Playa de El Arenal de Burriana, Castellón
Del 31 de julio al 3 de agosto 2014
Fotos y crónica por Raquel Álvarez Fernández - IndyRock
Cinco años del Arenal Sound, ¡y los que quedan!
Para que no haya sorpresas, lo que viene a continuación es la crónica musical (y un poco
extramusical también, para qué negarlo) del festival donde desgraciadamente sigue importando
más la playa, el cachondeo y la fiesta para la mayoría de asistentes que la música en sí. Así
que, para los que estuvisteis por allí y no llegasteis a ver ni siquiera el número de
conciertos que contaríais con los dedos de la mano, esto va por vosotros para que os enteréis
al menos de todas las actuaciones que os perdisteis. Además, dentro de muy poco estarán
disponibles las diez entrevistas que realicé en el festival, y un video-reportaje de cómo se
vivió la quinta edición del evento burrianense.
DÍA 1 (Martes 29 de julio)
Era el momento de comenzar seis días con sus respectivas noches sounders. El martes 29, y tras
varios atascos kilométricos desde Madrid, por fin llegué a Burriana a eso de las seis de la
tarde, cuando el recinto ya iba calentando motores para todas las noches eternas que nos
esperaban (musical y festivamente hablando). Poco después de acreditarme para IndyRock, tuve
el enorme gusto de realizar la primera entrevista, de las diez que hice durante todo el
festival, a los majetes de Grises. Horas más tarde, los componentes de esta formación
guipuzcoana (al igual que muchísimos sounders), lo dieron todo en el escenario Inside del
Beach Club, la zona más cercana a la playa. Y, a pesar que su directo sufrió por problemas
técnicos por parte de la organización, eso no chafó la fiesta a todos los espectadores que
bailaron con la energía del grupo y la voz de Amancay.
Pero antes que nada, quiero remarcar que soy humana, así que no me lo tengáis en cuenta; ya
que, por más que me duela admitirlo, me fue imposible ver aunque sea un poquito de todos los
conciertos del festival (fueron más de 100), porque a parte que de vez en cuando es agradable
descansar en alguna de las áreas del recinto designadas para ello, se produjeron los terribles
solapamientos que cualquier melómano odia cuando va a un festival. Así que, tras este breve
inciso para aclarar que, a pesar de que estuve fotografiando, entrevistando, grabando y
disfrutando de muuuuuchos conciertos para la cobertura realizada para IndyRock, no asistí a
absolutamente todos; continuemos…
Unas horas antes de que Grises pisase el escenario, The Noises divirtieron a un gran
número de sounders para el horario en el que se les había puesto; y tras Grises, fueron Polock
los que engancharon a la mayoría de asistentes con sus melodías.
Otro de los conciertos que me gustaría destacar de la primera jornada fue el de Carlos
Sadness, al que también entrevisté un par de horas antes, y con su amabilidad y paz
interior, me hizo sentir como si nos conociésemos de toda la vida.
Por problemas ajenos a Carlos y a su banda, subieron con una hora y cuarto de retraso al
autobús de Red Bull. Aun así, los asistentes, que no habían sido informados oficialmente del
gran retraso que tendría la actuación (sí por el propio Carlos a través de su cuenta de
Twitter); siguieron esperándole con bastantes y coloridas plumas indias en el pelo. O al
menos, la mayoría de los sounders que le querían ver. Y eso, créanme señores, que es todo un
logro, y más en un festival que todos los que hayáis estado alguna vez ya sabréis, donde
parece que importa más la fiesta y el alcohol para un amplio sector de los asistentes, que su
propuesta musical. Y así, con ese guiño a la naturaleza salvaje y a los “montes perdidos”,
Carlos se pintó la cara con unas líneas al estilo indio americano (con mi raya de ojos, todo
hay que decirlo), y dio un concierto en el que los sounders (sobre todo, las féminas), se
volvieron locas. Y no es para menos, ya que a pesar de tocar en un escenario tan diminuto como
el del Red Bull Tour Bus, supo llenarlo de magia y transmitir como nadie.
DÍA 2 (Miércoles 30 de julio)
El miércoles tenía lugar la segunda fiesta de bienvenida, y con ella, más conciertos, entre
ellos, el de Los News, que desde el pequeño bus consiguieron que muchos de los sounders
que empezaban a entrar al recinto con los últimos rayos de Sol, se quedasen en torno a ellos y
a su energía innata.
Más tarde, y de vuelta al escenario Inside, La Sonrisa de Julia daban un concierto
bastante emocional para los que más o menos les hemos seguido durante unos años, y es que,
como ya algunos sabíamos, la formación madrileña decidió hace unos meses dejar los escenarios
y se habían vuelto a juntar para esta ocasión.
Tras ello, el buenrollismo y descaro de We Are Standard invadió a los sounders, y es
que además, los movimientos del vocalista Deu no podían pasar desapercibidos y su música suena
muy, pero que muy bien en directo.
Enlazamos la noche con La Raíz. Con uno de los discursos musicales más reivindicativos del
festival, La Raíz supo concentrar frente al Inside a la mayor afluencia de público
durante las fiestas de bienvenida, y más teniendo en cuenta que el festival como tal, aún no
había comenzado.
El movimiento republicano entre los jóvenes está cada día más presente en nuestras calles, y
no es para menos; los jóvenes estamos muy cabreados con la situación española y se nota. Por
ello, el mestizaje de La Raíz caló hondo entre mucha polémica servida a golpe de temas sobre
la inmigración, la precaria situación laboral… todo ello, condimentado con mucha energía sobre
el escenario y varias banderas republicanas ondeando sobre los asistentes.
DÍA 3 (Jueves 31 de julio)
Pero era el jueves 31 cuando el plato fuerte del Arenal Sound daba comienzo. La tarde
arrancaba con una entrevista a Love of Lesbian, y después, sobre el escenario
Desperados, comenzaba el festival con La Pegatina, un grupo cuyo nombre ya no puede ir
separado del Arenal Sound (ni del de Mari Carmen), pues han tocado varias veces en el
festival, y nunca jamás han defraudado lo más mínimo. Pero por fin, en este quinto aniversario
del evento de Burriana, les han programado en el escenario principal, pues se esperaba una
gran afluencia de público dispuesto a pasárselo bien con el cachondeo, siempre desde el
respeto, que inspiran los catalanes. Subieron al escenario a Santi Balmes, que actuaría más
tarde junto a “sus lesbianos”, y a Alamedadosoulna y Zulú 9.30. Lo suyo fue una gran
fiesta a la que tan sólo unos pocos sounders tuvieron la osadía de no asistir.
Por su parte, Elefantes, que se han vuelto a juntar para seguir en la música,
inauguraban el escenario Negrita con una propuesta muy suya, muy “Shuarma” y muy olé toda
ella. Simplemente chapó por combinar estilos como el rock, el pop y el flamenco de una manera
tan limpia y elegante sobre el escenario, y por haber querido volver a los escenarios para
llenarlos de momentos únicos.
Los barceloneses Love of Lesbian sufrieron los daños colaterales de un festival, que, por
mucho que nos guste a decenas de miles de españoles, sigue teniendo sus carencias, y siempre
pasa algo. Y este año el mal rato les fue a parar a los “lesbianos” por la subida de tensión
que hubo en el grupo electrógeno del escenario principal, que les obligó a estar unos diez
minutos sin actuar. Como se comentaba en el foso, “esto es algo que seguro que a los Love of
Lesbian no les había pasado nunca”. A pesar de todo ello, y cuando se solucionó el bochornoso
incidente, los catalanes se lo tomaron con humor y continuaron enlazando hit tras hit, ironías
con ironías y todas esas locuras que ocurren en uno de los conciertos que la banda nos tiene
(mal)acostumbrados a dar, por lo geniales (y fantásticos) que son y con las ganas que te
quedas de más, mucho más. En esta gira de “El Poder de la Tijera”, además de mucha locura,
vicio, amantes guisantes, amarnos a nosotros mismos, John Boys, Ben Afflecks y alguna que otra
planta…; descubrimos al nuevo Jordi Roig, o como Salti le ha rebautizado, “el Hombre Rana”,
que surcó los mares de sounders embutido en un neopreno y unas aletas para llegar a la torre
de sonido al ritmo de “Los toros de la Wii (Fantástico)”. Y con ello, terminó una de las
actuaciones imprescindibles del festival.
Inmediatamente después, Luis Albert de L.A. y sus músicos nos deleitaban con su sonido
desde el Negrita, y personalmente, me hizo recordar el porqué me enganché tanto hace un par de
años a esa “Over and Over”… Me lo encontré mucho más rockero de lo que le recordaba, incluso
más grunge podría decirse, y eso no sólo a mí, sino a muchísimos sounders, le pareció todo un
acierto y quedó demostrado en la tremenda aceptación del público.
Llegaba el momento de una de las divas que iba a pisar Burriana en aquellos días. Ni más ni
menos que la polémica rapera Azealia Banks. Terminó la actuación mucho antes del tiempo
pactado, cosa que realmente no extrañó a muchos. Cierto es que los fans españoles de la
neoyorkina estaban algo escépticos ante su actuación como cabeza de cartel el jueves en el
Arenal Sound, pues ya ha cancelado varias veces sus bolos en nuestro país. Hace escasamente un
año, sin ir más lejos, también estaba programada para el FIB. Y no… aquella vez no
cantó.
Lo de Azealia fue un show al menos diferente a lo que el Arenal Sound está acostumbrado a
presenciar en sus escenarios, con bailarines, mucho “brilli brilli” y sin el permiso para que
los fotógrafos pudiésemos hacer nuestro trabajo y capturar alguno de sus movimientos desde el
foso… Personalmente, si cancela otra vez en nuestro país, no me va a doler lo más mínimo, y es
que su actuación fuera del baile y los destellos dorados, no dio para mucho más, musicalmente
hablando. Lo siento, pero mi subjetividad está mezclada con los comentarios de bastante gente
que “disfrutó” de su directo (“disfrutó” va entre comillas, por si no os habéis dado cuenta
del detalle). ¡Y sí! #HatersGonnaHate…
Más tarde, y tras un momento de merecido descanso en la zona de prensa, los Crystal
Fighters tocaban todo su arsenal pesado para hacer bailar hasta al más soso de Burriana.
Y es que, como ya se comentó en la rueda de prensa del domingo, conformar un cartel con los
Crystal Fighters, es saber desde el primer momento que estás apostando por “el caballo
ganador”. Con “Love Natural”, “Xtatic Truth”, “At Home”, “I Love London”, “Plage”, “Follow” o
“You & I”, una de las bandas más esperadas en cualquier festival que se preste, puso patas
arriba (por no decir otra cosa que también) a los sounders.
Para cerrar la noche, Knife Party prepararon una sesión para los amantes de la música
electrónica más potente, con prácticamente mucho dubster, desfase y bailes descontrolados.
DÍA 4 (Viernes 1 de agosto)
Al día siguiente, el viernes 1, Sidonie me recibían en su camerino para una breve entrevista
justo antes de su concierto, con el que “incendiaron” el escenario Desperados bajo la bandera
canadiense con motivo de su último trabajo “Sierra y Canadá”.
Por otro lado, el grupo que no para de petarlo (literalmente) en todos los festivales, Izal,
comenzaban a darnos “hambre” de más mientras nos pedían incesantemente que nos “arrímasemos”,
y sí, así hicimos; porque su contundencia en directo es de admirar.
Por otro lado, y tras perderme la mitad del concierto de Izal, me desplacé al Beach
Club que tenía ya un poco abandonado. Y es que The Right Ons tocaban ahí, y no me los quería
perder. Más que nada porque su directo cautiva y más desde que decidieron pasarse al
castellano. Poco más tarde, pude entrevistarles y su cachondeo (mental) quedó patente.
Y era el momento de la gran incertidumbre, Miles Kane. El británico, que tuvo que
cancelar por estar enfermo varios conciertos de su gira en la semana anterior a su cita en el
Arenal Sound, nos tenía a muchos sounders en vilo, y más sabiendo que era una de las
actuaciones más esperadas del festival. Aún así, apareció enfundado en unos pitillos y camisa
de estampado animal, y entonces supimos que, con ese vestuario que tan sólo le puede sentar
(medio)bien a él, Miles se encontraba perfectamente para ofrecer un conciertazo con hits como
“Don’t Forget Who You Are”, “Come Closer” o “Inhaler”. La anécdota llegó en una de las pocas
incursiones (y excursiones, porque vaya paseíto que había que dar hasta la entrada…) a la sala
VIP. Allí, unos compañeras y yo pudimos hablar un momento con Miles Kane, que, tras
preguntarle por su salud; y desde su humildad y profesionalidad nos comentó que estaba muy
preocupado por si no se había escuchado bien, ya que él, por muy malito que haya estado las
últimas semanas, lo que más le importaba es que hubiese transmitido toda esa potencia que nos
suele ofrecer en sus directos. Y vaya sí lo hizo.
Antes de disfrutar del concierto de Biffy Clyro y de toda la parafernalia que habían
montado la seguridad de los escoceses para que absolutamente nadie fuera de su equipo de
técnicos, ni siquiera los de prensa, pudieran verlos de cerca… nos pasamos por el escenario
Negrita para ver a PEACE. En las primeras filas se agolparon bastantes fans incondicionales de
la banda, que lo dieron todo con temas como “Bloodshake”. Fue un concierto bastante
recomendable, la verdad.
Pero, como ya comentaba con anterioridad, el plato fuerte de la noche eran los escoceses Biffy
“Fuckin’” Clyro… Con todos mis respetos hacia una banda rock que aprecio mucho, que poco a
poco se ha hecho un nombre en los mejores festivales y arenas del mundo, que tiene discazos,
incluidos su último “Opposites”… ¿a qué viene ese divarrismo exacerbado con el que se
blindaron de seguridad y apenas pisaron el suelo de Burriana, vaya que los fans y prensa nos
acercásemos demasiado a ellos, se enfadasen y se fueran sin tocar, como se comentó varias
veces por parte de la organización? Sinceramente, Simon Neil y compañía, en este mundillo hay
que ser un poco más humilde, y saber que vives del cariño de tu público. En definitiva, dieron
un concierto repleto de trayazos como “That Golden Rule”, “Black Chandelier”, “Biblical” o mi
favorita desde que los descubrí, “Many of Horror (When We Collide)”. Dieron un concierto muy
bueno, pero aún así, creo que sobre las tablas podrían haber dado mucho más de lo que pueden
ofrecer.
Un poco más tarde, llegaba el turno de The Wombats. Minutos antes, me había entrevistado con
su líder Matthew Murphy, ese chico que por “h” o por “b” siempre me ha recordado, no
sólo a mí, si no a bastante gente, a Robert Smith de The Cure. Pero a lo que vamos, prometían
fiesta y así lo hicieron sobre el Desperados (aunque me quedé con ganas de un setlist más
bailable, todo hay que decirlo). “Moving to New York”, “Techno Fan” y “Let’s Dance to Joy
Division” fueron de las más coreadas, al igual que su Nuevo single “Your Body is a Weapon”.
Al final, y debido al cansancio extremo que acumulaba, me quedé con las ganas de ver al
jovencísimo Madeon pinchar, pero según todos los comentarios que me llegaron horas después,
fue una sesión muy digna.
DÍA 5 (Sábado 2 de agosto)
Abriendo el escenario principal de lo que sería una gran jornada (si no, la mejor) del Arenal
Sound, Lourdes Hernández y su grupo conseguían reunir a una cantidad considerable de sounders
para seguir la actuación de Russian Red. A pesar que su música siempre ha sido un
joyita para disfrutar en pequeñas salas, su directo fue un poco más enérgico que de costumbre
y dejó con buen sabor de boca a los asistentes. Además, aprovecharon para presentarnos varios
temas de su último trabajo, “Agent Cooper” como “Casper”; además de tocar otros anteriores
como “Every Day, Every Night”, “Cigarettes” o “I Hate You But I Love You”.
Pero antes, no debo olvidar a los chicos de Dinero, que comenzaron unos minutos antes
en el Beach Club, dando un giro de tuerca total a lo que se escucharía con Lourdes en el
escenario principal instantes después. La calidad de la propuesta de estos madrileños
consiguió que muchos sounders se volcasen con ellos, a pesar de que estaban tocando aún
demasiado temprano, y fuera de la zona de escenarios principales; lo cual era todo un mérito,
constatando que su rock gusta bastante. Con temazos como “Duelo de Titanes”, “En Invierno” o
“Mentiras”, todos nos quedamos con ganas de más. Así que, un poco más tarde, tras la
finalización de su directo y con nuevo bajista, también tuve el placer de poder
entrevistarles, mientras los Sexy Zebras liaban una de las suyas en el escenario Inside y
contagiaban de mucho más rock al público.
Pero los chicos de Miss Caffeina estaban por Burriana y obviamente, no podía
perdérmelos por más que me interesase la propuesta musical del Beach Club de esa noche. Así
que de nuevo en el Negrita, los “Gigantes” de Miss Caffeina supieron reenganchar a todo aquel
que se había quedado descolgado de su música desde que lanzaron “De Polvo y Flores” hace ya
unos cuantos meses. Con el “Capitán” Alberto Jiménez al frente, dieron un concierto buenísimo,
como casi todos (por no decir todos) los que se pudieron escuchar aquella noche en el Arenal
Sound. Poco más tarde, y como ya me estaba empezando a gustar la buena rutina, también pude
entrevistarles, quedando patente su humildad y carisma de todos los integrantes de la banda.
Entre esta entrevista, la de Dinero y la de The Royal Concept, no me quedó tiempo para pasarme
por el escenario principal para ver a Matt & Kim, pero lo que pude escuchar de lejos tenía
muy buena pinta, con temas entre la energía y el buenrrollismo.
El Negrita se preparaba entonces para los daneses The Asteroids Galaxy Tour, que ya
aterrizaron hace unos años en nuestro país a través de un conocido anuncio de cervezas con
“The Golden Age”. Con la belleza indiscutible de la vocalista Mette Lindberg y las melodías
pegadizas entre el pop, indie y el acid jazz; tuvieron un directo muy agradecido.
Pero sin duda, si el sábado fue el mejor día del festival, Placebo fueron los que
dieron uno de los mejores conciertos de todo el festival, no sólo de la quinta jornada. Y no
lo digo yo, que como fan (muy fan), puede que alguien piense que mi subjetividad pueda
llevarme a no querer oír los directos desde el punto de vista de la profesionalidad; si no que
era un comentario generalizado, incluso por aquellos que sólo estaban allí por la fiesta y las
macrosesiones de los DJs a altas horas de la madrugada. El oscuro divo Brian Molko y los suyos
hicieron un concierto sobresaliente, aunque bien es cierto que a veces costaba reconocer
ciertos temas en directo por esas reversiones continuas que suelen realizar. Por lo demás,
brillantes con “The Bitter End”, “Loud Like Love”, “Every You Every Me”, “Meds”, “Song to Say
Goodbye”, y ultra emocionantes con “Too Many Friends” o la gran versión de Kate Bush “Running
Up That Hill”; entre otros temas.
Nada más terminar, había que correr para no perderse un segundo del conciertazo que también
prometían The Royal Concept, y más tras conocerles personalmente en la entrevista
previa a The Asteroids Galaxy Tour, y saber que ellos se lo toman más en serio de lo que
podría parecer a simple vista. Los suecos, que repetían por segundo año consecutivo en el
recinto de Burriana, hicieron las delicias de todos los asistentes. El festival, compuesto
principalmente por grupos que los propios sounders proponen a la organización a través de las
redes sociales; no dudó ni un momento en volver a contar con The Royal Concept, cuando
bastantes asistentes a la anterior edición del Arenal Sound así lo demandaron.
El grupo, compuesto por David Larson, Robert Magnus, Frans Povel, Filip Bekic y el pelo de
David (¡sí! os puedo asegurar que esa melena tiene vida propia), agradecieron constantemente
su apoyo al público español que les ha apoyado desde sus inicios, y además, nos dejaron a
todos los de prensa disfrutar del concierto desde el foso, gesto que es más que agradable y
que no muchos lo permiten. Entre los continuos coqueteos de David con las sounders y el cariño
hacia la audiencia, pusieron el “World on Fire” e hicieron que todos fuésemos parte de su
particular “On Our Way”.
Empezaba la parte más desvergonzada de la noche con los portugueses Buraka Som Sistema, que
con sus ritmos africanos (kuduro) no dejaron momento para respirar al público. Tanta fue la
implicación con el público de Burriana, que subieron a una veintena de chicas al escenario
Desperados (entre ellas, una servidora), para bailar con ellos uno de sus últimos temas y
hacer aquel directo algo más especial.
Lo de Skip&Die prometía ser un show vistoso, y así lo fue. La cantante
Cata.Pirata, llegaba desde Sudáfrica y Ámsterdam para no dejar a nadie tranquilo, ni siquiera
a los fotógrafos con sus continuos movimientos, saltos y patadas al aire. Pero, al igual que
pasaba un rato antes con The Royal Concept, la formación de Skip&Die también nos permitió
quedarnos en el foso durante todo el concierto. Y a pesar de que no llevaba tapones para los
oídos, llegó un momento que ni siquiera me importó, aunque la base sonase con demasiada
potencia. Fue un show divertido, en el que Cata se tiró literalmente al público y bailó junto
a ellos al final de la actuación durante varios minutos que supieron a gloria para todos sus
fans.
Una sesión muy bestia de Boys Noize cerraba el escenario Desperados, para el júbilo de
todos los amantes de la electrónica del recinto.
DÍA 6 (Domingo 3)
Como ya viene siendo habitual, la organización congregó a todos los medios acreditados para
hacer balance de esta edición durante la tarde de la última jornada del festival. En la rueda
de prensa, se habló de varios temas, pero se recalcó principalmente la buena salud de la que
consta el festival, siendo en tan sólo cinco años, el primer festival en redes sociales en
España, y uno de los que tiene mayor afluencia en toda Europa. Además, se hizo mención
especial también a que el recinto no tuvo problemas de aforo, ya que ni en incluso los
conciertos de los cabezas de cartel se superaron el 70% de la capacidad; lo cual se agradeció
entre los medios acreditaciones para poder ver los conciertos bastante cerca del escenario y
sin aglomeraciones tras haber realizado las fotos en los respectivos fosos. Otro punto
importante a mencionar fue que se pudo retransmitir en streaming la mayoría de los conciertos
a través de la plataforma Dailymotion, lo cual hizo que muchas personas interesadas pudieran
verlo desde la comodidad de sus casas, y darle una mayor repercusión al festival, que sigue
teniendo una gran afluencia de público español (más del 90% de los sounders).
Las composiciones más melodiosas de Iván Ferreiro se vieron repletas de pasión y energía sobre
las tablas para abrir el escenario Desperados. Con “Años 80” a una gran mayoría se nos puso la
piel de gallina.
El Columpio Asesino son uno de esos nombres que no paran de aparecer en los carteles de
los festivales en todo el circuito nacional. Y no es para menos. Su laureado “Diamantes” ha
cautivado a un gran público que lo da todo con ellos, y terminando su setlist en el Arenal con
“Toro”, hicieron a todos los sounders “bailar toda la noche”.
Se hablaba mucho del concierto que daría Bastille, pero ofrecieron en un directo, que,
a pesar de contar con temas muy conocidos como “Pompeii” o “Flaws”, y la figura del deseado
por el público más joven, Dan Smith; no supieron hacer despegar una actuación que entretuvo,
hizo cantar, pero no llegó a emocionar a un amplio sector del público, ni siquiera con esa
versión de "The Rhythm of the Night” de Corona.
En el Negrita era el turno de los islandeses FM Belfast. Con ellos, la fiesta y la
diversión estaban servidas. Con su descaro y colorido, pusieron a saltar a los que se animaron
a sudar como descosidos en las primeras filas, mientras su esperpéntica puesta en escena y
vestuario parecían sacados por momentos de un capítulo de Muchachada Nui, lo cual se acentuaba
por las pintas, movimientos y parecido de Árni Vilhjálmsson con Joaquín Reyes. Todo fueron
risas hasta que se pasaron un par de minutos de la hora en la que tenían previsto terminar, y
la organización les cortó la luz, ante un público que abucheaba a los que habían tomado tal
decisión. El problema no eran ellos, si no que Mando Diao tenía que salir al escenario
principal, y allí que me planté de nuevo.
Y es que, un par de horas antes estuve entrevistándoles en el camerino, y la verdad, fue la
entrevista más extraña que he tenido en mi vida. Me encontré con unos Björn Dixgård y Gustaf
Norén mucho, pero que mucho más místicos de lo que esperaba aún a pesar de haberme escuchado
su último trabajo “Aelita” y pudiese intuir de qué pie cojeaban ahora. Eso sí, fue una
conversación bastante interesante.
Así que, ya sobre el escenario, la sorpresa les llegó a muchos que esperaban bailar con su
vena más rockera y desenfadada, y se pegaron un chasco al encontrarse unos Mando Diao
totalmente diferentes a lo que recordaban. Las melodías no sonaron tan contundentes como en
los discos, ni siquiera en los temas anteriores como “Gloria”, “Dance With Somebody”, “God
Knows” o “Long Before Rock ’n’ Roll”; y es que su nueva visión musical así lo pedía, aunque yo
creo que muchos fans allí presentes no lo terminaron de entender. Gustaf comenzó el concierto
lanzando un ramo al público pidiendo el fin de la violencia en Gaza y comentando lo difícil
que fue para ellos la marcha de su amigo Kristian Gidlund, justo un año antes del concierto,
cuando falleció tras una dura batalla contra el cáncer. A él le dedicaron su directo, además
de empezar con una emotiva “If I Don’t Have You”.
Por otro lado, los Circa Waves venían desde Liverpool para darlo todo. Tan sólo diré
que no les perdáis de vista, ya que, a pesar de su juventud, estos británicos suenan muy, pero
que muy bien sobre los escenarios.
La palabra “freeky” se me queda corta para definir a los Die Antwoord, que desde
Sudáfrica llevan un par de años revolucionando medio mundo con su rap, electrónica y mezcla de
estilos africanos, que no dejan a nadie parar de menearse durante cualquiera de sus canciones.
En el directo del Arenal desplegaron todo su arsenal de grime, sexualidad, descaro y
“chunguerío” con temas como “Baby’s on Fire”, “I Fink U Freeky” o “Enter The Ninja”. Según
fuentes oficiales, fue el concierto con mayor número de asistentes del festival, y es que lo
que Yo-Landi y Ninja hicieron en el escenario, por mucho que no seas un apasionado de ese tipo
de música, no había manera de perdérselo.
Para terminar, el joven productor Deorro cerró el escenario principal con una sesión
bastante bailable repleta de temazos para todos los gustos, incluyendo a los Red Hot Chili
Peppers, y combinando las bases rítmicas de los distintos temas de forma magistral.
Agradecer de nuevo a todas las personas de la organización que me han ayudado a contactar con
los grupos y managers para realizar las diez entrevistas, que han hecho mi estancia allí lo
más cómoda posible (dentro de unos límites reservados sólo a algunos artistas divos, claro) y
por supuesto a todos los miembros del ENORME Press Team: ¡sin vosotros, ir de festivales no
sería lo mismo!
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