen en nuestro país. Y de fuera, ya sea Escandinavia, USA,
Australia...nos han llegado oleadas de buena música. Pero insisto, movimiento lo que se dice
movimiento, poco.
Empecé a escribir en el Indy casi con el comienzo de la década, y eso me ha dado la
oportunidad de disfrutar inmensamente de grandes noches con mis bandas favoritas. Poguear con
Pearl Jam en Barna, cargar los amplis de Ross The Boss en la furgo de los Dictators en Jerez,
poder pasar un día con el grandísimo Tyla en Málaga. Entrevistar a Franz Ferdinand, tomar unas
copas con Vibeke Suagestaad o con los chicos de Five Horse Johnon. Llevar a Gluecifer a
garitos rockeros, conocer a Hellacopters de la mano de Kike Turmix...y muchas más experiencias
que solamente un alzheimer agudo podrá borrar de mi memoria.
Una década a golpe de descarga
Por Diego Soto
El balance musical de la década que ha dado vida al nuevo milenio, a un nuevo siglo, no
entiende de referentes concretos. Quizá lo mismo dirían en su época publicaciones como The
Wire para resumir el paso de las influencias sonoras tras el legado de décadas. Lo cierto es
que la empresa de quedarse con sonidos que definan a la recién vivida, resulta cuanto
menos inabarcable, al tiempo que apasionante. La todopoderosa nueva tecnología, ha permitido
conocer como nunca los proyectos de infinidad de formaciones que gracias a la interconexión
ciberespacial han bebido de una exitosa herramienta que ha permitido indagar en numerosas
texturas gracias a un click de ratón llamada Internet.
La década que ya se ha esfumado a golpe de descarga, ha dado vida a un sector que parecía
reservado a lo exclusivo. Al margen de argumentos que defiendan o critiquen la situación
actual en el ámbito musical, este decenio ha permitido inundar las aceras con nuevas texturas
venidas de la exploración pormenorizada de sonidos de otras épocas. Unos lo llaman mestizaje,
o fusión, mientras que en la base de una visión multicultural, ésta ha caminado de la mano
junto a otros factores que han influido notablemente durante este periodo. Los cambios de la
política internacional, nuevas preocupaciones por el planeta, la todavía no bien sintetizada
crisis económica así como injusticias humanas de pueblos oprimidos, entre otras tantas, ha
generado un clima artístico que lejos de quedarse petrificado por tanta dinamita, ha sabido
reinventarse consiguiendo que las nuevas expresiones nacidas de lo puramente humano, tengan
una gran repercusión. Nunca antes se había escuchado tanto al hombre, ni a su letra, ni a su
música.
La composición musical en su extenso abanico de texturas y colores de este periodo, ya
iniciada a finales de los años 80 con la introducción de la electrónica, puede que haya sido
uno de los géneros modélicos de ese indivisible campo llamado Arte. A diferencia de otras
subcategorías que componen este término tan denostado por la revolución cultural de estos
tiempos, ha sabido mirar atrás, dejarse influenciar por sonidos nunca antes reproducidos y
marcar un camino con numerosas ramificaciones que se fusionan en expresiones únicas. No quiere
decir que sólo ahora la expresión artística tenga el reconocimiento y peso que se merece, pero
si con mayor cabida para nuevas tendencias.
La absorción de antiguas estéticas bajo la esencia del modernismo cultural, la preocupación
por la indagación en los infinitos campos musicales así como la adopción de fusionar
inimaginables sonidos, son síntoma inequívoco de que una de las vertientes del
pensamiento moderno dentro de este capitalismo feroz, ha mirado a dicho sistema omnipotente
bajo la amplitud de miras que permite no consentir ser carne de trueque político.
El melómano siempre retrocede al pasado, adoptando sonidos de décadas anteriores, como si todo
lo pasado fuera mejor. En esta no iba a ser distinto. Aunque quizá con la ventaja de contar
con la posibilidad de nutrirse de un siglo en el que la revolución musical permitió dar cabida
a lo mejor de la música contemporánea. Aquí es donde reside, en propio juicio, el optimismo
respecto a décadas venideras. Estos diez años han permitido hacer un parón. Los grandes
referentes ya han dejado su huella influyendo notablemente en la que ya termina. El individuo
que ama la composición musical por encima de todas las vertientes artísticas posee hoy en día
la capacidad de alimentarse con infinidad de apuestas que tienen como base lo instrumental.
Esta década nos deja nuevos géneros, eso sí, influenciados por otros ya pasados. El post-rock,
nacido bajo la óptica del krautrock de finales de los años 70, se ha impuesto como una
tendencia musical que ha sido aunada y acogida por un sinfín de formaciones. Cierto es, que la
electrónica ha sido un elemento indispensable en la combinación de nuevos argumentos sonoros y
audiovisuales en los que se apoya este tan denostado estilo. Quizá definirla generaría un
debate de hasta qué punto no es minimalismo instrumental o new age. El caso es que la
plasticidad y flexibilidad de estilos que introduce el mismo (electrónica, jazz o
experimentación), ha sido una característica muy atractiva para los nuevos músicos. Con base
en una de las cunas de las corrientes modernas de pensamiento musical, Chicago, se han ido
dotando de nuevas características como el cuidado por la letras de corte poético, así como
multitud de variaciones asentadas en la repetición de estructuras de timbre y dinámica.
Formaciones como Tortoise, Talk Talk o Slint, pusieron las bases del post-rock. Sorprende que
la continuidad de este género haya tenido que dar un salto de década. Es decir, en los años 90
con la ola grunge y stoner rock, pareció quedar en un segundo plano. Pero con la llegada del
nuevo siglo, ha cobrado más fuerza que nunca. Sería complicado elaborar una lista con las
bandas de este género o que introducen en sus composiciones postulados del mismo. Algunos de
sus referentes modernos son Goodspeed yoo!Black Emperor, Sigur Ros, Six Organs Admittance, o
los tan queridos Explosions in the Sky.
Otro de los géneros que podrían definir a esta década es el indie rock británico, con una
fuerte base en el universo del post-britpop y el rock alternativo y que tan amplias
influencias recibió principalmente a finales de los años 80. Con formaciones como R.E.M en
influencias de base, la década del 2000, se ha inundado de formaciones que no comulgaban
con la anteriormente vivida. Tanto la prensa de la Isla, así como una nueva corriente
británica harta del impersonal shoegazing nacido en la parte de Manchester (esto no quiere
decir que no hubiera formaciones que se continuasen iniciando en el sonido de este género ya
que las hubo y sin parangón como My Bloody Valantine, Slowdive o Ride), del mismo modo que de
la generación grunge americana que inundó toda la década de los años 90, iniciaron un proceso
de trasformación del estilo y defensa del sentimiento británico. Radiohead (puede que la banda
más influyente del decenio dentro de este género), así como Bush o The Divine Comedy, pusieron
las primeras piedras de un concepto muy atractivo que en la actualidad ha creado escuela. No
se debe olvidar a bandas norteamericanas como The Smashing Pumpkins (Chicago), con claras
influencias de The Cure, así como a los Sonic Youth dentro de este proceso influyente
del género. Con un estilo basado en el rock alternativo, se fusionó con la ola post-britpop y
bandas como Oasis, The Verve o Blur, y se convirtieron en referentes para infinidad de
lanzamientos grupales. Pero quizá la senda del indie rock británico ha calado más. Travis, The
Strokes (con mayor seguimiento que en su país de origen, EEUU), e incluso los tan denostados
hoy en día Coldplay, han marcado la senda del estilo en esta década. Una vuelta al post-punk
pero con el indie rock como telón de fondo, ha sido defendida por formaciones como Franz
Ferdinand o Arctic Monkeys.
No sólo en Gran Bretaña ha calado este género. Desde España hasta Latinoamérica pasando por
Australia e incluso Japón, sus influencias se han hecho palpables. En el panorama patrio,
formaciones como Los Planetas, Lagartija Nick, Australian Blonde o Sr.Chinarro, han sido
referentes del estilo durante el decenio. Otras como Standstill o Nuevenoventaicinco, han
introducido influencias del hardcore y el post-punk del mismo modo influyentes.
Por último, esta década también ha sido el escenario para una nueva corriente del metal pesado
y art-rock, con influencias del math rock, siendo la bandas norteamericanas Tool y Fatih No
More, sus abanderadas. Del mismo modo, y de nacimiento más cercano a la actualidad, han
surgido otras como Cire, Earthone 9, Mastodon o Porcupine Tree, todos ellas bajo propias
interpretaciones del rock progresivo de los años 70, iniciados por los inigualables King
Crimson, al tiempo que por otras texturas más duras venidas del metal progresivo.
Dentro de esta corriente, la década ha dejado fabulosos trabajos de formaciones como Dream
Theater o Symphony X, que lejos de disminuir el interés de sus seguidores tras discos
sucesivos a sus grandes éxitos en décadas anteriores, han sabido reinventarse aumentando el
target poblacional al que cautivar. Se podría decir que ha sido la continuación de la década
de los 90 en la que géneros como el death metal con reminiscencias de los Black Sabbath
, Metallica, Slayer o Sepultura, así como del groove metal con formaciones de referencia
como los Machine Head o Meshuggah. Una nueva visión que ha ido a parar al denominado nu metal
secundado por S.O.A.D, Ill Niño, Korn o Slipknot, entre otros, incentivando nuevas sonoridades
en las que más recientes géneros como el rapcore(Rage Against the Machine ya lo hizo a
principios de los 90) han calado en una población más juvenil, siendo sus referentes P.O.D o
Disturbed, entre otros tantos. En España, la tendencia ha sido la misma. Los inimitables
Soziedad Alkoholika, así como Koma, Boikot o Narco, han continuado siendo pieza fundamental e
influyente para venideras formaciones.
Por ende, no parece que cualquier época pasada fue mejor. En ésta, el universo sonoro no ha
brillado por su ausencia. Todo lo contrario. El abanico de posibilidades han ido en aumento- y
lo que queda- dando lugar a un sinfín de variaciones genéricas de característica sin igual en
otros decenios. Las posibilidades de la población melómana que discrepa de los gustos
impuestos por medios de comunicación y lobbys mediáticos que incentivan la escucha de lo
comercial y de lo puramente estético y hedonista, han crecido como nunca, quizá como
seña de identidad de una generación nacida en los años 80 que discrepa de la situación
establecida, por mentados grupos de poder, en su mayoría, defensores de posicionamientos muy
lejanos a las corrientes musicales underground, y sí en las postrimerías del capitalismo más
atroz.
Pero es que no sólo ha sido un ciclo en el que se haya incentivado el gusto por las distintas
corrientes, sino que se ha afianzado.
Hasta la fecha, no se había vuelto a géneros de los años 50 y 60 con el conocimiento del que
hoy se posee, con numerosas formaciones de rocksteady, reggae o jazz fusión, entre otras
muchas tendencias. Todo ello, defendido en numerosos circuitos que cada vez tienen más peso, y
de los que se nutren numerosas áreas de las distintas ciudades europeas y estadounidenses,
principalmente. En España, la tendencia también ha ido en aumento. Ciudades como
Granada, Barcelona o San Sebastián, se han situado en la pole position europea en infinidad de
vertientes compositivas. Cada vez hay más festivales de música que recogen la pura esencia de
lo que hoy genera la sociedad moderna. España, Inglaterra, Alemania o Francia, siguen siendo
referentes internacionales para cualquier músico que cabalga entre las tendencias alternativas
y los gustos más puristas. Por ello, resulta cuanto menos creíble la afirmación que defiende
la crisis del arte musical. Bien distinto será el debate, en que ámbitos se mueve el sector y
hacia que horizonte se dirige. Aquí sí cabría discutir en qué aspectos deberían cambiarse las
formas de enfoque de un arte más vivo que nunca.
Quizá las concesiones que el propio artista tiene que hacer con las todopoderosas
discográficas, así como con los censores del sistema que se empeñan en establecer única y
exclusivamente sus ideas y que no entienden que gracias a las herramientas generadas por el
progreso tecnológico la población tiene acceso al Arte sin limitaciones, son los síntomas más
nocivos de este periodo. ¿Qué mejor canal existe que aquel que incentiva de forma altruista la
libre circulación de las obras artísticas?. Nadie duda del respeto que ha de tenerse al propio
creador de la misma. Otro argumento erróneo sería lucrarse bajo productos con firma previa.
Ese sí es el pecado. De lo contrario, el negocio revertirá en lo exclusivo, y echará por la
borda todo lo conseguido gracias a herramientas realmente globales como Internet.
También es cierto, que el amante del buen sonido, no comulga con la compresión de los
caracteres de una obra musical, pues limita en gran medida el disfrute de la creación. Aquí se
entraría en la tesitura de discutir sí debería volverse a formatos como el vinilo. Algunos
dirán que entonces no se podrá acceder a la música sin tener que pagar un duro ya que este
formato, al igual que el cd, exigen que su reproducción se lleve a cabo al margen de la red.
Pero es curioso como este debate todavía no se ha llevado a un puerto intermedio. Es decir.
Las descargas musicales no están reñidas con los formatos.
Uno puede acceder a una amplia variedad de formaciones gracias a la Red y anteriormente
desconocidas, y optar por la compra de esa misma obra en un formato que ofrece mayor calidad,
¿o no?. Por ello, el problema no se asienta en la libre circulación sino en el trozo del
pastel que se lleva cada parte. Parece inexplicable que de un trabajo discográfico, la porción
más pequeña sea para su autor. Mientras, aquellos que únicamente chupan la sangre de los
compositores, se llevan la parte más grande y, además, exigen que no se les moleste. Un poco
de respeto, por favor.
En este plano, entra una de las alternativas más secundadas de esta década: la producción
independiente. Muchas formaciones, se han cansado de tener que trabajar para que su arte no se
lo lleve su público, que en gran medida sería lo correcto, sino empresas a las que ni siquiera
le importa su mensaje. Aquí se postula una característica de hacia dónde caminan las
formaciones con una personalidad propia, aquellas que conciben sus obras fuera del único
propósito de ganar algo a cambio.
En definitiva, parece que los derroteros por los que camina la música actual no entienden de
fijaciones preestablecidas por las corrientes de opinión ancladas en el sistema burocrático.
Que va. Esta década, como todas, tiene sus defectos, pero quizá más virtudes de las que se
piensa. El paso del tiempo suele ser un juez justo que pone en evidencia las críticas
injustificadas hacia aquello que se sale de los intereses de unos cuantos que no entienden que
junto a ellas, existen otras tantas e igual de válidas posturas. Sin duda, la cada vez
mayor masa poblacional que se nutre de proyectos musicales fuera de los circuitos comerciales,
tiene más peso, y en gran medida, con argumentos exquisitamente justificados. Como cualquier
expresión artística, la música debe de ser de todo aquel que se acerca a masticarla. No sólo
de unos cuantos que totalizan el posicionamiento intransigente de establecer que antes que una
simple expresión humana, es una empresa con la que llenarse los bolsillos.
Tecnología, dinamizador del cambio
Por Luis Miguel Albarracín
La década nos ha dejado mucho de todo. Probablemente, lo más llamativo y destacable haya sido
el avance de la tecnología en cuanto a cómo escuchar discos y cómo obtenerlos se refiere. Está
claro que también ha sido una década con grandes grupos, solistas, conciertos o singles, pero
por encima de todo, la industria del disco ha dado uno de sus cambios más significativos. La
llegada del mp3, del mp4, del ipod, de las descargas de canciones, bien mediante pago o
bajándolas de alguna determinada página o servidor.
Ha ocurrido más de lo mismo a la hora de querer grabar un disco. Ya no es
necesario depender de un estudio en el que pasar dos o tres días para plasmar el sonido de un
grupo. Ahora se puede grabar un disco artesanalmente desde el dormitorio de un adolescente, ya
que tiene a su alcance todo lo necesario, desde el Cubase a cualquier otro programa.
En cuanto a las salas de conciertos y el ambiente underground, en la actualidad
cuentan con una gran salud, con un entramado muy estable, en el que, en una ciudad como
Granada, y estando atento todos los meses a la agenda de actuaciones, se puede ver todo tipo
de grupos y por no mucho dinero. Tras los tiras y aflojas a los que ya nos han acostumbrado,
Plantabaja sigue en pie, aportando artistas que necesitan de espacios reducidos para seguir
creciendo, con la ventaja de situarse en el centro y así no tener que utilizar el coche. En lo
que respecta a las demás salas, su programación sigue manteniéndose y creciendo, siendo El
Tren y la Industrial Copera dos lugares adecuados para compartir con amigos buenos momentos
musicales. Pero la ciudad ha seguido creciendo con la incorporación del Coliseo de Atarfe, en
el que han actuado grandes de la música internacional como Mark Knopfler o Leonard Cohen,
además de grupos de la escena indie, como son Lori Meyers o Vetusta Morla. Además, Atarfe
cuenta con el Centro Cultural Medina Elvira, muy adecuado para artistas que no arrastran
tantos seguidores, como fue hace poco el caso de Coque Malla. Y sigue en forma el Palacio de
Deportes, que contó no hace mucho con la actuación de La Cabra Mecánica y Fito &
Fitipaldis, con un “entradas agotadas” que da a entender la magnitud del concierto. En
Armilla, en la Feria de Muestras, también se pudo saborear la actuación de Andrés Calamaro con
su banda al completo, demostrando que sigue siendo un cañón, compartiendo su corazón entre
España y Argentina. El Anfiteatro de Maracena también ha tenido un gran ir y venir de bandas,
como la actuación que compartieron, entre otros, Quique González y Miguel Ríos, Marlango,
Niños Mutantes y el maestro Jose Ignacio Lapido. Mención muy especial para el Festival del
Zaidín, que lleva en el candelero no sé cuántos años de música en directo. Por él han pasado
todo tipo de bandas y estilos, dando la oportunidad a grupos noveles y a grupos de toda la
vida, como fue el caso de Echo and the Bunymen en su última edición. Por allí han desfilado
los almerienses de Pesadilla Elecrónica, M-Clan, Ariel Rot, Hamlet, Rosendo, Los Enemigos,
Carlos Núñez, Muchachito Bombo Inferno, Los Delinqüentes o uno de los componentes de Dr.
Feelgood, entre muchos otros.
Los medios de comunicación han cambiado también mucho en esta década. En
televisión, por ejemplo, no acaba de cuajar ninguna propuesta musical coherente, sólo
prestando atención a actuaciones en playback, y cuando llega la Navidad emitiendo conciertos
que no satisfacen la sequía del resto del año. Se mantienen en la parrilla nocturna Los
conciertos de Radio 3, y poco más. Esto a lo que Televisión Española se refiere. El resto de
canales ni lo intentan, así que de la caja tonta no hay mucho más que destacar.
En radio sí existe más diversidad, siguiendo Radio 3 como la emisora que más
ayuda a conocer a nuevos grupos pertenecientes a circuitos más independientes. No hace mucho
se ha sumado a su parrilla Radio Taraská, dirigido por El Langui, el líder de La Excepción.
Hace poco tuvimos la ocasión de verlo en la ciudad de la Alhambra ofreciendo una charla muy
constructiva, y aportando con su verbo lo que ya consigue con su música: luchar y seguir hacia
el futuro pasito a pasito. Poco antes de El Langui también estuvo por estos lares Julio Ruiz,
responsable de Disco Grande, también en Radio 3, y mucho más al principio de la década tuvimos
el placer de poder compartir el Teatro Alhambra con Diego A. Manrique, director de El Ambigú.
En lo que a medios escritos se refiere, se han seguido manteniendo los medios que
ya existían, como Rockdelux o Ruta 66. Una baja importante ha sido la revista Efe Eme, ya que
aportaba mucha cultura musical de base, y ocupaba un lugar que ahora no llena ninguna revista.
Sus directores se han pasado a una revista digital y siguen con las ganas de siempre, pero se
echa en falta la edición de nuevos números en papel.
Si algún medio ha dado un salto gigantesco, ése ha sido Internet. La revista para
la que estoy escribiendo, Indyrock, se ha convertido en todo un referente para la música
independiente, ya que son muchos los colaboradores a los que les apasiona contar y escribir
sobre conciertos o discos. Si le sumamos la cantidad de actuaciones que se pueden visualizar
cuando se lee una crónica, la riqueza es enorme. Fue todo un acierto la emisión en Teleideal
del programa Evasión. Treinta minutos con lo mejores conciertos de la semana en la ciudad,
noticias o aquellos especiales que tan buenos eran. Ahí ha quedado el trabajo, y en 2010
continuará sus emisiones en la nueva cadena TG7.
Si vamos a lo más interesante de todo, es decir, hablar propiamente de música, ha
llegado el momento. A la largo de la década hemos tenido acceso a conciertos inolvidables.
Increíbles fueron The Rolling Stones en Benidorm, con Primal Scream de teloneros. También fue
una delicia la actuación de Bob Dylan en Motril, o el pedazo de concierto que se marcó Bruce
Springsteen en la plaza de toros granadina homenajeando a su héroe Seeger. A pesar del frío,
Bunbury demostró que en directo hay que tenerlo muy en cuenta; todo lo contrario le ocurrió a
Señor Chinarro en La Telonera de Armilla, que llevando debajo del brazo “El mundo según”, fue
un suplicio. Otros momentos dulces fueron la actuación de Guerrero García y Lapido en un circo
que ya no existe, al igual que la actuación de CRAG (Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán). Muy
especial también el concierto en la Copera en el que compartieron escenario unos chavalillos
llamados Lori Meyers, y unos más talluditos que se conocen como Los Planetas. El crecimiento
del grupo de Loja ha sido muy fluido, con tres paradas ya, que lo han asentado en el panorama
nacional como una de las formaciones más en alza. Y el grupo de J, con sus nuevas andanzas por
el mundo del flamenco parece que ha rejuvenecido, y siguen liderando el indie nacional. De sus
inicios no quedan grupos o no tienen apenas repercusión, y de los nuevos no hay ninguno que
haya dado el golpe en la mesa. Niños Mutantes siguen en una gran línea, pero les falta dar ese
golpe. Después de una década no puede ser que su canción más conocida sea la versión “Como yo
te amo” de Manuel Alejandro. También hubo tiempo para que nos dijeran adiós los chicos de
Ma´Baker, algo totalmente injusto porque sus dos discos poseían calidad, pero no pudieron
seguir adelante. De los grupos que llegan por detrás, se están desmarcando Elastic Band, con
un directo brutal, y una mandolina que no deja indiferente a nadie. Máscara y Napoleón Solo
están intentando emergir. Como contrapunto, muy consolidadas son las carreras de Jose Ignacio
Lapido y Lagartija Nick, cuando Antonio Arias, nuestro galáctico más universal y más cercano a
las estrellas, acaba de sacar disco en solitario. Un grupo y un disco que tuvo una gran
repercusión fue Grupo de Expertos Solynieve. Los elegidos de la música granadina se juntaron y
ahí siguen, haciendo ver que el sur también existe, y que la creatividad no se acaba.
En el panorama nacional, llegó una separación dolorosa, la de Los Enemigos, tras
muchos años de vino y más vino. Pero sirvió para que Josele Santiago nos regalara un
grandísimo disco, “Las golondrinas etcétera”, su primer larga duración en solitario, con
canciones para irse a la playa y saltarse todas las reglas posibles. Una auténtica delicia. En
Plantabaja, junto a su colega Novoa, demostró que sigue muy vivo. Otro que se ha ido creando
una legión de fans poco a poco, ha sido Nacho Vegas. Cada disco ha sido un pasito más, y ha
ido pasando de unas salas más reducidas a otras más grandes. Verlo en la Sugar fue todo un
regalo. Igual les ha ido pasando a The Sunday Drivers, que empezando por el Planta, llegaron a
El Tren, para venir no hace mucho a la Copera.
Christina Rosenvinge también se ha labrado una carrera muy seria, y otros han
cambiado de piel hasta llegar a discos como el primero firmado con el nombre de Francisco
Nixon, o lo que es lo mismo, el cantante de Australian Blonde, Fran Fernández. El último
Proyecto Demo de Radio 3 lo ganó el grupo valenciano Ratolines, con una música diferente,
fronteriza, impregnada de sonidos de bandas sonoras, que están a la espera de grabar en breve,
y habrá que tenerlos en cuenta para un futuro a corto plazo.
Es cierto que hoy en día no se venden demasiados discos, pero las salas están
llenas, así que no hay mal que por bien no venga. La cantidad de grupos que se escuchan es
como un torrente, y con My Space se tiene acceso a todo lo habido y por haber. Y con páginas
como You Tube, los vídeoclips y otros vídeos e imágenes relacionados con grupos y solistas es
una auténtica barbaridad.
En cuanto a la escena internacional, a lo largo de la década se han mantenido los
grandes monstruos, como es el caso de Bob Dylan, Bruce Springsteen o Neil Young. Incluso nos
visitó Eric Burdon, manteniendo una voz sobresaliente a pesar su edad. Pero ha habido más.
Wilco ha seguido creciendo y creciendo, y su “A ghost is born” ha sido de lo mejor de estos
diez años, al igual que el segundo disco de The Libertines, el “White Blood Cells” de The
White Stripes, “Abattoir Blues” y “The Lyre Of Orpheus” de Nick Cave, “Letting go” del gran
Bonnie “Prince” Billy o la frescura con la que llegaron los músicos de Franz Ferdinand con el
disco que lleva el mismo nombre. La pena del concierto de Wilco fue que coincidió con la final
de la Champions que ganó el Barça contra el Manchester, por lo que el público que asistió no
fue demasiado. Las cosas que tienen los horarios. Porque incluso en Granada, que no es una
ciudad muy grande, han podido coincidir el mismo día y a la misma hora tres actuaciones. Ahí
es cuando toca elegir un lugar u otro, toda una pena. El concierto que no tuvo rival fue el de
Cohen. El artista de setenta y cinco años se marcó tres horas místicas que bien valieron lo
que hiciera falta. Después de tantos años escuchando sus canciones en cedés (ahora ya no se
sabe ni en qué se escuchan), parecía un espejismo verlo sobre unas tablas tan cerca de casa.
También tuvimos la suerte de ver al señor Roger Waters con su espectáculo que recordaba a los
grandes Pink Floyd.
Se supone que la década que nos viene no será tan convulsa y llena de cambios
como ésta, aunque quién lo sabe. El tema de internet todavía deparará muchas sorpresas, y
seguramente tendremos que frotarnos los ojos para creer lo increíble. ¿Mejor ahora o peor
ahora? Diferente. Hay posturas a favor y en contra de las descargas. Unos músicos están a
favor y otros en contra. A unos les beneficia y a otros les perjudica. Sí es verdad que ahora
se tienen al alcance de la mano los discos que en la vida habríamos imaginado, pero también es
verdad que esto ha hecho que no se escuchen como antes, como cuando se tenían unas pocas
cintas y se machacaban hasta que se estropeaban. Pero también hubo un cambio muy fuerte cuando
se pasó del vinilo al cedé, y la música ha sobrevivido. Incluso en la actualidad, se puede ver
a muchos melómanos volviendo a comprar vinilos de The Beatles o Dylan. Está claro que el cedé
ha perdido todo su valor, porque cualquier usuario cuenta con una impresora y una grabadora. Y
escuchar un disco como concepto también se está perdiendo, las canciones sueltas le están
ganando la partida al álbum. ¿Mejor? ¿Peor? Diferente.
Vuelta al pasado
Juan Pablo García (Juanpi)
Si por algo ha destacado ésta década que termina es por la vuelta al pasado, prácticamente no
se ha innovado casi nada y se ha vuelto al sonido de los 70’s y 80’s, lo que no quita que
hallan surgido bandas de gran calidad como por ejemplo The Answer, Wolfmother, Airbourne, y
otras bandas de garage y hard-rock. Donde sí que ha habido un boom ha sido en el plano del
progresivo, surgiendo bandas alrededor del orbe, como Pure Reson Revolution o Riverside, entre
otras, y la consagración de otras como Porcupine Tree, Opeth, Katatonia (estas dos por un giro
en su sonido), y algunas bandas que empezaron como bandas de versiones de otras, véase el caso
de los alemanes Rpwl.
Dentro de nuestras fronteras, en el plano del metal, se ha vuelto al heavy más ochentero con
formaciones como Centinela o Nocturnia, por poner algún ejemplo, y también a otro género
surgido en los ochenta cómo es el Thrash-metal, surgiendo una banda que ha sido toda una
revelación como es Angellus Apatrida. Un género donde ha habido bastante actividad ha sido el
Pop, surgiendo bandas como Vetusta Morla, Russian Red, Anny B Sweet, Havalina, Krakovia, y un
largo etcétera (a ver si se ponen las pilas en la comunidad metalera). Luego también se han
dado casoso de artistas de bandas consagradas en los 90’s, que han tenido relevancia en
solitario o con nuevas formaciones como es el caso de Fito Cabrales con sus Fitipaldis, o las
dos partes de Sober, Skizoo y Savia.
También ha habido regresos muy esperados (Metallica, AC/DC), que he omitido por ceñirme sólo a
lo poco nuevo que se ha aportado en esta década.
Esperemos que esta década que empieza sea más fructífera con respecto a nuevas creaciones y
originalidad.
El renacer del Indie
Ricard Arias
El mundo gira al ritmo de la música. Los principales autores mundiales se ajustan a los
sucesos sociales más importantes, y así han surgido los principales discos en esta década. Sin
duda, los atentados terroristas contra las torres gemelas en el año 2001 marcaron el inicio de
la década y la música se ajustó. Los mejores discos de esta década son dos y están
directamente relacionados con los sucesos sociales: Bruce Springsteen estrenó en 2002 “The
Rising”, y U2 “How to dismantle an atomic Bomb”. Con sus respectivas giras mundiales cantaron
recordando a las víctimas y recaudando fuerzas para un nuevo futuro.
En este ámbito internacional otros muchos grupos y artistas mundialmente reconocidas han
publicado discos. Metallica publicó “St. Anger” manteniendo el nivel de los últimos álbumes.;
The Offspring publicó “Splinter” con casi 2 millones de ventas; Red Hot Chili Peppers mostró a
su público el que es su mejor disco, “By the way”; Aerosmith publicó “Honkin' On Bobo”;
y Rancid, referencia en el mundo punk rock, “Indestructible”. Grupos míticos como Kiss
realizaron giras mundiales, o The Police, y otros artistas como Mark Knopfler comenzaron a
editar discos en solitario.
Durante estos 10 años, esta música internacional ha evolucionado en variedad, pero muy poco en
calidad. Ninguno de los grupos anteriormente citados han realizado grandes discos, ni han
variado su estilo. La mayoría vive de anteriores discos, grandes giras y públicos esperanzados
con oír lo mejor de ellos, que fue pasado.
Pero en el mundo de la música un estilo ha vuelto a nacer es estos diez años: el Indie y sus
subgéneros. Gracias a Internet y a la piratería, este género ha podido expandirse y se ha dado
a conocer, llegando a todo tipo de público.
El Indie surgió en los años 80, pero en el 2000 ha vuelto a renacer, y no sólo como música,
sino también como cultura. Así han surgido buenos y grandes grupos, siendo un ejemplo claros
The Killers. Esta grupo, formado en 2002, es uno de los que encabezan el movimiento Indie. Con
discos como “Sam’s town” y “Sawdust” se convierte en una de las bandas más influyentes,
marcando época. Otros grupos destacados son Coldplay, Muse, The Strokes o Artic Monkeys.
Artistas como Morrissey han evolucionado en estos 10 años y han ido cambiando o adaptando sus
estilo, como se aprecia en discos como “You are the Quarry” o “Ringleaders of the tormentors”.
En España, la unión del estilo Indie y de las nuevas aplicaciones dentro de Internet (myspace
como el mayor ejemplo) se ha visto unificado en el fenómeno del 2008: Russian Red. La
cantautora que se esconde tras este pseudónimo, Lourdes Hernández, ha visto cómo con sus
composiciones, su estilo característico y las miles de visitas de su espacio en Internet le
han abierto las puertas del mundo de la música y un contrato discográfico.
2000 + 9
Cristina Consuegra
En “31 canciones” Nick Hornby desenreda nudos emocionales a través de las canciones que
conforman este libro, un volumen delicioso que rebosa vida en cada uno de los relatos que
nacen gracias a la existencia de la música. Es en la canción número 21, donde Hornby habla, de
forma honesta y descarnada, sobre el autismo de su hijo Danny, sobre cómo este percibe la
música a pesar de su patología. Es maravilloso leer tal alegato de admiración por la música,
por cómo ésta nos hace mejores personas y nos permite creer en otros horizontes al alcance
únicamente de unos pocos, aquellos que saben que este arte permite expresar sentimientos que
no pueden ser descritos con las palabras: «… es por lo que me encanta la relación que
cualquiera tiene con la música: porque hay algo en nosotros que está más allá del alcance de
las palabras, algo que elude y desafía nuestros mejores intentos de soltarlo por la boca.
Probablemente es la mejor parte de nosotros, la más rica y la más extraña…».
Y como Hornby, he elaborado mi particular lista de “31 canciones” de esta primera década de
siglo. Ha sido una década en tránsito que ha servido de plataforma para la música que se va a
hacer, la que va venir, aunque no por ello se le debe restar valía. Además, de esta
característica, creo que el devenir de estos diez años ha hecho que la industria discográfica
se reconfigure y busque caminos alternativos. Y por último, creo que esta década tiene un
claro vencedor: los países escandinavos y su “Dark folk”.
Década plataforma
Conforme la década avanzaba fue mejorando musicalmente, sobre todo desde el ecuador de la
misma, frontera que ha servido para marcar el horizonte por el que deberá transitar la música
en un futuro a corto plazo. Para resaltar aquellos álbumes que más me han influido, aquellos
cuyo eco todavía resuena, seguiré un orden cronológico, todos ellos seleccionados por motivos
diversos y diferentes: “Stories from the city, stories from the sea” (2000) de PJ Harvey, “Is
this it” (2001) de The Strokes, “A Rush of Blood to the Head” (2002) de Coldplay, “Hours”
(2003) de David Bowie”, “Elefant” (2003) de The White Stripes, “O” (2003) de Damien Rice, “Hot
Fuss” (2004) de The Killers, “You Are the Quarry” (2004) de Morrissey, “Tout sera comme avant”
(2004) de Dominique A, “Real Gone” (2004) de Tom Waits, “Robots après tout” (2005) de
Katerine, “Demon Days” (2005) de Gorillaz, “No wow” (2005) de The kills, “Jarvis” (2006) de
Jarvis Cocker, “The Eraser” (2006) de Thom Yorke, “Graduation” (2007) de Kanye West, “The Mary
Onettes” (2007) de The Mary Onettes, “Partie traumatic” de Black Kids (2008), “The Seldom Seen
Kid” (2008) de Elbow, “Wilderness” (2008) de Brett Anderson, “For Emma, forever ago” (2008) de
Bon Iver, “Consolers of the lonely” (2008) de The Raconteurs, “We Are Standard” (2008) de We
Are Standard, “What’s the time Mr. Wolf?” (2008) de Catpeople, “In this Light and on this
evening” (2009) de Editors, “Two Dancers” (2009) de All The King’s men, y “Heavenly Hell”
(2009) de L.A.
En esta amalgama de canciones y estilos, destacan algunas piezas imprescindibles como “You Are
The Quarry”, por lo que ha sido Morrisey, por lo que es y porque nadie le canta al amor y al
desamor como él; “The Mary Onettes” porque fueron estos suecos los que me han llevado a
convertirme en una obsesa de la música Made in Sweden; y “Heavenly Hell” porque Luis Segura ha
creado uno de los álbumes más deliciosos, bonitos e intensos que he escuchado en años. Sin
embargo, no podría entender esta década sin el resto de los trabajos discográficos que los
arropan.
Todos y cada uno de estos trabajos encierran partes de mí, momentos irrepetibles, y todo ha
vuelto mientras escuchaba algunas de esas canciones. Ésta es la grandeza de la música,
encerrar versiones de uno mismo.
La industria ¿resetear o morir?
Esta década ha abierto una brecha entre artistas e industria difícil de recomponer. También
estamos los consumidores de música, cada vez más cansados de los usos y abusos cometidos por
parte de las grandes multinacionales. ¿La solución? Para los artistas intuyo que será la
autoedición o el amparo de los sellos independientes, cada vez con mejores grupos, y con mejor
criterio y capacidad de venta, sin nombrar, el trato que reciben algunos grupos o solistas en
las grandes empresas. En cuanto a nosotros, intuyo que lo digital y la vuelta del vinilo hará
el resto, mientras que el camino abierto por espacios como “itunes” o “Sprotify” (sólo
por citar algunos) que nos permite almacenar cantidad de música a un precio que sí podemos
pagar (porque a ver si se enteran que no nos importa pagar, lo que nos importa es que nos
roben) se perfilarán como alternativas reales a los formatos tradicionales. Y la salida para
todos, aquello que dará oxígeno a la comunidad musical, en general, seguirán siendo los
conciertos, festivales y demás eventos musicales. De estos últimos, destacar el “SOS 4.8”, por
la capacidad que ha mostrado este festival para aunar disciplinas artísticas, y el reciente
“Monkey Week” que auguro tendrá una próspera y longeva trayectoria.
La invasión escandinava
Por todos es conocida la efectividad de los países escandinavos, y esto de la música se lo ha
tomado muy en serio; se han convertido en tendencia y han invadido la escena internacional con
grupos de sonidos tan diferentes como los estados de ánimo. Desde las bandas más comerciales
como Mando Diao o The Cardigans, pasando por grupos o solistas como The Mary Onettes, Audrey,
Club 8, Superplum Fairy, Kings of Convenience, Anna Ternheim, Sigur Ros, Ef, Monkey Cup Press,
etc., o la impresionante labor que el sello “Labrador” está haciendo desde Suecia, ha hecho
que el sonido gélido, elegante, intenso, áspero, versátil y resistente de estos países se
perfile como una de las sendas a seguir, y muy de cerca.
La década de la resaca
Juan Gallardo (Texas)
Me cuesta y me duele decirlo, pero tengo la certeza de que la primera década del siglo XXI
pasará a la historia por muchas cosas, el obvio 11 de septiembre y el payaso de Bush II entre
otras, nuestro terrible 11 de Marzo y nuestra asfixiante falta de los líderes que tanto
necesitamos, el cada vez más probable espejismo de Barack Obama... y podría seguir poniéndome
en evidencia ante mi desasosiego respecto a este mundo que me rodea pero debo llegar a mi
conclusión: las artes, y más en concreto la música popular han brillado por su falta de
originalidad y por una generación a la que hemos dejado, clamorosamente, sin identidad
musical.
Los 50 vieron nacer el rock, los 60 el pop, los 70 la psicodelia y una vuelta de tuerca al
pop-rock, los infames 80 nos dieron al menos toneladas de maquillaje y pelo escaldado, Michael
Jackson, Prince, Madonna, Depeche Mode y The Cure, los 90 nos dieron el grunge, la maravillosa
reinvención de U2, Radiohead, Björk, el resurgir de Bowie, PJ Harvey, Placebo, el Hip Hop, el
Trip Hop, el nacimiento de Sigur Ros...
La década que se despide se abrió con algunos de los mejores grupos de los 90 aun en cierta
forma, con la promesa de un nuevo siglo y un nuevo milenio, de nuevas músicas, nuevas
tendencias, nuevos sonidos de esos que no logras intuir hasta que ya es demasiado
tarde... Nada hacía sospechar que desaprovecharíamos tantas oportunidades, con un clima
político aberrante, con guerras, torturas, y demás insultos al género humano, cabía esperar
que las artes reaccionarían con una nueva belleza, una respuesta al horror. Pero la respuesta
nunca llegó, y tuvieron que ser esos músicos consagrados de los 90 los que dictaran las
repetidas directrices de esta década que se termina sin que estemos ni siquiera seguros de qué
nombre ponerle.
Optimismo de futuro
Joe McGaha
California
Al pensar que estamos a finales de 2009, casi no me lo puedo creer. Empecé a escribir
crónicas para Indy Rock en el 99, con una crónica de una actuación de Joe Strummer (que en paz
descanse). Han habido muchos cambios en los últimos diez años, pero mucho sigue
igual. Creo que ésta década se recordará más que nada como la primera época de música
digital. Ya no se compra la música de igual manera que en los 90, ni se comparte la
música de la misma forma. Las grandes casas discográficas han tenido que adaptarse a la
nueva tecnología, que hace comprar una canción, o un c.d. entero tan fácil como tocar un
botón.
A principios de ésta década, yo pensé que habrían muchas más historias de éxitos en la música
a través de la red. La verdad es que hay varias, incluso la de Lily Allen en Inglaterra,
Colbie Caillat en los EEUU, y Vega en España. Aún con estos éxitos, que parecen
representar mucho más la voz del pueblo que las músicas populares de hace tiempo (que fueron
todas elegidas por ejecutivos de las discográficas), la gran mayoría de la música popular
sigue siendo lo mismo. David Bisbal en España, Lady Gaga y Justin Timberlake en los
EEUU, y Coldplay en el Reino Unido. No estoy diciendo que esos artistas no tienen valor,
ni que hay algo malo en su música, solamente estoy diciendo que ellos están tocando la música
que la industria elige como viable. Las voces distintas y originales son muy pocas, y la
vida sigue igual.
Desde luego, la crisis económica ha tenido un gran efecto en las ventas de música
también. La gente no tiene el dinero para gastar en lo que se podría ver como lujos en
estos tiempos difíciles (aunque sí lo gastan, especialmente en películas). Ahora con
iTunes, y las otras páginas de música digital, se puede comprar una canción en vez de un c.d.
entero (se podía hacer eso también antes como un single, pero claro, no se ofrecía todas las
canciones de un elepe, solamente los grandes éxitos). Los músicos que yo conozco
han tenido que tocar en vivo mucho más, porque no están ganando suficiente con las ventas de
su música. Aún los que se están ganando la vida por la música no están llegando a ser
ricos, pero por lo menos están siguiendo su pasión.
A pesar de mi resumen básico sobre la década pasada, tengo que decir que soy muy optimista
pensando en el futuro. Creo que cuando mejore la economía, las cosas se mejorarán para
todos, y habrán más oportunidades para músicos de todo tipo. Dentro de uno o dos años,
espero escuchar a artistas con otro punto de vista, formado por los tiempos difíciles que
estamos pasando ahora mismo.
Fotógrafos de la década en IndyRock
Merche S. Calle, Juan Enrique Gómez, Javier Alonso Juliá, Marina Sánz Domínguez, Manuel
Medina, Sara Navarro, Eduardo G. Magaña, Arsenio Zurita, Lucía Rivas, Isabel Flores, Laurence
Boisnar, Carla Mir de Francia, Marcerock, Ruth Segarra, Luis Cobelo, Deborah Marín, Natalia
Moreno, Aurelio Rodríguez, Javier Fernández Amosa, Carlos Ocaña, Gabriel Vázquez, Dunia
Ibrahim, Jordi Grau, Nieves Ferranz, Filippo Tribbero, Ramón L. Pérez, González Molero,
Alfredo Aguilar,
LISTAS DE LO MEJOR 00-09
Los grupos, discos, directos, que han marcado una década, los más
influyentes, según la redacción de IndyRock:
Nacional
Mejor grupo:
1-The Sunday Drivers
2- Los Planetas
3- Deluxe
4- Astrud
5- Digital 21
6- L.A
7- Catpeople
8- Hora Zulú
9- Standstill
10- Nacho Vegas
Mejor disco:
1- Vetusta Morla - “Un día en el mundo”
2- Lori Meyers "Viaje de Estudios"
3- Los Planetas "La Leyenda del Espacio"
4- The Sunday Drivers "Little Heart Attacks"
5- “Heavenly Hell” de L.A.,
6- “We Are Standard” de We Are Standard,
7- “What’s the time Mr. Wolf?” de Catpeople
8- Deluxe "If things were to go wrong"
9- Digital 21 "Espacio Infinito"
10- "Red led or death" (Mermaid)
Mejor directo
1- Lori Meyers
2- We Are Standard
3- Vetusta Morla
4- The Sunday Drivers
5- Los Planetas.
6- Sexy Sadie
7- Niños Mutantes
8- Javier Corcobado
9- Barricada
10- Amparanoia
La banda más influyente
1- Los Planetas
2- Nacho Vegas
3- Deluxe
4- Lapido
5- Digital 21
6- The Sunday Drivers
7- Sexy Sadie
8- Astrud,
9- Hamlet
10- Muchachito Bombo Infierno
Grupo revelación
1- Vetusta Morla
2- Russian Red
3- Lori Meyers
4- Catpeople
5- Dorian
6- Nudozurdo
7- Candelaria
8- Pignoise
9- Guadalupe Plata
10- Elastic Band
Marcan el sonido de la década
1- Los Planetas
2- Nacho Vegas
3- Deluxe
4- The Sunday Drivers
5- Vetusta Morla
6- Sexy Sadie
7- Lori Meyers
8- Eskorzo
9- Digital 21
10- Hamlet
Mejor grupo:
1- Franz Ferdinand
2- The White Stripes
3- The Strokes.
4- Wilco
5- Radiohead
6- The Jayhawks
7- The Killers
8- Colplay
9- Editors
10- Placebo
Mejor disco:
1- Radiohead - “Kid A”
2- Franz Ferdinand "Franz Ferdinand"
3- The Strokes "Is This It"
4- Wilco "Yankee Hotel Foxtrot"
5- The Killers, “Hot Fuss”
6- Coldplay, “A Rush of Blood to the Head”
7- Thom Yorke, “The Eraser”
8- The Mary Onettes“The Mary Onettes”
9- White Stripes, "Elephant"
10- PJ Harvey , "Stories From the City..."
Mejor directo
1- Franz Ferdinand
2- Depeche Mode
3- Primal Scream.
4- Radiohead
5- Rinoçerose
6- The Killers
7- Muse
8- Pearl Jam
9- Metallica
10- Wilco
La banda más influyente
1- Franz Ferdinand.
2- The Strokes
3- Coldplay
4- Wilco
5- Björk
6- The Killers
7- Arctic Monkeys
8- Queens Of The Stone Age
9- Dream Theater
10- U2
Grupo revelación
1- The Strokes
2- The Libertines.
3- The Kills
4- Franz Ferdinand
5- The White Stripes
6- Artic Monkeys
7- Editors
8- The Darkness
9- Wolfmother
10- Muse
Marcan el sonido de la década
1- Wilco
2- Muse
3- The Strokes
4- Franz Ferdinand
5- Radiohead
6- Coldplay
7- The White Stripes
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