NICK WATERHOUSE
CUANDO LA CERCANÍA HACE BRILLAR LA MÚSICA
Teatro Magno. 24/04/2025. Madrid
VÍCTOR DÍAZ FLORES * CRÓNICA Y FOTOS * INDYROCK
Jueves noche en Madrid y, como siempre en conciertos en salas
pequeñas/medianas, el respetable no entra hasta 10 minutos antes.
Me gustaría saber qué dicen los músicos o los promotores cuando
ven el patio despejadísimo media hora antes del evento, debe ser
una angustia poco recomendable.
En el concierto del músico californiano la cosa no fue a mayores y
la sala estaba llena hasta arriba (literalmente, hay dos pisos
adicionales en este teatro) para disfrutar de una noche de R&B
épica.
El señor Waterhouse no tenía disco nuevo que presentar, ni
siquiera un recopilatorio, pero da lo mismo, merece la pena
revisar sus canciones una y otra vez sin necesidad de novedades. Y
el evento no ha sido solo en Madrid, sino que, gracias a los
buenos de Houston Party, ha recorrido (como ocurrió en su gira
anterior de 2023) varias cuidades españolas.
Esta vez acudía acompañado de su “orquesta”, compuesta por la
habitual sección rítmica del rock & roll (él a la guitarra,
bajo y batería) y el rhythm & blues en el otro lado del
altavoz, con piano, saxos y corista de voz impresionante.
Abriendo con Time's All Gone, el último tema de su disco de debut,
los presentes disfrutamos de casi dos horas de una banda
increíblemente bien sincronizada con un Waterhouse que se le veía
que le iba la vida en la música. Que gusto da cuando ves que un
músico se entrega tanto en una actuación, vuelves a pensar lo
maravilloso que es ir a ver conciertos en vivo.
Canción tras canción, fue repasando toda su discografía. Desde ese
maravilloso disco de debut en 2005, hasta The Fooler de 2023 con
esa maravillosa canción de medio tiempo que es Hide and Seek que
también sonó en Madrid. El público no dejaba de mover las caderas
ante la contundente exhibición musical que estábamos contemplando,
incluso animándose a corear en tántricos momentos de unión
músicos-público. Lo mismo que los aplausos por el reconocimiento
local a Madrid en The Spanish Look, canción que habla de una chica
con la que filtrea e interroga sobre su forma de vestir, a lo que
ella responde que es el look español que se lleva en Madrid o en
Ciudad de Méjico. Siempre me he preguntado cómo iría vestida la
cortejada, porque de chulapa no iría, que eso no se lleva en
Méjico.
Sonaron maravillas como Medicine, Silver Bracelet, con esos saxos
tenor y barítono manteniendo la tensión de la canción. Y ¿cómo te
imaginas que pueden ser los músicos que tocan estos instrumentos
en la banda de Waterhouse? Pues como debe ser un saxofonista, uno
con sombrero y traje (muy de película de cine negro) y una señora
con un look de los años 30 que desmerecía nada a su compañero. Eso
sí, en Thought & Act, el que realizó un maravilloso solo fue
nuestro colega del sombrero. Otro momento maravilloso fue (If) You
Want Trouble, que es una canción que bebe de cualquier influencia
de música norteamericana y la mete en 3 minutos de absoluto
deleite. La guitarra compitiendo con la batería, los saxos con el
bajo y el órgano Hammond sobrevolando todo y en directo muchísimo
mejor.
Fuera de esos medios tiempos, las canciones más aceleradas
brillaron como nunca en la noche madrileña, está claro que fue una
noche para recordar.
Otro de los detalles maravillosos en esos eventos de música en
estado puro, es la poca necesidad que tienen los músicos de
cambiar sus instrumentos. El único que lo hacía era el batería
para cambiar las baquetas por escobillas, pero los demás se
quedaron como empezaron. Y me refiero, fundamentalmente, a la
única guitarra que había sobre el escenario, la de Nick, una
Gibson ES-335 que no cambió en todo el concierto. Cuando algo
funciona ¿para qué está cambiando?
Sí que es verdad que lo que de verdad necesitas para estas
explosiones musicales es poner a tope el reverb en el
amplificador, ni pedaleras ni nada de nada más. Solo un buen
cacharro que haga que todo suene muchísimo más profundo. No solo
la guitarra, sino todo el conjunto. Ahí nadie se libraba del
efecto, ni el público.
Tras 19 momentos de disfrute musical, pequeña pausa y bises,
admitiendo (primera vez que lo veo) uno de una chavala que tenía
yo detrás (que debía ser de la misma California por su acento), el
evento terminó con la banda en sincronía con el público cantando
LA Turnaround (canción a la que le pegan muy bien los coros),
agradecimientos del cantante al público y a la banda, y todos a
casa a las 10:30 que es una hora muy buena para retirarse.
En resumen, gran noche de música que, espero, vuelva a repetirse
con nuevo disco, que estoy esperando como agua de mayo (pero menos
de la que nos ha caído este año ya).