FOTOGALERÍA: LUISMI ALBARRACÍN * INDYROCK
GRANADA POR UCRANIA
* CONCIERTO SOLIDARIO DE LAS PRINCIPALES BANDAS CON DENOMINACIÓN 'GRANADA'
UN GRITO DE ESPERANZA... Y DENUNCIA
LUIS MIGUEL ALBARRACÍN * INDYROCK
Un acto de solidaridad como es el apoyo al pueblo de Ucrania tuvo a la música de Granada como
protagonista de una noche inolvidable. Con las entradas vendidas para colaborar por una buena
causa, Granada y su música se hicieron una, un grito a la esperanza y la denuncia de una guerra
que esperemos acabe lo más pronto posible.
De esta manera, dieciséis de los grupos más representativos de la ciudad se reunieron en una
noche que será recordada siempre. Las cinco horas llenas de emociones, sentimientos a flor de
piel y alegría a raudales tuvieron en
Apartamentos Acapulco el principio de
una velada histórica.
Juan Habichuela Nieto acarició las cuerdas de su
guitarra aumentando los aplausos, para llegar a unos
Eskorzo que con "Ojalá
estuvieras aquí" y su guiño a "Otros como yo" de 091 calentaron todavía más el ambiente.
(...)
El primer momento álgido de la cita llegó con unos
Lori
Meyers en estado de gracia, una apisonadora en directo que con una versión para la
ocasión de "Hacerte volar", una sugerente "Rumba en atmósfera cero" y una emocionante
"Emborracharme", con una Noni subido a uno de los altavoces como buen frontman, levantó las
manos y escuchó las gargantas de un Palacio de Deportes entregado.
La dinámica sucesión de artistas sobre el escenario dio paso a
Arco, que con
"Castillo de naipes"
continuó con la velocidad de crucero adecuada.
Checopolaco
siguió levantando el ánimo, volviendo de nuevo el acercamiento al flamenco con
Soleá
Morente, que con su "Baila conmigo" se metió al público en el bolsillo. Fue el
momento para la intervención estelar de
La Guardia, en esta ocasión en formato
dúo. Manuel España y Carlos Muñoz, guitarras acústicas en mano, no se complicaron la vida y
compartieron "Mil calles llevan hacia ti" y "Cuando brille el sol" con un público que sonreía y
cantaba, demostrando un feeling con su gente sublime.
Había llegado el clímax de la noche, con la ciudad de Granada abarrotando el recinto, y con una
batería de grupos que todos esperaban.
Niños Mutantes fue la siguiente banda
en ocupar el escenario. Con un Juan Alberto que leyó parte de la letra de "Master of War" de
Dylan, la cual sigue vigente hoy en día, los Mutantes regalaron a los presentes "Todo va a
cambiar" y "Errante (Canción Mutante)".
La temperatura emocional estaba donde debía y llegaba el momento de
Miguel Ríos,
un rey chico en Granada. Con su energía habitual y su continua empatía, Miguel no quiso dejar a
un lado una noche reivindicativa e interpretó un tema con letra de Luis García Montero y música
de Raúl Alcover incluido en su álbum "60 mp3" ("Oración"). Acompañado por su mano derecha Jose
Nortes siguió con "La estirpe de Caín" (de la que Miguel dijo que podía ser perfectamente "La
estirpe de Putín"), para seguir con una de sus grandes composiciones, "El río", que dejó en
éxtasis a todos.
Como guinda al pastel Jose Ignacio Lapido acompañó a Miguel en un momento imborrable de la
noche, interpretando "En el angulo muerto". Las emociones continuaban, ahora con
091 en
formato dúo, con José Ignacio Lapido como guitarrista y Jose Antonio García en la voz y
armónica. Un tema que se adaptaba perfectamente a las características de su actuación fue "La
canción del espantapájaros", a la que siguió "La vida qué
mala es" en una
versión vibrante.
Las horas iban pasando y la satisfacción se veía en las caras del público.
El Jose animó el cotarro con "Ese acento de Graná no vende na"
y
"Voy a inventarme un camino", con una banda muy solvente, que llevó a una de las sensaciones del
concierto.
Carmencita Calavera puso toda la carne en el asador y sonó muy
bien, con una puesta en escena excelente, que ayudó a aliviar el cansancio que ya iba haciendo
mella. La psicodelia apareció de la mano de
Unidad y Armonía, grupo del que
forman parte Miguel Martín y Popi González, para dar paso al fresco sonido de
Colectivo
Da Silva, que con su "After" nos hizo bailar y disfrutar, para poner la guinda al
pastel
Lagartija Nick.
La sorpresa fue ver a
Jose Antonio García cantar junto a Antonio Arias
"Sarajevo", deleitándonos con el coro de Cámara de Granada y sus ocho voces, precioso final.
Juan Codorniú y el sempiterno Eric Jiménez nos hicieron tocar el cielo con "Somalia" (de la que
Antonio dijo que podía haberse llamado Ucrania), para acabar con "Ciudad sin sueño". El
espectáculo se acababa, pero los momentos vividos permanecerán durante mucho tiempo, no puede
ser de otra manera.
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