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NME Awards shows 2003
Soundtrack of our Lives, Ladytron, Ikara Colt, The
Raveonettes
London Astoria, 6. 2. 03
Por Irma Romero - IndyRock (texto y fotos)

Es la saga de todos los años: el celebrado (y con entradas
agotadas!) mini festival de NME; los Brat Awards, el arquerival
de los Brits (otro invento de la industria musical inglesa,
celebrado todos los años para elegir los mejores de la panorama
musical en todas sus categorías, pero con la diferencia de ser
mas "mainstream"). De allí llega el gesto propio de NME (muy
bien en forma de una estatuilla de una mano con el dedo medio
levantado) hacia aquella odiada industria mas interesada en
revolcarse en masas de dinero que en la "propia música". Y de
alli, el gesto de NME de promocionar música mas independiente,
de grupos nuevos, que todavía están y estarán en aquella
situación donde las manos grasientas de las grandes
discográficas no les hayan tocado. Por el momento.
La historia es larga y conocida, con la litania de grupos que
han salido victoriosos y famosos, gracias a estos shows. Y
seguramente estos mismos grupos dan mucho crédito a aquella
revista que les han lanzado de su casi anonimato (en algunos
casos), aunque aquí es donde la opinión publica se divide. Pero
aquello es otra cosa a discutir que se dejara por ahora.
Esta noche prometió ser algo mas internacional, con unos suecos
de cabecera de cartel, un grupo danes, otro con miembros de la
banda desde Bulgaria, y con solo uno desde la propia capital
inglesa, los londinenses Ikara Colt.
The Raveonettes, el dúo danes, con el núcleo base de los
cantante-guitarristas Sharin Foo, la chica que por algunos
sitios llaman la nueva Debbie Harry (y por un lado tienen razón,
al menos en lo que concierne a la apariencia física) y Sune Rose
Wagner, el chico de mirada sombría fueron los que abrieron la
noche. "Whip it on", su álbum de debut es toda una celebración
de la estetica de las peliculas de terror de clase B de los años
50, con el distinguido sonido que recuerda a unos nerviosos
Cramps, pasando por algo lynchiano y con la curiosos tonos casi
Beach Boys. Una mezcla curiosisima que se reflejaba en canciones
como el reciente single, "Attack of the ghost riders", "Veronica
Fever" o la tenebrosa maravilla de "My tornado". El pulsante
bajo y los agresivos acordes de las dos guitarras, con una
percusión compacta, con alguna que otra nota de parte del mac
portatil ofrecieron algo curiosamente novedoso, una nueva
interpretación del punk rock. La muy enérgica feedback
guitarrera terminaron con "Beat City", tema que cierra su álbum.
Lo mismo no triunfaron en los ojos de los primeros allí
reunidos, quizás un primer plato demasiado fuerte, pero aquel
primer daño, muy dulce ya lo habían hecho, aquel impacto a lo
que los oídos de los presentes seguro volverían. . .
Los siguientes invasores del escenario fueron el cuarteto
ingles, Ikara Colt, que ya desde el principio, con las
palabras de introducción de parte de su pequeño, pero energético
cantante, Paul Resende, invitando al publico a formar parte de
su pequeño show, prometió una buena dosis de mas música en la
vena de esa nueva ola de punk rock. El poderoso base rítmico de
Jon Ball, el bajista y Dominic Young, el batería, apoyaron el
desmadre guitarrero del cantante Paul y el ingrediente femenino
del grupo, Claire Ingram, también a la guitarra y cantando los
coros, llevándonos casi al punto de sordera con trayectoria de
su álbum de debut "Chat and Business" con algún que otro tema de
uno de sus Eps. Canciones como "One note", con el siempre
presente e inminente bajo o "Rudd" y "Mayb1 day", todo delirio
punky, pasando por piezas geniales como es el single "At the
lodge", mas acordes envolventes, cortesía de Jon. Paul también
estuvo de buen humor, con clara interacción con el publico,
retándoles de vez en cuando y esto fue algo que iba despertando
a la gente de su estado soñoliento y recibieron los primeros
aplausos encantados de la noche cuando al final dejaron el
escenario para dar lugar a Ladytron, mitad femenina,
mitad masculina.
Un grupo joven, pero con una trayectoria ya considerable,
comparado con otros grupos de su mismo calibre. Formado en 1998,
este grupo con la curiosa estetica muy en la vena de las bandas
de synth pop de los 80, vestidos con monos estilo
espacial-militar verde y detrás de sus teclados y ordenadores
portatiles, las dos chicas Mira Aroyo, de origen búlgaro y
Helena Marnie a las voces y con sus compañeros, Daniel Hunt y
Reuben Wu, tambien a los teclados, ofrecieron temas de sus dos
discos:"604", el de debut y el reciente, que tiene el nombre de
"Light&magic". Los sonidos de los 80 estaban muy presentes,
algo así como algo de Cabaret Voltaire yendo de mano en mano con
Joy Division. Una raramente única y curiosamente fresca
combinación de sonidos sintéticos, con los programados efectos
del base rítmico. Llegando casi al mundo puramente pop a veces,
que se daba en canciones como el clasicón de "He took her to a
movie" o "Playgirl". Y su pose serio iba de acorde con aquella
estética nostálgica de aquel mundo casi olvidado, pero traído
delante en forma de este cuarteto de Liverpool. Una muy positiva
oferta de aquella noche.

Pero las grandes voces llegaban adelantando la presencia del
siguiente grupo y los cabeceras de cartel:
The Soundtrack of
Our Lives, el sexteto desde Suecia. Cinco miembros del
grupo subieron al escenario, seguidos del visiblemente gran
portavoz (asi en presencia fisica y de gestos), el enigmatico
cantante Ebbott Lundberg, vestido con una especie de kaftan
negro, asi como curiosamente dando la imagen de un mesias. Toda
la presencia sobre el escenario era grandiosa, con cada uno
mostrando sus talentos a mas no poder, energicos, con numeritos
solo de parte de Ake Gustafsson, el bajista o Ian Person, uno de
los guitarristas. Aunque el que posiblemente se llevo mas puntos
era el cantante, Ebbott. Levantando sus brazos en forma de
bendicion al publico u otros gestos tuvo a todos los presentes
bajo su poder. Potente sonaba su voz, apoyado de sus compañeros,
creando una atmosfera casi festivalera, al estilo Woodstock, con
aquellos sonidos rockeros retro de finales de los 60 con toques
mas o menos personales. Uno que otro pudo distinguir algo
rolling stoniano entre lineas. Pero toda una combinacion creible
y celebrado en todo espacio alli ocupado. "21st Century rip
off", "Nevermore", Mind the gap", "In your veins" o Sister
surround" dieron claro ejemplo de este maravilloso desenfreno
ritmico. Desde luego que eran fieles a su presencia principal
aquella noche, que hasta para la indiscutible alegria del
publico nos ofrecieron dos bises. Y asi cerraron con aquellos
sonidos nostalgicos aquella tercera muestra de nuevos grupos,
cortesia de NME.
Idlewild, Cave-in, The Beatings, My morning jacket
London Astoria, 8. 2. 03
My Morning Jacket desde America, uno de los grupos
favoritos de Dave Grohl fueron los que abrieron una noche mas de
las celebradas gigs NME. Lo primero que llamo la atención fue su
apariencia, todo pelo largo en el mas fiel estilo heavy o de
grupos de los finales de los 60, primeros 70 (Led Zeppelin. . .
), esperando ver parte de su cara en algún momento, aquel
instante de suspense en el cual la cara del cantante apareceria
desde detrás de aquella cortina de pelo.
La segunda sorpresa fue la muúsica. Si una esperaba ver una
muestra speed metal a lo bestia, pues no pudo ser mas lejos de
la curiosa verdad. La canción que abrio el show fue algo casi en
la vena Neil Youngiana, muy melodica con guitarra semiacústica
con algun que otro toque de los teclados y asi sucesivamente una
maravillosamente variada mezcla de sonidos pasando por algo
cercano al reggae en su ultima canción.
Todo esto fue un verdadero contraste comparado con el grupo que
les siguieron, los londinenses The Beatings, que una vez
mas, si confiando en su apariencia, se esperaba una bonita
muestra de musica guitarrera mas o menos pop, lo mismo tocando
el lado powerpop, una estaria muy equivocada, cuando ya desde el
primer acorde un rabioso caos cargado de punk rock, pasando por
algo recordando a Black Sabbath hizo su eco por toda la sala.
Dos guitarras hambrientas confiando en el mas puro feedback
guitarrero de sus pedales y con un base ritmico apoyando
incansable a mas no poder. Nick, su cantante se desganitaba a
gusto"Why don't you cheer up. . . ", abriendo sus cuerdas
vocales y con efecto inmediato en el publico que mostro su
aprecio en forma de crowdsurfing y uno que otro haciendo el
pogo. Ritmos rapidos y agresivos eran el definitivo entremes y
plato fuerte de aquella media hora, cortesia de estos jovenes
ingleses, que estan creando un buen numero de seguidores por el
pais, siendo parte de la llamada ola de "La nueva revolucion del
rock" (sic. NME). La guitarra debe de ser la clave secreta.
The
Cave-in, otra banda americana, se apodero del
escenario a las 8. 10 de la noche, prometiendo mas descarga
guitarrera para toda alma joven reunida por alli. Quiza algo
podia recordar a la musica guitarrera de los primeros 90, de
aquellos grupos college rock americanos, sonando muy en la vena
de bandas como Soundgarden, Stone Temple Pilots o Sunny Day Real
Estate. Fue quiza otro de los momentos nostalgicos de la noche.
Curiosamente simple y melodica fue la descarga electrica, y
increiblemente eficaz a su manera. Al menos tuvo un buen efecto
en el joven publico, contentos de estos sonidos que sirvieron de
entremes para sus heroes de la noche,
Idlewild.

Mas fotos Idlewild
Y la locura, cuando este joven cuarteto escoces subio al
escenario, despues de que pareciera una eternidad. El volumen
general por parte del publico subio al maximo, cuando los cuatro
procedieron a sus respectivos sitios, tomando sus instrumentos.
La calidad de la musica desde luego que estaba alli, cuando
procedieron a presentar temas de sus dos discos"100 broken
windows" y su ultima oferta"The remote part". Su carismatico
cantante Roddy Woomble se movia de un lado del escenario a otro,
acercandose al borde del escenario, sonriendo al publico,
retandoles, disfrutando de cada momento de ser punto de
atencion. Las masas se movian en el publico al ritmo de la
musica y los cuatro musicos ofrecieron una admirable coleccion
de sonidos, perfectos singles y otros cuantos temas ejecutados
de forma impecable, puro guitarreo honesto y sin complejos.
Maravillas de su repertorio anterior como "Little discourage",
"Roseability" o "Listen to what you've got" combinados con temas
de su nuevo disco como "American English" o "You held the world
in your arms" sorprendian por su clara tendencia de haber sido
creadas para ser disfrutadas en directo, ya que parecio que
crecian mas sobre el escenario, una pura delicia a los oidos y
coreables en toda su simpleza. Quiza se podria criticarles de
sonar algo estudiantiles, pero aquello no quita el mero hecho de
que tengan talento y lo que hacen, lo hacen con pura clase,
indudablemente. Y como quisieron mostrar su propio aprecio hacia
la genial reaccion del publico, que mejor que un regalo en forma
de un bis de 5 canciones seguidas. Y poco queda por comentar que
es lo que el publico pensaba sobre aquello. . .
The Datsuns, The Polyphonic Spree, Interpol, The Thrills
London Astoria, 9. 2. 03

Interpol /
The
Datsuns (Fotos Marcerock)
Posiblemente la
noche mas esperada de la tirada de shows, cortesia de NME fue
esta, que si cabe decir que por una vez la palabra "agotada" era
fiel a su verdadero significado, ya que las manadas de gente
reunidas alli superaron cualquier cosa vista en toda la semana.
Todo esto indudablemente debido a los neozelandeses y cabeceras
de cartel,
The Datsuns (coronados
como los nuevos reyes del rock'n'roll, segun NME) mas la
presencia del supergrupo, Polyphonic Spree. Las otras dos
actuaciones para complementar esta noche extraordinaria fueron
The Thrills e Interpol, desde Dublin y Nueva York,
respectivamente.
The Thrills empezaron entreteniendo a la gente la
primera media hora con su sinceramente mediocre pop tirando
hacia el campo Beach Boys mezclado con algo mas rockero de los
grupos garage rock de los 60, con quiza la unica excepcion de su
single "Santa Cruz", que tenia esa facilidad coreable. Y como se
veria despues, la siempre omnipresente Polyphonic Spree tambien
hizo su apariencia en el show de The Thrills con un par de
miembros donando sus talentos para alegria del publico.
Y como genial contraste al pop "alegre", sin complejos de The
Thrills, fue la llegada de los cuatro neoyorkinos,
impecablemente vestidos de negro, con mas de un un par de
miembros con trajes, caras serias, yendo en fila perfecta hacia
sus respectivos sitios. Estos cuatro chicos, mejor conocidos
como
Interpol abrieron el concierto con los geniales y
sombrios acordes de "Untitled", cancion que abre su album de
debut, "Turn on the bright lights". Algo timidos al principio
con el sonido pero con el claro progreso hacia mejor,
procedieron con la fenomenal trayectoria de su primera oferta
para muchas almas enamoradas del guitarreo que podia recordar en
algunos casos a ese hilo fino entre New Order y Joy Division
hasta la curiosa muestra muy a lo Smiths en "Say hello to the
Angels", con el desenfadado guitarreo. Cosas a destacar en este
grupo es la admirable seccion ritmica, y la enigmatica presencia
del alto y delgado bajista, Carlos D. con un estilo de pelo que
dejaria a unos cuantos verdes de envidia, tan estilizado y como
un real homenaje a los dias de los pasados anos gloriosos de los
primeros 80. Y su curiosa tendencia a tocar el bajo doblado casi
tocando el suelo!Peter Hook, guiza. . . . Y alli estaba la
guitarra de Daniel Kessler, donando deliciosas espirales
melodicas, envolviendote, junto con la voz de Paul Banks en un
estado hipnotico, tal era la variedad sonorica, con diferentes
niveles. Este tipo de musica guitarrera es algo que se ha echado
de menos desde hace mucho tiempo con canciones como la bella
dejadez de "NYC", o la union de las dos guitarras, subiendo
gradualmente con el pulsante insistente bajo en "PDA" o
"Obstacle 1", uno de sus primeros singles, con otro juego de las
alternantes guitarras, casi como viendo quien llegaria al cumbre
primero. Una absolutamente genial y fresca muestra entre tanta
obsesion de guitarra dura, monosonica y sin interes hacia el uso
mas melodico. Y fue con estos pensamientos que llego al final
casi el prematuro show, cuando anunciaban su ultima cancion y
dejaron el escenario, dejandote con sabor a mas.
Claro que luego llego la
hora de entretenimiento casi teatral en forma de los 24
componentes del super grupo, Polyphonic Spree. Todos
vestidos con un kaftan blanco cuasireligioso, desde luego que
llamaron la atencion y los siguientes 40 minutos se
transformaron en una experiencia extraordinaria, casi, hay que
decirlo, tocando bordes religiosos. Tal era la presencia, la
increible atmosfera de celebracion que crearon estos jovenes
americanos sobre el escenario que inevitablemente una lo
asociaba con algo cercano a los opera-musicales de los sesenta
como "Tommy" o Jesus Christ Superstar" pasando por "Hair". Caras
felices y sonrientes, posiblemente bajo efectos de algo mas que
la musica, con el portavoz-cantante actuando como el maximo
representante de su "secta", retando a la gente, levantando sus
brazos e invitando a la gente para unirse en su gran show.
Instrumentos de todo tipo desde trompetas, violines, guitarras a
doblebajos y harpas se unieron a formar aquel increible complejo
de sonidos variados con sus dueños saltando y dando manos y
corriendo en cuanto podian, tirandose al suelo como si
estuvieran al borde del extasis. Grandes sonidos, magistrales
con multicoros, tuvieron a todo el publico bajo su poder magico.
Hacia la mitad del concierto, el cantante tuvo la cortesia de
echar un par de comentarios introductorios de los demas grupos
del cartel y para gran respuesta del publico. Toda una maravilla
de actuacion.
La expectacion subio a su
punto maximo, posiblemente, justo antes de la siguiente
presencia sobre el escenario, con la gente moviendose hacia el
mejor lugar para ver a
The Datsuns. Parece que lo tienen
todo:la apariencia fisica; cuatro chicos skinny y pelos largos
muy de moda, acordes agresivos retro y sobre todo la actitud
cool en directo, casi tocando los limites de cliché. Pero si se
observa la cosa mas atentamente, no es asi. Si, puede que tengan
lo que hay que tener en este cierto momento en el mundillo de
pasadizas modas musicales y lo que hacen, lo hacen bien, pero y
el gran PERO es la ausencia de melodias. Es como escuchar una
letania de un mismo acorde desde varios sentidos o puntos de
vista sin demasiada imaginacion. Quiza The Ramones o una
perversion de AC/DC se podria incluir como sus influencias en
aquella increible monotona sucesion de sonidos. Dolph, su
cantante, con toda la pose del mundo, casi teatral con gestos
posiblemente premeditados, mantuvo al publico al borde de
alegria incontenible, al menos en cuanto al moshpit que se
estaba creando y agrandando en medio del publico. Mas de uno se
quedo boquiabierto con algun que otro viendo a sus comisuras
tirando para arriba, cuando unos cuantos miembros de Polyphonic
Spree y un roadie perdido, subieron a los de Datsuns a sus
hombros, estos todavia tocando sus instrumentos y corriendo de
un lado para otro sobre el escenario. Fue como el apocalipse
final terminando en un caos de cuerpos tirados (mas que nada
representados por los locos de Polyphonic Spree) de cualquier
forma en el suelo y desde luego, VIVIENDO la experiencia.
Posiblemente el momento mas divertido y entretenido de todo su
show.
Toda la sala casi se venia abajo por los rabiosos aplausos que
recibieron estos, quiza mas que nada dando las gracias a todos
los personajes que habian ocupado su lugar sobre el escenario
esa noche. Indudablemente una inolvidable.
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