11-01-2013 Sala El Sol, Madrid Estoy de vuelta otra vez
Por Jon Pagola - IndyRock Fotos Marta García - IndyRock
Estoy de vuelta otra vez
Sorpresa: Peter Zaremba ya no lleva su incombustible flequillo, ese mechón que se ha movido al
compás del twist durante más de 35 años. Pero que no se alarmen los seguidores de The
Fleshtones, porque el rey de la fiesta, el inventor del género Súper Rock, el amante de la
conga y de las mayores y más divertidas tropelías que se hayan podido cometer encima de un
escenario sigue siendo el mismo niño travieso de siempre. Lo decíamos hace casi exactamente un
año en su anterior visita a la saña Sol: este señor mayor que roza los 60 años es
incorregible, indomable, por mucho que pese a los que dicen que las gamberradas son para los
jóvenes.
La fiesta loca, impredecible e interminable que es un concierto de The Fleshtones arrancó
pausadamente con la presentación estelar del que fuera locutor de “Diario Pop”, de Radio 3,
Jesús Ordovás. La vuelta del cuarteto afincado en Brooklyn se enmarca en una serie de
conciertos que la mítica sala madrileña ha bautizado como “Dichosos 90´s” y en la que actuarán
algunos grupos emblemáticos del indie español durante las próximas semanas.
Las estrellas foráneas del ciclo y algo desubicadas en el ciclo -recordemos que sus años
gloriosos tuvieron lugar durante los 80- salieron a por todas. “We´re looking good, you´re
looking good!”, bramó Zaremba tras las primeras descargas de diversión y desparrame
(“Serious”, Feels Good To Feel”, “Whatever It Takes”), señalando el vestuario
sorprendentemente cool del que hacían gala Keith Streng (guitarra) y Ken Fox (bajo). También
se puede ser mayor y moderno, si señor.
La gracia de la fiesta esta vez consistía en comprobar qué tal se le daría a Zaremba las
letras en español del EP “Quatro x Quatro” que grabaron el año pasado en el estudio Circo
Perroti de Gijón. La chuleta de canciones como “Todos Queremos a Lupe” y Llevo Un Tigre en Mi
Guitar” las había colocado en la parte trasera de los bafles y la puesta de largo tuvo un
hilarante sabor Tex-Mex. Prueba superada. El castellano, o lo que se dijera, les sienta bien y
le dieron otro aire a la actuación.
Como en todas las juergas, hay momentos prescindibles -lo de dar vueltas sobre uno mismo ya
nos lo han enseñado otras veces- y un chupito, un algo, con el que se remata la noche. “I Wish
You Would”, el segundo corte de “Brooklyn Sound Solution” (2011) fue sin duda el trago
vencedor de la velada tras mezclarlo muy sabiamente con el “Break On Trough” de los Doors y
con la inestimable colaboración del público, pieza fundamental en los conciertos de The
Fleshtones. Y de ahí en adelante vino un subidón que puso a la sala patas arriba culminado por
dos himnos del grupo, uno clásico (“American Beat”) y otro más reciente (“I´m Back
Again”).
03-02-2012 Sala El Sol, Madrid Esos incorregibles señores
por Jon Pagola - IndyRock Fotos Marta García - IndyRock
Ya se sabe que la línea entre lo sublime y lo ridículo suele ser tan fina que a veces cuesta
lo suyo ubicarse en el lado adecuado. The Fleshtones llevan ya más de 35 años dando guerra y
se supone que deberían saber cómo funcionan las cosas. Aunque en su caso no pueden evitar ser
geniales y absurdos al mismo tiempo; siempre excesivos, sorprendentes, inclasificables. The
Fleshtones sólo pueden ser The Fleshtones, ese espiritu indomable por el que pasarán a la
historia de la música.
Las camisas chillonas y, sobre todo, el extraño bigote que se ha dejado un Peter Zaremba al
que la vejez le ha venido de golpe sonaba a primer aviso. The Fleshtones no van a cambiar. El
estilo es algo que no se discute. Ellos van por libre. Lo que vino a continuación en una sala
Sol a rebosar tuvo sabor a frenético vodevil. Todo empezó con el escenario aún vacío y la
atronadora guitarra de Keith Streng sonando a todo trapo desde algún rincón del backstage. El
show acabó con los cuatro Fleshtones subiendo las escaleras con las que se accede a la sala
madrileña mientras ¿tocaban? una canción. Y en medio hubo mucha cerveza, coreografías
ensayadas, humor absurdo, una espontánea tocando el bajo y constantes subidas y bajadas del
escenario. Todo vale para estos gamberros señores.
Se agradece que sigan tocando y cantando con dignidad un repertorio que, por otra parte, no es
nada nostálgico y está basado casi exclusivamente en su discografía más reciente. Les salió
bien la jugada. Nadie pareció acordarse de "Roman Gods" (1982), su mejor trabajo, y se
decantaron por canciones con mucha pegada. El inicio fue tan pletórico ("Whatever It Takes",
"Feels Good To Feel", "Serious", "Pretty, Pretty, Pretty") que muchos temíamos un bajón que
nunca llegó. Por suerte, canas y arrugas aparte, los Fleshtones se mantienen en buena forma.
Al irregular "Brooklyn Sound Solution" (2011) que les ha traído por una extensa gira española
no le dieron demasiada cancha excepto en los temas instrumentales (la versión beatle de "Day
Tripper", "Comin' Come") y los momentos más afortunados, como ese "I Wish You Would" que tanto
recuerda a los Doors.
Les sobraron unos 15 minutos de concierto, el tiempo suficiente en el que la broma empieza ya
a cansar. Seguramente debían haber cortado después de que pusieran a toda la sala Sol bailando
el twist. Se hubieran despedido por la puerta grande. Pero ya decimos que no, que no hay
manera de amansar a estos incorregibles neoyorquinos.
FOTOGALERÍA, 2009
FOTOGALERÍA: SALA PLANTA BAJA. FOTOS: MERCHE
S. CALLE * INDYROCK
Y si en el Teatro CajaGranada Otis Grand trataba con desigual suerte de reclutar espontáneos
de entre el público, en la sala Planta Baja The Fleshtones convirtieron a los cerca de 200
asistentes (todo un mérito para un miércoles precedido por un lunes y un martes de conciertos
también concurridos), en partícipes de su locura de rock and roll y prácticamente se puede
decir que ellos ejercieron de espontáneos entre el público buena parte de su enloquecida e
incendiaria actuación. Ninguno de los que tomaron la sabia decisión de pagar el precio de la
entrada podrá decir que desperdició su dinero. Para calentar el ambiente Los Malignos del
ubicuo Perico, impecablemente uniformados, desplegaron con efectividad su conglomerado de
garage y rock cavernoso que sirvió de antesala a la borrachera de rock and roll que los
neoyorquinos nos tenían reservada.
De un grupo formado en la segunda mitad de los 70 con la aviesa intención de practicar lo que
ellos llamaban super rock, un compendio de garage rock con fuzz guitars y sonido Farfisa,
aderezado con elementos rockabilly y guiños surf, que pretendía devolver al rock’n’roll su
primitiva rudeza y simplicidad desposeyéndolo de esa autoconciencia tan dañina que tenía por
entonces, uno podía esperarse cualquier cosa. Y más aún cuando sus miembros siguen siendo los
mismos que crearon el grupo hace más de 30 años. Con la salvedad del bajista Ken Fox, que
sutituyó al original Jan Marek Pakulski a partir de los 90 con su álbum Powerstance! (Big
beat, 1992), y del saxofonista Gordon Speath, que sin ser miembro del grupo estaba considerado
el quinto Fleshtone, fallecido hace cuatro años, el guitarrista Keith Streng, el batería Bill
Milhizer y el cantante, teclista y armonicista Peter Zaremba desprenden la misma entrega y la
misma garra que cuando eran debutantes. Y esa es mucha. Nada más abrir la puerta de los
camerinos, en lugar de dirigirse al escenario, el grupo decidió mezclarse con el público
mientras hacían sonar sus instrumentos gracias a la tecnología inalámbrica. A partir de ahí el
espacio reservado al público se convirtió en su lugar natural al menos tanto como el propio
escenario.
Y así involucraron de tal modo al personal que hubo un momento en que al batería lo
acompañaban dos espontáneas a las que les habían colgado la guitarra y el bajo. ¿Creen que el
concierto se resintió por ello? Si es así es que no estuvieron allí esa noche. Compartiendo
tragos de cualquier botella arrebatada a los espectadores y sobre la barra de la sala se
sucedieron los bises en una noche que una vez más se prometía larga en mitad de la semana.
Desenfreno bajo tierra
por Diego Soto-IndyRock
Más de tres décadas encima de los escenarios convenciendo con su música sólo está a la altura
de los grandes. The Fleshtones aterrizaban en el escenario del Planta Baja en una noche de
miércoles viciosa. Bien podía asemejarse el garito granadino al mítico templo neoyorquino de
la música en directo CBGB, donde estos cuatro inmortales comenzaban su carrera allá por 1976.
Se dice pronto. Dos horas de concierto intenso, frenético, en el que no dejaron átomo de grasa
vivo. Todo un éxito. Público entregado, sonido perfecto y performance mimética, fueron los
ingredientes idóneos para fomentar el recuerdo en la memoria de los presentes. Mediante su
archiconocido estilo garage-rock´n´roll festivo, los neoyorquinos interpretaron una veintena
de temas con tal fuerza que nadie diría que se encaminan a los 60. Dejaron claro que lo suyo
no entiende de virtuosismos. Su apuesta iba por otros derroteros más ruidistas y
desmelenados.
Con Peter Zaremba como maestro de ceremonias y alguna copita de más, animaron el cotarro como
pocas bandas consiguen en directo. Jugaron con la cercanía que les caracteriza introduciendo
al público como parte de su espectáculo con subidas y bajadas de la tarima que imprimían una
dosis, cuanto menos, amigable. Y es que son todoterrenos. Interpretaron temas míticos como
"I've Gotta Change My Life" o “Let´s go”, al tiempo que piezas de sus últimos lanzamientos
‘Take a good look’ o ‘Stockin Stuffer’. Aunque quedarse con algunos de los temas
interpretados, era tarea difícil. Tras el concierto, las caras delataban a una audiencia
agradecida y extasiada. La sala El Sol (Madrid) será la última cita de esta gira 2009 por
tierras peninsulares. En marzo, vuelven a los escenarios nocturnos, esta vez por la geografía
francesa. Tras lo visto ayer, a estos cuatro vaqueros les queda cuerda para rato. Quien
sabe.
Fotos: Arsenio Zurita - IndyRock - Sala Planta Baja EL IMPREDECIBLE EFECTO FLESHTONES
Ciudad de Nueva York, 1976. El agitado caldo de cultivo que recorría los circuitos más
"underground" de la ciudad a comienzos de la década, hierve desde hace tiempo desbordando la
olla de forma inexorable.
El germen implantado por bandas como THE VELVET UNDERGROUND, THE STOOGES o NEW YORK DOLLS, ha
crecido como una epidemia, consolidándose una de las más importantes escenas del Rock 'n' Roll
y el renacer de unos valores adormecidos por los años.
Allí estaban The Fleshtones, una banda emparejada con otros cientos de grupos por el devenir
del momento, que al igual que un puñado de aquellos poseía unas características sumamente
personales e identificativas en su sonido, pero que a diferencia de la inmensa mayoría
(excepto contadísimas excepciones) ha sabido aguantar imperturbable hasta el siglo XXI. Peter
Zaremba, el carismático cantante de la banda, nos invita a dar una vuelta por Queens a
principios de los 70. “Los Fleshtones nos conocimos en el Instituto Flushing, al norte de
Queens, el mismo al que iba Andy Shernoff, The Spaeths (Brian y Gordon) o Ricky Byrd de los
Blackhearts, no era el cielo del rock´n´roll, después de todo estábamos en los primeros 70 ¡en
realidad era el infierno del rock´n´roll!.”
El grupo inicial lo formarían Peter Zaremba (voz, armónica, teclados), Keith Streng
(guitarra), Jan Marek Pakulski (bajo)y Lenny Calderone II (batería), este último sustituido
poco después por Bill Milhizer. El talento al saxo de Gordon Spaeth se convertiría en una de
sus señas de identidad.
La historia del grupo comienza en 1976: “Keith estaba tocando en bandas antes de aquella
fecha, sobretodo la batería en unas cuantas bandas de garage y habitualmente con Brian y
Gordon Spaeth. Yo siempre estuve al lado de todo aquello, pero no tuve los nervios para subir
al escenario y coger un micrófono hasta que vi a los Ramones” comenta Zaremba.
ew Wave y combinarlos con garage, surf, rockabilly, rock´n´roll y una gran pasión por los
sonidos de la música negra provinientes del soul o el Rhythm & Blues. “Crecimos escuchando
todo aquel material, mezclándolo con lo que los artistas ‘blancos’ o ‘latinos’ estaban
haciendo, todo se mezclaba en la radio, pero creo que nosotros nos metimos en ello porque era
el tipo de música que influyó a los Yardbirds, los Kinks o los Rolling Stones en sus
comienzos. Quisimos ver que otro material poco conocido tenían estos músicos negros, no
queríamos seguir versioneando las viejas melodías de R&B que esos grupos habían hecho, ya
sabes, como ‘Mustang Sally’, la única vez que tocamos esa canción fue una vez que Johnny
Thunders invadió el escenario y nos pidió que la tocáramos con él, casi no sabíamos como
tocarla, pero por supuesto, tampoco sabía él.”
El grupo encajó perfectamente en la escena del momento y atrajeron la atención de sellos
independientes como RED STAR RECORDS y I.R.S. Su primer EP, ‘Up-Front’ vio la luz en 1980 y en
el 82 lanzarían su primer álbum bajo el título ‘Roman Gods’. En ese mismo año aparecería
también el disco ‘Blast Off!’, un inédito trabajo de estudio grabado cuatro años antes y
guardado en un cajón a pesar de incluir grandes canciones: “Es una larga historia, típica de
nuestra torturada carrera. Básicamente, fuimos fichados por el sello Red Star de Marty Thau
con la recomendación de Alan Vega (de SUICIDE) y Miriam Linna (de THE CRAMPS).
A los respaldos financieros de Marty en Inglaterra no les gustó el disco porque estaba fuera
de las señas de lo que se venía llamando punk-rock, así que no le dieron el dinero para
sacarlo, tan sólo salió un single (‘American Beat’, 1978) en aquel momento. El álbum al
completo apareció con el sello Get Hip ¡25 años más tarde!.
El disco ‘Roman Gods’ tuvo una gran aceptación y siempre ha sido considerado como uno de los
mejores álbumes de los Fleshtones, alcanzó el puesto 29 en el Billboard de singles con ‘Roman
Gods’/’Ride Your Pony’, después de eso, nunca volverían a aparecer en las listas. “Sí, The
Fleshtones entraron en las listas, son cosas extrañas que pueden ocurrir, así que quizás
descubran vida en Marte o que la Tierra está hueca y habitada por una raza de
superhombres".
En los primeros 80 el negocio de la música estaba tan confundido por el éxito de la New Wave
que se le dio una oportunidad a bastante material ‘extraño’. Pero, ¿qué eran The Fleshtones
sino honesto rock´n´roll?. "Tuvimos nuestra oportunidad con el ‘gran público’, artículos en
Rolling Stone, un show en la MTV, tal vez el mejor que han tenido nunca (el propio Zaremba
dirigió como video-jockey un show de música moderna en la MTV), etc… y no nos tomamos nada de
eso totalmente en serio. Ahora pienso que ojalá lo hubiéramos hecho, especialmente cuando
escribimos canciones para películas como ‘Bachelor Party’ (en España, ‘Despedida de Soltero’)
de Tom Hanks; Pero estábamos muy ocupados siendo nosotros mismos, Los Hermanos Marx del
Rock´n´Roll.”
En el año 83 editaron ‘Hexbreaker’, sin duda uno de sus mejores discos pero con menor
repercusión que su ‘exitoso’ predecesor. Siempre fuimos un poco a nuestro rollo, Blondie nos
acogió bajo su ala en los primeros tiempos, pero no nos parecíamos en cuanto a estilo o manejo
dentro del escenario (¡ni fuera de él!). Tocamos mucho con The Real Kids y gente del grupo de
Jeff Conolly (del grupo de Boston, The Lyres), quienes causaron una fuerte impresión en
nosotros. En nuestros días de Hollywood nos sentimos muy cercanos a Plimsouls (banda de
power-pop de Los Ángeles liderada por el ex-Nerves Peter Case). Me parece que los últimos de
la pandilla son The Cynics, unos tíos magníficos con los que es muy divertido tocar.”
Keith Streng montó a mediados de la década de los 80 un proyecto paralelo junto al guitarrista
de REM Peter Buck y bajo el nombre ‘Full Time Men’, lo mismo hacía Zaremba poco después con
Peter Zaremba´s Love Delegation, mientras, en el lugar de Jan Marek Pakulski entraba el actual
bajista Ken Fox. A principios de los 90, su inseparable saxofonista Gordon Spaeth optaba por
dejar el grupo, “Vimos a Gordon en nuestros show para el 30 aniversario del CBGB junto a los
Dictators; Más o menos por la época de ‘Powerstance’ las actuaciones comenzaron a ser
demasiado estresantes para Gordon. Todavía hace alguna aparición como invitado en nuestros
discos, como ‘More Than Skin Deep’, ¡y desearía que aún hiciese más!.”
El hecho es que siempre se mantuvieron en los límites de la aceptación popular saltando de
sello a sello cada vez que llegaba un nuevo lanzamiento. El tiempo ha convertido esa agitada
trayectoria en un problema realmente serio: “La falta de éxito comercial nos ha llevado a
movernos de sello a sello, mientras, todas nuestras discográficas del pasado parecen ser cada
vez más pequeñas hasta el punto de que las últimas, apenas existen hoy en día. Es un gran
problema y nos sentimos realmente dolidos por el hecho de que nuestros discos no han sido
reeditados y ahora es imposible encontrarlos. Realmente me entristece, parece que todos los
capullos del mundo tienen un ‘special box set’ a día de hoy… excepto nosotros, por supuesto.”
Si The Fleshtones han tenido siempre una seña de identidad principal, ha sido su show en
directo, apoteósicas ‘tarjetas de visita’ de impredecible final, a nado en un concierto en
Roma, o con una charanga callejera que les llevó hasta las Ventas desde la antigua sala
Universal, escenario de su primea visita a Madrid. Si en algo han tenido éxito, es en su
compenetración con el público: “La cancha de The Fleshtones es el mundo. Nuestro show más
largo (unas 3 horas) lo dimos en Mobile, Alabama, para una audiencia consistente en el
propietario del bar, las dos camareras y un borracho que se metía continuamente entre
nosotros. Una vez que empieza la representación, nunca sabes cuando va a parar el espíritu.
Muchos showman actúan como robots o como si nos estuvieran haciendo un favor por enseñarnos
que no hay negocio en el escenario, ¡¡¡que se jodan!!! Nadie es tan bueno. Cuando vas a un
show, ¿no esperas que ocurra algo especial?, ¿algo que no has planeado? Nosotros lo hacemos,
por eso ¡somos explosivos en el escenario!” (Información remitida por Tornado Bar)
Discografía
Roman Gods (1982) [LP/cassette (I.R.S.) 1982 + CD [limited] (Eur. I.R.S.) 1990]
Blast Off! [recorded in 1978] (1982) (ROIR) cassette + CD (ROIR) 1990 + CD (ROIR/Fr.
Danceteria) 1993 + CD (Red Star) 1997 + LP (Sp. Munster) 2001 + LP (Get Hip Records) 2002
Hexbreaker! (1983) [LP/cassette (I.R.S.)]
Speed Connection: Live In Paris 85 (1985) LP (Fr. I.R.S.)
Speed Connection II - The Final Chapter (Live In Paris 85) (1985) LP/cassette (I.R.S.) 1985 +
download (I.R.S.) 2010
Fleshtones vs. Reality (1987) [LP/cassette/CD (Emergo)]
Soul Madrid (1989) LP (Sp. Imposible)
Powerstance! (1991) [CD/LP/cassette (Aus. Trafalgar) 1991 + CD/LP/cassette (UK Big Beat ) 1991
+ CD (Naked Language/Ichiban) 1992 + download (Ichiban) 2006]
Beautiful Light (1994) [(Naked Language/Ichiban also Forever Fleshtones - Gr. Hitch Hyke)]
Laboratory of Sound (1995) [CD (Ichiban International) 1995 + LP (Gr. Hitch Hyke) 1996 +
download (Ichiban) 2006]
Hitsburg USA! (1996) [LP (Telstar Records) + CD (Sp. Imposible) also Fleshtones Favorites CD
(Flesh)]
More Than Skin Deep (1997) [CD (Ichiban International) 1997 + LP (Telstar) 1997 + CD/LP (Eur.
Epitaph) 1999 + download (Ichiban) 2006]
Hitsburg Revisited (1999) [CD (Telstar) + CD/LP (Eur. Epitaph)]
Solid Gold Sound (2001) [CD/LP (Blood Red) + CD (Fr. Fantastika) + download (Blood Red) 2009]
Do You Swing? (2003) [CD/LP (YepRoc)]
Beachhead (2005) [CD/LP (YepRoc) 2005 + LP (It. Nicotine)]
Take A Good Look (2008) [CD/LP (YepRoc)]
Stocking Stuffer (2008) [CD/LP (YepRoc)]
Brooklyn Sound Solution with Lenny Kaye (2011) [CD/LP (YepRoc)]
Wheel Of Talent (2014) [CD/LP (YepRoc)]
The Band Drinks For Free (2016) [CD/LP (YepRoc)]
Live at Yep Roc 15: The Fleshtones (2020) [digital (YepRoc)]
Face Of The Screaming Werewolf (2020) [CD/LP (YepRoc)][8]
INDYROCK MAGAZINE
CONCIERTOS
Agenda
FESTIVALES
Agenda
ANUNCIOS
Tablón
CONCURSOS
Rock, pop...
PRODUCTORAS
Salas, estudios,
locales...
GRUPOS
En IndyRock
VIDEOCOLECCIÓN INDYROCK * ARCHIVO HISTÓRICO
JOYAS DE INDYROCK
'Pioneros en la era de las redes'
Grabaciones de directo de grupos que marcaron las pautas de la música alternativa a lo
largo de dos décadas.
Te ofrecemos la plataforma de IndyRock para promocionar tus eventos, grupos, discos,
salas y tus productos mediante el sistema de páginas informativas y espacios
esponsorizados. Si eres músico, empresario musical... es la forma más eficaz y rápida
de dar a conocer tu oferta, con tarifas especiales. Contacta
con nosotros