FOTOGALERÍA FESTIVAL DO SUDOESTE, 2010. FOTOS: DIEGO SOTO Y
MARÍA DEL MAR FLORES * INDYROCK
FESTIVAL DO SUDOESTE
Festival Do Sudoeste, 2010 Zambujeira del Mar (Portugal) Fotos: Diego Soto y María del Mar Flores (Jamiroquai) / IndyRock
SW 2010: Un festival para los sentidos por Diego Soto - IndyRock
Existen festivales y festivales dedicados al mundo musical. Unos que ofrecen calidad sonora
en detrimento de las comodidades. Otros lo contrario. Incluso se encuentran aquellos en los
que prima el espectáculo por encima de las bandas. Pero a estas alturas de kilometraje
festivaleiro a las espaldas, resulta arduo complicado encontrarse con el equilibrio para el
total disfrute de lo primordial: el buen sonido en estado puro. Y de esto en el Festival do
Sudoeste, entiende.
Como avanzábamos en la previa al comienzo del mismo, el cartel de este año vislumbraba
sutiles pinceladas en parcelas como la electrónica más depurada, el reggae de raíces o la
fusión de pop y soul con reminiscencias disco.
Más de setenta actuaciones (entre bandas y djs) así como cincuenta horas de música en directo
que han sobrepasado las expectativas de un público cada edición, más fiel. No es para menos.
El SW supone ser un viñedo que ha llegado a su punto de madurez. Ha sembrado la paciencia y
ahora, recoge buenos frutos, exquisita uva.
Aquí se viene a disfrutar del suculento sonido, de las madrugadas que comienzan al amanecer
del mismo día bajo la incesante atmósfera de oro alentejano, del atlántico en estado puro y de
sus gentes, humildes y encantadoras. De las firmas de referencia pero también de la fuerza
innovadora de las nuevas.
El Sudoeste es mucho más que un festival. El tiempo se detiene. Como las miradas de miles de
forasteiros (nombre con el que se alude en portugués al que vive el festival sobre el albero)
que buscan encontrarse con la mejor instantánea del verano, y por qué no, de su vida. En el
Sudoeste las luces de neón visten escenarios y no letras de hotel. Incluso la tinta del
rotativo o el sonar de las frecuencias moduladas pasan a un segundo plano. No es cuestión de
que sobren, sino de que no hacen falta.
Si a esta desconexión se le une la intersubjetividad de cada visitante, su personal modo de
entender este espacio destinado única y exclusivamente para la el ocio nocturno, el resultado
no puede ser simple o vulgar, y sí dinámico y en continuo movimiento. Esto es algo que
engancha, vicia en este despreocupado micro mundo asentado en una inmensa explanada bañada por
el sudor de los jóvenes (y no tan jóvenes) que se alejan durante cinco días del crujir de las
aceras.
Por sus entrañas han pasado cientos de bandas que no han dejado de entregarse en uno de los
espacios más magnéticos del panorama actual portugués. Desde 1997, año en el que comenzaba su
aventura, ha recibido a todo tipo de bandas. Unas de referencia y otras que lo serán. En esta
edición, el número de festivaleiros ha sobrepasado los 100.000, solo a la altura de los
grandes.
Los espacios de este solícito enclave continúan siendo los mismos. Una idónea y espaciosa
organización sectorial que permite disfrutar cómodamente de todas las actividades a llevar a
cabo. Es más, se continúa en la ampliación de las zonas de acampada evitando así la
aglomeración. Sin duda, la experiencia es un grado y hasta en las médulas de su inmenso bosque
de eucaliptos se encuentra el confort.
Sin duda, el SW se ha ganado su respeto a pulso. Con trabajo y esfuerzo han logrado colocarse
en la cumbre de las citas veraniegas de la península y parte de Europa, y esto, no es empresa
fácil. La fusión de calidad y buen precio, funciona y resulta una apuesta segura que crece
cada año. A ver con qué sorprenden el año que viene. No me lo perdería por nada del
mundo.
Calidad sonora, elegancia asegurada
Sonido, sonido y más sonido. Esta ha sido la gran apuesta del SW 2010. Una sutileza acústica
pocas veces vista en espacios que recogen el rugir de 100.000 almas y en los que lo primario
es el sonar de los intérpretes. Apuesta clara por la escucha pormenorizada en detrimento de
las performances insulsas, carentes de mensaje. Lo primordial es el crujir de los
instrumentos, la fidelidad de sus tonalidades. Y esto, por estos lares, gusta.
Las formaciones que han dejado huella este año, se presuponían ser los cabeza de cartel. Y así
ha sido, aunque con menciones especiales para algunas de no tanto tirón pero de elegancia
asegurada. Del mismo modo, resulta indispensable mencionar de forma especial a las sesiones
suculentas y exquisitas de la GrooveBox donde la electrónica se expira como el éxtasis de un
buen orgasmo.
Destacar dentro de este campo las coloridas y tórridas pinchadas de Social Disco Club, Petre
Inspirescu, Scuba, Zé Salvador&Joao María o Dj Ride Showcase así como la inolvidable noche
de bienvenida con la que abrían el festival los reputados 2ManyDjs. Una inolvidable eclosión
de sonidos dub,techo-soul y dance que finiquitaban las noches sobre el albero o daban el
pistoletazo de salida a un nuevo día en el SW.
El éxito de las firmas reputadas
No se podía esperar otra cosa que no fuera excelencia por parte de las firmas más reputadas.
Jamiroquai, Groove Armada, Massive Attack o Air así como The Wailers, cumplieron, se
comprometieron con las miles de almas que clamaban por verles en directo.
Jay Kay y los suyos se presentaban con su exultante show recorriendo todas las texturas de su
imponente discografía con dos horas de calurosa acogida a los ritmos del acid jazz o jazz funk
bajo los que interpretaron los hits que han hecho de este seguidor de la cultura tribal de la
parte indígena de los Estados Unidos una estrella que brilla con luz propia. Jamiroquai sigue
siendo una apuesta segura, un caballo ganador por el que apostar. Sin duda, el gran triunfador
de esta edición.
Por su parte, los ingleses Groove Armada reventaron el Palco TMN con una actuación antológica.
Cerca de dos horas en las que deleitaron con su estilo único que mixtura la electrónica con
los sonidos del latin-soul y el dance más depurado. Su actuación se centró en recorrer los
hits que les han hecho mundialmente conocidos pero aportando un nuevo matiz pop de los ochenta
en la inmensa mayoría de sus temas. Una verdadera delicia.
Por su parte, los sofisticados Massive Attack, fundieron al público con su talante
aristocrático, reyes de noches de electrónica y erotismo (bien es cierto que los ingleses Air,
habían calentado el ambiente con una intensiva sesión de pop electrónico).
El clímax de su actuación llegó con su pieza más representativa, “Teardrop”, pieza culmen de
una formación que supera en su directo a la interpretación de estudio. Aunque fuera el dj,
David Guetta, el encargado de cerrar esta edición en el Palco TMN, para muchos fueron los de
Bristol los que ponían el colofón perfecto. Su peculiar estilo de entender la electrónica más
conceptual tiene seguidores que realmente los veneran. Tras verlos, entenderlo resulta
comprensible.
En último lugar, citar a los incansables The Flaming Lips, cuyo directo se convirtió en una
auténtica fiesta de luz y color. Mucho bombo y pocas nueces para una formación que gana en
escenarios de este tipo pero que quizás en tarimas más pequeñas pasarían desapercibidos.
Las revelaciones nunca pueden faltar
Siempre hay una revelación, una banda que se lleva en la maleta a unos cuantos seguidores. En
este caso ha sido la formación Bajofondo, un popurrí de músicos de Argentina, Uruguay y
Estados Unidos que mixturan el tango con la electrónica y el rock. Su compacta puesta en
escena y la potencia de su sonido conquistaron a un público algo falto de ritmo en una la
noche más floja del festival. La semilla en el SW dará buenos frutos en la península.
La otra de las gratas sorpresas la dio el polifacético Mike Patton con su nuevo y orquestado
proyecto Mike Patton´s Mondo Cane.Una reinvención más de este dandi de la rama de
conservatorio más experimental. Para aquellos que buscaban en esta nueva aventura el sonido de
Faith No More, puede que este nuevo periplo les supusiera un retroceso. Pero para los que
hayan seguido sus pasos, supuso un sobresaliente más para la dilatada carrera de este
irreverente compositor contemporáneo.
Como no, hacer referencia al terreno del reggae en el que sin duda sobresalió la actuación de
los incombustibles The Wailers quienes protagonizaron uno de los grandes llenos del festival.
Miles de incondicionales vibraron al son de los clásicos de la formación por la que no parece
pasar el tiempo. La esencia de su germen primario se ha consolidado, hasta tal punto que
sentir por momentos al Marley más entregado no resulta una paranoia del directo.
En definitiva: que el SW es un festival con mayúsculas, que sigue superándose cada edición y
que se ha asentado como una de las mejores alternativas del verano portugués. No hay peros que
valgan. Mantener el nivel durante cinco días no es empresa fácil. Solo queda esperar al
próximo verano para volver y degustar de buen agrado, los deliciosos manjares que en este
espacio destinado a la sutileza acústica se sirven.
Festival do Sudoeste 2010
Mucho más que un festival
por Diego Soto - IndyRock
Un año más, y ya van catorce con esta edición, el Festival Sudoeste (Zambujeira do mar), abre
sus puertas. Cinco días (del 4 al 8 de agosto) repletos reggae, rock, electrónica y música del
mundo con un cartel que vuelve a prestarse como un reclamo de exquisito gusto y variedad.
Desde 1997, año de su inauguración, no ha dejado de ser escenario idóneo para cientos de
formaciones de todo el globo.
The Cure, Muse, Chemical Brothers, BjÖrk, Sonic Youth, Portishead, PJ Harvey, Placebo,
Morcheeba, Thievery Corporation o Fatih No More, entre otros muchos, han engalanado una de las
citas más representativas del verano portugués.
Este año, no podía ser de otra forma y el majestuoso complejo contará con la visita de
Jamiroquai, Groove Armada, Massive Attack, Air, Beirut, The Wailers, DJ Shadow, The Flaming
Lips, The Steel Pulse o Expensive Soul, entre otros tantos artistas que visitarán este
enclave.
Una cita que no para de crecer, llegando a los 100.000 visitantes el pasado año y poniendo de
manifiesto el buen hacer de una organización que ha creado un sello propio, el del Festival do
Sudoeste, y que con una oferta única de entretenimiento y buen sonido, ha casado a la
perfección con el amplio espectro de público alejado de los hoteles de estrella y sí amante
del bullicio festivalero.
No es sólo música
Situado en el Alentejo, ofrece una de las mejores gastronomías del país luso así como una
amplia gama de playas y calas de primer nivel europeo para los amantes del surf. Además cuenta
con una calidad-precio sin igual ofreciendo un abono de 80 euros para los cinco días o de 40
por día.
La inmensa parcela sobre la que se asientan los teatros sonoros (Palco TMN, Palco Sapo
Positive Vibes, Palco Planeta Sudoeste Jogos Santa Casa y Groovebox), ofrecen todo tipo de
actividades deportivas y de ocio. Todo ello, junto al camping en el que se albergan pequeños
escenarios y puntos de música en directo para no dejar de mover el esqueleto.
Público de todo el mundo
Desde España cada vez acude más público debido a su excelente comunicación con el sur, centro
y norte peninsular, situándose a 5 horas de Madrid o 3 desde Sevilla. También son muchos los
que se sienten atraídos por este festival y cruzan la frontera francesa para recalar en este
espacio de vibración y energía positiva. Desde luego, merece la pena.
Festival do Sudoeste 2009
6, 7, 8 y 9 de agosto Herdade da Casa Branca, Zambujeira do mar Portugal
Faith No More, Amy MacDonald, Lily Allen, The
National, Jet, Zero7, Madcon, Basement Jaxx, Carlinhos Brown, Kymani Marley,
Low, RóisínMurphy, Au Revoir Simone, Stereo Addiction, Mariza, Anthony B, Devotchka, Cool
Hipnoise, Ebony Bones, Pinkertones, Pastora, Macaco, Muchachito BomboInfierno...
Crónicas y fotos por Diego Soto - IndyRock
El Alentejo. Cada año más conocido, es una de las cuatro
regiones en las que se divide la geografía de Portugal. Ocupa el 33% del país y en sus
adentros se encuentra una de las joyas más preciadas de los veranos atlánticos: el Festival do
Sudoeste. Año tras año (y ya van trece), miles de amantes del Reggae y del Rock
principalmente, llegan a estas ricas tierras en gastronomía, buen clima y gentes amables, con
la maleta cargada de buenas vibraciones. No es un lugar cualquiera. Por el han pasado un
extenso elenco de artistas de renombre (Chemical Brothers, Muse, BjÖrk, Prodigy, The Cure...
),consolidándose como una de las citas destacadas de cada verano. Concretamente, entre el 6 y
9 de agosto. En esta edición, como en otras tantas, han sonado ilustres nombres. Faith No
More, han encabezado la lista de esta edición. Tras ellos, cerca de ochenta formaciones han
dejado su forma de interpretar los más variados estilos musicales.
Casi 100.000 personas han dejado su huella en la ciudad móvil en la que se asienta el SW.
Cinco días para los más festivaleros, cuatro para los que se rigen por el cartel, han puesto
de manifiesto que la confianza depositada en este evento estival no tiene parangón. El lugar
no cambia, sigue siendo el mismo desde su nacimiento. Una enorme esplanada a tres kilómetros
del pequeño pueblecito Zambujeira do Mar. Rodeado por el sur de un inmenso canal así como
dispuesto de este a oeste por una zona de acampada entre eucaliptos dividida en seis sectores,
se vincula directamente con la enorme pradera paralela en la que se divide los cuatro puntos
cardinales de conciertos: el principal Palco TMN (para las grandes actuaciones de Rock y Pop),
el Positive Vibes (Reggae), Palco Planeta Sudoeste y la Groovebox (dedicada a la música
electrónica).
Además de los palcos para conciertos se puede disfrutar de un extenso abanico de actividades
que van desde una montaña rusa, zonas dedicadas para la percusión, karaokes, tirolinas, juegos
para los más pequeños, cibers y una extensa gama de puestos de comida que no dan pie a la
resistencia. En cuanto a la gastronomía, se debe detener uno. La calidad-precio de todos y
cada uno de los restaurantes de la zona- en un radio de 15 kilómetros se albergan 6 comedores
tradicionales de gran gusto-, es verdaderamente un punto más de este festival. Pueblos como
Azenha do Mar, San Teótonio o el mismo Zambujeira, se nutren de una extensa y barata comida de
alto tallaje. Si a esto se le une que el festival se rodea de calas bañadas y abiertas al puro
atlántico llenas de ambiente festivo, la cosa no tiene por donde cogerla. Es realmente,
apasionante.
En este Festival, el tiempo se detiene. No existen relojes. Ni noticias que vayan más allá de
lo que sucede en este paraíso portugués. Únicamente el amor por la música, la buena música.
Muchos de los asistentes, como suele pasar en otros festivales, reconocen que existen otros
tantos eventos de más envergadura. Puede que por los cabeza de cartel, quizá por una mayor
posibilidad de ver a las 'Grandes Bandas del momento'. Pero casi todos coinciden en que SW es
mucho más que un festival de música. Es una oportunidad única para realizarse y escapar del
mudanal ruido de la urbe. En ocasiones, la preferencia de asistir a uno u otro festival
veraniego parece asentarse- como otras tantas cosas en la vida- en el precio que hay que pagar
por asistir. Los precios del Sudoeste son de calidad, ya que por ochenta euros se puede
acampar y asistir a todas las zonas durante cuatro días. Ahí queda eso.
En definitiva, el regreso del festival deja miles de caras, de impresiones, experiencias y
anécdotas para ser contadas y trasladadas a todos aquellos que no han tenido la suerte de
acudir. No debe cundir el pánico. Muchas ediciones le quedan a este festival. De España,
Italia, Alemania, Francia y como no, Portugal, acuden fieles seguidores de una filosofía
vacacional muy alejada de las piscinas de hotel y las playas privadas. Aquí todo es de todos,
y la música, mucho más. Faith No More
El año 1998 parecía ser el fin de una de las bandas más influyentes de las últimas décadas.
Faith No More se separaba. Los proyectos paralelos de sus integrantes tenían mucha más fuerza
que la energía de continuar haciendo música juntos. Era el fin de una época. Dieciséis años de
intensa y productiva carrera dejaban en el camino innumerables temas que pasarán a la historia
del rock progresivo moderno. Pero tras once años en el anonimato, el 2009 ha supuesto el
resurgir. Aún muchos no se lo creían cuando a principios del presente año, anuciaban a bombo y
platillo, su vuelta a los escenarios. Los integrantes serían los mismos que cuando lo dejaron.
A más de uno casi le da un infarto.
La nueva gira, Second Coming Tour, daba su pistoletazo de salida en Londres el pasado junio.
Chile y EEUU serían sus siguientes citas...pero antes Portugal. En el Festival do Sudoeste. De
primera mano, desde la organización del SW 2009 se sabía que trayendo a los Faith No More, no
habría lugar a dudas de que el cartel tomaba poder. Y de qué manera. Los californianos
hicieron un espectacular acto de presencia el sábado día 8, el tercero de festival. El público
era más maduro. No había dudas de que lo que iba a acontecer, quedaría en la retina de los
asistentes, por y para siempre.
Dos horas intensas, cargadas de un emvaucador sonido, limpio, puro, directo. Todavía muy
fresco. El gentío oscilaba entre cantos y llantos de emoción. Cerca de 50.000 gargantas
entonaban todas y cada una de las melodías de la banda. El concierto contó con una progresiva
forma de interpretar el peculiar estilo de los de Mike Patton. Desde la famosa versión de
The Commodores e incluída en su exisitoso álbum 'Angel Dust', "Easy" hasta "Land of
Sunshine" o "A small victory", temas de extrema calidad instrumental, fueron pasando los
primeros compases de una noche que se sentía única.
Muchos cambios ha sufrido la formación. Pero lo que quedó de manifiesto en el espectáculo
ofrecido en el SW 2009 es que el sonido al que aspiran en cada una de sus intervenciones es
cuanto menos propio, auténtico y poderoso. Mike Patton puso encima de la mesa el porqué
continúa siendo una de las voces más respetadas. Ni Courtney Love- antes de la entrada de la
entrada de Chuck Moesly en 1985, aspiraba a ser la voz de la formación- ni distintas voces que
sonaban como aptas para llevar las riendas de la banda, no pudieron ni han podido con la
potencia y el torrente de Patton. Y en el Festival do Sudoeste, los fans se quedaron
fascinados. ¡Siguen sonando igual o mejor!, comentaba una verdadera seguidora de los
californianos tras el concierto. Y así fue, sonaban a gloria.
Distorsión, variaciones de texturas y un inmenso colorido, todo ello amenizado por una
potentísima puesta en escena, fueron los puntos fuertes de la pasada actuación en tierras
portuguesas. Ni un yerro. Concierto redondo. De esos que no necesitan la redundancia. Estaba
todo dicho. Sin estorbos ni atropellos, fueron fluyendo los doce temas interpretados. Y sin
más dilación ni presentaciones de media hora, entonaron un adiós épico. Una hora después de la
finalización del concierto, aún eran muchos los que a ras del húmedo césped, digerían la
potencia destronadora y arrollante de sus ídolos. No era para menos. No todos los días se
tiene de ver la oportunidad de ver a una banda con tanta energía, la misma de siempre, tras 30
años (interrumpidos), encima de los escenarios.
Madcon
Mucho bombo y platillo. Así se presentaba Madcon en el
SW 2009. Con un par de títulos, se presuponen como los más escuchados en las radios de medio
mundo en este presente año, como el ya archiconocido "Beegin" o "Liar", esto noruegos de
nacimiento pero de procedencias familiares africanas, presentaron un espectáculo algo frío.
Cierto es que ellos en más de una entrevista han citado que no se siente los precursores de la
banda 'Outkast', pero tras lo visto, es más de lo mismo. Mezcla pegadiza de hip hop y funky.
Sin grandes atributos ni virtuosisimos. Música sencilla para bailar y desconectar.
Puede que el palco TMN, el principal, les viniera demasiado grande. Sin infravalorar su
trabajo, quizá hubieran conseguido una mayor conexión con el público en un escenario más
pequeño, más cercano. Cierto es que la competencia de este día era alta ya que Shaggy
simultaneaba sonidos en el Positive Vibes al mismo tiempo que los asistentes a Madcon
esperaban más a un Carlinhos Brown muy querido en estas tierras.
En definitiva, un concierto que pasará desapercibido en cuanto a mención en este festival.
Puede que algunos no les guste esto, pero comparándolo con las demás bandas, se quedaron
cortos. Madcon, como otros tantos, es una formación para disfrutarla en las ondas. Y las del
Sudoeste, van por otros derroteros un poco más exigentes.
Muchachito Bombo Infierno
Tercer dia de festival. El ambiente iba cogiendo
solera. Tocaba el turno de la presencia española en el SW 2009. Muchachito Bombo Infierno se
presentaba como un gustoso aperitivo. Y no defraudó. Un auténtico concierto en el que la
formación catalana dejó bien claro el por qué se les invita a este tipo de festivales. Gran
coreografia acústica con un verdadero atrezzo de envergadura así con muy buenas pinceladas de
una joya que les protege en cada una de sus actuaciones. El gran pintor que plasma a sus
espaldas el concierto dado.
Hasta hoy no parecía que la presencia española tuviera representación en este gran evento por
el que cada dia, cada año, pasan artistas de renombre. Y ellos ya forman parte de este elenco.
Poco a poco la carpa se fue llenando. Eso sí, mas llamados por el espectáculo que por el
conocimiento puesto que muchos de los alli presentes tambien eran portugueses. Se quedaron
como los demás y permanecieron enhiestos ante tal torbellino de adrenalina y furia.
Muchachito Bombo Infierno no va de hacerse valer con un estilo hasta la saciedad trillado.
Apostaron hace tiempo por cambiar unas melodías que de la repetición hasta la saciedad llevada
a cabo por grupos del estilo impregnaron. El hecho relevante, mas allá de su indiscutible
calidad, fue su acercamiento suave y eléctrico como suelen llevar a cabo. Es de mencionar que
se hayan creado un personaje de lo más creible. Ya no están en la cola de la caravana. Tienen
un puesto asegurado en la parrilla de salida. Y en el SW 2009, en su turno, pintaron grandes
opciones para no caerse entre los grandes de la noche.
En definitiva, con casi una hora y media de concierto, saxo, trompetas, caja y bombos,
acompañaron a una de las mejores bandas del momento en cuanto a conjunción encima de un
escenario. Las tablas las da el tiempo y el trabajo. Van por muy buen camino.
Shaggy
El positive Vibes es uno de esos reductos en los
que huele y saborea Reggae por los cuatro costados. El viernes, mismo dia en el que Muchachito
comparecía, un inmenso Shaggy estaba llamado a ser la estrella de la noche tras una apoteósica
entrada. Los allí presentes intuían que lo que venía tras el primer clamor era plato de buen
gusto. Todo un lujo. Una joya. Casi dos horas de actuación con una progresiva pero intensa
marea de seguidores, SY mostró su mejor cara, la lejana de lo comercial. Temazos conocidos y
no tan conocidos, maquillaban una noche casi perfecta para los amantes del verdadero modern
Reggae.
Muchas variaciones con un alto colorido, iban dando forma a los distintos fluidos que
apaerecían entre los asistentes. Una verdadera maquina de hacer vibrar a la gente. El sudor
era el mejor compañero. Era imposible permanecer quieto. Impracticable por su puro power.
Desde el puro ladies al más intenso de los roots e incluso pasando por un mini homenaje a
Michael Jackson, se presentaba una de las mejores actuaciones de todo el festival.
Shaggy es una de esas figuras que como la cerveza, donde va triunfa. Da igual que toque en
Pekín que lo haga en el SW. Siempre da la talla, y por eso sus seguidores son fieles. En esta
edición del festival de Zambujeira do Mar. La Shaggymanía hizo acto de presencia. A su
concierto acudieron cerca de 15.000 personas. Y es que no todos los días se ve a unos músicos
como los que lleva este artista. Si se junta su con un conjuto que suena a un kilómetro de
distancia, y bien, la piel se eriza. Muchos de sus fans se preguntaban tras el gran concierto
¿ Dónde vuelve a tocar?. JET
Con casi cuatro millones de copias vendidas en todo el mundo, dos álbumes a sus espaldas y el
apelativo de precursores de The Rolling Stones, se presentaban en esta edición del SW, los
australianos Jet. Y no defradudaron. Una hora y media de intenso rock y rock-revival que puso
de manifiesto el por qué han convencido a la crítica y a sus ya miles de seguidores.
Durante los primeros compases en los que interpretaron ya clásicos modernos del género como
“Are you gonna be my girl”, la conexión con el público fue un poco fría. Poco a poco, como era
de esperar, el ambiente se caldeó. De hecho, los cerca de 40.000 asistentes terminaron
moviendo el esqueleto ante los sonidos enérgicos de la banda.
Principalmente la interpretación de los temas se asentó en su famoso trabajo de inicio ‘Get
Born’. Pero también deleitaron con temas de su segundo, ‘Shine On’. Del mismo modo, desvelaron
algunas de las texturas por las que correrá su próximo lanzamiento, ‘Shaka Rock’ que verá la
luz el próximo 25 de agosto.
Una noche que quizá hubiera tenido mayor parangón para los australianos si no hubiera sido
porque los míticos Faith No More, tocaban tras ellos. Muchos acudían para ver a los
californianos y de paso, ver a los Jet. Aún así, dejaron de manifiesto que tienen tirón para
rato debido principalmente a su buena puesta en escena y el excelente sonido, enérgico y
limpio. Electrónica El paraíso nocturno llamado GrooveBox
Otra de las alternativas musicales que ofrece el Festival do Sudoeste es la electrónica. Puede
que este año haya sido uno de los más potentes en cuanto al número de componentes de calidad,
exceptuando eso sí, la pasada edición debido a la presencia estelar de los Chemical Brothers,
a la de hace dos con la visita de The Prodigy. Un estilo que ha contado con una presencia
nutrida de números uno en el panorama principalmente europeo. Desde el primer día, al que la
organización llama de Noite de Recepçao au Campista, los primeros en llegar pudieron asomarse
a la esperada sesión de David Guetta. Artista, que sin una estructura innovadora, ha calado en
la atmósfera nocturna portuguesa. Los foráneos, no parecían conocer tan de primera mano la
obra del francés. Tras casi dos intensas horas en las que los ya cuantiosos asistentes
comenzaban a sentir el ambiente del festival, dio paso a otros nombres menos conocidos que
amenizaron la primera noche, para algunos ya parecía ser la tercera.
Los sucesivos días oscilaron entre el sonido House y Tribal House, así como el puro Techno.
Aunque es debido citar que, puede como apertura real del festival en la carpa GrooveBox, fuese
la Mrs.Kittin la que llevase las riendas. Una sesión que dejó más altibajos que subidones. No
parecía ser la noche de una de las mayores estrellas del actual panorama de la electrónica
moderna. Eso sí, bien fuera por la fama que atesora, bien por el equipo de medios que maneja,
en cuanto a atrezzo fue verdaderamente una delicia. Este mismo día, otros tantos como
D.I.S.C.O Texas Showcase hicieron acto de presencia levantando ya a la inmensa mayoría de los
participantes en las noches de la GrooveBox.
Del mismo modo, tanto el viernes como el sábado, el turno fue para Dj Tiago (dejó un amplio
aporte por la improvisación, eso sí, dentro de su peculiar estilo) así como Antonio Alves.
Pero si hubo una sesión que para muchos quedó en la retina de todos y cada uno de los amantes
de la electrónica fue el sábado noche. Matthias Tanzman y Stereo Adicction retardaron la
salida del sol. Tres intensísimas horas de puro Techno amenizado con una mezcla depurada de
sonidos funky con mucho groove. Más de uno continúo la partida de su tienda hasta la tarde del
domingo. No era para menos. La inyección de adrenalina aportada por los anteriores, era lo
suficientemente potente como para dejar en la estacada al movimiento continuo del esqueleto.
Todo hay que decirlo. Los españoles presentes dieron la talla. Parece que nos movemos como
peces en el agua cuando de amanecer tras una noche de puro movimiento se trata. Y los marcos
que este festival aporta, son realmente incomparables. Incluso, los más atrevidos, montaron su
fiesta, su rave, a las afueras del recinto acogiendo por goteo a los más fuertes de la
noche.
Siempre se asocia a este tipo de música con los excesos de la noche y el vicio de los
callejones. En cierta medida, puede ser cierto. Pero no tiene porque ser así. Muchos de los
asistentes formaban parte de un grupo al que únicamente les gusta bailar hasta la saciedad.
Era irresistible no moverse con la potencia del sonido de esta carpa, que sin duda, acogía
noche tras noche, a miles de asistentes que querían más guerra.
En definitiva, un espacio en el que se saborea el movimiento. La danza de cada uno es libre.
La vestimenta termina siendo caótica al mismo tiempo que verdaderamente interesante. Las gafas
de sol y otros tantos atuendos extraños en el día a día, hacen su acto de presencia como si
cada noche, cada sesión, se tratase de un carnaval. Cierto es que es un festival, quizá más
encaminado hacia los grandes nombres del Palco TMN y de las grandes visitas de los grandes del
Reggae en el Positive Vibes. Pero la GrooveBox supone una desconexión con el presente nocturno
que transporta al receptor a otros mundos, quizá nunca explorados.
Reggae
Sin duda el Reggae es uno de los estilos por antonomasia del SW. El Positive Vibes, segundo
escenario en cuanto a importancia de asistencia y de artistas, ha contado en esta edición con
un cartel estelar estando más presente que nunca la sangre de Marley. Su hijo Kymani visitaba
el festival. Junto a él nombres propios del estilo que han secundado una lluvia de estrellas
durante los cuatro días de festival, al mismo tiempo que han surgido nuevas figuras antes poco
exploradas. Y es que la apuesta desde la organización por el Reggae es un clásico. De lo
contrario reyes del género como Anthony B no repetirían.
Durante los cuatro días, este escenario se convierte en un verdadero reducto del Reggae
internacional de primer nivel. Muchos de los visitantes del SW acuden al mismo incitados por
el cartel que año tras año se presenta en el Positive Vibes. Sin duda, la visita de Kymani ha
sido uno de los principales reclamos. Pero sin duda han sido otros muchos artistas,
principalmente venidos de Jamaica y el mismo portugal, los que han aumentado el nivel de esta
edición.
Cool Hypnoise, Sound Bwoys Destiny, Ebony Bones, Devotchka, Cool Hipnoise, LadyHawke, Collie
Buddz o Marcelo Camelo, han sido algunos de los que han dejado su huella. Miles de aficionados
al género han vibrado noche tras noche como si su alter ego simultanease todas y cada una de
las buenas vibraciones que se respiran en esta pequeña y concentrada atmósfera.
Sin duda, la figura de Marley, como no podía ser de otra forma y al igual que en la pasada
edición cuando Damien visitó este escenario, en el SW 2009 el turno fue para K.M. Lo
sorprendente de su actuación, lo verdaderamente magnético de su poderosa puesta en escena fue
que gano miles de adeptos teniendo como principales 'competidores' a los Faith No More. Cierto
es que ambos estilos no tienen nada que ver. Pero puede resultar curiosa la comparación de que
es un espacio fiel. Su aparición fue conmovedora, ágil y verdaderamente sentida. Algo de
agradecer.
En definitiva, como no podía ser de otra forma, se puso de manifiesto que el amor por el
Reggae se encuentra en horas altas. La esencia de sus ritmos cuenta con una inyección cada vez
más explícita y entendida que apasiona con cada paso artístico que se presenta en este
enclave. Ojalá otras tantas ediciones como esta y las anteriores se repitan en sucesivas citas
del SW.
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JOYAS DE INDYROCK
'Pioneros en la era de las redes'
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