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JUAQUíN PASCUAL
«Nunca he logrado vivir de la música»
Entrevista por Cristina Consuegra - IndyRock
Joaquín Pascual, albaceteño eterno e historia viva del
verdadero indie patrio, regresa al panorama musical con un
álbum de amplio carácter introspectivo y clara tendencia a la
extraversión, La Frontera (Grabaciones en el mar, 2012), un
trabajo en el que luces y sombras conviven con la naturalidad
que su propia identidad les exige y concede. Un álbum
conceptual de equilibrio preciso entre la artesanía sonora y
el funambulismo lírico, y desde el que Pascual busca
reflexionar y hacer reflexionar sobre la urgencia de las
relaciones, la experiencia de la soledad y la necesidad de
ser/estar en uno mismo, todo ello depurado con esa marca
registrada que, durante más de veinte años, Joaquín Pascual ha
ido perfeccionando. A pocos días de las cuatro esperadas
presentaciones oficiales del álbum, IndyRock ha charlado con
él.
IndyRock.-
¿Cuándo adquiere forma La Frontera (Grabaciones en
el mar, 2012)?
Juaquín Pascual.- Creo que la primera canción que puede
ser considerada origen de este álbum es “Un Ritmo caliente”.
Ninguna de las canciones que hice al principio, cuando comencé a
perfilar La Frontera, está en el repertorio final del álbum
porque las letras no eran todo lo precisas o sueltas que
necesitaba que fueran para trasladar la idea que subyace en este
álbum que es ese intento por escudriñar la relación con el
mundo, la de los demás, y mi propia existencia con lo que me
rodea.
El título del álbum ¿es algo que surge desde el
conjunto de las canciones o lo tuviste claro a priori?
Fue algo que surgió antes, justo cuando comencé a escribir sobre
lo que iba a tratar este disco, aquello que quería transmitir en
este nuevo trabajo, creo que esto se ve muy claro en “Un Ritmo
caliente” o “Cosas bonitas”. Decidí que todas las canciones de
este álbum iban a girar sobre el mismo tema, un disco conceptual
gracias al propio nombre del álbum ya que la palabra frontera
marcaba perfectamente esa imagen que divide el mundo interior y
exterior.
Cuando se escucha La Frontera uno de los aspectos que más
llama la atención es la estructura del tracklist, ese orden
preciso que va llevando de la mano al que lo oye por una serie
de reflexiones, intenciones y propuestas sonoras. ¿Cómo has
trabajado este tema?
Tenía muy claro que “Un Ritmo caliente” debía ser el primer
corte del álbum por lo que te he comentado antes, el que fuera
la primera canción de este trabajo; en cuanto al resto de las
canciones, no tenía claro orden alguno. En el anterior álbum, El
Ritmo de los acontecimientos (2010), sí tuve que trabajar de
forma precisa este orden ya que era un álbum con gran cantidad
de canciones y ello requería trabajar de forma muy meticulosa
este aspecto para no precipitarme, es decir, para no meter
canciones muy intensas todas juntas o canciones más relajadas en
un mismo conjunto. Pero con La Frontera todo ha sido más fácil,
no me he obsesionado tanto, de hecho, dentro del álbum hay dos
partes diferenciadas. La primera, hasta “Señor señor”, es la
parte más amable, más melódica y cálida, en la que los textos
buscan un contacto más sencillo con la gente; la segunda parte
es menos amable, más obsesiva y difícil de asimilar, con textos
más abstractos, esto se puede ver especialmente en canciones
como “La Perspectiva” y “La Reacción”.
En las canciones que dan vida a La Frontera, ¿hay más de una
mirada hacia fuera o hacia dentro?
Creo que está compensando, con este álbum quería hablar a la
gente sobre ellos mismos, establecer una comunicación muy
directa con la gente, más honesta y cercana, es decir, no
distanciarme para poder hablar de determinados asuntos, por ello
no busco un distanciamiento entre la gente y mi voz, por ello
utilizo términos del tipo “tú”, “ti”, fomento esa cercanía, al
tiempo que se observa la línea entre mi mismo y los demás, la
idea central es esa. Hay canciones que se han quedado más cerca
de mí y otras que me han traspasado, por ejemplo, “Los
protagonistas” es una canción que habla más de lo que hay más
allá de mí, al otro lado de esa línea, mientras que “La
Perspectiva” es el tipo de canción que está dentro de mí. “Un
Ritmo caliente” es una canción intermedia.
Hay dos canciones que pueden ser consideradas puntos de
inflexión dentro del álbum, “Hotel Romántico” y “La
Perspectiva”, ¿cómo escribes ambas canciones?
Recuerdo perfectamente cuándo apareció “La Perspectiva” porque
la idea de esa canción la tuve en una especie de medio siesta.
Tuve una visión, vi el camino, la sensación de soledad, esa
sensación de lejanía; de hecho, cuando desperté, cerraba los
ojos y seguía viendo esa imagen. Quería reflexionar sobre la
sensación de estar solo en el mundo, creo que es la canción más
introspectiva. Inicialmente, tenía miedo de que quedara
demasiado psicodélica o poética, pero creo que el resultado
final ha sido muy bueno. En cuanto a “Hotel Romántico”, es una
canción más consciente, contraria a la anterior. En ella hablo
sobre la convivencia, sobre cómo la convivencia es una forma de
mostrar al mundo lo que eres o lo que sientes –al menos en gran
parte-. Digamos que “La Perspectiva” es una canción más
inmediata, mientras que “Hotel Romántico” es un tema más
elaborado.
Hablemos ahora de los directos, ¿cómo vas a presentar La
Frontera sobre los escenarios?
La idea de los conciertos es mantener el esqueleto de las
canciones y la idea del álbum. También quiero estructurar dos
partes, una primera parte perfectamente ordenada, mientras que
en la segunda parte ver cuál se puede tocar en función de la
gente, no olvidar que al otro lado del escenario hay un público.
Creo que el disco, poco a poco, nos llevará al directo que
debamos ofrecer. Este mes tenemos cuatro fechas importantes,
cuatro presentaciones oficiales, en las que me acompañarán mi
hija Ángela, Ana Galletero (Travolta), Jose María Castillo
(Travolta) a los teclados y Rafael Estela a la batería.
Nuevamente cuentas para la producción con Paco Loco. ¿Qué
diferencias y similitudes encuentras respecto a la producción
de El ritmo de los acontecimientos?
Bueno, para El Ritmo de los acontecimientos no tuvimos mucho
tiempo, lo grabamos todo en cinco días, quizá por ello el álbum
se quedó esquelético, sin apenas arreglos ya que las condiciones
así lo exigían; Paco se quedó con las ganas de haber trabajado
el álbum con algún que otro arreglo. Para la producción de La
Frontera todo ha sido distinto ya que yo llevaba todos los
arreglos pensados y trabajados, y el resto, aproximadamente el
cincuenta por ciento, los propuso Paco durante el proceso de
producción.
¿Cómo surge la colaboración con Joaquín Reyes para el diseño
de la portada del álbum?
Joaquín ya hizo un par de portadas para Mercromina,
concretamente, Canciones de andar por casa (2009) y Desde la
montaña más alta del mundo (2005). Somos amigos nos conocemos
desde hace mucho tiempo, de Albacete; una noche me lo encontré
en Madrid y le comenté que estaba preparando nuevo álbum, él me
contestó que quería hacer la portada así que le tomé la palabra.
Una vez tuve terminado el álbum, se lo envié y a los cinco días
tenía la portada del mismo.
¿Qué es aquello que te empuja a presentarte en crudo como
Joaquín Pascual?
La necesidad de seguir haciendo canciones. Cuando empecé en
esto, pensaba que todo era un juego, que tocábamos para pasar
los fines de semana en Albacete; poco a poco el gusanillo de la
música se instaló en mi -ten en cuenta que tanto mi padre
como mi abuelo son músicos-. Ya pasado el tiempo, tras Surfin’
Bichos y Mercromina, cuando Travolta terminó decidí seguir
adelante solo por pura comodidad; es muy difícil mantener la
estabilidad de los grupos conforme va pasando el tiempo cada uno
de nosotros tiene más responsabilidades, la familia, los hijos,
así que lo hice por puro pragmatismo y comodidad, no por ego
personal ni por reafirmar mi postura ante la música.
¿Cuál es el secreto, si lo hay, para sobrevivir tanto tiempo
en esto que llamamos música?
Bueno, en mi caso, creo que no lo hay porque nunca he logrado
vivir de la música. Tras veintitantos años en esto nunca he
podido vivir de ello, sino de mi profesión de maestro. La música
me exige mucho pero yo a ella nunca le he exigido nada, creo que
ese es el secreto para que siga en esto, siempre tuve claro que
no podía pedirle o exigirle nada. También creo que la honestidad
ha sido muy importante, mantener el equilibrio entre lo que te
exige la música y aquello que estás dispuesto a conceder, ser
honesto siempre con lo que haces.
Abril 2012
Joaquin Pascual es
un personaje clave en lo que se ha dado en llamar la música
independiente de nuestro país. Después de participar activamente
en proyectos como Surfin Bichos y Mercromina, éste es su segundo
trabajo en solitario: La Frontera, un disco maravilloso repleto
de ambientes ensoñadores y canciones bonitas, producidas por
Paco Loco y envueltas en el fantástico diseño gráfico de Joaquín
Reyes.
Así lo describe Carlos Cuevas, compañero de Joaquín en sus
anteriores bandas:
Joaquín el alpinista, el artesano, el caminante o el trovador e
incluso el que se pasa toda la tarde en pijama ¡qué más da!,
cualquiera o todos estos tipos de Joaquín Pascual nos llevarán a
una nueva vuelta de tuerca, un sitio por el que creerás haber
transitado antes pero que sin embargo hace que uno nunca
abandone esa sensación de estar escuchando algo realmente
inquietante e importante para su vida. Al igual que hay muchos
tipos de Joaquín, también hay diversos tipos de fronteras…
económicas, sociales, naturales… pero La Frontera que
magistralmente nos enseña este tipo único es una línea sonora
imaginaria que nadie debería pasar por alto y sí dejarse
transportar por su torrente de arreglos, sonidos y emociones
memorables, esta vez o una vez más o ahora más que nunca SIN
LÍMITE.
Joaquín se rodea de un excelente grupo de colaboradores que
además de alguna manera también son parte esencial en su entorno
como su hija Ángela, Ana Galletero, Rafa Estrela (Tortel),
Carlos Flan (Burrito Panza), Borja Iglesias (Anari) y Muni Camón
e incluso un quinteto de cuerda manchego, para dar forma a diez
canciones reflexivas, de bonita introspectiva que nos acercan al
borde de su frontera emocional.
De nuevo, la conexión Paco Loco-Pascual en la producción
funciona de manera brutal: esta vez más adornada, con un sonido
exquisito y sobrecogedor donde conviven plácidamente cuerdas
antológicas, fantasmales coros, guitarras galácticas,
clavicordios y flautas, bajos circulares y ritmos hipnóticos con
su cálida y entrañable voz.
El genial Joaquín Reyes ilustra la portada con un divertido y
delirante punto de vista fronterizo, proyectando de un Joaquín
pensativo un Pascual en llamas...