FOTOS: ISMAEL SERRANO, GRAN TEATRO DE CÓRDOBA. FOTOS: ANTONIO
VÁZQUEZ
ISMAEL
SERRANO
LA CANCIÓN DE NUESTRAS VIDAS
Gran Teatro de Córdoba, 3 de diciembre de 2024
ANTONIO VÁZQUEZ * CRÓNICA Y FOTOS * INDYROCK
La canción de autor, al igual que la clásica, la de blues o la de
jazz, puede incluirse dentro de un estilo atemporal, poco
comercial y para un público específico. Canciones con las que nos
cruzamos en un tiempo concreto de nuestras vidas, sin la ayuda de
la publicidad de los grandes medios.
Algo así ocurre con la música de un artista español, de las que
varias de sus composiciones han formado parte de nuestra banda
sonora en algún momento de nuestra historia. Ismael Serrano se
iniciaba en la segunda mitad de los años 90 en esta disciplina,
con la conciencia clara y bien definida y a lo largo de sus casi
treinta años de carrera, ha sabido conectar con los que
hemos querido escuchar sus mensajes sublimes donde poesía y
melancolía van de la mano dentro del alma de un cantautor con
mucho que transmitir y que denunciar, pero sutilmente, con
elegancia y con la pausa del heredero de los inolvidables Paco
Ibañez, Aute, Silvio Rodríguez, Serrat, Pablo Milanes, etc.
Descubrimos al cantautor español del siglo XX, su inconfundible
voz, su humildad y su compromiso político lo define claramente,
como el relevo de aquellos recordados luchadores que portaban
guitarra en mano, en vez de armas. Ha vivido estas tres últimas
decadas viendo como la política se ha ido ensuciando hasta
extremos insospechables, mientras él ponía los puntos sobre las
íes con sus canciones.
Hace ya bastantes años le descubrí en directo en un barrio obrero
de Córdoba (Plaza de la Juventud), concretamente en un mitin de la
desaparecida Izquierda Unida y sus canciones sonaban en la radio
cuando aún había algo de libertad en las ondas. Ahora en el siglo
XXI, sus dos últimas visitas a la ciudad que, en otros tiempos
abanderaba la izquierda de este país principalmente con el
recordado Julio Anguita, han sido en el Teatro de la Axerquía
dentro de la 30 edición del festival de la guitarra de Córdoba en
2010 presentando su disco "Acuérdate de vivir" y en 2019, en el
Gran Teatro de Córdoba, en formato acústico, guitarra y voz,
durante la gira de "Todavía", un disco de versiones de canciones
que formaron parte de sus influencias musicales y como celebración
su 20 aniversario.
A punto de finalizar su gira "La canción de nuestras vidas", donde
se muestra más escénico e interactivo con su público que nunca, el
madrileño, apura los últimos sorbos de este café, varias fechas
más en nuestro territorio y fin de gira que cerrará con tres
citas en Ecuador, para despues iniciar otra aventura más en su
carrera, nuevo tour con "Sinfónico", su último disco recien
lanzado en el que incluye 13 canciones escogidas de su amplia
discografía, vestidas con el traje de los grandes clásicos
orquestales.
Ismael Serrano aparecía sobre el escenario del Gran Teatro
acompañado de Jacob Sureda, su pianista de cabecera desde hace
bastantes años, volviendo a sorprendernos con un nuevo y sigular
espectáculo, donde se reinventa con una nueva experiencia musical
huyendo del directo convencional, acompañando a su música un
aspecto teatral que ya adelantó en anteriores giras.
En palabras de Ismael Serrano: “La vida sin música es un
etcétera, un aburrido inventario de anécdotas en blanco y negro
y el empeño del cantautor es encontrar esa canción que ha de
convertirse en compañera de nuestra vida, una vida sin música es
una vida perdida, busquemos la cancion de nuestra vida“.
La noche comenzaba con la sobriedad de sólo dos músicos sobre el
escenario, Ismael guitarra y voz y a su derecha el pianista Jacob
Sureda un músico que domina diferentes estilos como el mestizaje
de Concha Buika, la copla de Pasión Vega, el pop de Chenoa, el
flamenco junto a Pepe de Lucía o incluso el jazz.
Incluye en su nuevo disco, vivencias propias tras una ruptura
amorosa, "Esto no es una canción de desamor“, tras la cual se
dirigía al público para dar la oportunidad a quien quisiera
comentar o decir algo desde un micrófono que era portado por el
patio de butacas. Un chico llegado del otro lado del charco
comentaba ser fan del artista y que se le quiere por tierras
sudamericanas.
El concierto fue como el propio nombre de la gira indica, un ir y
venir por toda la biografía musical de Ismael, buscando una
respuesta emocional. Viajamos a 1998 cuando lanzaba ‘La memoria de
los peces‘ del que nos dibujaba "Sin tí a mi lado” y comentaba,
"Llevo 27 años cosechando éxitos que nunca han sonado en la
radio", dando paso a "Saber ganar” otra de su último trabajo.
De nuevo intervino, micrófono en mano, alguien del patio de
butacas, una chica llamada Clara que anteriormente había pedido en
varias ocasiones "una alegre", pero no parecía sonar una canción
así, a lo que él respondía, “No nos quites la nostalgia que nos
jodes el negocio a los cantautores”. La chica en cuestión, era
invitada a subir al escenario y los diálogos entre ella e Ismael,
fueron el hilo conductor de una historia alrededor de su música y
de los mensajes que en ella hay, momentos alegres, tristes,
dolorosos, incluso permitieron que Ismael fuera armando su
discurso en forma de tragicomedia.
Juntos interpretaron varios temas "Un vestido y un amor", de Fito
Páez y la archiconocida "Burbujas de amor" de Juan Luis Guerra,
títulos que ha versionado y aparecen en lo más reciente lanzado
por el cantautor.
Mientras se interesaba en conocer la historia de la chica a base
de preguntas de lo más cotilla, compartiendo Clara protagonismo
con el propio Ismael, el viaje musical continuaba con algunas de
sus canciones mas recordadas, como "Vine del norte" nuevamente de
‘La memoria de los peces‘, "Un muerto encierras", "Vértigo" y
“Ana”, de aquel debut maravilloso de 1997 titulado ‘Atrapados en
azul‘.
El diálogo con la nueva protagonista continuaba e incluso ella
colaboraba cantando algunas partes o haciendo coros en canciones
que invitaban a dejarse llevar por la imaginación como "Cállate y
baila" del disco ‘Seremos‘ de 2021, una historia de amores
pasados, "Me amo", "La llamada" del mismo disco de 2014", Soltar"
del álbum ‘Seremos‘ de 2020, donde comentaba que a veces en el
amor, es mejor dejar marchar.
Poco a poco íbamos alcanzando la recta final y tras el último
corte de su nuevo disco "Estaré ahí", Clara, la chica invitada, le
dijo a Ismael: "Anda cántala ya, que estás deseando (parecía estar
leyendo la mente de todos) canta “Papá cuéntame otra vez“ donde
dejaba un recuerdo a lo sucedido en Gaza, "Ahora mueren en Bosnia
los que morían en Vietnam“, cambiadolo por, “Ahora mueren en
Palestina los que morían en Vietnam“. Un himno de los 90 para
muchos, del que él mismo reconoció: “Me permitió dedicarme a la
música gracias a su éxito insospechado”.
La música y la política están entrelazadas en su carrera, nos
comentaba, como respondiendo a quienes le preguntan por qué canta
de política en algunas de sus canciones. “No soy gay, lesbiana, ni
mujer. No soy joven. No soy sindicado, ni parado, ni vivo en la
España Vaciada. ¿Acaso me afecta la inflación, la masacre en Gaza
o la guerra de Ucrania?”, planteandolo en el aire. Su compañera
contestaba a su vez, que ella no era “ni periodista, trabajadora
en precario, científica, funcionaria ni autónoma, ni embarazada”.
Ambos usaron la irónica enumeración para evidenciar que ya no es
que la política “tiene que ver con nosotros”, sino que
directamente, lo somos.
Llegaba el momento de desvelar la verdadera identidad de Clara,
que no era otra que la de la actriz María Pascual que, participa
en esta gira aportando su papel de chica del público en lo teatral
y su dulce voz en lo musical, tras interpretar "La canción
de nuestra vida" se retiraban momentaneamente.
Antes de llegar al final, Ismael en solitario nos recitaba un
pequeño poema "Ahora que la vida”, que da título a su poemario
editado en libro, donde encuentras al Ismael Serrano de las
canciones pero además, al de los recitales hilando cada canción
con una historia como, "Lucha de Gigantes" del recordado Antonio
Vega con la voz tan inconfundible de Ismael Serrano.
Dos horas y media de poesía, denuncia, reflexiones, amor, “La
gente suele salir de mis conciertos diciendo, cómo hemos llorado
pero qué bien lo hemos pasado“. El amor fue otro de los temas
protagonistas del espectáculo, tanto el recuerdo de los primeros
de juventud, como los los presentes y futuros. El amor como motor
para crecer y descubrirse donde Ismael lograba hacernos participes
de su "La canción de nuestra vida", donde nos mostró la fábula del
cuento, una canción que está en permanente construcción, sobre
cómo cada uno irá añadiendo estrofas a la suya, siempre que uno
sea capaz de vivir con intensidad lo que acontece a su alrededor.
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