FESTIMAD 2001
Móstoles, mayo 2001 Madrid
Por
Iñaki López de Eguílaz - Texto
Fotos Luis Cobelo
(enviados de IndyRock)
Nueva edición del Festimad después del año de barbecho al que se
dedicó la pasada temporada con vistas a una cosecha que
respondiera a las expectativas de un festival como el Festimad y
con un pasado en cartel como el que ha tenido en sus
prometedores primeros años de andadura. Pero la cosecha de este
año no se antojaba precisamente fructífera y la recogida de la
fresa representada en Limp Bizkit no se produjo precisamente por
la inmadurez del momento o del grupo. El caso es que el cartel
de este año adolecía de grupos con un referente claro entre el
público, para qué nos vamos a engañar. El gran aliciente del
Festimad eran Limp Bizkit y echaron por tierra las ilusiones de
aquella gran mayoría que acudió al festival a verlos. A pesar de
ello hay que reconocer el éxito de asistencia de público con
20.000 personas el primer día y 35.000 entre las dos
jornadas.Pero vayamos por partes.
Jornada # 1
El Parque de El Soto
de Móstoles era el escenario perfecto para un estudio
sociológico que viniera a refutar que tres de cada cuatro
asistentes llevaban una camiseta de Slipknot o Limp Bizkit y una
gorra de los New York Yankees. El resto, o se habían quedado sin
camisetas y gorras en el mercadillo, o formaban parte de los más
de dos mil periodistas acreditados que acudieron a dar fé del
Festimad sin gran devoción por esos dos grupos.
Con la apertura del escenario Ritmic.com a mediodía por el que
desfilaron Orangemaker,
Solina,
Gallygows,
Romodance,
Sperm
y Lisabö se dio la alternativa al escenario Festimad a media
tarde con Mudvayne quien anticipó lo que se iba a ver en esos
dos días: puro y duro metal. Este Festimad era una versión en
directo de hard-rock y metal concediendo un espacio al pop-rock
que atraería a un público más amplio. Poco después lo harían My
Vitriol, teloneros en la actual gira de Ash, mientras en la Zoom
Zone se daba cancha a las otras tendencias electrónicas con el
trip-hop, de todo menos oscuro, de Smith & Mighty . La carpa
que albergaría el sonido menos analógico del festival daría la
alternativa en varios momentos al DJ Jorge Molero que amenizaba
los tiempos muertos entre la visión argelina de la electrónica
de Rachid Taha y el sorprendente hip-hop de
Orishas,
que llenaron la carpa mientras en el escenario Ritmic.com Muse
hacían lo propio con el que fue uno de los mejores conciertos
del Festimad.
.

Feeder y Orishas
.
Muse pusieron en escena un concierto casi
calcado del que dieron un mes antes en su paso por la madrileña
sala Arena, satisfaciendo a aquellos fans de Radiohead que no
podrían ir a Bilbao a ver a la banda de
Thom
Yorke revitalizando Kid A. En él hubo tiempo para
"Unintended", representando el rock de estrofas en falsete
con que Matthew Bellamy se columpia entre riffs y solos de
guitarra geniales.
Antes que ellos, en el mismo escenario,
Feeder
nos trajeron a la cabeza su parentesco bastardo, intencionado o
no, con Green Day en una vertiente más melódica que a veces
apelaba al diccionario del pop-rock. Tras ellos, y poniendo en
marcha el efecto imán que se sentía entre los dos escenarios
cada vez que terminaba un grupo en uno y empezaba

otro
en el otro escenario,
Sexy Sadie
(en la foto)repetían por tercera vez presencia en el
Festimad, dónde alternaron temas del decepcionante
"Butterflies" con su obra maestra, "It´s Beautiful, It's Love"
mientras homenajeaban a los Pixies entre medias. Luego, en la
incipiente noche,
Biohazard apelaban al
verdadero espíritu de esta edición consiguiendo abarrotar por
primera vez el escenario principal del que salía la auténtica
mezcla de hardcore y metal.
.
Los siguientes en arrastrar a la masa al otro escenario eran
Manic Street Preachers,
quienes a mi juicio actuaban de verdaderos outsiders en un
festival sin grandes concesiones al pop. Pero de algún modo
había que atraer a otro público, y el trío galés era una jugada
maestra para hacerlo de una forma digna. Vaya por delante que el
arriba firmante considera a Manic Street Preachers como un grupo
pijo del Brit Pop que perdió el Norte a partir de "Everything
Must Go" y que en su último disco ha echado la última palada de
tierra sobre su tumba de grupo interesante. Pero hay que
reconocer que su actuación en el Festimad evitó cualquier excusa
promocional de "Know your enemy" y derrapó sobre las curvas más
cerradas de "Everyting Must Go" y "This Is My Truth..." para
cerrar el concierto, como no podía ser menos, con "A design for
life".
.

Tras esta jugada a ganador,
el escenario principal albergaría el mejor espectáculo que iba a
verse en aquel Festimad. Llegaba la hora de
Slipknot
(en la foto). La banda norteamericana desplegó un espectáculo
sobrecogedor digno de ver. Con un escenario sobre el que se
sostenía la diabólica cifra 666 y con la noche totalmente echada
los nueve miembros del grupo salieron como jinetes del
Apocalipsis ante la inmensa marea de gente que llenaba
enfervorizada el recinto de aquel escenario. Con sus
personalidades e identidades abrigadas tras las máscaras que les
han hecho famosos demostraron que es un auténtico espectáculo
verlos sobre un escenario, con dos secciones de percusión y una
batería, escupir esos ruidos guturales que pueden escucharse en
su último disco, en vísperas de la publicación del próximo
trabajo del que adelantaron algunos temas. Una coreografía
infernal de movimientos rítmicos no hacía sino reafirmar la
sensación de posesión diabólica que parecía que estaban
sufriendo sobre el escenario en lo que era el mejor momento de
aquel maratón de conciertos.

Manic Street Preachers - foto 1; Efe - Foto 2: Luis Cobelo
(IndyRock)

Muse - Fotos: Luis Cobelo (IndyRock)

Guano Apes, foto 1; Efe - Foto 2: Luis Cobelo (IndyRock)
Jornada # 2
Segundo día con
madrugada pasada por agua. Con el césped de El Parque de El Soto
machacado y sangrando barro el público amanecía con el incentivo
de ver a
Limp Bizkit por primera
vez en España. De hecho, muchas de las entradas de un solo día
que se vendieron correspondieron a la segunda jornada. Antes
estaba por delante una sesión maratoniana en el Ritmic.com con
Cujo, Coilbox, Kannon, Mermaid, Rip KC, La Vacazul, Diamond Dogs
y 59 Times Then Pain. Pero en el escenario Festimad había algo
que no cuadraba. Una cinta de plástico impedía la entrada al
césped y aquello no tenía buena pinta. Los rumores apuntaban a
que Limp Bizkit habían exigido a la organización que ningún
artista tocara antes que ellos allí. Esto hipotecaba
considerablemente los horarios. Me explico. Los tiempos de los
dos escenarios principales estaban repartidos de modo que
mientras en un escenario tocaban unos en el otro no habría
actuación para así no solapar los mejores conciertos. Pero esto
supone un trastorno en los horarios cuando hay sólo un escenario
y sin tiempo para realizar pruebas de sonido. Así, las
consecuencias recayeron en un retraso de más de una hora sobre
el horario previsto cuando salieron al escenario 28 Days con su
apuesta de rap-metal como anticipo modesto de Limp Bizkit.
.
Para entonces, la organización ya había dado una rueda de prensa
que explicaba porqué
Guano Apes
habían ocupado el escenario Festimad: Limp Bizkit habían
decidido no actuar por razones de seguridad. El mazazo estaba
servido. Mientras la organización meditaba cómo comunicar
al público la cancelación de la actuación estrella Guano Apes
desvirgaban el escenario principal ya con más de una hora de
retraso, por lo que se disculparon antes de empezar aludiendo a
razones ajenas a ellos. O lo que es lo mismo, a razones de Limp
Bizkit.
.
Lo de Limp Bizkit es algo que el arriba firmante todavía no
acaba de comprender. El día anterior ese escenario sufrió las
embestidas del público de Biohazard y Slipknot, grupos y público
susceptible de mostrar un comportamiento violento, sin que
hubiera pasado nada, sin haber una razón aparente que obligara a
la banda de Fred Durst a desestimar la posibilidad de tocar
allí. Además, la organización disponía de los informes
periciales que certificaban la seguridad del recinto.Y por otra
parte, ese antojo de mantener intacto el césped del escenario
principal ¡de un festival en el que sabes que habitualmente
tocan otros grupos además de ti! es algo que se escapa a
cualquier razón lógica.
En cualquier caso, el mayor aliciente en el cartel del Festimad
se venía abajo y la gente la pagó con Zen Guerrilla, que puso en
escena un grato espectáculo de rock que no merecía el
lanzamiento de botellas de plástico al escenario. Antes,
Sober
dieron vida al segundo escenario para dar paso a los
Backyard
Babies en ese revival del heavy que tratan de resucitar
algunos grupos, en el caso de Backyard con un resultado
francamente bueno. Y en medio,
Los
Enemigos hacían justicia a la publicación de "Obras
Escocidas" dando un repaso a su historia. El mismo que
dieron por partida doble Biohazard, quienes accedieron a la
petición de la organización de tocar tras Zen Guerrilla como
compensación a la caída de Limp Bizkit del cartel de un Festimad
descafeinado y en el que en último momento se les derramó el
azúcar

Biohazard


Backyard Babies
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