Heavy Trash
1 de febrero de 2011 Sala Apolo-2 Barcelona
por
Pedro Ayuso - IndyRock
Fotos
Quim Cabeza - IndyRock

Después de tres discos, el giro creativo ideado por Jon Spencer (Pussie Galore o Jon Spencer
and The Blues Explotion) y Matt Verta-Ray (Madder Rose, Balkflies o Speedball Baby), ya no es
noticia pero sí un hecho homologado. Eso es, sello propio para una receta clásica de
rock’n’roll donde incluir el sonido del punk, la básica conceptualidad del blues, las
sensaciones rítmicas del country… y otras reminiscencias estilísticas. Una original
reinvención del rock’n’roll de Bo Diddley -que tanto idolatra el bueno de Jon Spencer- y que
tan palpable suena en algunos parámetros de los discos de Heavy Trash. Ese sea, quizá, lo
mejor de su propuesta…su particular visión del rock’n’roll. En 2005, el dueto neoyorquino
publicó su carta de presentación: un homónimo con todas las constantes vitales del proyecto y
una nueva muestra de la insaciable inquietud de Spencer.
Dos años después, "Going Way Out with the Heavy Trash" definió las coordenadas definitivas de
la pareja, con un puñado de excelentes canciones y la confirmación de que el proyecto no era
una tenue parada en la carrera del explosivo guitarrista. Es más, en 2009, "Midnight
Soul Serenade” -grabado entre Londres y Nueva York, y que contó con la colaboración de Simon
Chardiet (contrabajo) y Sam Baker (batería)-, ratificó lo dicho con temas tan elocuentes
como "Bumble Bee", "Pimiento" o "Good Man" y que, indudablemente, sonaron en la pequeña
sala del Apolo barcelonés.
Esta vez en quinteto y con un repertorio donde encontrar lo mejor de sus tres álbumes editados
hasta la fecha, al combo norteamericano le costó conectar con el público durante los primeros
compases del concierto. Tal cual, entre su falta de tono y una moderada expectación por parte
de la audiencia, la banda no consiguió de buen inicio comunicarse…; ni tan siquiera con su
desperazante actitud. El tiempo transcurría mientras su cancionero iba goteando mixturas
opresivas de ese rock’n’roll tan propio, al tiempo que sus dos protagonistas hallaban su mejor
sonido en una sala que, tema a tema, fue concibiendo que la noche iba terminar bien. Así, y
entre incomprensibles disertaciones orales de Verta-Ray (podemos llamarle trash-talking o …)
clásicos en su repertorio se conjugaron con las canciones de su nuevo disco -"(Sometimes
you got to be) Gentle", "The loveless" "Gee, I really love you", “Bedevilment”, "Dark hair'd
rider", "Take my hand" o "Sweet little bird”-, levantando el ánimo del colectivo para rematar
la faena con una serie de “bises” escogidos con los cuales cerrar un buen concierto.
Concierto en la Sala el Tren + Bloodshot
Bill
27 marzo 2010 sala El tren Granada / Organiza Musiserv
Fotos Merche S. Calle / IndyRock
Crónica : El rock es sexo, hermano Por Enrique Novi

El rock es sexo, hermano
Heavy Trash + Bloodshot Bill
Por Enrique Novi / IndyRock
Antes y después del show, Jon Spencer se conduce seguro y parsimonioso, con la prestancia del
que confía en sí mismo. Se muestra educado y solícito con el entorno, tan seductor como sobre
el escenario. Pero además ahí arriba se transforma en un animal sexual y desbocado, eléctrico
y chuleta, con su punto de macarra asilvestrado, una auténtica rock star, que manda al técnico
apagar las luces cuando le place. Lo saben aquellos rastreadores de destrucción musical que
dejó al frente de Pussy Galore y su hedor a basura punk. También los más aplicados de los
muchos que bebieron la pócima de garage deconstruído, la emulsión de blues curado que
destilaba la Blues Explosion.
Ahora, convertido en padre de familia, con la B.E. aparcada en el congelador y abandonadas
algunas prácticas insanas que vociferaba como Boss Hog, conjuga el verbo vaciarse (sobre el
escenario) con Heavy Trash, el combo de regusto rockabilly y roots rock infestado de
reverberación y de energía que montó junto a su compinche Matt Verta-Ray, el que fuera bajista
de los olvidados Madder Rose. Sea con el proyecto que sea, lo que nunca puede reprocharse a
esta bomba de rock and roll es eso de que hubiera podido dar más.

Una vez se encienden los focos, Spencer se transforma en la bestia parda de conciertos
incendiarios que solivianta los corazones de su audiencia. Y con una banda a su medida que se
entrega a su ritmo. Una batería rotunda y un contrabajo desvencijado que también canta, se
unen al poderío de Verta-Ray y Spencer para desgranar canciones de sonido añejo y fiereza
punk. Ahí están las teclas asimétricas de Rufus Thomas, el soul peleón de RL Burnside, el
baile insinuante de André Wiliams y la orgánica sensualidad de Lavern Baker. Eso y las
serenatas country de medianoche que sugiere su último trabajo. En sus proclamas saturadas, el
destructor del micrófono anima a degustar el sabor del blues desprovisto de aliño, servido en
toda su crudeza. Y más cuando es una fecha señalada.
Un tal
Bloodshot Bill, con los zapatos impecablemente limpios y el tupé bien atusado,
apareció en escena acompañado de unas atrevidas jovencitas cuando la actuación tocaba a su
final. Ejerciendo de mamporrero, o de alcahueto, las había reclutado minutos antes para que
hicieran entrega de una tarta a Matt Verta-Ray, que cumplía 41 años. Su aspecto era mucho más
cuidado que cuando sorprendía al respetable con su actuación, al principio de la noche.
Descalzo y ataviado con un pijama, este singular one man band originario de Montreal, desplegó
un set de rockabilly de las cavernas tocando la guitarra, el bombo y los platillos, mientras
gruñía su repertorio acompañándose de espasmódicos movimientos. Y aún tenía tiempo de extraer
de su bolsillo un peine con el que se reconstruía el tupé.

Heavy Trash
En el escenario y en el estudio, Jon Spencer, ha destruido y reconstruido las raíces
estadounidenses de la música con tanta ferocidad y desenfreno que es difícil creer que no
quede nada. El rastro de destrucción musical que dejó a través de su grupo Pussy Galore aún
arde con el hedor a basura punk trash y supura un garaje desagradable y molido, mientras que
su grandioso trabajo con Jon Spencer Blues Explosion sigue siendo un tótem indeleble
para su enorme espíritu. Él es Daddy Boss Hog! Él es el explotador del Blues y el destructor
del micrófono! Un Hermano Gibson! El hombre que compartió un Chicken Dog con Rufus Thomas,
tuvo Soul con RL Burnside, y disfrutó el Lap Dance con Andre Williams! Él es el hombre que
amaba demasiado! Y mientras que la Blues Explosion está de vacaciones rockandrolescas, Jon no
ha descansado! no ha trabajado en su bronceado, no ha leído la última superproducción del
verano! NO!! Jon Spencer ha elegido el camino justo, y ha salido con su amigo Matt Verta-Ray y
Heavy Trash!
Matt Verta-Ray creció en una familia de izquierdas que lo llevaron a conciertos de
folk y blues mucho antes de que le salieran las patillas. (Su madre murió en los noventas
aun enfadada por el giro electronico que Dylan dió a su música). A finales de los setentas,
un joven Matt se encontró asistiendo a un concierto de Bo Diddley (de hecho al concierto
solo acudieron 12 personas). Tras el concierto, Bo aleccionó a Matt durante una hora acerca
de los oscuros secretos del rock 'n' roll. Lo siguiente , como se suele decir, es historia:
colaboraciones con Madder Rose, la creaación de su banda Speedball Baby, donde desarrollaría
su inconfudible estilo a la guitarra, hasta la fundación de Heavy Trash junto a Jon Spencer.
Matt es un auténtico científico loco del sonido analógico, unos experimentos que desarrolla
en su propio laboratorio-estudio en Nueva York.
Jon Spencer
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