JARVIS COCKER
22-12-06 Barcelona, Razzmatazz
crónica por
Xavier Gaillard - IndyRock
Fotos
Tomás Ramos - IndyRock
Expectación en la sala Razzmatazz de Barcelona. El artífice de
la canción en la que se basa el nombre del local está a punto de
aparecer en el escenario. ¿Qué mejor que invitar al señor Cocker
para rematar el aniversario de la sala?. El lugar se llena por
momentos, en las primeras filas hay problemas de espacio.
Esperando a que sean las diez en punto, la gente intenta hablar
bajo la cruelmente intensa música (parece una sesión de
discoteca). Un tipo con una máscara de Jarvis se pasea por la
zona. Camisetas discretas con letras de las canciones del único
álbum en solitario del artista (homónimo) cuelgan en la tienda.
De repente, la pantalla situada encima del escenario se ilumina
(y nos ofrece el tedioso filme de la celebración del
aniversario). Asciende, y nos ofrece el campo de batalla al
completo.
Pronto aparecen los músicos, toman sus instrumentos. Como era de
prever, no está Richard Hawley (que colaboró en el álbum), pero
si el pulp-ista Steve Mackey en el bajo. Empiezan la carga con
"Fat Children", aún sin Jarvis entre ellos. Cuando éste aparece,
la sala explota aclamando. Jarvis luce el aspecto clásico:
camisa a cuadros, americana, enormes gafas, pelo revolucionado -
"hola. my name's Jarvis" - y se lanza micrófono en mano ( ..last
night I had a little altercation.. ). Es todo un showman, yendo
arriba y abajo del escenario, relacionando lo que canta con
gestos. En la siguiente hora asistimos a todo un repertorio de
gracilidad física por parte del cantante, claramente consciente
de su carisma (quizás demasiado inmerso en él). Pero no sólo
eso: se muestra muy comunicativo con los asistentes, y
especialmente inspirado humorísticamente. Al acabar el primer
tema, se disculpa por su ignorancia del español ("Feliz
Navidad", llega a decir) e introduce el siguiente, "Don't Let
Him Waste Your Time", con media sala ya botando y coreando el
pegajoso estribillo. Jarvis totalmente entregado ( ..you ain't
getting no younger & you've got nothing to show so tell him
that it's now or never and then go go go.. ), pseudo-bailando
por el escenario. Se impresiona ante los gritos del público que
celebran su nombre ("I bet you don't smoke", reconoce ante un
vibrante bramido) y reflexiona sobre la temporada navideña: ¿no
deberíamos (el público) levantarnos temprano para consumir el
día siguiente?¿Mejor acabar pronto? Claro que no.. tocarán hasta
las cuatro de la madrugada y mañana estaremos demasiado cansados
para comprar y se irá todo al traste. Paranoias cockerianas.
El cantante coge la guitarra acústica para "Heavy Weather" (sólo
la volverá a utilizar una vez más en todo el show) - aun y sin
brincar libremente sigue siendo igual de magnético (la
iluminación lo acompaña atmosféricamente). Siguen otras
canciones del álbum, precedidas de comentario - utiliza los dos
extremos de la sala para definir "From Auschwitz to Ipswich" e
intenta amenizar un título tan radical como "I Will Kill Again".
Esta última la canta muy estático y emocional ( ..so come on,
serenade me on your acoustic guitar.. ). Coge el soporte
del micrófono, lo sube y baja como si estuviera sacando agua. El
gesto sorprende al público, pero tampoco demasiado, pues ya nos
hemos acostumbrado a la espontaneidad de Jarvis. Otra de sus
actos random consiste en preguntar si nos gusta el chocolate
para, a continuación, sacarse tabletas del bolsillo y lanzarlas
a su público.
Para definir la siguiente canción, "Tonite", se monta una
bizarra historia según la cual el contenido de la canción quizás
nos incite a hacer ciertas cosas, como por ejemplo venir a verlo
en vez de quedarnos en casa observando la constante lluvia... en
cualquier caso, concluye que es un título muy aburrido para un
tema, claro que su performance no lo es ( ..the first time it's
alright: the future starts tonight.. ). Se saca la americana (el
público enloquece) y continúa con "Disney Time". Alguien le
lanza unos calzoncillos boxer, que lo entretienen un buen rato
("I'm not gonna put those on", afirma). Los acaba besando y
colgando del soporte del micrófono (después los lanza felizmente
al público). Anuncia "Black Magic" y suena la sample de "Crimson
and Clover" en la oscuridad. Jarvis llega al clímax de su
orgasmo escénico, acaba convulsionándose como un poseso por el
escenario ( ..black magic ..yeah, yeah, yeah.. ), haciendo
movimientos misteriosos con las manos y balanceando el micrófono
(en algunos momentos su silueta con las gafas recuerda al David
Byrne de "Once in a Lifetime" en Stop Making Sense), hasta que
la canción termina en un caos musical que el cantante se encarga
de cerrar despidiéndose de los asistentes.
Por supuesto, la gente no abandona la sala, y la banda se ve
obligada a regresar. Jarvis vuelve cigarrillo en mano (se agacha
y lo ofrece a uno de los espectadores) y arrancan con "Cunts are
still running the world", su voz acompañada del rítmico piano,
las irónicas letras siendo coreadas por los asistentes ( ..in
theory I respect your right to exist, I will kill you if you
move in next to me.. ). Para finalizar, Jarvis comenta que nos
ofrecerán una "canción vieja", y nos anima a cantar con el...
satellites gone... up to the skies... con esa particular versión
del "Satellites of Love" de Lou Reed, se despide de nosotros
(deseándonos un buen 2007).
Esto fue lo que se vivió: Jarvis no ha perdido ni una pizca de
su personalidad. A muchos probablemente les pareciera excesiva
su performance, a otros les entusiasmara a no poder más. Jarvis
es Jarvis. Ésta es su música, ésta es su interpretación. Si no
te acoplas a todo ello, es un show graciosillo, musicalmente
sólido... pero si conectas plenamente, el concierto es
aplastante.
Pulp
Summercase 07 Fotos y crónicas
BIOGRAFÍA
Cuando en 2002 Jarvis Cocker anunció la disolución de Pulp, la
escena musical (y, por supuesto, sus innumerables fans) se echó
las manos a la cabeza. Después de más de 20 años como banda,
cuando por fin disfrutaban del prestigio que siempre merecieron,
Cocker decidía poner un punto y aparte a su carrera cansado de
un status de rock star con el que siempre había soñado pero que,
al hacerse realidad, resultó decepcionante. Se casó, se fue a
París, tuvo un hijo y en el interludio formó una banda de
electro clash subversivo, Relaxed Muscle, con la que editó un
solo álbum,"A Heavy Nigh With" (03), ocultando su identidad bajo
el pseudónimo de Darren Spooner.
Veinte años antes, cuando estaba aún en el instituto, Jarvis
Cocker había formado su primera banda, Arabacus Pulp, que
rebautizada como Pulp acabaría convirtiéndose en buque insignia
del brit pop. Antes de lograr el ansiado éxito, Jarvis tuvo que
afrontar la indiferencia del público, cuando no de la crítica,
la deserción de los miembros de la banda (¡en dos ocasiones!) y
el reclutamiento de nuevos compañeros de viaje para mantener
vivo su proyecto. Finalmente, el esfuerzo dio sus frutos y en
1994, con tres discos a sus espaldas "It" (83), "Freaks" (86) y
"Separations" (92), y un recopilatorio de singles, "Intro"
(93), Pulp se convertía en la banda del momento gracias al
fantástico "His'n'Hers" y alcanzaba el cielo con el impecable
"Different Class" (95). Resulta extraño pensar que hasta
entonces el mundo no hubiera caído rendido ante el talento y el
carisma de Cocker. Influido por el synth-pop y el rock glam de
Bowie o Roxy Music, moviéndose entre la oscuridad new wave y la
luminosidad pop, relatando con crudeza y sentido del humor la
vida en los suburbios de una ciudad industrial como Sheffield,
haciendo de la diferencia un orgullo, este dandi del
proletariado inglés se convirtió en un auténtico icono capaz de
ridiculizar a un mesiánico Michael Jackson en los Brit Awards y
convertirse en el más atípico de los sex symbols. Ahora, Jarvis
Cocker debuta en solitario en el que sin duda es uno de los
regresos más esperados de los últimos años. Presentándose
simplemente como Jarvis, arropado por sus buenos amigos Steve
Mackey (bajista de Pulp), Ross Orton (ex Fat Truckers) y el gran
Richard Hawley (colaborador ocasional de Pulp), nos entrega un
disco en el que nos habla de niños gordos asesinos, de mundos
perfectos en universos paralelos o de los desequilibrios de
nuestra sociedad, sin dejar nunca de ser ese tipo valiente que
no tiene miedo de reírse de sí mismo. En lo musical, el disco se
mueve en parámetros intimistas más cercanos a "We Love Life"
(01) que a "Different Class", aunque Jarvis se permite incluso
un inusual guiño guitarrero, 'Fat Children', y algún momento
casi festivo ('Don't Let Him Waste Your Time', 'Black Magic'),
en un disco que se crece a cada escucha con canciones tan
redondas como 'Tonite', 'Heavy Weather' o 'Baby's Coming Back To
me'. Con sorpresa final incluida (se aconseja mantener el disco
en el reproductor después de 'Quantum Theory'), "Jarvis" nos
devuelve a un Cocker tal vez más adulto pero aún capaz de
sorprendernos. Después de verlo disfrazarse para tocar en Harry
Potter, presentar documentales sobre arte o escuchar una canción
inédita en su myspace (que volverás a escuchar), por fin nos
llega un álbum completo de Jarvis y su presentación en uno de
sus cuatro conciertos exclusivos en Europa. Lo estábamos
esperando.
Jarvis Cocker debuta
en solitario en el que sin duda es uno de los regresos más
esperados de los últimos años. Presentándose simplemente como
Jarvis, arropado por sus buenos amigos Steve Mackey (bajista de
Pulp), Ross Orton (ex Fat Truckers) y el gran Richard Hawley
(colaborador ocasional de Pulp), nos entrega un disco en el que
nos habla de niños gordos asesinos, de mundos perfectos en
universos paralelos o de los desequilibrios de nuestra sociedad,
sin dejar nunca de ser ese tipo valiente que no tiene miedo de
reírse de sí mismo. En lo musical, el disco se mueve en
parámetros intimistas más cercanos a "We Love Life" (01) que a
"Different Class", aunque Jarvis se permite incluso un inusual
guiño guitarrero, 'Fat Children', y algún momento casi festivo
('Don't Let Him Waste Your Time', 'Black Magic'), en un disco
que se crece a cada escucha con canciones tan redondas como
'Tonite', 'Heavy Weather' o 'Baby's Coming Back To me'. Con
sorpresa final incluida (se aconseja mantener el disco en el
reproductor después de 'Quantum Theory'), "Jarvis" nos devuelve
a un Cocker tal vez más adulto pero aún capaz de sorprendernos.
Después de verlo disfrazarse para tocar en Harry Potter,
presentar documentales sobre arte o escuchar una canción inédita
en su myspace (que volverás a escuchar), por fin nos llega un
álbum completo de Jarvis
Jarvis Cocker (Pulp) y el compositor, pianista, rapero y
productor canadiense Chilly Gonzales unen fuerzas en este
nuevoproyecto para Deutsche Grammophon.
‘Room 29‘ fue concebido originalmente como una pieza de teatro,
sobrela legendaria habitación 29 del hollywoodiense y
controvertido Hotel Chateau Marmont.
Cocker escribió la pieza durante su estancia en esa habitación,
inspirado por el piano de cola que ha sido testigo de
innumerables dramasque ocurrieron allí.
Las historias de este hotel son tan legendarias que cualquiera
conun poco de interés por el mundo del rock’ n’ roll habrá
escuchado alguna historia sobre él. James Dean saltó por
unaventana para una audición de ‘Rebelde sin causa’, Judy
Garland cantó en el piano de la entrada, Gram Parsons vivió allí
una temporada,John Belushi sufrió una sobredosis en el bungalow
número 3, Led Zeppelin metieron sus Harley Davidsons hasta el
hall del hotel,Jim Morrison se descolgó por una de sus ventanas,
el productor Rick Rubin vivió allí 9 meses, John Frusciante,
vivió allíen 1996 desde donde bajo a los infiernos por culpa de
las drogas y casi pierde su vida, Lindsay Lohan llegó al hotel
tras su arresto porconducir bebida en 2007, Heath Ledger montó
una fiesta en el hotel poco antes de morir…
Room 29 es la grabación de estudio de la pieza de teatro,
melodías pegadizas, textos recitados e interludios para piano
compuestos por ChillyGonzales y letras de Jarvis Cocker.
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