Presentan 'Gambia'
“No puedes dejar de cantar” desde la primera vez que lo escuchas..
BIOGRAFÍA
Víctor Plana (Mataró) empezó su formación musical desde la infancia, comenzando muy joven a escribir sus propias canciones y a hacer su propia música. Desde entonces, ésta se ha convertido en su mejor herramienta de comunicación y autoconocimiento.
Tras pasar por diferentes formaciones y diferentes bandas de soul y rock, en 2006 crea su propia banda: FLANAGAN, que será el escaparate en el que mostrar su obra.
FLANAGAN ha tenido diferentes formaciones, contando desde su inicio con Julián Pato (guitarrista) como compañero de viaje. Ambos compartieron desde el primer momento la misma idea del qué y el cómo tenía que ser una banda de pop rock, creando un lenguaje propio tanto a nivel musical como a nivel narrativo.
Víctor Plana se encarga desde el inicio en la banda de la composición musical de las canciones, apoyándose en su formación musical y en su habilidad para tocar diferentes instrumentos como el piano, la guitarra, el bajo o la batería. Para la creación de las letras, muchas veces comparte la autoría con Julián Pato.
Para completar el proyecto FLANAGAN se rodearon de grandes músicos que, tras algún cambio, ha dado lugar a la banda actual: Julián Pato a la guitarra, Salvador d'Horta a la batería y Alex Marqués al bajo. El grupo empezaba a tener la forma y la potencia musical que Víctor siempre había buscado.
Con estos ingredientes, FLANAGAN empezaba su camino con la reivindicación de crear una banda de pop rock español con elegancia en las formas, contundencia en un sonido que, junto a la voz de Víctor, les ha hecho fácilmente reconocibles.
FLANAGAN ha tenido claros sus objetivos principales: que las producciones en el estudio de grabación son el máximo exponente de lo que debe tener una banda en directo: potencia, descaro, diversión y talento sobre el escenario.
Un claro ejemplo del objetivo que pretende conseguir FLANAGAN tanto en su trabajo de estudio como en directo es su nuevo single “GAMBIA”. Un tema cargado de optimismo, que se percibe desde los primeros compases, divertido y con un estribillo pegadizo, de los que “no puedes dejar de cantar” desde la primera vez que lo escuchas.