ROCK AND ROLL PARA POLLOS
SALA BOOGACLUB, GRANADA 6 septiembre 2017
Crónica y fotos por FRAN CARMONA * INDYROCK
Todo empezó en la puerta de una tienda de pollo frito. Desde
Canadá,
Spencer Evoy había llegado a Londres con su
saxo tenor y con un sueño: montar una banda de rock and roll y
hacer la música que escuchaban,
The Sonics. Una
tarde el bueno de Spencer regresaba a la pieza que había
alquilado encima la una tienda de pollo frito. Se dio cuenta
de que no tenía ni un penique en el bolsillo. Sacó su saxo y
comenzó a poner banda sonora a Holloway Road para pagarse la
cena de esa noche. Bret Bolton, al escuchar esa música, salió
a la calle y enseguida se dio cuenta de que había encontrado a
su hermano musical. Reclutaron a Alberto y a Ravi y en honor a
esa ya difunta tienda de pollo frito montaron MFC Chicken y se
lanzaron a tocar por los clubes de Londres.
En tan solo tres años han sacado
cuatro discos y recorren medio mundo haciendo que la gente
baile y se vuelva loca con su música para pollos. Mucho Rock
and Roll, Surf, Rhythm blues y Garaje rock de los años
sesenta, pero sobre todo mucha simpatía y ganas de pasarlo
bien. (...)
(...)
Llegaron a la sala
Boogaclub de Granada a presentar su último disco
Goin,
Chicken Crazy. El concierto comenzó a las 22:45 hora
local. Spencer Evoy puso su saxo a sonar y la banda metió
primera y aceleró a fondo. Pillaron al público desprevenido,
aunque las caderas comenzaron a moverse rápida y velozmente
sin calentar siquiera. Abrieron con Study Han y ya no pararon
ni un segundo. Noventa minutos de puro rock & roll del
nordeste de los Estados Unidos. Salieron varias veces del
escenario a mezclarse con el público, se subieron a la barra
del bar y dieron diversión a raudales.
Tocaron temas de sus
cuatro discos y alguna versión clásica, como
Lucille
(
Little Richards), que el público celebró con gran
alegría. Aprovecharon también para promocionar su material.
Con mucho arte y como un presentador de tele-venta, Spencer
sacó una bolsa de tela con un CD, un vinilo, otro vinilo y una
camiseta. Momentos divertidos aparte, los
MFC
se entiende a la perfección en el escenario. El virtuoso
saxo tenor y la voz de Spencer, la guitarra y la voz de
Alberto son una maravilla en directo.
MFC Chicken
estarán de gira todo este mes de Septiembre por nuestro país.
Van a recorrer el territorio nacional de punta a punta. Tienen
por delante una treintena de conciertos sin apenas descanso.
Aquí -en Granada- ya han estado un par de veces y se han
ganado a un público, que ya los espera con los brazos
abiertos.
MFC CHICKEN
Hace ya unos años desde que Spencer Evoy llegó a Londres, y
juntó a un grupo de frenéticos y hambrientos músicos en un
bar de pollo frito de Holloway Road para llevar a cabo una
misión sagrada consistente en traer los sonidos del
rock’n’roll del Pacific Northest al público británico.
En este tiempo han publicado variosLPs y singles, y han
hecho bailar a públicos por toda Europa. Estosfans de las
gallináceas se han creado un nombre y se han convertido en
uno de los grupos con un show mas excitante del
garajerock’n´roll-Rhythm& Blues de UK, y dejando flipado
al público europeo con su estilo, que ha llegado a ser
definido como “la música que los Sonics escuchaban”.
Su primer disco, Music for Chicken fue toda una sorpresa
para cualquier amante del R&R mas bailable. Con el
segundo, Solid Gravy! consolidarony mejoraron su sonido y
sus canciones, confirmando con el tercero que no solo eran
un grupo con un directoimpresionante, ya que también en
disco montan buenas fiestas. En otoño publicaron su cuarto y
mejor álbum, mas rico en sonidosmas cercanos al
Rhythm&Blues, ofreciendo una nueva receta sin variar su
sabor a pollo ya conocido. Lo podrás poner en cualquier
fiesta,y puedes estar seguro de que
todos tus invitados pronto se volverán locos con su
excitantesonido, algo así como lo que reza el título de ese
último disco, “GOIN' CHICKEN CRAZY”.
Tras girar por España en varias ocasiones, en 2016 hicieron
una gira de un mes con tremendo éxito y muchos carteles de
“entradas agotadas” colgados, y vuelven en septiembre a
hacernos bailar de nuevo hasta la extenuación.