13/10/2011. Pop & Dance. Sala Rock Kitchen. Madrid. (Concierto como invitados del fin de
gira de Niños Mutantes)
Magia Mutante
Fotogalería y crónica
Javier Alonso Juliá y Marina Sanz Domínguez - IndyRock .
... Sobre las 21.00 saltaron al escenario los teloneros
Yani Como (
ver
fotogalería del concierto y datos del grupo en IndyRock), llegados desde Aranda de
Duero, y a los que conocemos bien los asistentes al festival Sonorama, ya que lo lidera su
director Javier Ajenjo (voz y guitarra) y se acompaña de Alberto Ortego (batería), Ismael
Sanmiguel (bajo), Cesar Quero (guitarra) y Alma González (violín). Salieron con fuerza al
escenario y muchos de sus fans situados en primera línea de fuego cantaron los temas de su
setlist, en el que pudimos disfrutar de temas de discos anteriores y de su nuevo álbum "Nada
Es Lo Que Parece", como "Aquí Estoy", "Buenos Aires", "Cortometraje", "Tal Vez No Sea Yo", "Lo
que Nos Une", "Siempre Estarás" , "Diferente", "Camino" o "Furia Desatada". La combinación de
guitarras potentes y el violín de Alma, le dan otro aire a este grupo que años anteriores
presentaba una formación de trío. Con los cambios adoptados en los últimos años, han
conseguido darle una sonoridad distinta a sus canciones y su último disco así lo refleja.
....
(Fragmento de la crónica del concierto de Mutantes.
Crónica
completa
aquí)
Formación
Javier: Guitarra y voz
Alma: Violín y voz
Isma: Bajo y voz
Cesar: Guitarra
Alberto: Bateria
Biografía
En música como en todo, ser amable no es pecado. Más bien un don casi cool en estos tiempos
crispados. Las grandes canciones siempre han tenido su punto de paliativo universal contra el
pesar o el cabreo. Pues bien, de eso va, en parte, Yani Como…Terapia de choque en guante de
terciopelo. Música que bajo su rasgo amable oculta cicatrices transferibles y alma taciturna
en formato de pop clásico de diseño inteligente.
Los dos cortes iniciales de su 1º EP (Palabras Enredadas-05) eran pura psicodélia
rasposa enmarañada en el big bang que movía los hilos de Spritiualized o los Planetas más
cósmicos. De hecho, el disco lo produjo Carlos Hernandez en el Refugio Antiaereo de los
granadinos.
Su primer largo (El Mas Grande Era Gigante-06) llegaba con igual sigilo. De puntillas.
Autoeditado. Dirigido por Ricky Falkner de Standstill, establecía al grupo tras la pista del
mejor indie nacional: Planetas, La habitación Roja, La buena Vida, tanto en ideario emocional
como sonoro. Reflexiones agrias sobre momentos perdidos y venganzas pírricas. Pop directo, de
la urgencia a la mesa camilla y arrebatos entusiastas -teheremin incluido- dedicados a Arcade
Fire y otras referencias asumidas.
13 Formas De Reparar Un Corazón-09, es, por fin, su disco. Donde las injerencias
externas cristalizan en un universo propio. Entrañable y melancólico pero avivado por
corriente positiva. Salpicado de lugares comunes, familiares. Con escenarios contiguos que
permiten seguir huellas dispares. De los 80 americanos -REM, en especial (Pluton)- y
españoles, a la penúltima oleada indie.
Ahora nos presentan Nada es lo que parece-11. Del disco hablaría horas (dice Javier), “lo he
escrito yo, pero te diré que es la primera vez que he dejado de hablar en boca de terceros
para abrirme en canal y dar a luz un disco del que nos sentimos tremendamente orgullosos.
Creemos que por fin Yani Como alcanza un personalidad y sonidos propios y esa es la vía que
queremos seguir.”
Yani Como – “
Nada es lo que parece” 2011
Con las canciones de Yani Como pasa lo mismo que con las personas de las que te enamoras: Las
acabas de conocer, pero es como si hubieran estado ahí toda tu vida.
Yani Como componen unos temas magníficos, con toda la calidez y capacidad de sugestión del pop
independiente español, pero sin poses ni complejos. Cercanos pero no frívolos. Sensibles pero
potentes. Melancólicos, pero no lánguidos. Unas canciones emocionadas, a veces iracundas, a
veces exultantes, en las que se percibe la particularísima y ultrarromántica personalidad de
Javier. Eso es lo que hay en “Nada es lo que parece”: Romanticismo pop. En el sentido clásico
de la palabra romántico: Pop apasionado, vital, encendido. Son la música y las letras de
alguien que ha sufrido, pero que se ha sobrepuesto para contarlo.
En “Nada es lo que parece” la viola y el banjo de “Siempre estarás” sirven de perfecto
contrapunto a las saturadas guitarras de César en “Aquí estoy”. Es un disco que podría ponerle
banda sonora a cualquier momento de la vida: Si “Diferente” es el sonido exaltado de la noche
occidental, “No sé cuidar de mí” es lo que debería sonar por la mañana al despertar. El
diálogo desencantado entre Javier y Alma en “Camino” frente a la complicidad con Sean Frutos,
vocalista de Second, en “Magia”. En este disco ya no suenan tanto a Los Planetas o La
Habitación Roja como a Arcade Fire o a bandas de la escena franco-belgas en la línea de Les
Ogres de Barback, especialmente en los temas más instrumentados como “Coulottes”, pero siempre
desde una perspectiva pop que bebe tanto de los noventa como de propuestas actuales.
Con “Nada es lo que parece” Yani Como logran la cuadratura del círculo: Que un disco suene
decadente y a la vez fresco. Familiar y a la vez sorprendente. Y cuando eso ocurre se suele
definir con una palabra: Clásico.
Alex Izquierdo.
INDYROCK MAGAZINE
CONCIERTOS
Agenda
FESTIVALES
Agenda
ANUNCIOS
Tablón
CONCURSOS
Rock, pop...
PRODUCTORAS
Salas, estudios,
locales...
GRUPOS
En IndyRock