(...) Tres aventureros que intercambian sus roles. Tan pronto cogen el volante como se
mantienen en la parte trasera. No se entrometen. Su sonido ha sido comparado a los Dylan,
Drake, Cohen y compañía. Puede ser. Atributos no le faltan. Quizá su Biblia camina por otros
derroteros. Pasajes en los que la tristeza cabalga de la mano a la reflexión. Canciones como
“Chains, chains, chains” u “All the night wihtout love” tienen ese componente enérgico en el
sosiego de la pausada escucha. Esa que permite saborear el paso del quehacer diario desde el
pupitre de la escuela o bien desde el altar de la madurez. Su actuación de ayer no pasará
inadvertida. Puro Folk de antaño. Una mirada mimosa a una época dorada en la que la poesía
como maquillaje natural de canciones tuvo más mensaje que todo lo dicho en unas cuantas
décadas. Fórmula que funciona y que Perkins interpreta a las mil maravillas. Que mejor que un
escenario llamado planeta para trasmitir todo aquello que un artista desea contar.
Dawn Landes, la pasión de Kentucky
Por Juan Enrique Gómez / IndyRock
Fotos y video concierto... click
aquí
Es menuda, aparentemente extraída de un viejo westerm, pero no te dejes llevar por las
apariencias. Esta chica, Dawn Landes, es todo pasión, fuerza y explosiones sonoras sobre el
escenario. Dawn Landes, acompañada por Ray Rizzo y Josh Kaufman, forman un trío cargado
de raices del folk más profundo, country del bueno y una extraña mezcla de distorsión y
ruidismo. La voz cálida de Dawn tiene el contrapunto rítmico de una batería atronadora,
conjugada con multiinstrumentos, como la armónica que tocada por un batería no es algo
habitual en un escenario, y menos aún si esa pequeña armómica se convierte, en ocasiones, en
todo un compendio de sonidos que recuerdan desde el órgano hammond a juegos de extraños
vientos. Dawn Landes tiene muy claro que el folk tradicional es la base de su música, pero de
pronto, cuando no te lo esperas, la guitarra acústica se desdobla, distorsiona, se carga de
efectos y explota al ritmo trepidanete de sus compañeros, para después, al paso siguiente,
caer de nuevo en la melancolía de las canciones de vaqueros. Quizá sea cierto que si vives en
Brooklyn no puedes evitar estar un poco loco, pero si vienes de Kentucky, el folk lo llevas en
las sangre.
ELVIS PERKINS
La nueva sensación de la música contemporánea, Elvis Perkins, un virtuoso a medio camino entre
el pop, el folk y la canción de autor. La excusa: la presentación en España de su primer
trabajo recientemente publicado "Ash Wednesday" (XL, 2007). El problema: que Elvis y su banda
sí volvieron de París pero no sus instrumentos. Una pérdida que frustró todo el concierto.
Tocaron con instrumentos prestados y se notó su desánimo con las continuas quejas y con un
concierto casi imaginativo ya que Elvis no paraba de pedir al público que imaginase el sonido
que conseguirían si el tuviera una armónica, si el bajista tuviera un contrabajo o si tuviesen
no se qué pedal.
Pero aún así, tocando con lo puesto y encima prestado, consiguieron sacar adelante el
concierto. Una actuación que en sus tres primeros temas pareció una prueba de sonido usando
para ello sus composiciones más tranquilas (con continuos acoples y paradas), que
posteriormente se vió reforzada por la espectacular voz de Perkins en las canciones que tocó
sólo con la acústica y que finalmente acabó animándose, luchando contra viento y marea, para
deleite de un público que desprendía fidelidad, es decir que en este caso no pasaba por allí
sino que desprendía verdadero interés.
Elvis Perkins "In Dearland"
En una tradicional procesión de funeral de Nueva Orleans, “la segunda línea” se refiere a una
compañía en directo de músicos de metal, los cuales van detrás de los enlutados, inyectando un
espíritu de celebración espontánea en un asunto tétrico. De hecho, Elvis Perkins in Dearland
es un nuevo epónimo álbum que actúa bastante como “la segunda línea” con su exquisitamente
melancólico y bastante voceado solo debut llamado Ash Wednesday. Este tema produjo a Elvis una
dedicada continuación a sus matizadas meditaciones sobre la muerte y la aflicción (muchos
momentos de ese primer disco hacían sentir como si el oyente hubiera sido lanzado hacia los
más íntimos límites de una elegía privada, envuelta con esa maravillosa calidad de viejo soul
en la voz de Elvis.
Está lleno de momentos íntimos en Elvis Perkins in Dearland, pero a Elvis se ha unido ahora un
talentoso trío de amigos que han girado con él como apoyo a “Ash Wednesday”. Junto con Elvis a
la guitarra y las principales voces, Elvis Perkins in Dearland es Brigham Brough (bajo
vertical, saxofón, voces), Boylan-Garnett (órgano, guitarra, armonio, trombón y voces), y Nick
Kinsey (caja/tambores, percusión, banjo, clarinete y voces).
Muchas de las nuevas canciones de Elvis Perkins in Dearland fueron asentadas en la carretera
por los cuatro compañeros de banda, cuya natural conexión entre ellos les permitió
experimentar constantemente con arreglos al vuelo, rápidamente.
“En este nuevo disco queríamos capturar el espíritu de nuestras actuaciones”, dijo Nick
Kinsey. “el desafío era descolgar, capturar esa espontaneidad. Ser testigo de una actuación de
Elvis Perkins in Dearland es presenciar un acontecimiento- la banda ha logrado una reputación
por sus estupendas actuaciones en directo que son a su vez íntimas y energéticas. Momentos de
intensa belleza, en los cuales la sala entra en trance con la magnética presencia de Elvis,
pueden fácilmente convertirse en alegres actuaciones que tiran abajo la casa.
Elvis admite con una sonrisa que “ este álbum es más rápido y fresco que Ash Wednesday”. Estar
en un estudio con otros tres creativos en lugar de uno, fue algo nuevo para mí. Nos
llevó 4 intentos hasta decidir todo… Escuchando a Elvis en Elvis Perkins in Dearland, uno
puede oír la palpable alegría júbilo del encuentro del cantante y compositor con sus
compañeros de banda tras un largo y solitario viaje.
Al comienzo de su álbum está la canción de inicio “Shampoo”. Elvis se muestra como un rifeño
intermitente y entrecortado en su guitarra acústica incluso cuando el está siendo rodeado por
un coro de silbidos, tentándole a unirse al montón. Y unión él hace con su primer
seductor pincelada con el órgano B3 de Wyndham, la canción facilita su intermitente y a
puntapié ritmo y la llamada de alguna manera solitaria de Elvis “barre, pequeño barrendero” se
pliega formando una textura llena de sonido Dearland.
El productor ganador del premio Grammy, Chris Shaw (Public Enemy, Bob Dylan, Ween) ayudó
a dirigir este sonido equilibrando el vasto arraigo de intrumentos eclécticos que
utiliza la banda- de la pesada dureza del armonio o el ligero susurro de un instrumento de
cuerda jugando alegremente con la voz de Elvis en “Hour`s last stand” hacia el duro ritmo de
la caja que propulsa “Hey”, uno de los más utilizados números, perfectamente equilibra su
ritmo con delicadas armonías vocales, que proporciona Lavender Diamont mujer Becky Stark.
Incluso mientras se crea su particular sonido, la banda está claramente influenciada por un
amplio abanicos de raíces musicales americanas, como evidencia sus pinceladas de ruda armónica
en los versos de Elvis, y un grito agudo, malvado y con tintes de blues, del órgano en
“I´ll be arriving”, o la lúgubre trompa de la tuba en “Chains, Chains, chains” tocada por el
estimable Howard Johnson, quien ha grabado con John Lennon y la Banda. De hecho,
es en la yuxtaposición de lo nuevo y lo viejo donde el sentimiento de “acontemiento” emerge,
donde podemos sentir la espontánea acumulación de melodías.
Pero en realidad el éxito del álbum está en la unión de esta rica amalgama de joven rock and
roll, folk, y gospel con la dulce intimidad de la voz de Elvis. En “123 Goodbye”,
otra canción que puntea el filo de navaja entre lo conmovedor/mordaz y lo jubiloso, Elvis
conjura los conflictivos talantes del triste observador en una celebración.
Hay un momento justo en el medio de “Send my fond regards to lonelyville”, cuando Elvis medita
para el mismo “así es como ellos dejan su soledad, las semanas pasarán en un partido de
tenis antes de que ella lo desvista”, invocando algo parecido a floclore que
impregna “Ash Wednesday”. Después, de repente, la música se parte y una completa banda
de instrumentos de metal aparece vagando por la canción. Uno casi puede ver la imagen de
Elvis su guitarra adelantándose del paso del grupo, saludándolos con una de sus muecas
(o sonrisa de lado). Es un momento que captura el “acontecimiento” de este disco- tú
puedes casi saborear el sudor del escenario, sentir el pulso de la tuba en tus rodillas,
escuchar la calmada respiración de Elvis en tu oreja.
De lleno, ronco y profundo Elvis Perkins in Dearland conjura ambos la mayor celebración y el
más triste funeral, sirviendo como canal de sabiduría eternamente joven que profundiza con
cada nuevo oyente.
Elvis Perkins “I Aubade”
El cantautor norteamericano, Elvis Perkins, forma parte de esa lista de “artistas a los que
seguir de cerca” dentro del panorama folk.
Vuelve a nuestro país para presentar su tercer disco “I Aubade” / MIR Records.
Su primer trabajo vio la luz en 2006 con “Ash Wednesday”, con el álbum de debut consiguió
comparaciones con artistas de la talla de Leonard Cohen o Bob Dylan y algunos más
contemporáneos como Elliott Smith, Jeff Buckley o Micah P. Hinson y llamo la atención de
críticos musicales. En el álbum, Perkins transformaría sus circunstancias personales en letras
melancólicas y esperanzadas con tintes surrealistas, empleando como recurso frecuente las
alusiones a los sueños y al vuelo.
El siguiente disco, “Elvis In Dearland” / XL, 2009, fue muy diferente al anterior
en la forma y en el contenido. Iba acompañado de su banda y en el podemos encontrar algo de
rock and roll, algo de folk, gospel, electrónica, pop, etc. Contó con el productor Chris Shaw
(Public Enemy, Bob Dylan, Ween).
Su siguiente entrega se ha hecho esperar. Han pasado 6 años desde su último disco y en
febrero de este año presentó "I Aubade", editado por su propio sello, él como productor, y
grabado en casa. Este trabajo recuerda al Elvis del principio, siendo un disco más intimista.
Discografía
Ash Wednesday (20 de febrero de 2007)
Elvis Perkins in Dearland (10 de marzo de 2009)
I Aubade (25 febrero de 2015)
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