Rammstein FOTO: Elena Moreira
FESTIMAD 2002
24 Y 25 de mayo PARQUE EL SOTO - MÓSTOLES - MADRID
jornadas #1 #2
Con un cartel que
desde su confirmación ha provocado las críticas de quienes lo
acusan de ser un cita en decadencia de la música independiente,
el Festimad se sobreponía a sus detractores con una asistencia
masiva que ya quisieran muchos. El festival madrileño asume el
papel de festival encomendado al rock y traía a P.O.D. como
recompensa para quienes vieron en Limp Bizkit la frustración del
año pasado. Rammstein hacía de perfecto sparring al verdadero
espíritu del festival y Jamiroquai atraía a aquellos advenedizos
de "festival de un día" que no pierden prendas en mezclarse con
el masivo público rockero con tal de ver en directo al niño
mimado del funk.
Por
Iñaki LOPEZ
DE EGUILAZ -IndyRock
Fotos:
Elena Moreira - IndyRock
Parque del Soto, Mostoles (Madrid-Spain) 24 Y 25 de mayo 2002

Andrew WK
JORNADA 1
La cita del día 24 se trastocaba por los rumores que apuntaban
la caída del cartel de los californianos Alient Ant Farm.
Parecía que el rap-metal estaba maldito. De nuevo, un grupo de
este género-híbrido se quedaba sin satisfacer a los asistentes
de gorra, sudadera de capucha y adidas "gazelle". Y así fue. Nos
quedaríamos sin presenciar la curiosa y desafortunada versión
del "Smooth Criminal" de Michael Jackson. Un accidente de
tráfico en el que moría el chofer del autobús en el que viajaba
el grupo daba la alternativa a
Sôber,
que ponía en escena "Paradÿsso" en una buena actuación que
trataba de paliar la decepción de los fanáticos de Alien Ant
Farm. Poco después, el escenario del Lago acogía a A en un
alarde punk-rock y orgullo británico continuamente exhibido a lo
largo de la hora escasa de un concierto que se revelaba más
interesante de lo que a priori parecía. De vuelta en el
escenario Festimad,
P.O.D. anticipaban lo
que iban a ser las mejores horas de festival. Logrado el
pasaporte al mainstream con "Satellite"y con el beneplácito de
la MTV, la banda de Sonny Sandoval se sintió especialmente
motivada en una gran actuación dónde una vez más se demostró que
dónde mejor convive el rap y el metal es sobre un escenario, y
si no que se lo digan a la multitud que ponía a prueba en ese
momento el césped del Parque de El Soto. La primera pequeña
decepción del día venía con iniciales. Tal vez por lo que se
esperaba de él, el directo de
Andrew WK
adoleció de una conjunción de estilos consolidada que se perdió
en un eclecticismo disperso que acabó por decepcionar a todos
aquellos que se esperaban un mejor concierto. Sin perder tiempo,
y con el público de Andrew WK diezmado por la premura a coger un
buen sitio para ver al primer cabeza de cartel del festival, la
noche musical empezaba a tomar forma.
Rammstein
dieron el que sin duda alguna fue el mejor concierto del
Festimad. Los alemanes convirtieron la hora y media de actuación
en un sorprendente y continuo espectáculo de fuego que encajaba
a la perfección en la infernal concepción sonora en que se ha
convertido "Mutter". Era la contrapartida a la diabólica puesta
en escena de sus antagonistas del año pasado, Slipknot, pero con
un sentido del directo mucho más cuidado y rendidos a una puesta
en escena más meditada en la que nada se dejaba a la
improvisación, y menos cuando el que juega con fuego corre el
riesgo de acabar quemándose. La sincronización entre el sonido y
los efectos de pirotecnia era perfecta y la sorpresa fue un
sentimiento generalizado a lo largo de toda la actuación. No
faltaron las máscaras lanzallamas, que en mitad del escenario
daban una imagen sobrecogedora en boca de Till Lindermann y sus
dos secuaces de las cuerdas. Tampoco dejó de sorprender el
efecto de combustión instantánea de la guitarra de Richard Z.
Kruspe ni el numerito escatológico que Lindermann se marcó con
pene de goma incluido para regocijo de los amantes de la lluvia
dorada. Pasada la hora y media de rigor los germanos volvían a
salir al escenario para alargar un concierto sensacional que
elevó el nivel de ese día. Inolvidables.
JORNADA 2


Faithless/ Jamiroquai
La segunda jornada, meditadamente más ligera en cuanto a sonidos
y estilos, congregó a mayor cantidad de gente que el día
anterior. Un nuevo público vestido con pantalones de pinzas y
mocasines ponían en evidencia que el hábitat natural de
Jamiroquai y, por ende, el de sus acérrimos seguidores no era el
de los grandes festivales al aire libre y polvo suelto. Con el
cumplimiento de papeleta por parte de Sneaker Pimps, Six by
seven, Jet Lag y Yoghourt Daze, comenzaba a media tarde otro de
los grandes conciertos de esta edición. Deluxe daban la razón a
quienes colocaron entre lo mejor del año 2001 a "Not what you
had thought". Puro y maravilloso pop-rock que en directo
adquiría grandes momentos a recordar. Poco después, en el
escenario del Lago
Sidonie
representaban un histriónico y lisérgico papel de pop auspiciado
por la década de los sesenta y los sonidos traídos de la India
por George Harrison. Un sitar se encargaba de ambientar aquello
entre boas de plumas y estrambóticos numeritos que se las veían
y se las deseban por salir de tono lo más posible.
Fun-Da-Mental
ocupaban poco después el escenario principal y daban a todos
aquellos indecisos de cualquier género musical la coartada
perfecta para quedarse a ver cómo arrancan las cuerdas de todas
las etiquetas musicales para erigirse en gurús de la mezcolanza
sonora más divertida de la década de los 90. Sonidos que
desafían la consolidación de la indiferencia y todo ello
mostrado con una contundencia que en vivo se sobrepone a
cualquier crítica pretendidamente demoledora. Tras ellos,
Big
Soul se erigieron en otro de los grandes triunfadores del
fin de semana. Aludiendo al rock y al funk más divertido que se
ha oído en los últimos años en la atmósfera indie, el trío
californiano dio una clase magistral de lo potente que puede
sonar una guitarra y un bajo encima de un escenario. Auténticos
hits como "Hippy hippy shake" reunían ante el escenario del Lago
a una multitud que reflejaba en sus caras el disfrute más
placentero de una formación que en directo gana enteros de una
forma incontestable.
Faithless era
otro de los grupos en acaparar mayor tamaño tipográfico en el
cartel de esta edición del Festimad. El grupo comandado por
Rollo cometió a juicio del arriba firmante el mismo error que en
sus anteriores visitas a la capital. Reacios a cambiar un
track-list que alterna grandes temas de electrónica desafiante
con medios tiempos excesivamente lentos para un público que
segundos antes había estado botando con las escalofriantes
secuencias rítmicas de esos himnos que son "Insomnia" y "God is
a DJ", la banda se perdió en un concierto de ritmo roto. A unos
metros de allí, el escenario del Lago presenciaba la caída
anunciada horas antes de otro de los pesos pesados del festival.
Flavor Flav, fue sustituido por la rima de Nilo MC, que dejando
escapar el flow cubano que una edición antes ponían en práctica
sus compatriotas Orishas, presentes en su primer larga duración,
trata de hacerse un hueco en la cada vez más nutrida escena de
la rima en castellano. Y el cierre del escenario principal
corría a cargo de Jamiroquai, que asumiendo el rol de outsider
que tan habitual se ha hecho últimamente en el Festimad, fue en
gran parte artífice del gran éxito de público que el festival
cosechó esa última jornada. Sin embargo, ese éxito no se vio
reflejado en el apartado musical, porque por desgracia, el
concierto de
Jamiroquai llegó a
cotas de aburrimiento exasperantes que sin embargo se veían
compensadas por algún buen momento como "Cosmic girl". Los
espasmos corporales de la coreografía del británico se
encargaban de soliviantar a la masa de fans reunida esa
medianoche, pero con un espectáculo pobre y lineal Jamiroquai no
ofreció grandes dosis de interés en ese universo funk en el que
hay que reconocer que ha sabido moverse muy bien a nivel de
ventas.

Rammstein / escenario principal - fotos: Efe
El funk de
Jamiroquai, broche de oro a un brillante Festimad


La banda de Jay Kay inundó de ritmos bailables el escenario
Con un presupuesto de 1.800.000 euros, con la asistencia, cada
día, de 16.000 jóvenes y sin electricidad, «una muestra del
interés de la Comunidad de Madrid por ayudar a este festival»,
según la organización, Festimad se despidió a lo grande
gracias al funk y al contagioso estilo de Jamiroquai.
El artista británico, acompañado por sus músicos, convocó, dos
horas antes de su actuación en el escenario principal, una
multitudinaria rueda de prensa en la que hizo gala de una
excentricidad que también copia en sus conciertos: llegó con
casi una hora de retraso y al terminar la batería de pocas
preguntas, se fue corriendo, como una exhalación.
«No me considero el rey del funk; los reyes hay que buscarlos en
Estados Unidos. Mi estilo sale de dentro, de una combinación de
varias cosas que me gustan», subrayó el líder de la banda, Jay
Kay.
Y luego, como los artistas que prefieren callar la boca y
expresarse en el escenario, es decir, con grandeza y brillantez,
Jamiroquai puso el broche final a Festimad'02 del modo más
alentador posible: invitando al público que ocupó por completo
el escenario principal a bailar el funk pegadizo que ha
recorrido cada uno de sus cinco discos.
Faithless
Los ritmos electrónicos
de Faithless ya abrieron el apetito del público minutos antes de
la estelar aparición de Jamiroquai. El dúo británico, Rollo
Armstrong y Sister Bliss, combinó a la perfección el house, el
jazz y el soul en una actuación de absoluta vanguardia 'dance'.
Pero si de sorpresas se trata, la de Fun-da-mental resultó, de
largo, la más agradable. La banda norteamericana, absoluto
ejemplo de ideología antisistema, recurrió a cantos árabes, al
rap o al rock para forjar un estilo beat contundente y agresivo
que no conoce límites. Un alarde de eclecticismo.
RAMMSTEIN,
PUNTO FINAL
Por Carlos del Amo Efe-IDEAL
Los alemanes Rammstein pusieron punto y final a la primera
jornada de Festimad'02 y lo hicieron por todo lo alto, sin
escatimar en vatios, luminotecnia y toda clase de efectos
especiales, haciendo redondo un día dedicado al rock del duro y
el metal, que transcurrió sin sorpresas ni incidentes.
Con una estética futurista, pero con ciertas influencias
escénicas del cine expresionista alemán ñno hubo signos neonazis
ni fascistas, tal y como suelen aderezar sus últimos conciertosñ
el sexteto germano presentó su último trabajo "Mutter", madre en
alemán, cuya portada, un feto, les ha acarreado más que algún
otro problema de censura.
Con una sonoridad wagneriana, provocada por la voz cavernosa y
satánica de su líder, Till Lindermann, y unos ritmos que
entremezclan el metal con la música clásica, los sonidos
industriales y el techno, Rammstein no escatimaron en efectos
especiales y a lo largo de más de hora y media hubo cohetes,
explosiones, niebla, incluso un incendio en el escenario, lo que
hizo las delicias de los más de 15.000 espectadores que se
agolpaban frente al principal escenario del festival madrileño.
Los músicos germanos, que debutaron en 1995 con "Herzeleid, al
que siguió "Serhnsucht" (1997), son el primer grupo alemán
candidato a un Grammy y como tales llegaron al Parque de El Soto
de Móstoles convertidos en estrellas del rock. No querían fotos,
cámaras y la rueda de prensa que tenían previsto ofrecer la
cancelaron en el último momento.
Sober / foto: Efe
.
Los que sí mantuvieron el encuentro de rigor con la prensa
fueron los organizadores de Festimad. Este año, pletóricos y
agradecidos a este veranillo repentino con el que amaneció la
localidad madrileña de Móstoles, confesaron que era la primera
vez después de ocho ediciones en la que se había conseguido
hacer un control de todos aquellos que querían asistir al evento
sin pagar la entrada.
"Otros años han llegado a colarse entre 5.000 y 6.000 personas,
y en esta ocasión sabemos que el 99 por ciento está aquí de
forma legal, y hay mucha más gente que el año pasado, rondaremos
los 17.000", dijeron.
Antes de Rammstein actuó en el escenario de El Lago el músico
californiano Andrew W.K., que ofreció un espectáculo salvaje,
como el mismo lo define, cargado de metal, pop y dance, tal como
demuestra en su álbum de debut, "I get wet".
Minutos antes de comenzar su actuación señaló que "este despegue
de mi carrera me ha sorprendido hasta a mí, pero esto me obliga
a que a partir de ahora haga lo que haga no esté satisfecho" y
dejó claro que cuando termine la gira al final del verano se
pondrá a trabajar en su nuevo álbum.
Por el escenario principal, el llamado Festimad, pasó también el
cuarteto de San Diego, P.O.D. presentando el álbum "Satellite",
una mezcla de metal, punk rock y hip hop; y los madrileños de
Sober, convertidos, tras su debut el pasado año en el festival
madrileño, en una de las piezas claves y todo por que en el
último momento sustituyeron a los californianos Alien Ant Farm,
que tuvieron un grave accidente el miércoles en la carretera de
Extremadura.
No todo fue tan duro, musicalmente hablando, en la primera
jornada de Festimad, pues también hubo un hueco para la música
de baile, el rock canalla, el rap y el rock salsero en la Zona
Freak con las actuaciones de Triple XXX, Silverio, Los de abajo,
Nilo M.C. y Los Delincuentes.
Festimad,02, abrió sus puertas con el rock nacional de Hora
Zulú, la banda liderada por Paco Chica que ha supuesto toda una
revolución en el panorama del hardcore-hip hop y que, a pesar de
que su primer álbum está aún en edición y no está en la calle,
conseguían subirse al escenario principal y ser fuertemente
alabados por el público y la crítica. También estuvieron los
españoles Sad Man Sad y The Smokers, y la canadiense CJ Sleez,
en el Lago, y el rock gallego de The Dismal en el escenario
principal.
Fotos directo
Rammstein
Andrew WK
P.O.D.
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