Luego de una dilatada procesión por diferentes bares del barrio del Raval, en las cercanías del complejo Apolo, nos acercamos a la entrada de la sala 2, sospechosamente vacía, sobre las doce y media de la noche. Y ahí nos volvimos a enfrentar con ese personaje tristemente célebre en la rutina de espera para ingresar a un concierto: el segurata.
Si bien no nos sorprendieron las malas maneras del primero que nos detuvo (para rumiar que el espectáculo no empezaba hasta dentro de media hora) no cedimos en nuestro esfuerzo. Llevábamos vagabundeando más de dos horas, después de un fallido intento de ingresar al Visca Barcelona Pop! en el CCCB. Superadas por la ruda actitud del tío, renunciamos a recurrir a nuestros encantos femeninos y optamos por el camino más corto: hablar con otro segurata. Si el otro era el poli malo, éste jugaba al poli bueno y nos convenció diplomáticamente de que el concierto no empezaba hasta una hora más tarde...
Y así fue como terminamos de dilapidarnos nuestros últimos euros en dos cañas y un bocatta a compartir, en un tugurio al frente de la sala. Sin embargo, como si los astros se hubieran acomodado en ese momento, y por que no hay mal que por bien no venga, esa fue la ocasión en la que pudimos documentarnos con los artículos que preludiaron la presentación en Barcelona del último disco de los murcianos. Y eclecticismo parece ser el concepto que más se repitió en la prensa gráfica para intentar definir la particular melange estilística de Klaus & Kinski.
Eclecticismo es una palabra que despierta sospechas. Como cuando los médicos no pueden identificar una enfermedad y diagnostican un virus. Sin embargo, más allá de las sospechas cosechadas en su primer disco (“Tu hoguera está ardiendo”,Jabalina,2008), con la presentación en vivo de “Tierra, trágalos”,Jabalina,2010) el dúo hizo exhibición de una versatilidad contagiosa, virósica, que sembró una saludable incertidumbre entre el público, pendiente de la sorpresa estilística augurada en los primeros acordes de la siguiente canción.
Luego de arrancar con Ya estaba así cuando llegué, de la ligereza electrónica transitamos, sin escalas, hacia el pop ochentero de Brilla como una estrella. En ese momento, Marina Gómez agradeció al público y recordó que en la misma sala habían presentado, por primera vez, su disco anterior en Barcelona. Luego de asegurar que no tenía nada para decir, porque “no se le venía nada estúpido a la cabeza”, la velada continuó en clave electro pop con Eres un sinvergüenza y El cristo del perdón, ésta última de su primer disco. Y de aquí pasamos a los compaces del bolero El rey del mambo y La reina de Saba, seguida de Carne de Bakunin, que fue oportunamente precedida por las declaraciones de Marina, quién aseguró dulcemente que rechaza el capitalismo pero que “le gusta mucho comprarse vestidos”. Luego de esta canción, con bases rítmicas de foxtrot (y ukelele incluído de la mano del jovencísimo tecladista Antonio de Vicente Yagüe) siguió la ejecución magistral de Forma, sentido y realidad, Ley y Moral y Mamá no quiero ir al colegio, interrumpidas por una animada versión de la guitarrera Rocanrolear.
A esta altura del partido, todas nuestras sospechas de falta de identidad del grupo, escudada en el eclecticismo, ya se habían disipado.
Y eso porque la ironía, augurada en el nombre de la banda (que divide heréticamente al iracundo actor germano en un monstruo de dos cabezas) está omnipresente en todas sus letras. En esas canciones, donde la voz entre atiplada y naif de Marina, se remite con ternura a la gesta épica militante en Carne de Bakunin, o le dedica un bolero a un jerarca nazi, como en Menguele y el amor. Esto sumado a la calidad de Alejandro Martínez como compositor, instrumentista, arreglista y productor son los elementos con los que K&K, un montruo murciano de dos cabezas, domestica el eclecticismo y la ambigüedad estilística que se les atribuye.
Biografía
Klaus & Kinski fue un grupo musical originario de Murcia (España), que estuvo compuesto por el productor y multiinstrumentista Alejandro Martínez, y por la cantante Marina Gómez. Aunque están encuadrados en el género indie pop, en sus trabajos mezclan distintos estilos.1 Su nombre es una referencia al actor alemán Klaus Kinski.
2012 "Herreros y fatigas",
Herreros y fatigas es el peculiar nombre de una calle de Los Garres (una pedanía de Murcia) que a Marina siempre llamó la atención; le parecía perfecto para denominar a un grupo y, como ellos ya tenían uno, decidieron aprovecharlo para titular su tercer álbum. Un disco, publicado en CD digipak y en vinilo doble que incluye código de descarga del MP3, y una portada que sin duda hace honor al título.
Klaus&Kinski continúan siendo el quinteto que ha venido actuando de forma habitual desde la edición de su anterior álbum “Tierra, trágalos”, es decir: Marina Gómez Carruthers (voces), Alejandro Martínez Moya (guitarras), Francisco Martínez Tomás (bajo), Antonio de Vicente-Yagüe Jara (teclados) y Pilar Crespo (violín).
Por tercera vez Klaus&Kinski presentan un trabajo pluscuamperfecto, repleto de excelentes composiciones y letras memorables a cargo de Alejandro Martínez Moya. La diversidad de estilos y la variopinta temática casan perfectamente con la personalidad y la manera de entender la música pop que, en esencia, les caracteriza. En “Herreros y fatigas” se atreven por primera vez con una habanera, un soneto y hasta con el flamenco. Lo fundamental es que continúan siendo fieles a sí mismos, conservando y, de algún modo, acentuando todas las señas de identidad que les han valido para hacerse con un lugar de privilegio entre los grupos más especiales del panorama musical español. El recorrido de catorce canciones y más de una hora de duración que sigue el álbum desde el tema que lo abre (“La duda ofende”) hasta el broche final de “Buceador”, vuelve a dejarnos con la sensación de haber escuchado un nuevo gran disco de Klaus&Kinski. Quién sabe si el mejor.
El tercer álbum de Klaus&Kinski empieza con tres canciones en las que predomina la electrónica. “La duda ofende” se decanta hacia una vertiente disco envolvente y elegante. En ella se percibe el mayor protagonismo que en este nuevo trabajo tiene el violín y las cuerdas en general. En “Contrato” saltan chispas. De inspiración kraut-rock, contundente y dinámica, permite a Alejandro internarse por recovecos compositivos más intrincados. La siguiente, y cerrando la cara A del vinilo, es “El día de los embalsamados”, tema pop marca de la casa. Como lo son “Daño cerebral”, “Ojo por diente” (primer single y vídeo extraído de “Herreros y fatigas”) o “Dos males tienes”. Cuatro canciones que enganchan desde la primera escucha.
“Soneto”, como su título indica, es una composición poética de catorce versos endecasílabos. Obedece a uno de los temas más evocadores del disco, perfecto para iniciar una de las caras y cambiar de aires el transcurso del álbum. Su frescura y el propio desarrollo de la canción enlazan a la perfección con “Poderoso caballero”, el tema country del álbum.
“In the Goethe” es una habanera. Poco más podemos añadir a la querencia de Alejandro por este tipo de composiciones, en principio alejadas de los estándares de la música pop. Junto a “Sacrificio” son los cortes más clásicos y especiales de “Herreros y fatigas”. Esta última, mágica y experimental, aúna la canción popular española y el flamenco. Destaca el ambiente creado por la instrumentación y por la voz de Marina en su registro más lírico, en un disco en el que canta mejor que nunca.
Con el inicio de la cara B del segundo vinilo se produce un nuevo cambio de ritmo. Llegan las dos canciones más intensas del disco: “La pensión”, que posee una de las letras más sorprendentes del álbum, y “Cumbres profundas”, en la que demuestran que es posible mezclar hard-rock y dream-pop y a la vez hacerle un guiño a My Bloody Valentine, uno de sus grupos favoritos.
Después de la tempestad, con “Relatividad general”, llega la calma y el desenlace final perfecto que pone “Buceador”. Probablemente el tema más etéreo y delicado de su discografía, una caricia sonora con la que acabar de la manera más sosegaba posible, como a ellos les gusta.
“Herreros y fatigas” fue grabado por Alejandro Martínez y Antonio Illán (estudios MIA, Algezares, Murcia), producido por el propio Alejandro y masterizado por Arturo Vaquero (estudios Abrigueiro, Friol, Lugo).
El diseño gráfico, como en anteriores trabajos de Klaus&Kinski, lleva la firma de Marina Gómez, que una vez más logra dotar al álbum de la estética y la imagen más adecuada. Una portada sencilla, elegante y cargada de simbología, estilísticamente no muy lejana a la cartelería rusa de los años 20.
Discografía
2008: Tu hoguera está ardiendo
2010: Tierra, trágalos
2012: Herreros y fatigas
South Pop Festival 2010, galería y crónicas
INDYROCK MAGAZINE
Copyright IndyRock ©
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública
y utilización total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o
modalidad, sin autorización previa, expresa y escrita, incluyendo, en particular, su
reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa, blogs,
páginas personales, con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, y las no
comerciales y sin ánimo de lucro, a la que se manifiesta oposición expresa. Leer
más y Política de privacidad
Agenda de conciertos
Agenda de Festivales
Agenda de sesiones
Concursos
Noticias
Noticias de rock latino
Productoras
Tablón de anuncios
Locales de ensayo
Salas de conciertos
Estudios de grabación
Email:
info@indyrock.es
jegomez@indyrock.es
Phone: + 34 680 92 55 14
Dirección y edición
Juan Enrique Gómez
Merche S. Calle
NO NOS ENVÍES CDs
Preferimos un link de descarga