GRANADA SOUND 2019 * 8#Edición
SEGUNDA JORNADA
UN GRANADA SOUND QEU SABE A DOBLETE
20 y 21 de septiembre Paseo del Cortijo del Conde
Iván, Ferreiro, Morgan y una triunfal Zahara redondearon
anoche la octava edición del festival, que bate su récord de
asistencia con más de 25.000 personas cada día
Por EDUARDO TÉBAR * IDEAL
FOTOS Y FOTOGALERÍA: JAVIER MARTIN * IDEAL
En el instante de rematar esta crónica exprés, Zahara se erige
en reina del Granada Sound al ritmo discotequero de 'Hoy la
bestia cena en casa', previa al calambrazo de León Benavente.
Si un festival con semejante denominación ha de mirarse en el
espejo de una trayectoria, ninguna más oportuna que la
degustadora de mandarinas de Úbeda. Una artista que a
principios de año petaba la Industrial Copera, la sala de
hechuras mayores del circuito granadino, pero que la década
anterior tocaba para audiencias de cinco o seis oyentes en La
Tertulia y en el desaparecido Pícaro. Anoche brilló enfundada
en traje de astronauta, repartiendo polvo de estrellas. El
equipo de fútbol había sellado una velada épica, histórica, y
en el Cortijo del Conde ocurría más o menos lo mismo.
A diferencia de los últimos años, el Granada Sound tuvo su
epicentro definitivo en la periferia, en la Carretera de
Córdoba. Algo ha cambiado y se notó este sábado. El fin de
semana del gran desembarco de turistas con voracidad musical
en la ciudad no contó con su correspondiente extensión en los
establecimientos de 'Granada Ciudad del Rock', donde eran
habituales los conciertos en pequeño formato. Una oportunidad
perdida para un tejido importante, el del pequeño comercio,
donde se forman las partículas de eso que este festival
proclama en su nombre. Y eso que en esta edición, la octava,
se ha batido el récord, con más de 25.000 personas cada día y
una amplia representación de visitantes de Madrid, Barcelona y
Valencia. ¿La excepción? El 'showcase' de León Benavente a
mediodía en Discos Bora Bora. A su lado, El Bar de Eric
animaba a entrar en calor en la calle Escuelas de cara al
evento desde el jueves, pero sin música en vivo…
«¿Para cuándo una imitación de Martí Perarnau IV por parte de
Joaquín Reyes?», preguntaba Cecilia, procedente de Valencia,
ayer a las siete y media de la tarde, entre murmullos sobre la
siesta que Messi se estaba echando en Monachil. La amenaza de
lluvia era entonces del cincuenta por ciento. Y se quedó en
eso: en el temor de un aguafiestas no consumado. Fuera del
Cortijo del Conde, presencia policial y chequeos de la Guardia
Civil: se disuadía la tentación de beber en la acera.
La banda sonora de la escena la ponía Perarnau, un artista pop
que, tras quedarse solo al frente de Mucho, opta por funcionar
con la lógica de un Dj. Así fue su 'show', en el arranque de
la segunda jornada del Granada Sound. Una sesión de electro de
andar por casa con, eso sí, más de una pulla política
dispensada en ácido clorhídrico. «La tecnología nos hará
libres», profetizaba Borja, reflexivo en la zona VIP. Perarnau
Cuarto, que toca u compone con compañeros de cartel como Iván
Ferreiro o Zahara, se ha aplicado el cuento en el particular
regreso al futuro de '¿Hay alguien en casa?'.
Una de las gozadas del Granada Sound es la diversidad, los
bandazos. Si Mucho empezaba con hedonismo vitriólico, Morgan
protagonizaban el primer escenario tumultuoso de la tarde
defendiendo la antorcha de la raíz americana. Rock, soul,
folk, góspel, funk… Todo en batidora y vitaminado entre teclas
electrizantes. Imaginen a Adele con The Band, pero en plan
'made in Spain'. Magnetismo que se abre paso a martillazos,
con el empuje de la garganta de Carolina de Juan.
Embriagadora, agazapada tras el piano en el extremo izquierdo,
su voz arenosa y repleta de matices embelleció un cielo que
contenía la tormenta en ese 'Another road (gettin' ready)'. Lo
más próximo al desmelene fue el final, cuando Nina bailó
descalza, con su vestido rojo, como en una instantánea de
Woodstock.
Pero había quien buscaba un punto de canallería. En la carpa
de dj's se reciclaban viejos himnos del 'infraunderground',
del 'electroclash'… Y a un palmo, la magnífica puesta en
escena de los también madrileños Rusos Blancos. 'Bailando
hacia el desastre', su cuarto álbum, relató un negro futuro
que consiste en hacerse mayor. Pop danzarín y elegante
elaborado por y para treintañeros. Deleite de textos irónicos
en unos supervivientes de cuando el 'indie' era 'indie'. Con
imagen y dispuestos a divertir.
El término medio lo planteó a continuación Anni B Sweet. La
malagueña, ya granadina metropolitana adoptiva, se ha
reinventado tras su conversión al castellano en su 'Universo
por estrenar'. Los encuentros allá (en Londres) y aquí con
James Edward Bagshaw, líder de Temples, han dado frutos.
Evanescente, Ana ha redimensionado sus sonoridades
retrofuturistas y su filiación neopsicodélica. Cual Tori Amos
gatuna, de vez en cuando arañó ('Buen viaje'). Y brindó con
unos «amigos muy amigos, de los que he aprendido un montón».
Eran Lori Meyers, con los que cantó la añeja 'Dilema', una
añeja obra maestra pop de los de Loja. Momento para enmarcar.
Otro acierto del Granada Sound ha sido la agilidad con la que
se han alternado los escenarios gigantes. Iván Ferreiro
cumplía el ritual de insertar versos del 'Diecinueve' de Maga
en su cierre en alto con 'Turnedo' mientras Zahara asomaba con
la sintonía de 'Expediente X' para arramblar al compás de
'David Duchovny'. Imposible contabilizar la cantidad de veces
que el gallego ha actuado (y triunfado) en Granada. Una
costumbre que inició a la par que su carrera en solitario, con
llenos que empezaron a ser habituales en la sala El Tren en
2005.
Arropado por secundarios de lujo (Pablo Novoa, Ricky Falkner,
su hermano Amaro), a los que introdujo en clave de 'rave',
Ferreiro puede tocar mil veces la misma canción de forma
distinta (reformuló de nuevo su 'Años 80' de tiempos de
Piratas). Su plasticidad se agradece, sorprende. Lo que no
cambia nunca es el pegamento de su éxito: un timbre vocal con
patente de corso, roto, aniñado, de ampulosa afectación. Las
canciones de Iván dignifican la resaca. Messi, toma nota.
BROCHE DE MADRUGADA CON LEÓN BENAVENTE
Al borde de las doce y media de la noche, León Benavente
seducían a más de 25.000 personas en la Carretera de Córdoba
con una interpretación casi teatralizada de su reciente 'Amo',
pieza sombría de cadencia rotunda que invita a imaginar a un
Gainsbourg con chupa de cuero en los ochenta o un Lavilliers
pecaminoso tras ingestas de New Order. La exbanda (ahora
emancipada) de Nacho Vegas coloreaba la madrugada con la
poética 'Como la piedra que flota', otra joya de su tercer y
flamante álbum, 'Vamos a volvernos locos'. Abraham Boba y los
suyos arrollaban definitivamente con 'La Ribera'. Acres,
cáusticos, afilados de pluma leonina y crisis de los cuarenta.
Aguardaban aún los tirantes tabernarios de La M.O.D.A. y su
fraseología inflapechos. Era el broche de oro para un Granada
Sound netamente español. Una cita que valió como radiografía
del estado del pop alternativo en este país. Ahora, a por la
novena.
PRIMERA JORNADA
EL GRANADA SOUND SE RINDE ANTE VETUSTA MORLA
20 y 21 de septiembre Paseo del Cortijo del Conde
Vetusta Morla, Second, La M.O.D.A y Depedro en la 8ª
edición de Granada Sound.
25.000 asistentes al festival indie del sur
Por EDUARDO TÉBAR * IDEAL
FOTOS Y FOTOGALERÍA: JAVIER MARTIN * IDEAL
Eran las doce y media de la noche. Los murcianos Second
esperaban su turno después de un recital histórico de Vetusta
Morla. Los madrileños, rizando el rizo, se despedían con un
popurrí plagado de guiños a sus compañeros de cartel: Iván
Ferreiro, León Benavente, Zahara, Carolina Durante… Lo que
ocurrió antes fue un monumento que explica el molde 'Vetusta'
que domina el 'neoindie' español de la última década. Baterías
sacadas de Arcade Fire. Giros descaradamente Radiohead. Trucos
aprendidos de U2. La épica latinizante que instauró Bunbury.
Costuras, al fin y al cabo, de un grupo que se ha convertido
en un género en sí mismo.
Conviene recordar que Vetusta se hicieron grandes en Granada:
algo hizo 'clic' la noche en la que 300 personas se quedaron
sin entrar en la sala El Tren en 2008. Recordaron que era su
despedida de Andalucía en esta gira y Pucho, el cantante,
lanzó un alegato al amor y «contra los que nos llaman
ignorantes por no saber votar». A continuación tocaron
'Maldita dulzura', una pieza con pie y medio en México. Igual
que Depedro, que irrumpió en plena puesta de sol entonando
'Como el viento', otro clásico de la música española fechado
en el mismo momento en el que Vetusta removieron cimientos con
'Un día en el mundo'.
La coletilla de ser 'el último festival del verano' no resta
poder de convocatoria al Granada Sound. En la calle, que
dirían 091, se palpaba desde mediodía que varios
acontecimientos sísmicos confluyen en la ciudad este fin de
semana. Sobre todo dos: la visita del Barça y, en especial, la
octava edición del macroevento musical que se despliega en el
Paseo del Cortijo del Conde. La ocupación hotelera es total y
en la ventanilla cuelga el cartel de 'sold out'. Más de 25.000
personas pasarán por la cita 'indie' de la Carretera de
Córdoba a lo largo de cada una de estas dos jornadas.
Una ciudad-marca
Mientras a primera hora de la tarde se canjeaban pulseras en
el centro de la urbe, junto al Teatro Isabel La Católica, los
más rezagados trataban de 'pescar' en la reventa. Había quien
causaba 'baja' forzosa, para alivio de los compradores
desesperados al acecho. Minoría, en cualquier caso. El Granada
Sound lleva a gala en su denominación el arrastre de una
ciudad-marca con sesenta años de tradición pop a sus espaldas.
Y lo refleja el grueso del público que acude al festival, la
mayoría procedente de diferentes puntos de Andalucía, además
de Madrid, Barcelona y Valencia. Durante este viernes y
sábado, el Granada Sound crea, según la organización, 300
empleos directos y más de mil indirectos. El impacto económico
de la epifanía de la modernidad en Granada este año es de más
de 12 millones de euros.
La lluvia es la visita indeseada, el fantasma que sobrevuela y
que todo el mundo quiere evitar cruzando los dedos este
sábado. El Granada Sound de 2019 arrancó con un cielo plomizo
que, eso sí, facilitó los resultados de la multitud de
fotógrafos que pasean sus equipos, al margen de los
'photocalls' en los que se formaban colas en la mitad del
recinto.
La entrada en goteo siguió sin incidencias. Las lanzaderas
llegaban cargadas y no era complicado aparcar mientras los
granadinos Radio Palmer confirmaban su estatus de
nueva-sensación de Granada. Han ganado el concurso
'Emergentes' de la sala Planta Baja y se merendaron uno de los
escenarios gigantes con su punk-pop-surf nuevaolero y
'autotuneado', herencia jovial del nihilismo que en los
ochenta se gastaban Ciudad Jardín, Los Nikis y demás
'kakasdeluxes' irritantes. Su descripción de 'Neptuno' sirvió
para indicar el camino de ida al Granada Sound. El folk
lánguido de St. Woods saludaba en el acceso. Y a las ocho,
Carmen Boza registró la primera aglomeración de este Granada
Sound. De noche, Novedades Carminha prendían con su espíritu
vacilón, estribillos pegajosos y ritmos para gastar suela.
Exitazo, pues, de un Granada Sound que empezó con buen pie.
Más de 30.000 espectadores certifican la apertura del
Granada Sound a experiencias musicales más allá del pop
Por JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * INDYROCK
Información completa,
fotogalería y crónicas de la edición 2018 y ediciones
anteriores
GRANADA SOUND * 2018
Vídeo RESUMEN. VÍDEO: J.
E. GÓNEZ * INDYROCK