VÍDEO COLECCIÓN ROCK'IN RACE JAMBOREE 2018. VÍDEOS: FRAN KARMONA * INDYROCK
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Pese al frío que se esperaba para el fin de semana la jornada del sábado fue nuevamente
espectacular. Al mediodía, la Plaza de la Nogalera se empapaba de los sonidos australianos
de Ezra Lee. Muchas parejas bailan sin parar, no importa la edad, y los músicos intercambian
grupos de forma fluida. Es el caso del cantante de Ezra Lee, que por la noche en el
Auditorio se convertía en el teclista de Scotty Baker. Al espectáculo de la música en sí,
hay que añadir la estética de los cincuenta con las gafas de la época, vestidas al estilo de
Grease las chicas, camisas a lo Charlie Sheen en Dos hombres y Medio los chicos, y por
supuesto, el toque perfecto para el pelo utilizando el producto de la marca Rudo. Si mucha
gente acude al Mini Hollywood de Tabernas para meterse en el papel de las películas del
oeste, Torremolinos parece más el baile del Encantamiento bajo el mar de Michael J. Fox en
Regreso al Futuro.
Sin duda, el planteamiento de este estilo musical es admirable. Existe una extensa red de
festivales que hará las delicias de todos sus fans. Así, en abril se celebrará en Las Vegas
una reunión de bandas que incluirá a Stray Cats y a Jerry Lee Lewis. Casi nada.
Por la tarde el espectáculo se traslada al Hotel La Barracuda, a la orilla del mar, donde
los cuerpos no pueden evitar dejarse llevar por las melodías. Las sonrisas afloran, la
alegría se contagia, los zapatos en blanco y negro nunca se muestran sucios y los tatuajes
se dejan ver. Si además sumamos la estética setentera que ofrece el pueblo, con esos hoteles
del boom de la construcción, la estampa es merecedora de disfrutar al máximo. Si te dejas
llevar te teletransportas sin mucha dificultad.
Y cuando la noche cae y todavía tenemos más ganas de derrochar vitalidad, llegan los
conciertos grandes. Las puertas del Auditorium Príncipe de Asturias se abren y lo primero
que nos espera es un cuidado cedé recopilatorio con temas clásicos que escucharemos al día
siguiente en el coche de vuelta a casa. Si esperamos al final de la última canción nos
encontraremos una sorpresa.
Así que nos adentramos en el auditorio, y tras los estadounidenses The Lonely Blue Boys
llegan los suecos Trickbag. Las actuaciones duran cuarenta y cinco minutos, así que no se
hacen pesadas aunque no te guste demasiado el estilo del grupo. Cada vez se va caldeando más
el ambiente, y Trickbag finaliza con House Party. Entre banda y banda diferentes Dj´s hacen
acto de presencia. Es el momento para que las parejas bailen con más feeling del que tenía
Elvis con su público, disfrutando igual o más que con la actuación de los grupos.
Si no te apetece bailar puedes darte una vuelta por los stands de vinilos y cedés a los que
es muy difícil resistirse. O bien puedes comprar chaquetas, camisas o zapatos. El
presentador del concierto anuncia a James Intvelt, y todo queda aplazado para acercarse de
nuevo al escenario y seguir disfrutando.
James Intvelt dejó muy buen sabor de boca. Con traje rojo, un guitarrista excepcional con un
sombrero como JR en la serie Dallas, y una jam session de escándalo se metió al público en
el bolsillo. En la guitarra lleva grabado su nombre, el contrabajista es elegante y va
encorbatado, y la fisonomía del batería era la del mismo Van Morrison. James y el guitarra
solista tocaron juntos el mismo instrumento, con un sonido Baskerfield impecable por su
parte, sonando de manera sublime, al igual que todos los grupos del cartel. James se mostró
muy polivalente con o sin guitarra y entre sus perlas cayó "Boogie Woogie country girl".
Como los músicos no van de divos por estos lares, después del concierto te puedes encontrar
a James Intvelt en su stand de cedés y camisetas, y si lo deseas puedes felicitarlo por el
bolo y hacerte una foto con él. Te hacen sentir como en casa.
La siguiente estrella en aparecer fue Chris Montez. Nacido en Los Ángeles, California, pero
de ascendencia hispana, este "chico" que nació en el cuarenta y tres también nos dejó con la
boca abierta. Desde el primer momento se mostró muy agradable, dando besos a sus fans, y con
un repertorio más roquero que el resto. Muy comunicativo, fueron cayendo temas como "Come on
let´s go" y "Donna" de Ritchie Valens, "Chiquitita mía", su gran éxito "Let´s dance" o "La
bamba", para finalizar con "I have the blues". La nota negativa de la noche recayó en la
actuación de Chris. Un asistente al festival quiso subir al escenario para cantar, a lo que
Montez no se negó, sino todo lo contrario. Pero el hombre no se encontraba en su mejor
momento y al tropezar con el micro éste golpeó a Chris y le hizo algo de sangre en la
barbilla. Aunque pudo continuar y el hecho quedó en una anécdota sin más.
El siguiente cantante en subir al escenario fue el australiano Scotty Baker. Clásico donde
los haya, nos regaló su tema "Katerina", dejando un buen sabor de boca, y dando paso a la
última banda de la noche, la sexta. Las fuerzas flaqueaban, y había que tirar de músculo
para animar al personal. Nadie mejor que Los Rizlaz, una mezcla japonesa-mexicana muy muy
explosiva. Los músicos aparecen con máscaras, y el cantante se toma un bote de tabasco ante
la mirada atónita de todos, lo que sucedió en dos ocasiones. Tres guitarras, saxo, batería y
sin bajo hacen bailar aunque no tengas ganas. También tocaron "La bamba" y varios temas
instrumentales muy potentes, añadiendo una danza india. Incluso hubo tiempo para que subiera
al escenario la novia del cantante, y al ser su cumpleaños su enamorado le entregó un
regalo. También les quedó muy bien una bonita versión de The Clash ("Gates of the west" -
ohh baby ohh early).
Tras la última actuación desaparecieron de la explanada del auditorio los coches de época y
el público veló armas para el domingo. Es un festival que empieza el miércoles y dura cinco
días, una pasada. Hay que dar las gracias a los organizadores por devolvernos la sonrisa
cuando empieza el mes de febrero y el frío se apodera de nuestro país. En el Rockin´Race
Jamboree nada de eso preocupa, es hora de disfrutar. Hasta dentro de un año no volveremos a
tener las mismas sensaciones.
FOTO: FRAAN KARMONA
ELVIS VIVE
En Torremolinos lo saben todos, pero es gente muy discreta… Cada año invita a sus amigos
y a su querido público a disfrutar de su maravilloso festival...
Crónica: FRAN KARMONA
Parafraseando a Andrés Calamaro,: “Elvis está vivo” y vive en la suite principal del hotel
La
Barracuda de Torremolinos. En Torremolinos lo saben todos, pero es gente muy
discreta… Elvis Presley llegó a Torremolinos en 1977 en su Chevrolet del 48,
hecho trizas y medio muerto por el éxito que acumulaba a sus espaldas. En 1994
recuperado de sus heridas y transformado en un adorable jubilado de la costa del sol decidió
poner en marcha su propio festival. Actualmente Elvis tiene 83 años y rebosa salud y fuerza.
Cada año invita a sus amigos y a su querido público a disfrutar del maravilloso festival,
que se celebra en su hotel de residencia.
El hotel
La Barracuda abría sus puertas el
miércoles para dar la bienvenida a la 24º edición del RockinRace Jamboree, que este año ha
tenido como cabeza de cartel al veterano e incombustible Chris Montez, al inconmensurable y
simpático Big Sandy, a la sensual y extraordinaria Kim Lenz y al magistral y auténtico James
Intveld, sin olvidarnos del tejano Wayne Hancock. La organización literalmente toma
el hotel por completo en estos días y monta allí su cuartel general. Sin entrada no
puedes acceder a los conciertos del hotel. Está todo bien organizado para que durante los
días que dura el festival el público pueda charlar con los artistas, que también se alojan
allí. En este festival, el público es una estrella más y la cuidan con esmero.
El jueves después de la recepción en
La Barracuda
la cosa comenzaba en serio. A medio día se volvían a abrir la pista de baile y el público
asistente comenzaba a calentar las pelvis y las caderas. Después de un obligatorio descanso,
las chicas y los chicos se arreglaban para ir al Auditorio Príncipe de Asturias y comenzar a
ver conciertos toda la noche. Dj Silvia comenzó su sesión con la gente todavía entrando a la
sala y daba paso a Pike Cavalero, que nos advertía de la calidad que nos esperaba durante
tres noches seguidas. Una vez terminado el concierto de Pike y con la pista libre para
bailar, Dj Álex hacía de las suyas y pinchaba los temas que sabe que la gente baila sin que
le empujen mucho. Mientras tanto detrás del telón púrpura, los Vargas Brothers se preparaban
para dar cuarenta y cinco minutos de puro rock and roll americano. Después de los hermanos
Vargas era el momento justo para comer algo, visualizar vinilos, comprar ropa o seguir
bailando al ritmo de Dj Batman. Se abría el telón y apareció Big Sandy acompañado de The
fly-rite trío. Una gozada ver al guitarrista de los Fly-rite sacar de su guitarra acordes y
ritmos veloces, que nos pusieron en órbita. Los Vargas Brothers salieron a acompañar en un
par de temas al bueno de Sandy que dejó su sello personal y su simpatía. Nueva media hora
para seguir escuchando buena música pinchada por Dj Steve Stack O Wax y ya era el turno de
los ingleses Si Cranstoun que pusieron el toque de twist y rock and roll de los 50 con gran
intensidad y ritmo. Las piernas ya comenzaban a fallar y era el momento de la
retirada, aunque todavía quedaba para cerrar la noche Jake Calypso. El francés puso el toque
gamberro de la primera noche y rompió el escenario literalmente. Saltó al público y fue
recibido como uno más. Increíble cierre de noche.
El viernes era el día de pasear junto a la playa y
acercarse al hotel y ver lo que se cocía allí dentro. La pista de baile era un
continuo ir y venir de bailarines y bailarinas elegantes. Es un espectáculo de lujo observar
y fotografiarlos. Tienen sus propios códigos de comportamiento y con una mirada basta para
entenderse entre ellos. Llegaba el momento de prepararse para los conciertos del viernes y
coger fuerzas para una gran noche. Las puertas del auditorio se abrieron a las 09:00 p.m e
iban llegando los coches clásicos, que se iban aparcando en la explanada. Dentro del
pabellón ya sonaba la música y la gente se iba repartiendo entre el inmenso local. A las
10:00 p.m y con puntualidad británica salían The Doel Brothers a regalarnos la primera
actuación de la noche. La elegancia no está reñida con la tradición rural y clásica.
Ataviados de granjeros The Doel Brothers dieron un recital sencillo y limpio de música
tradicional con ritmos de jazz acompañados por esa steel guitar que suena tan bien y que te
deja un sabor a puro oeste.
Dj Alex volvía a tomar los mandos y ponía a las parejas a bailar mientras esperábamos al
interesante dúo The Savage Hornets, un grupo inglés que experimenta mezclando las formas
clásicas del rock and roll con un estilo personal y vanguardista. Interpretaron el clásico
de Bobby Sharp
Unchain my Heart, que tan popular hizo primero Ray Charles en los
60 y después Joe Cocker a finales de los años 80. Nuevamente parada para calmar la sed y dar
una vuelta por el recinto para dar la bienvenida a uno de los platos fuertes del festival. A
las 12:30 a.m la angelina pelirroja Kim Lenz saltaba al ruedo con su banda y nos hechizaba
con su voz y su fuerza. Si Elvis Presley hubiera nacido mujer seguramente que hubiera sonado
igual que Kim Lenz. Kim se ha convertido en imprescindible en los festivales de
rockabilly y con verla tan solo una vez entiendes el motivo. La gran dama vistió de negro
para esta ocasión y calzó sus botas de tacón cubano para pisar fuerte en el RockinRace
Jamboree. Con su tema
Follow Me nos hipnotizó y nos hizo suyos para siempre. Se
cerró el telón y Dj Tall Mark puso la música para dar la bienvenida al gran Wyne Hancock
llegado desde Austin (Texas) con un cuarteto formado por steel guitar, guitarra acústica
tocada por el mismo Wayne, una poderosa guitarra eléctrica y un contrabajo maravilloso.
Hacen un delicioso country en el que no usan batería y suenan redondos y perfectos. Quizá
fueron uno de los conciertos del festival por su radiante directo. Llegando ya a las 03:00
a.m era el turno para los americanos Untamed Youth, que despedían la noche del viernes con
su surf fresco y melódico.
Los días en un festival pasan volando y en este más todavía;ya quedaba solamente la jornada
del sábado y había que madrugar para estar en la plaza de la Nogalera en pleno centro de
Torremolinos para disfrutar de todo el esplendor y fuerza del público, que es el
protagonista principal del festival.
CARTEL 2018
Rockin' Race Jamboree 2018
1,2,3 y 4 febrero TORREMOLINOS Auditorium Municipal Principe de Asturias
Chris Montez Feat Untamed Youth (USA)
Pike Cavalero (SP)
The Vargas Brothers (USA)
Big Sandy & The Fly-Rite Trio (USA)
Si Craunston (UK)
Jake Calypso (FR)
Mike Teordrop Trio (SW)
The Allnight Workers (SP)
The Nite Howlers (FR)
The Doel Brothers (UK)
The Savage Hornets (UK)
Kim Lenz (USA)
Wayne Hancock (USA)
Untamed Youth (USA)
The Bullets (UK)
Ezra Lee (Australia)
Mario Cobo (SP)
The Nut Jumpers (UK/FR)
The Fuzillis (UK)
The Lonely Blue Boys (USA)
Trickbag (SW)
James Intveld (USA)
Scotty Baker (USA)
Los Rizlaz (Japon)
The Kaw-Ligas (SP)
The Hot House Four (UK)
Guitar Show (Deke Dickerson, Ashley Kingman, Mario Cobo & Lester Peabody)
The Cactus Candies (FR)
Danny McVey Trio (UK)
The Barnshakers (FIN)
Blind Rage & Violence (USA)


Fotogalerías y crónicas del festival de
Torremolinos en IndyRock