LOS MARAÑONES
Los Marañones + Di Elas
16 de julio de 2011 Plaza Antonio Cortijos Águilas, Murcia
EL DÍA DE LA CONEXÓN PANOCHO-GALLEGA
Crónica y Fotos
Luis Miguel Albarracín - IndyRock
Si alguien me dice que me cambia asistir al
concierto de Los Marañones y Di Elas por un abono del FIB le
hubiera contestado rápidamente que no. Porque hay conciertos de
rock and roll y hay conciertos destinados a ser eternos. Abrían
la noche los murcianos Marañones, músicos que llevan a sus
espaldas cientos de bolos y han toreado en todas las plazas
habidas y por haber. Debería de existir la tradición torera pero
extrapolada al mundo de la música, por la que los más veteranos
actuaran en último lugar, porque a oficio no les gana nadie.
Hablar a estas alturas de las composiciones que
llevan al directo Miguel Bañón (guitarra y voz), Carlos Campoy
(órgano y piano), Román García (bajo y coros) y Pedrín Sánchez
(batería y coros), es hablar del rock de los pantanos, de rock
con mayúsculas, de música cien por cien honesta, auténtica, y
por supuesto sin aditivos ni colorantes. Gran parte de los temas
que sonaron se encuentran en su último lanzamiento discográfico,
“Tipos raros”, producido por el mismo Bañón, aunque daba igual
lo que tocaran, el resultado siempre será el mismo: actitud,
profesionalidad y amor por la música digna y de calidad.
Sobre las once de la noche se subieron a las
tablas, pasando el tren por “Las Manzanas del mal”, “Mr. G”,
“Cándido” o “La Memoria del extranjero”. Cuando habían
transcurrido veinte minutos de su actuación un problema técnico
supuso que el concierto se parara un momento, para a
continuación volver a poner el tren el marcha y seguir la ruta
Murcia-Águilas. Siguieron sonando “Cruzando las Galaxias”, “Mi
gato se llama persona”, “Tipos raros”, “Mi amor es para Luci” o
“Para decir adiós”. La máquina estaba ensamblada y todo iba a
las mil maravillas. El bueno de Miguel Bañón lo mismo tocaba la
guitarra eléctrica, la acústica o el ukelele. ¿Quién podía dar
más? Temas que nos transportan a otra realidad, más cruda,
sincera y adaptada a la vida cotidiana: los amigos, los sueños,
las conquistas, las mujeres y viceversa. Siguieron sonando
“Shangri-La”, “Barrabás”, “Un tipo surrealista”,“Atrapado” o “El
baile”. Pedrín a la batería hacía como que estaba disfrutando,
aunque en realidad lo conseguía, y Carlos Campoy, en arrebatos
de blues se levantaba de su taburete y disfrutaba como si fuera
el último tema de la noche. Llegó otro de los temas de la
velada, “Fuera de límite” (del que no deben perderse su
videoclip) y “Saluda al tren”, con la que la banda decía adiós,
aunque claro estaba que volverían.
Para acabar con hora y cuarto espectacular
apostaron por “El final y "Voy loco mama". ”. Si se puede
decir algo más de estos murcianos con denominación de origen es
que la entrada está más que rentabilizada con su directo,
haciendo las delicias de sus seguidores, y sorprendiendo a
quienes no los han seguido tanto; es la hora de coger su tren y
viajar con ellos. Se lo tienen más que merecido.
Tan buen sabor de boca no podía quedarse ahí, así
que era el turno de Di Elas, formación que en un principio fue
The Ellas, por hacer versiones de mujeres. Se trata de un grupo
gallego al que se ha etiquetado con variopintos estilos, desde
rock alternativo, pasando por rock clásico o resaltando sus
riffs de pop. A priori el foco de atención era ver al actor Luis
Tosar metido a músico y comprobar qué tal lo hacía. Pero a
posteriori el público se queda con haber conocido a una banda
que con sólo un disco en el mercado (que lleva el mismo nombre
de la banda) deja el pabellón muy alto. Fueron un descubrimiento
Piti Sanz (un tipo cercano al malogrado Guillermo Martín pero
con un sentido del humor que se agradece), Suso Alonso en los
teclados, a los que se suman Iván Laxe y Ro Muñoz en la base
rítmica. Aparte de estos músicos que son parte del grupo,
apareció entre tinieblas el sexto Di Elas. Sí, era un gorila
gigante que se había quedado abandonado de un espectáculo de la
noche anterior a la derecha del escenario, y la verdad sea
dicha, dio mucho juego. Una música escogida por el grupo era la
señal para que la gente se acercara al calor del grupo a la
espera de ver salir al quinteto gallego.
Con un repertorio en el que lo mismo se encontraban
interpretaciones en gallego, castellano o inglés, la variedad
fue mucha y la frescura invadía el show. Comenzaron con “Amigo”
(interpretada en gallego), “Échate a un lado” y “Gerundio”, para
llegar al archiconocido tema de Suzanne Vega, “Luka”,
estrechando todavía más Galicia con Murcia. Porque la conexión
entre el panocho (dialecto murciano) y el gallego se produjo.
Después de escuchar “Contra ti”, “Las cosas que dejé”, “Doc” y
“La fiesta”, llegó el clímax que tanto cuesta alcanzar. En un
ambiente distendido y amable la sombra de Piti Sanz se fue
alargando, hasta llegar a la altura del gorila, todo un
monumento a la grandeza y agudeza política, según se rumoreó
entre los asistentes. Pero quedaba claro que sin el animal sobre
las tablas nada hubiera sido igual. Lo último que se dijo de él
fue que era un gorila aguileño en extinción, aunque no quedó
tampoco claro. Por supuesto, Piti no dudó en copiar la idea,
pero para variar en algo utilizarán un cerdo enorme cuando
actúen en Santiago. Humor gallego. Ya saben.
La noche continuaba con grupo y público cada vez
más enchufados. “Café” dio paso a un tema que interpretaron
solamente Luis Tosar y Piti Sanz (“Dile que no”), que aparece en
la película “18 comidas”. Luis se quejaba del calor húmedo de la
antigua Urci, pero el espectáculo debía continuar. Fue el
momento de versionar un tema de Ronnie Spector (con una bonita
introducción), “Ruleta”, y “Volver” (el single del disco), para
acabar con “Olvidarte”.
Pero por supuesto, todavía quedaba gasolina, y el
bis debía llegar con más sorpresas para no dejar indiferente a
nadie. Sonó entonces “Lady Marmalade” homenajeando a Cindy
Lauper, que sirvió como jam session para que los minutos
posteriores pasaran con la máxima lentitud posible por miedo a
que todo fuera un sueño. A la fiesta se unieron el “Ritmo de la
noche” de Mystic y el sempiterno “Oye cómo va” del siempre
querido Carlos Santana. Fue también el momento elegido para
presentar tanto a los que cuidan del grupo, como es el caso de
Iván Sanjurjo, como para conocer por su nombre a los
músicos. El maestro de ceremonias fue Luis Tosar. Su
manera de hacerlo dejó claro por qué interpreta siempre tan
buenos papeles, aunque lo más importante fue descubrir que tras
él existe una banda que suda y trabaja de principio a fin, y que
anda sobrada de experiencia. Con el público bailando y sonrisas
a diestro y siniestro se llegaba al final, tras hora y media de
buen repertorio y muchas ganas de pasarlo bien junto a sus
seguidores. El grupo se despidió mientras sonaba por los
altavoces otro de los temas del disco, “We are Irish”.
En el FIB sonaban Primal Scream, pero ya era
demasiado tarde para trueques. Se había demostrado que hay vida
más allá de los fibers, y que siempre habrá grupos que sin
llegar a las masas transmiten todo lo que llevan dentro, y
apetece que sigan grabando más y más temas.
"El mundo al reves" CD. Perdición
2004
Por
J. E. Gómez - IndyRock
Aires de rock a la vieja usanza, canciones cargadas de ritmo y
buenas vibraciones. Es lo que siempre han hecho Los Marañones y,
en contra de las tendencias, no reniegan de ello. Guitarras
frescas e hirientes con la candencia y armonía de la voz de
Miguel. Los Marañones publican su séptimo disco. El trío formado
por Miguel, Román y Pedrín, han utilizado en esta ocasión
sonidos pregrabados para concebir un viaje desde el pop
setentero al rock con raices cercanas al R&B y al soul.
Huyen de clasificaciones. Su música es fruto de muchos años de
escenarios y composiciones. Gustan de la libertad creativa
frente a las etiquetas. Plantean una inmersión en los sonidos
garajeros y del grunge con un título cargado de significado "Soy
minero". Crescendos y una magnífica base rítmica. Los Marañones
tienen mucho de decir en un panorama musical en el que abunda la
crisis de identidad.
Entrevista Por
J. E. Gómez - IndyRock
.
IndyRock - Después de tantos años en la carretera, ¿Es cierto
que cada día hay más cosas que aportar a este mundillo de lo
alternativo?
Miguel Bañon -Lo cierto es que en ese "mundillo de lo
alternativo" está la cosa cada vez más difícil, porque la crisis
de la industria discográfica ha hecho que la oferta músical se
haya estrechado aun más hacia determinados estilos. Las
compañías cada vez arriesgan menos y eso repercute en los grupos
que hacen otras músicas. No obstante cada vez hay más grupos de
este tipo y eso es significativo. Nosotros sin embargo no lo
planteamos así, no pensamos en el mercado ni en las músicas que
prevalecen o no, sólo hacemos lo que se nos pasa por la
imaginación en cada momento sin seguir los derroteros de unos ni
de otros.
- "El mundo al revés" es vuestro séptimo disco y parece que
habéis decidido olvidaros de etiquetas y hacer la música sin
ataduras
En todos los discos de Los Marañones ésta ha sido una constante,
pero ha supuesto un inconveniente más que nada pues es más
difícil vender algo que no es etiquetable del todo. En el primer
disco que grabamos ("Experiencia negra") había una retahíla de
canciones que iban del Rock al Pop pasando por la Psicodelia, el
Blues o el Punk, y así sucesivamente el resto de discos. En "El
mundo al revés" paradójicamente pretendimos hacer en principio
algo más definible, pero nos dimos cuenta de que era cortarnos
las alas de alguna manera y finalmente nos dejamos llevar por
nuestro camino habitual sin cortapisas.
En realidad no es que nos olvidemos de etiquetas, es que nunca
nos acordamos de ellas.
- Me ha soprendido "Soy minero" y el giro al grunge.
¿Grunge? no se nos había ocurrido... En realidad es el tipo de
canción bestia de las que siempre nos gusta incluir alguna en
los discos ("Evita hacerlo", "Muy buenas horas", "Yo te haré
entender"...). Quizá el resultado se acerque al Grunge, está
interpretada en formato estricto de trío (no hay guitarras
dobladas), y la letra cita a Neil Young como este mismo hiciera
con los Stones en "Borrowed tune" (en nuestro caso es la letra
la "prestada").
Claro, que a Neil Young a veces lo llaman 'padrino del grunge',
¿no? Ves, si es que no valemos para eso de las etiquetas.
- ¿que aporta el uso de sonidos pregrabados. Añade valor a
vuestra música?
Lo añade en cierta medida, no es lo más importante, pues cuando
tocamos las canciones en directo lo hacemos sólo con guitarra,
bajo, batería y nuestras voces; y las canciones funcionan
perfectamente de otra manera. En el disco hemos ido dando un
toque más psicodélico progresivamente de principio a fin de la
grabación, lo que nos llevó a usar efectos y sonidos para crear
ambientes diferentes. También hemos contado con la colaboración
en alguna canción de Ricardo Perpén, Joaquín Talismán y Santiago
Campillo; en varias a tocado teclados Carlos Campoy, y una
sección de vientos.
Todas esas colaboraciones, más los sonidos pregrabados o las
secuencias, lo que aportan sobre todo es color, más que valor.
Una vez seleccionadas las canciones con las que queremos
trabajar, buscamos la manera de vestirlas para hacerlas todavía
más interesantes. Pero el valor se lo solemos dar a la canción
en sí.
- ¿Qué creeis que hace falta en este país para que la musica
alternativa logre despegar algo más?
No pensamos que este tipo de cosas dependa más de otros factores
como del público en sí. Cuando hay demanda todo se pone de cara
y las discográficas besan por donde pisan los músicos.
Además, si lo que llamas 'música alternativa' se convirtiera en
la corriente principal dejaría de ser alternativa. Y si de lo
que hablamos es de mejorar el gusto y el sentido crítico de la
sociedad en general, nos estamos metiendo en un debate que va
mucho más allá de lo estrictamente musical.
- Poner el mundo al reves es que sea de otra manera ¿Qué
quereis cambiar?
Ah, eso no, que cada uno haga lo que quiera, nosotros solo nos
divertimos con el lado absurdo de este mundo.
LOS MARAÑONES "El
mundo al revés" (Perdición, 2004)
Séptimo disco del trío que demuestra que siguen tan únicos como
siempre, desafiando toda clasificación. Su esfuerzo se centra de
nuevo en la creación de melodías, armonías y letras con carácter
propio. Se mueven con soltura y sencillez, manipulando a su
antojo todo tipo de estilos, jugando con ellos para dar forma a
unas canciones en las que lo más importante es el contenido, y
reivindican la libertad creativa frente a las etiquetas. Ponen
el mundo al revés.
El álbum lo han producido ellos mismos y es fruto de una larga y
estudiada elaboración en la que se han ido buscando, canción por
canción, los sonidos específicos para darle a cada una de ellas
una dimensión musical propia, y todo ello sin perder una visión
de conjunto que realmente convierte al disco en una suerte de
obra conceptual muy personal que sorprenderá a propios y
extraños. La sutileza y la inteligencia de la música de Los
Marañones es algo que merece la pena disfrutar una y otra vez, a
sabiendas de que cada escucha enriquecerá el disco un poco más.
En cuanto a las canciones, hay de todo. En la guitarrera "El
mundo al revés", que abre y da título al disco, se nos cuenta
una sorprendente metamorfosis; en la feliz "Japón" recuperan el
gusto por los viajes a paraísos imaginarios que caracterizó a su
anterior álbum, Shangri-La (Alkilo, 1999); en "Bla bla" ironizan
con un ritmo hipnótico sobre los discursos vacíos de contenido;
en la desgarrada "Soy minero", sin perder nunca su
característico sentido del humor, se reconocen más inspirados
por Neil Young que por Antonio Molina. Hay además canciones
potentes como "Atrapado", sugerentes como "El sonido del
silencio", o intrigantes como "Dónde estará", y así hasta trece,
algunas inclasificables, otras sorprendentes.
Ponte cabeza abajo en El mundo al revés de Los Marañones, no lo
lamentarás.
HISTÓRICO EN INDYROCK
CRÓNICAS, FOTOGALERÍAS, COMENTARIOS
DIARIO DE GIRA 1997
CEUTA | GRANADA
por Marañones
¿De verdad queréis que os cuente cómo fue nuestro último
concierto en Granada? "¡Sí!", dice una voz al fondo. Es un
primo mío que no sé muy bien qué hace aquí.
.
.
Los Marañones en La Caverna,
Granada, 12 de diciembre de 1997.
El equipo hoy, por riguroso orden alfabético: Carlos Turbina:
encargado de proporcionar la furgoneta, y no sólo eso, sino
además de conducirla. Joaquín Talismán: guitarra, voz y
asombrosa capacidad de reacción. Juanfra Mendrugo: muchas
preguntas y algunas respuestas. Miguel Bañón: voz, guitarra y
problemas en el estómago. Pedrín Sánchez: batería. Román García:
bajo, voz y yo. Nos vamos acercando a Granada. Se alzan voces
dentro de la furgoneta. Hay que coger esta salida de la autovía.
No, hay que coger aquella. Te has pasado. No, es por aquí. Da la
vuelta. ¿No hemos pasado por aquí ya cuatro veces? ¿Tú no decías
que conocías el sitio? Vamos a preguntarle a ese lugareño. No,
no, a la lugareña. Oye, ¿cómo se va a...? Oye, ¿cómo se llamaba
el sitio? Gran invento el móvil. Oye, estamos en tal y tal
sitio, ¿cómo se llega a la sala? Ah, vale. Dice que estamos en
la otra punta, hay que dar toda la vuelta al jardín. Pues sí que
es grande este jardín. Pero es que no se acaba nunca, ¿eh? Mira,
por aquí es por donde habíamos pasado ya cuatro veces. ¡Eh,
hola! Seguidme. ¡Hombre, hola, qué tal! ¿Dónde es? Es aquí.
¡Pero si te hemos llamado desde aquí mismo! Sala LA CAVERNA.
Bien. Tiene algo de sala de fiestas de los años 60, ¿no? Fotos
de grupos y carteles de discos. ¿Mississippi Mix? ¿Quiénes son
esos cinco peludos del cartel? ¿Deep Purple? ¿Yes? Vamos a
montar y todo eso. No hay tiempo de pasar por el hostal, o
concierto en Granada? e nos toque hoy. Felisa, nuestra
anfitriona en Granada, dice que nos vemos luego. Vale. ¿Cómo
hemos empezado a hablar de la música de Movierecord?
"Muuuuuuu... vi-ré-cor... (y entonces una batería electrónica
Simmons hace: "Tiu-tiu-tiunm") Pa-pa pa-pa pa-a-ra-pá para-pará
pa-para-pá..." Estamos haciendo la prueba de sonido tocando
"Movierecord". Mi sobrino lo preguntó el otro día, " ¿está
editado en CD? ¿Dónde puedo conseguirlo?" Vamos a cenar. Hombre,
pero si ésta es la calle de siempre. Aquí venía yo mucho. Aquí
estuvimos la última vez. Yo tuve una novia aquí. Aquí venía yo
con mi novia. Yo iba demasiado borracho y no me acuerdo. Para
cualquier observador externo se hace evidente que no es la
primera vez que estamos en Granada. Volvemos a la sala. Hombre,
Juanfra de ART SCHOOL. ¿Tú que haces aquí en Granada? Pues es
que yo vivo aquí. Pues vaya. Eh, ese de la cámara que va con esa
chica rubia y que está hablando con Carlos Turbina (visita su
página en http://www.geocities.com/SunsetStrip/Palms/7004 ) debe
ser... INDIANA (visita su página aquí mismo en
https://indyrock.es ). Nos presenta Carlos (que se acababa de
presentar a sí mismo) ¡Hola en persona! No me lo imaginaba así
por E-mail. (De hecho no me lo imaginaba de ninguna manera, qué
le vamos a hacer, cuando no hay datos, no hay datos.) Empieza el
concierto en sí. Y empieza por la primera canción, faltaría más.
Gran pelota en el escenario (es así siempre, no tiene remedio),
pero desde fuera dicen que se oye muy bien (eso no es así
siempre, así que felicidades al técnico de sonido). La gente
está muy quieta, pero acabamos y quieren más. Hacemos más, no
pasa nada. La gente está muy quieta, pero acabamos y quieren
más. Hacemos más, no pasa nada. La gente está muy quieta, pero
acabamos y siguen ahí. Pero bueno, ¿qué os pasa? Otra, otra.
¡Ah, que es eso! ¡Haberlo dicho! Tocamos otra y otra. Bueno,
pues ya está. Hasta la próxima. Incluso hemos intentado tocar
"Movierecord" en algún momento. No ha salido bien. Seguiremos
practicando. "Tiu-tiu-tiunm". Luego nos vamos a dar una vuelta.
Nos llevan al RUIDO ROSA Allí se entablan algunas conversaciones
interesantes y algunas no tan interesantes. A una amiga le da
una lipotimia. A mí me pasó algo así la última vez. Alguien
tendría que revisar la ventilación del garito. Luego vamos a
FACTORIA Más de lo mismo (en cuanto a conversaciones). ALGUIEN
le ha echado ALGO a ALGUIEN en el cubata. Eso no se hace, amigo.
La frase más repetida de la noche: "¿Es que te avergüenzas de
mí?", pronunciada por ALGUIEN que prefiere permanecer anónimo, y
que además no recuerda nada de lo que pasó, pero asegura no
sentirse culpable, por lo que supone que no pasaría nada. Eso
sí, prefiere que no se sepa que esa noche durmió con otro
hombre, aunque fuera por problemas de espacio y por el azar y la
necesidad. Sin dar nombres, podemos decir que ALGUIEN dice que
ALGUIEN ronca hacia fuera y hacia dentro, observado, claro,
desde una distancia PRUDENCIAL. Nos aseguran que NADIE tocó a
NADIE, así que la reputación de ALGUIEN sigue intacta (Si es que
eso le importa a alguien. Desde luego, al que se pasó la noche
roncando hacia fuera y hacia dentro como un bendito se la trae
floja). Sin embargo, la frase definitiva se pronunció justo
después de habernos pasado una salida en la autovía, cuando
Joaquín se levantó de su semi-letargo en el asiento de atrás de
la furgoneta, y dijo con voz alta y clara: "Cualquier idiota lo
habría hecho bien." Román
.
CEUTA, 20 de septiembre de 1997
por Román (Marañones)
Salimos de Murcia muy temprano. Una vez más parece imposible
meter el equipo al completo en la furgoneta. Una vez más lo
conseguimos. Una máquinaria perfectamente engrasada. En esta
ocasión Juanfra Mendrugo se encarga de conducir, gestionar,
organizar y todo lo demás, incluido pasarse en todas las salidas
de la autovía y proporcionar cintas variadas de grupos de new
wave de los años 80 (es decir, Playmates, Eddie and the Hot
Rods, The Knack, Crooks, y un montón más de nombres imposibles
de recordar). Aparte de eso (y esto es información privilegiada)
en la furgo llevábamos cintas de The Kinks, Beastie Boys,
Pavement y los Santos de Palo. Llegamos a Algeciras, tomamos
contacto con nuestro contacto, Iñaki, cogemos el ferry, y
cruzamos el Estrecho. Me habían hablado mucho de lo de los
delfines nadando junto al barco y que era un espectáculo digno
de ver. Pues bien, ya no hay delfines, amigos. Pisamos suelo
africano. Curiosamente yo nací en este continente 34 años antes.
Curiosamente la legión española nació hace 77 años y lo están
celebrando aquí más que en ningún sitio. Curiosamente las edades
del equipo (es decir, Juanfra, Joaquín, Miguel, Pedrín y yo) son
31, 32, 33, 34 y 35. ¿Hay algún significado en todo esto?
Esperemos que no. El hotel, más bien cutre. Llegamos a donde se
supone que va a ser el concierto. Es una explanada, parque,
jardín, parking, solar o algo así. Lo organiza el ayuntamiento.
Horror. Para empezar no hay cattering, es decir, pasamos hambre
y sed. Empieza el concierto y actúan T.Y.R., un grupo de
Fuengirola, después actúan Espino, un grupo de allí que acaba de
sacar su primer disco y con los que luego quedamos para tomar
algunas copas. Cuando Espino terminaron de tocar, y para
sorpresa de todos, se subió un tipo al escenario y nos presentó.
Había que montar todavía los amplificadores y cablearlo todo. A
partir de ese momento un señor con bigote, supuestamente de la
organización, se dedicó a darle la tabarra a Juanfra. "¿Qué
pasa? ¡Os han anunciado y no salís a tocar!" ¿Quién le había
mandado al necio ese que anunciara a nadie? Al rato, cuando
subimos nosotros al escenario, ya todo preparado, el tipo volvió
a subir, de nuevo para sorpresa de todos, y anunció (cito casi
literalmente): "Bueno, han tardado lo suyo, pero aquí están.
Esperamos que la espera haya merecido la pena."
El concierto fue un poco pesadilla, por lo menos por mi parte.
El chico de monitores parecía preferir que el bajo hiciera
click, click, click en lugar de boom, boom, boom, aparte de los
eternos problemas con las voces, "no, es que cantamos los
cuatro, y además somos tan ingenuos que queremos oírnos". Hacia
el final del concierto se arregló todo más o menos y la cosa
empezó a ir bien. Terminamos con la última del repertorio, y
antes de que nadie en el mundo tuviera ocasión ni siquiera de
pensar en sugerir que a lo mejor podía ser posible que alguien
estuviera interesado en que el grupo en un momento dado hiciera
un bis donde presentara alguna canción nueva, apareció otra vez
el tipo ese diciendo algo así como "bueno, y esto ha sido todo
por hoy, etc., etc." Por supuesto, obedientes, las pocas
personas que quedaban delante del escenario (la pequeña barra
que habían habilitado se había quedado sin existencias hacía ya
bastante rato) se fueron hacia sus coches. Es curioso, por
cierto, que cien metros más allá hubiera un montón de gente en
sus coches y bebiendo litronas. Raro. Luego, esa noche,
estuvimos por ahí buscando el bar donde habíamos quedado no se
sabe muy bien con quién. Nos encontramos con algún amigo de
Cartagena que estaba haciendo la mili por allí. Al día siguiente
cogemos de nuevo el ferry para volver a casa. Llegamos a
Algeciras y llamamos a Mariano, el manager. Está en Finisterre
hinchándose a percebes. Los managers son así. Viaje de vuelta de
tirón. Palabras clave (entre otras): el verbo felar, aplicado a
la poesía como sigue: Ya te lo lamí, félamela a mí; y el
desprestigiado verbo gomorrizar (porque se habla mucho de
sodomizar, pero muy poco de gomorrizar, quizá porque sea algo
mucho más sucio). Volvemos a hablar con Mariano. Está en
Ponferrada haciendo degustaciones de queso. Llegamos a casa.
Comemos. Lo mejor del viaje, el ferry. Aunque no queden
delfines. Román.