PAUL McCARTNEY
PAUL McCARTNEY EN INDYROCK, ARCHIVO HISTÓRICO
Crónicas, fotos...
El abuelo "Macca" encandila a Madrid con historias que
forjaron la música
Concierto en Madrid, 2 de junio 2016
Por Javier Herrero / Efe / Ideal
Reconciliado con su pasado, el británico ha ofrecido másde
dos horas y media de buen rollo, 40 canciones y seis décadas
de trayectoria, desde los inicios seminales de los "Fab
Four" (cuando sehacían llamar The Quarrymen, de los que ha
tocado "In spite of all the danger") a "FourFiveSeconds", la
canción que pergeñó hace muy poco junto a Rihanna y Kanye
West.
No ha olvidado por supuesto ni su paso por Wings ni mucho
menos losaños míticos junto a The Beatles, espina dorsal de
esta gira "One on one", en la que suenan dos docenas de
canciones grabadas a fuegoen el imaginario colectivo, del
preliminar "Love me do" hasta "Hey, Jude", la más versionada
de la historia. El estadio Vicente Calderón casi lleno (pero
no del todo, a 80 euros la entrada más barata) ha acogido la
fiesta que no pudo celebrarsetras la final de la Champions
League, ante una ocasión bastante más rara para Madrid que
una Copa de Europa: la visita de Paul McCartney,quien hacía
casi 51 años visitó por primera vez la ciudad, pero que
había dejado pasar 12 desde su última incursión.

"¡Buenas noches, Madrid! ¡Buenas noches, España! Hola, ¿qué
pasa, troncos?", vociferaba McCartney con humor(una
constante) y en castellano (idioma del que ha hecho uso en
varias ocasiones) tras arrancar su concierto con un "A hard
day's night" (quénoche la de aquel día, en español) que bien
podría haber titulado esta crónica.
Ya fuera a la guitarra, al bajo o al piano, incluso al
ukelele, en formato eléctrico o acústico, McCartney se ha
movido consoltura por el escenario, contoneando incluso las
caderas, visiblemente tan entretenido como quienes habían
venido a verle tocar (segúnuna rápida encuesta del artista,
tanto público de Madrid como del resto de España o "de
cualquier otro lugar").
Alrededor, un gran despliegue escénico, con luces
apabullantes y tres grandes pantallones, respaldando un
sonido impecable (a diferenciadel de Springsteen hace solo
unos días en el estadio Santiago Bernabéu), construido por
McCartney y sus cuatro músicos (Rusty Anderson, BrianRay,
Paul "Wix" Wickens y Abe Laboriel Jr.). Puede que el show
del británico adoleciera, no obstante, delritmo endiablado y
la descarga de energía vital del Boss, pero el "tempo" en
general más comedido de esta estrella a punto de cumplir74
años también ha dejado momentos de rock chisporroteante,
rejuvenecido incluso cuando rompía la voz, como en "Nineteen
Hundredand Eighty-Five" o "Back in the U.S.S.R.".

Imposible no escuchar al mismo tiempo un "qué
bonito"constante entre el público, tras piezas como "My
valentine" (dedicada a su actual mujer, Nancy), "Here, there
and everywhere" o una imborrable"Let it be", ya casi al
final.
Especialmente emotivos han sido también sus recuerdos para
losque ya no están, como George Harrison ("Something") o su
exmujer Linda (a la que ha brindado "Maybe I'm amazed", de
su primer disco en solitario,"McCartney", en aquel momento
en el que ella lo sacó de la depresión y el gusto por el
alcohol tras la disolución de The Beatles).
"Escribí esta canción pensando en mi amigo John", ha
recordado justo antes de interpretar "Here today", compuesta
dos añosdespués de la muerte de Lennon e interpretada esta
noche a solas, sobre una tarima muy alta con pantallas en la
base que simulaban una cascada,mientras subrayaba las
palabras "I love you".
No se puede olvidar un "Live and let die" glorioso,
reservado paraantes de los bises, en el que no ha escatimado
chorros de fuego, fuegos artificales y una eclosión musical
que habría tumbado almismísimo James Bond, en cuyo honor
compuso el tema. "Can't buy me love", "We can work it out",
"Blackbird", "Lady Madonna","Band on the run", "Being for
the benefict of Mr. Kite", "Ob-La-Di, Ob-La-Da"... Una a una
todas esas grandes canciones han ido sonando, hasta llegar
aunos bises en los que no podía faltar "Yesterday",
celebrando el pasado, pero sin renunciar a un presente
musical más que vivo.
Paul McCartney
actuó el 2 de junio de 2016 en el Estadio
VicenteCalderón de Madrid.
El artista, que ofreció su último concierto en Españahace doce
años, presentó en la capital y en otros países como Estados
Unidos o Alemania su gira “One on one”, precedida porel
éxito de “Out there”, su anterior tour que finalizó en octubre
de 2015 recorriendo 22 ciudades con 27 shows.
McCartney interpretó durante tres horas canciones de The
Beatles, Wings y de su carrera en solitario. Vino con su
banda, la misma que leha estado acompañando en los últimos 10
años: Paul “Wix” Wickens (teclados), Brian Ray (bajo,
guitarra), Rusty Anderson (guitarra)y Abe Laboriel Jr
(batería). Esta nueva producción compuesta por las últimas
tecnologías de audio y vídeo, grandespantallas, láseres y
efectos especiales, asegura una experiencia inolvidable desde
cualquier lugar del recinto.
BEATLES, SIEMPRE BEATLES
Por Carlos del Amo
Madrid, 31 may (EFE).- Quince años ha tardado Paul McCartneyen
volver a Madrid y lo ha hecho convertido de nuevo en un
Beatle, con sonido Beatles, formato Beatles y tocando, dentro
de su "Summer Tour'04",los temas más emblemáticos del cuarteto
de Liverpool ante las 30.000 personas que llenaban anoche el
Estadio de La Peineta.
Acompañado por Rusty Anderson y Brian Ray a la guitarra,
Wix Wickens a los teclados y Abe Laboriel jr. en la batería,
SirPaul, después de un breve espectáculo teatral al estilo del
Circo del Sol, comenzó el concierto de forma espectacular, con
catorcepantallas de vídeo que se movían y mostraban constantes
imágenes relacionadas con el repertorio, y para ello eligió
"Jet", uno desus grandes éxitos al frente de los Wings.
McCartney, que dio un repaso a 33 de las mejores composiciones
de lahistoria del pop, se esforzó por hablar español a lo
largo de las cerca de dos horas y media de concierto. Sus
primeras palabras fueron"Hola Madrid" y "Viva España", y fue
"Flaming Pie" la que precedió a una de las más bailadas en la
noche, "All my loving", para continuarcon uno de los temas que
compuso para Wings, "Let me roll it".
Vestido con vaqueros y con esos colores que tanto le gustan,
azul turquesay rojo, y que suele repetir en todas sus giras,
interpretó por primera vez en España un tema de los años 60,
"You won't see me",y mientras se proyectaban imágenes de la
primera visita del cuarteto de Liverpool a Madrid hizo "She is
a woman".
Dejó el bajo aparcado para sentarse el piano y tocar "Maybe
I'm amazed" y "The long and winding road", arropado por un
públicomadurito y siempre fiel al ex beatle, entre los que
estaban la infanta Margarita y el ex Gabinete Caligari Jaime
Urrutia.
"In spite of all the danger", la primera canción compuesta
antes de que existieran los Beatles, la interpretó solo, sin
la banda,a la guitarra, como hizo con "Black bird", "We can
work it out" y "Here today", un tema que escribió nada más
morir John Lennon yque hoy le dedicó. El respetable le rindió
también su particular homenaje con una gran ovación.
Ya otra vez con la banda tocó en honor de George Harrison "All
the things must pass" e improvisó para Ringo unas estrofas de
"YellowSubmarine".
"Follow the sun", que era la primera vez que la cantaba en
directo,precedió a "For no one", que interpretó en un piano
psicodélico y con sonido de clavicordio, que situaron en la
parte delantera del escenario.
A lo largo del recital fue presentando a los miembros del
grupo, quienes no dudaron en practicar el español durante su
breve discurso, ytras temas como "Calico Skies" y "I've just
seen a face", inició un nuevo momento Beatles con clásicos
como "Eleanor Rigby", "Drivemy car", "Penny Lane" y "Get
back", con lo que todo el mundo se puso a bailar.
McCartney no se olvido de sus grandes éxitos en solitario como
"Band on the run", "Back in the USSR" o "Live and let die",
momento enel que se produjo un gran despliegue de fuegos
artificiales, recordando esos conciertos que antes se
celebraban muy a menudo en Madrid y que ahorasólo se producen
en contadas ocasiones.
Tras "I've got a feeling" volvió la beatlemanía con
"LadyMadonna" y "Hey jude", con la que ponía oficialmente fin
al concierto, coreado por las 30.000 almas que disfrutaban en
La Peineta, incluso unasveces sólo cantando los hombres y
otras las mujeres, dirigidos por el músico británico.
Para los bises se guardó platos fuertes como "Yesterday", "Let
it be" o "Saa her standing" y para el fin de fiesta, "Sgt.
Pepper". AsíMcCarney ponía fin a su visita a Madrid y dejaba
claro que los Beatles siempre serán los Beatles.
La fuerza de
The Beatles renace en Gijón ante 25.000 espectadores
Por
Alfonso Roa / Efe / Ideal
Foto: Efe / Ideal
Gijón, 26 mayo.- Treinta y tres años después dela disolución
de la legendaria banda de Liverpool, "The Beatles"
renacieron en Gijón ante los algo más de 25.000
espectadoresque se dieron cita en el estadio de El Molinón en
el concierto inicial de la gira europea de Paul MacCartney.
El ex bajista del mítico cuarteto británico hizo un alarde de
profesionalidad sobre el escenario y mostró su capacidad
paracrear espectáculo y el público asturiano supo
agradecérselo con una entrega total durante las dos horas y
media del concierto en elque muchos temas fueron coreados por
los asistentes.
La nostalgia y la fuerza del espectáculo de esta leyenda
vivade la banda británica logró tapar los huecos de un aforo a
medio llenar y que se dejó llevar por el repaso que Sir Paul
hizode algunos de los temas más conocidos de "The
Beatles".
A lo largo de los 33 canciones que compusieron el recital,
McCartneyy sus músicos lograron establecer una comunicación
total con el público apoyada en los continuos guiños en
españoldel zurdo de Liverpool y en el ritmo de la selección
musical, que alternó descargas del más puro rock and roll con
baladasacústicas llenas del espíritu hippy que inspiró la
década de los años sesenta.
Al grito de guerra de "listos para el rock and roll" y con
'Jet', de su etapa como líder de "Wings", McCartney inició su
actuacióna las 22.37 horas, con más de treinta minutos de
retraso sobre el horario previsto, su gira europea "04 Summer
Tour", que en las próximassemanas le llevará a otras 12
ciudades europeas, entre ellas, Lisboa, el próximo viernes, y
Madrid, el 30 de mayo.
Tras "Jet", McCartney saludó al público con un "hola Gijón,
hola Asturias, viva España", y entonó entoncesla popular "All
my loving", con la que puso literalmente a bailar a todo el
estadio.
Rusty Anderson y Brian Ray, a las guitarras; Wix Wickens, en
los teclados, y Abe Laboriel Jr, en la batería, fueron los
encargados de recuperarlos sonidos de la desaparecida banda de
Liverpool y de hacerlos llegar con las técnicas del siglo XXI
al público asturiano.
Con "Let me roll it" McCartney y sus músicos dejaron sentadas
las bases de su apuesta rockera para esta primera actuación de
sugira europea, en la que también se pudo escuchar por primera
vez en directo "She's a woman".
A lo largo de las casi dos horas y media de concierto,
McCartney, que empezó ataviado con americana roja y zapatos
del mismo color y terminóen camiseta, fue dando paso a una
treintena de temas, que en su mayoría fueron éxitos de los The
Beatles y Wings, en un escenario en elque el sonido, la imagen
y la iluminación requirieron de unos 20 millones de vatios que
permitiesen dar el gran espectáculo con elque músico ha
querido abrir su gira por el viejo continente.
Sin dejar en ningún momento el escenario, y seguido muy de
cercapor su mujer, la ex modelo Heather Mills, Sir Paul se
atrevió con una retahíla de temas acústicos que interpretó
sóloen el escenario y acompañado únicamente de los sones de su
guitarra.
En este punto, la noche vivió uno de sus momentos más emotivos
cuando señalado con el dedo índice hacia el cielo,McCartney
dedicó "Here today" a John Lennon, antes de que la banda
regresará al escenario para apurar "All things must pass",
temaéste para el recuerdo del otro ex beatle fallecido, George
Harrison.
El mismo McCartney preguntó al público si queríaque también le
dedicase un tema Ringo Star, y ante la masiva respuesta
afirmativa entonó 'a capella' los sones del "Yellow submarine"
aunquefueron miles las voces que le acompañaron.
Cuando interpretó "Live and let dei" fue el momento
elegidopara llenar el cielo de Gijón con espectaculares fuegos
artificiales y el escenario de llamaradas que hicieron vibrar
al público.
Eran la 00.30 horas cuando sonaban los últimos acordes de "Hey
jude" y McCartney y sus músicos de despedían del públicoque, a
fuerza de aplausos, obligó el solista a interpretar cinco
'bises', entre los que no faltó "Yesterday", que pobló
lasgradas de El Molinón de miles de llamas de mechero.
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