FOTO: Manolo San Rocker
Kobetasonik Festival 2008
20 y 21 de junio 2008. Kobetamendi. Bilbao
Fotos:
Manolo San Rocker
1ª jornada 20-6-2008
Por
Manolo San Rocker

Con un sol de justicia e impropio de un lugar como
Bilbao nos recibía la primera jornada de Kobetasonik, que se
celebra en una montaña justo sobre la ría de Bilbao, a la que se
sube por una sinuosa carretera. Una vez arriba, te encuentras en
pleno campo, con mucho verde y numerosos montículos que dotan al
recinto de un carácter especial. Mucho sol, como digo, en
esas primeras horas, y que mejor forma que empezar a tostarnos
al ritmo de los australianos
AIRBOURNE. Estos chicos
confirman en directo lo que nos ofrecen en su debut, que no es
otra cosa que sonar a AC/DC por los cuatro costados, sin ningún
tipo de pudor a la hora de dejar tan clara esa influencia.
También los podríamos asociar a Rose Tattoo, pero en directo la
cosa por supuesto se hace más entretenida que en disco y el tema
de las influencias da paso a una gran actuación, sudorosa y
acelerada donde ya en el segundo tema su vocalista y guitarrista
acabó subido a la torre de sonido frente al escenario para desde
allí tocar casi todo el tema.
GOTTHARD es un grupo suizo que en su país
son una especie de dioses del rock, vendiendo como cualquier
grupo comercial de los que arrasan en todos lados. Aqui no
llegan a ese nivel ni mucho menos, pero se están haciendo con
una buena legión de fanáticos que en Kobetas los esperaban con
ansias. Para mi gusto estos tíos están haciendo los discos que
deberían estar grabando Bon Jovi. Se curraron una actuación
decente, incluyendo la versión que hacen de "Hush", para mi lo
mejor de su concierto. La actuación de
CAVALERA CONSPIRACY
era de lo más esperado del día, pero su actuación contó con el
sonido más bajo de todo el festival. La mayoría de la gente
estaba bastante estática por ese motivo,y eso en un concierto de
esta gente es algo muy extraño,y si además te atacan con temazos
de Sepultura como "Refuse/Resist", "Roots", "Propaghanda",o la
cover de "Orgasmatron", duele más el no haber podido oírlos en
condiciones; una pena.

Entre los más esperados estaban
MINISTRY,
tras lo que habíamos oído sobre las citas europeas anteriores.
La banda de Al Jourgensen arrasó, sencillamente. La que es
su última gira nos ha dejado el recuerdo de un concierto
aplastante, donde no daban respiro entre tema y tema a un
público alucinado de lo que oía y veía. Parapetados tras unas
vallas metálicas, Tito Al y compañía atacaron con un setlist
contundente, donde quizá faltaron más clásicos, pero con un
final como el de "Just one fix" y "Thieves" no hay queja.
Lo de
JUDAS PRIEST fue para quitarse el
sombrero, y para un servidor que era la primera vez que los veía
fue emocionante. Ver a Rob Halford con casi 60 añazos cantando
como el Metal god que es no tiene precio. Muchas críticas de
conciertos anteriores declaraban que su voz estaba demasiado
resentida y no daba la talla en ciertos temas de muy difícil
ejecución. No sé qué le ocurrió esa noche, pero verle
atacar sin piedad una canción como "Painkiller" con unos
registros estratosféricos fue increible. Su voz estaba (al menos
esa noche) al 100%. Presentaban "Nostradamus" y con ella
comenzaron. De ese disco sólo cayó un tema mas ("Death"), y de
ahí en adelante clásico tras clásico,"Metal God", "Rock
hard,ride free", "Eat me alive", "Between the hammer and the
anvil", "Devil's child", "Sinner", "Breaking the law", "Hell
bent for leather",o la apoteosis final con "You've got another
thin comino". Todo y nada menos que eso, junto a los números
clásicos como sacar la moto a escena, convencieron a todo el que
estaba allí. Rob Halford está muy mayor, pero continúa siendo el
más grande del metal sin ningún tipo de duda.
Y para finalizar el día
SLAYER se
encargaron de rematarnos con una actuación cargada de decibelios
y potencia extrema a más de las dos de la madrugada. La banda
lanzó algunas indirectas a la organización por hacerlos tocar
tan tarde, pero la gente lo disfrutó igualmente con trallazos
como "Mandatory suicide", "Hell awaits", "South of heaven" o la
demoledora "Reign in blood". Grandes, Enormes. Y sí, ¡Kerry King
da miedo!
2ª jornada 21-6-2008
Por
Jesús S.
La fiebre festivalera de la que estamos siendo
testigos este año en nuestro país no es sino un síntoma más de
en qué se está convirtiendo el negocio de la música. Nuevas
maneras de hacer negocio, ante la crisis discográfica y el
bocado que se pierde en la tarta del negocio de la venta de
discos. Ahora, las bandas (grandes o pequeñas, mitos o nuevos
llegados) tienen que ganarse cada moneda en esta autopista de
varios carriles que se ha creado, atravesando Europa de punta a
punta. La mejor noticia es que grandes bandas ven una nueva
oportunidad de negocio. Los fans, satisfechos de poder disfrutar
de una agenda que a pocos puede dejar insatisfechos. Seguirán
existiendo bandas con peor suerte que habrán de recurrir a tours
maratonianos con poco margen, y eso es una lástima. Pero los
grandes nombres nos llegan ya en cantidades masivas, año tras
año y cada vez más. El Festival Kobetasonik de Bilbao es un
claro ejemplo de lo que digo: un cartel casi de ensueño, hecho a
medida de miles de personas que apenas hace unos años ni se
podrían imaginar la posibilidad de ver a tanto mito uno tras
otro. La apuesta del Kobetasonik es simple, pero directa:
nombres claves del hard-rock y el heavy metal, en dos jornadas
maratonianas que te dejan apenas sin respiración. Había de todo
y para todos.

La segunda jornada, en mi opinión, se
presentaba más interesante que la anterior: la prueba es que la
asistencia fue sensiblemente mayor a la del viernes. La
organización apostaba esta noche por un puñado de referencias
imprescindibles. El día anterior, y a excepción de Judas, el
cartel había sido algo menos impactante, con buenas bandas que
mantuvieron el tipo pero que no atrajeron tanto la atención de
la masa. Sin embargo el sábado a media tarde, y tras los shows
de bandas a las que les sobraba recinto, la cosa empezó a
ponerse seria con los imprescindibles
TESLA, que volvían
a España unos meses después de haber dejado a su público atónito
en sendos shows en Madrid y Barcelona. La banda de Sacramento
salió dispuesta a darlo todo en el poco tiempo que un retraso de
última hora les había dejado. Minutos antes
BRUJERÍA
habían simplemente divertido a la gente con su narco-metal algo
desfasado en mi opinión. Tesla son otro tipo de banda, clásicos
y duros pero con un feeling y una manera de tocar que muy pocas
formaciones pueden igualar. Fue un set corto pero intenso, como
un pequeño recopilatorio con lo mejor de su repertorio
("Comin´atcha life", "Hang tough", "Signs", etc) y con momentos
sublimes como la preciosa "Love Song", o la impecable recta
final con "Edison´s medicine" y "Modern Day Cowboy", demostrando
ser una de las mejores bandas de su generación, con un front-man
en toda regla como es Jeff Keith, un tipo con una fuerza vocal
prodigiosa, y con Frank Hannon demostrando que es un
maestro de la guitarra con pocos rivales hoy en día.
Justo tras
ellos, y cambiando de escenario, pudimos constatar que Michael
Schenker sigue en buena forma. Se le pueden criticar muchas
cosas, pero sigue siendo un tipo al que nada más que por su
trayectoria se le debe respeto eterno. MSG, de nuevo con
Gary Barden (la voz original de la banda) ofrecieron un
concierto clásico, con himnos como "Cry for the nations",
"Armed and ready" o "Doctor Doctor", clásicos del heavy metal
salidos del talento del guitar-hero alemán que volvió a
demostrar su técnica y su clase en la portentosa "Rock Bottom".
Otros que venían a reivindicar su calidad, EUROPE,
atrajeron mucha gente a su show. Reconozcamos que para algunos
todavía es difícil creer que esta banda pueda ofrecer algo
interesante. Pero Europe merecen ser reconocidos definitivamente
como gran banda de hard-rock que se resiste a arrastrar el
sambenito de "one-hit-wonder". Más allá del éxito que cosecharon
en su día, y a pesar de los difíciles momentos en que tuvieron
que lidiar con las consecuencias de una caída libre desde las
alturas del estrellato, Europe han sabido salir adelante con
discos más que dignos, completado todo con un directo muy
compacto que fue precisamente lo que pudimos disfruta en Bilbao:
temas recientes, más duros y trabajados que su cancionero
ochenteno. Aunque éste último también tuvo cabida con las
consabidas "Superstitious", "Carrie" (interpretada por Joey
Tempest a la acústica), "Rock the night" o la inevitable "The
final countdown" que fue el colofón a una actuación cuya
concurrencia había peligrado por el fallecimiento de la ex mujer
de John Norum. Muy profesionales, y sabiendo defenderse en un
entorno de grandes nombres entre los que supieron mantener el
tipo.
Era la hora
de otro clasicazo. En el escenario gigante ya se agolpaban miles
de personas presintiendo tal vez lo que estaba a pocas horas de
venirse encima. Y a DIO poca gente le puede toser
a estas alturas de la película. Sabe tan bien lo que tiene que
ofrecer, que aunque sea por una hora, te deja con la
incuestionable certeza de que es uno de los grandes. Un show que
arrancó con "Holy Diver", que fue sólo la primera de una buena
alineación de clásicos espléndidamente ejecutados por una banda
cuya cabeza visible mantiene la voz de sus mejores días,
contando además con todo un Rudy Sarzo a su lado. Sólo
desentonaron un poquito los teclados de "Rainbow in the dark",
demasiado en primer plano, pero el show fue intenso en momentos
como "Temple of the king", unida a "Kill the king", o la
ultracoreada "Man on the silver mountain". Ronnie James Dio es
uno de los grandes nombres del rock clásico, y lo da todo en
cada concierto. La gente quedó bastante entusiasmada con su
show, y eso que no hizo nada nuevo. Simplemente con esas
canciones ya tiene ganada la partida de antemano.
Teniendo en
cuenta lo que iba a ocurrir en ese mismo escenario, decidí
quedarme guardando sitio mientras mi amigo José Manuel Campos se
acercaba a ver a BLIND GUARDIAN. Según nos comenta
Jose, salieron a escena con la difícil misión de contentar
a un público minoritario ya que la mayoría de la gente
esperabamos en el escenario de Kiss, aunque podíamos seguir su
concierto por las pantallas con el sonido que desde la lejanía
se podía percibir. Hicieron lo que normalmente ocurre en estos
casos, que es tirar de clásicos (principalmente de su obra
"Imaginations From The Other Side") y tuvieron el mejor sonido
del concierto en ese escenario (mejor que Tesla o Europe). Era
la primera ocasión en que veíamos a la actual formación, nuevo
batería y a un Hansi Kursch en su rol de cantante únicamente (ya
hace 10 años que dejo de tocar el bajo) y ahora se le nota mas
suelto junto al micro.
Dejaremos el
gran concierto de Kiss para el final (lo merecen); pero no
fueron la banda que cerró el festival. Con mucha gente
abandonando el recinto tras el concierto de Stanley, Simmons y
compañía, uno de los grandes nombres del heavy clásico,
SAXON,
tuvieron la también difícil papeleta de tocar en una hora
impropia y ante un público ya demasiado fundido. Aun así, la
banda capitaneada por Bill Byford no tuvo demasiados
problemas en mantener un buen nivel. A ellos experiencia y
buenas canciones no les faltan. En los primeros minutos
cumplieron un poco con el expediente de presentar algún tema
reciente, pero rápidamente sacaron su arsenal de himnos
metaleros y ahí sí, remataron la faena con bombazos de la talla
de "Strong arm of law", "To hell and back again", "Wheels of
steel".un gran show en definitiva por una banda que siempre
merece ser reivindicada.

Ver un concierto de
KISS en pleno 2008 me presentaba
ciertas dudas. Doce años después de que la formación original
decidiera volver a los escenarios y recuperar sus viejas
pinturas de guerra, ya no impactaba tanto la idea de tenerlos de
nuevo por nuestras tierras. En 1996 compré mi ticket para un
show que nunca tuvo lugar, y ahora ya no tenía tan claro si
verlos en circunstancias diferentes (más mayores, con dos
asalariados cubriendo el hueco dejado por Peter Criss y Ace
Frehley) sería una buena idea o destruiría para siempre la
imagen que tenía de ellos como mito inalcanzable de cuyo directo
no podría gozar plenamente. Andaba yo bastante equivocado con
estas apreciaciones, y en el fondo tenía el pálpito de que algo
grande me deparaba el destino. Tomamos sitio en una buena
ubicación, a la derecha del escenario, en un pequeño promontorio
desde el cual la visibilidad era majestuosa: teníamos el gran
escenario a pocos metros, y además podíamos ver a la masa
agolpada frente a él. No divisaba donde acababa tal multitud.
Ahora he podido saber que fueron 29.000 almas las que
disfrutaron de un show, voy a decirlo con todas las letras,
acojonante.
A Kiss se les ha negado el pan y la sal en muchos
círculos. Para muchos son un chiste, he llegado a leer
auténticas barbaridades sobre ellos.
Pocas veces tales
apreciaciones tienen algo que ver con su valor musical. Porque,
en esa materia, considero que pocas bandas pueden hacer sombra a
la discografía de Kiss hasta bien entrados los años 80. Durante
su época dorada, producían tal cantidad de himnos anualmente que
daba miedo pensar en que tanto talento pudiera proceder
simplemente de cuatro tipos pintarrajeados capaces de escupir
sangre o tocar entre cohetes durante sus shows. Pero la realidad
es clara: Kiss tienen una discografía que pocas bandas pueden
igualar. Y era ahora, en 2008, cuando más a la luz iba a salir
ese talento acumulado. Porque esta gira, llamada "Alive 35 World
Tour" mira principalmente a aquellos impactantes primeros años
de la banda. Así que, en esas circunstancias estábamos cuando
bastante entrada ya la madrugada, un telón comenzó a cubrir el
gran escenario mientras sonaban los Who, nada menos. La
excitación crecía por momentos, los móviles de miles de personas
comenzaron a emitir luces, y eso que todavía el show no había
comenzado. Y por fin, finalmente, empezó a verse algo detrás del
telón, humo. Mucho humo y una clásica intro, coreada por todos.
La banda más excitante del mundo había llegado a Bilbao. El
telón cayó de golpe, y sobre nuestras cabezas, en lo alto del
escenario vimos lo que todos estábamos esperando, las figuras de
Gene Simmons, Tommy Thayer y el gran Paul Stanley
descendiendo mientras sonaban las guitarras al comienzo de
"Deuce". Al entrar la batería todo salta por los aires, la
pirotecnia acompaña a cada uno a su lado del escenario y eleva
al éxtasis a los fans. Yo no me lo puedo creer, tengo a pocos
metros a las criaturas de la noche, y la cosa suena como un
cañón.
Comienza cantando Gene,
puño en alto, sacando la lengua cada treinta segundos. Paul
recorre el escenario de punta a punta. Acaban el tema y comienza
otro, "Strutter". Ahora es Paul quien canta. Ha perdido algo de
voz en los últimos tiempos, pero sigue siendo único. Hoy por
hoy, Paul Stanley es un mito, pero se lo curra en grande
para alterar a las masas. Él lleva el peso del show, Gene
Simmons permanece más en segundo plano. En fin, acaba de
comenzar uno de los conciertos de mi vida. Sin duda. No esperaba
esto, ni mucho menos. Me ví corear todos y cada uno de los
trallazos que iban cayendo: "Hotter than hell", "Got to chose",
"She", "Parasite", "C´mon and love me".estamos en una nube. El
espectáculo es total. A cada riff, a cada mirada de Gene, o a
cada salto de Paul la gente responde enfervorizada. Repasan casi
íntegramente su primer "Alive" lo cual deja muchas cosas en el
tintero, pero poco importa cuando sabes que estás viviendo parte
de lo mejor que ha dado esta banda a lo largo de su historia. No
faltan los clásicos solos de batería (con Eric Singer elevado en
una plataforma durante "100.000 years") y de guitarra. Tommy
Thayer tuvo que lidiar con la antipatía que despierta su
presencia en la banda. Pero, siendo honestos, hay que decir que
el sustituto de Ace Frehley cumplió con su labor de manera
brillante. Además, la culpa de que él esté ahí, de que le hayan
dejado ponerse ese maquillaje, no es precisamente suya.
Cuando tocan "Rock N´Roll All Nite", la lluvia de
confetti convierte el recinto en una fiesta, pero lejos de usar
el tema como colofón del show, lo que hacen es dejarte
boquiabierto para volver con más. Y lo hacen con temas ya
posteriores al primer "Alive". Comienzan la segunda parte con
"Shout it out loud", y a partir de ahí van cayendo piezas
imprescindibles como "Lick it up" o "I was made for lovín´
you". Llega el momento de que Gene Simmons nos ofrezca su
espectáculo particular. Arenga a las masas, escupe sangre, abre
las alas y es izado rápidamente a una plataforma en lo más alto
del escenario, momento en que comienza a sonar uno de los
primeros temas netamente jevis de la banda, "I love it loud",
con el público entusiasmado coreando el machacante estribillo.
El momento más espectacular de la noche estaba a punto de
llegar. Paul Stanley, verdadero maestro de ceremonias,
comienza su particular speech y nos dice que él puede volar
sobre nuestras cabezas e ir a tocar para la gente más alejada
del escenario.
Dicho y hecho. Sin arnés
ni seguridad adicional, el gran Paul engancha sus botas de
plataforma en el extremo de una polea que lo traslada decenas de
metros, sobre nosotros, hasta la torres de luces. Probablemente,
el momento más conmovedor que jamás haya vivido yo en un show.
Con un temazo como "Love Gun" de fondo, Paul llega la torre,
saluda al público y comienza a cantar el tema para delirio de
los que bajo él se agolpan. Fue un un regalo para todos, el ver
a un tipo de su edad, con todo ya ganado en la vida, ofrecer un
momento tan especial para todos. A la vuelta al escenario, Paul,
Gene, Eric y Tommy nos ofrecen un final muy especial con
"Detroit Rock City", un tema que a veces usaban para abrir los
shows y que es igualmente un gran colofón para un espectáculo
especial, inenarrable, algo que sólo se puede entender si lo has
vivido. Kiss son una maquina de hacer dinero, en eso estamos de
acuerdo. Y es posible que para ellos los fans solamente seamos
un eslabón en la cadena de producción que alimenta sus cuentas
corrientes. Pero pertenecen a esa especia de bandas como Stones
o AC/DC que, en sus shows, demuestran su categoría y se hacen
dignos de ganarse hasta la última moneda que pagues por ellos.
El show más grande que una banda pueda dar hoy en día lo llevan
ellos. Eso, y no olvidemos lo principal, unas inmensas
canciones, redondean una apuesta espectacular, inolvidable e
imprescindible. Y todo ello junto, tantas y tantas horas de
buena música, de gente leal a sus ídolos, de horas de pie, de
amigos, de cerveza, rock y montaña es lo que fue este festival
que esperemos que tenga continuidad, y que en una nueva edición
pueda mantener un nivel, hasta ahora, insuperable.
VIERNES 20 JUNIO
Apertura Puertas 14:00h
ESCENARIO 1
AIRBOURNE 15:50h
SONATA ARCTICA 17:30h
APOCALYPTICA 19:30h
MINISTRY 21:45h
JUDAS PRIEST 0:15h
ESCENARIO 2
BLACKTIDE 14:30h
SU TA GAR 15:10h
GOTTHARD 16:35h
CAVALERA CONSPIRACY 18:25h
GAMMA RAY 20:40h
HELLOWEEN 22:50h
SLAYER 1:55h
SÁBADO 21 JUNIO
Apertura Puertas 13:30h
ESCENARIO 1
ARCH ENEMY 16:45h
MSG 19:55h
DIO 22:05h
KISS 0:40h
ESCENARIO 2
TIGERTAILZ 13:45h
LATZEN 14:25h
DEATH ANGEL 15:10h
OBITUARY 16:00h
BRUJERIA 17:40h
TESLA 18:50h
EUROPE 21:00h
BLIND GUARDIAN 23:20h
SAXON 2:25h
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