La música, de acuerdo con su definición tradicional,
se conoce como el arte de combinar de manera lógica y coherente varios sonidos y silencios,
siempre respetando los principios de la melodía, ritmos y armonía a través de complejos
procesos instrumentales y vocales. Se remonta a la Antigua Grecia, en la cual su uso en
conjunto con la poesía y la danza, era considerado un arte unitario, que pretendía comunicar
vivencias y sentimientos.
Sin embargo, el origen de la música (con exactitud) es incierto, puesto que en sus inicios
no se usaban instrumentos musicales, más allá de la percusión corporal y la voz humana, y de
estos aspectos no se pudo dejar registro arqueológico alguno. Por lo tanto, podríamos
deducir que la música se descubrió en un tiempo semejante al origen del lenguaje.
Si algo os puedo asegurar, es que la música es un lenguaje universal, capaz de comunicar y
poner a flor de piel diferentes emociones en las personas. Es el elemento que causa mayor
placer dentro del sistema límbico (responsable principal de la vida afectiva en el cerebro),
y se encarga de liberar un neurotransmisor muy ligado a la emotividad y a la conducta
motora:
la dopamina; cuyo efecto es comparado a lo que suelen provocar en
el ser humano, las drogas o el sexo. Por ello, es muy utilizada en producciones
cinematográficas, para causar emociones y conseguir la atención deseada, reforzando el
impacto de las escenas en la historia contada.
FOTO: J. E. GÓMEZ * INDYROCK
De hecho, está comprobado que, desde antes de nacer somos capaces de percibir sonidos y
sensaciones, como los latidos de nuestra madre o la propia música, y escucharla puede
condicionar nuestro estado de ánimo, ya que uno de los primeros órganos sensoriales en
desarrollarse, es precisamente el oído. Por eso, en muchas ocasiones, se recomienda
cantarles a los bebés que vienen en camino, y si aún no lo habéis probado, al hacerlo
notarás movimientos a modo de respuesta en la barriga de mamá.
La musicoterapia y múltiples formas de diversión
La musicoterapia consiste en una técnica basada en el uso clínico de la música, como
activador de procesos emocionales y fisiológicos alterados; con el fin de disminuir el
dolor, y la ansiedad, optimizando el estado anímico y la calidad de vida en pacientes.
Además, se comprobó que la música influye positivamente en pacientes oncológicos, y los
ayuda a combatir los efectos del tratamiento y la enfermedad. Este tipo de terapia, está
relacionado con el campo emocional contribuyendo a superar problemas de personalidad.
Si partimos de la premisa de que, la música puede inducirnos a muchos estados de ánimos,
una
buena sesión de musicoterapia puede llevarnos a vivir una de las mejores experiencias
posibles de relajación. A las personas con dificultad para dormir, les ayuda a
conciliar el sueño porque disminuye la presión arterial, y la frecuencia cardíaca.
Las formas de diversión y entretenimiento, son múltiples y variadas, y todo dependerá de los
gustos y aficiones de cada individuo. Hay quienes mezclan una serie de factores para buscar
un equilibrio entre la salud mental y física, y por ende salen a correr mientras escuchan
música, ya que muchos manifiestan que, en pleno ejercicio del
running, ciertas
canciones les suelen motivar cuando aparece el cansancio o las ganas de parar. Y ahí, surgen
las conocidas
Power songs, especiales para ese último esfuerzo
que ayuda a culminar el entrenamiento, o cumplir el objetivo.
Por otro lado, hay quienes buscan obtener esa diversión de distintas maneras, como disfrutar
de un juego de mesa con amigos y familiares, otros van a cenar, o salen a bailar y cantar en
conciertos; hay quienes prefieren jugar en casinos en línea seguros recomendados por
Time2play; todo con tal de
satisfacer el deseo de entretenimiento seguro y confiable. En ese sentido, la música juega
un papel preponderante, porque estimula la capacidad de memorización, imaginación, atención
y creatividad.
En fin, escuchar música, cantar, tocar un instrumento,
asistir a conciertos o formar parte
de una banda, puede ser un claro atenuante del estrés, la ansiedad, y un camino recomendable
para lograr un equilibrio entre la relajación y el éxtasis emocional. Esta combinación, nos
puede acercar a la felicidad.