A las puertas de su 25 aniversario, los organizadores del Purple Weekend de León pueden salir
de la edición de 2012 con la cabeza bien alta. Pese a la estrechez presupuestaria y la
contraprogramación de un festival sixties en Madrid en las mismas fechas, ha sido un certamen
más que digno, con varias actuaciones reseñables, y un ambiente estupendo. Parece que la línea
aperturista que ha tomado el Purple en los últimos tiempos, alejándose un poco de la estricta
ortodoxia mod, le está sentando bien.
Se ha dado la curiosa circunstancia de que los conciertos vespertinos, casi a la hora de la
siesta, de grupos menores como Les Terribles, The Ripe o los gallegos Phantom Keys en el
Espacio Vías han funcionado mucho mejor que los supuestos cabezas de cartel. Es lo que tiene
apostar por viejas glorias como Los Mockers o Rocky Erickson: sus lejanos años dorados no se
pueden fotocopiar así como así. En cuanto a las allnighters, las largas sesiones de DJ
que todo festival de inclinación mod debe mimar, dejaron un buen sabor de boca, sobre todo
gracias a la magnífica sesión de psicodelia, soul y garage de la noche del jueves en el bar
American Beer.
JUEVES, 6 DE DICIEMBRE
No apuntaba bien la jornada inaugural: la discoteca Studio 54 no es el lugar más apropiado
para un Festival tan aseado y elegante. Techos bajos, poco espacio y una acústica poco
favorecedora es con lo que se encontraron The Kik. El quinteto viene a ser una especie
de súper banda holandesa de la escena 60´s, con miembros de otros grupos como Mark & Spies
y The Madd. Visten con ceñidos trajes mod y cantan rematadamente bien en holandés. Barreras
idiomáticas aparte, recogen con gracia, estilo y buenas canciones el legado beat de su país.
Muy comunicativos y simpáticos, que tengan un referente tan obvio como los Beatles -entre
canción y canción se les escapó el famoso riff de “Day Tripper”-, no les resta un ápice de
interés. Sin duda, una de las grandes revelaciones del Festival y una inmejorable forma de
arrancar la edición de 2012.
Ya se sabe que a veces los carteles son caprichosos, pero juntar en una misma noche el
cristalino pop de los sesenta con el punk de finales de los setenta es complicado de digerir.
Los escoceses The Rezillos pertenecen a la misma generación que los Sex Pistols y están
empeñados en machacar una breve discografía que sazonan con curiosas versiones como el famoso
“River Deep Mountain High” que llevaron a su terreno, o sea entre los Ramones y Blondie.
Resulta asombroso cómo después de 30 años mantienen la misma actitud punk… y estética.
VIERNES, 7 DE DICIEMBRE
Decíamos que en los recintos menores es donde el Festival ha logrado sus mejores resultados.
No lo hicieron nada mal los valencianos Midnight Shots en el Gran Café pasadas las 15:30
horas. El ahora sexteto, que acaba de editar un segundo EP, ha incorporado en sus filas un
teclado y saxo con el que ganan mucho cuerpo. Más rodados y sueltos, alternaron clásicos del
R&B como “Boom Boom” y “Hallelujah I Love Her So” con temas propios.
El Purple acabó por despegar una vez que el agradable Espacio Vías entró en juego. En la
planta de arriba, el recinto acoge un mercadillo vintage con ropa y discos. Mientras que en la
planta baja se despliega un amplio escenario con un aforo para unas 300 personas. Con mucha
diferencia, y con permiso de The Kik, aquí se han fraguado los mejores momentos. El pop
barroco y psicodélico de un veinteañero holandés, Jacco Gardner, sorprendió gratamente. Como
en el vídeo de su single de presentación, “Clear The Air”, hubo una serie de curiosas
proyecciones de líquidos a cargo, en esta ocasión, del artista leonés Alexplays. En la línea
de los Zombies o Left Banque, su directo confirma que éste 2012 está siendo un buen año para
la psicodelia con grupos como Temples o Tame Impala.
Ya va siendo hora de que se haga justicia con The Ripe. El grupo de Austin en el que también
participa Jorge Muñoz-Cobo, líder de los asturianos Doctor Explosion, es técnicamente
impecable y cuenta con la rara habilidad de sonar actual con claras influencias de los
sesenta. Ahora que su primer álbum, “Into the Ears”, va calando entre cada vez más gente están
terminando de pulir su segundo disco, previsto para 2013. En León dieron toda una lección de
pop-rock con algunas muestras de su próximo lanzamiento -la inicial “Johnny”, una
soberbia•”Divisions of You”-, aunque el público no pareció darse cuenta hasta que llegó una
versión de “A House Is Not a Motel”, de Love.
Por la noche, en el Pabellón CHF, la batalla final se libró entre Gentleman Jess y Los
Mockers. Los primeros salieron con una estética muy ramoniana dispuestos a pisar el acelerador
del power pop y moviéndose en unos terrenos transitados ya a finales de los setenta. Cuentan
con pildorazos como “Take It Easy On Me” o “Eat Me Alive”, aunque a la garganta de Jesse Smith
el concierto se le debió hacer demasiado largo porque fue perdiendo voz en el tramo final. Por
lo que respecta a los Rolling Stones uruguayos, como se le conoció a Los Mockers a finales de
los sesenta, lo suyo fue un ejercicio de nostalgia ejecutado al ralentí por unos venerables
ancianos.
SÁBADO, 8 DE DICIEMBRE
Con el Espacio Vias, de nuevo, llegó la brillantez. Primero, de la mano de los Phantom Keys,
el grupo más en forma de R&B y garage de nuestro país. Marky apareció con unas preciosas
maracas de colores al ritmo de “I´m Still a Mess”, corte inicial del espléndido “The Real
Sounds Of” (Screaming Apple, 2011), su disco de debut. Además de una versión de los Outsiders,
recordaron a Chuck Berry con “Carol” y un Mocker al micrófono. El empujón final con “My Last
Mistake” y un tremendo arrebato oscuro y garagero, del estilo del “Cry, Cry Cry” de los
Cynics, coronaron la actuación los gallegos. El día que Marky se centre un poco más, harán un
concierto redondo.
Había ganas de los franceses Les Terribles. Hace un año cayeron del cartel a última hora y su
garage yeyé tiene en el Purple éxito asegurado. Fue, probablemente, la actuación más
celebrada. Cuentan con el magnetismo de Rudie, su cantante, una estilosa mujer de mediana edad
con el pelo completamente rapado. En la segunda parte del show, al incorporar el órgano
farfisa, se empezó a fraguar el éxito con acertadas revisiones en francés del “Don´t
Bring Me Down”, de los Pretty Things, y el hipnotizador “I Can Only Give You Everything”, de
Them. La fiesta se completó con “Flamenco”, de Los Brincos, con Nacho Hermida de los Phantom
Keys a la voz principal.
En el CHF, el norteamericano Nick Waterhouse también se atrevió con una versión del temazo de
Van Morrison. Sonó calcado al disco: elegante, limpia, fría. Waterhouse pertenece a una nueva
generación de jóvenes músicos que recuperan la música negra de los 50 y 60. Pero al contrario
que Eli Paperboy Reed, el californiano es metódico, sobrio y hasta pelín antipático. Nada de
montar un show. Tiene una brillante voz y una calidad innegable, pero olvida que un concierto
de R&B y soul es también diversión.
Y entre una nube de psicodelia y extraños ruidos atronadores salió el mito, la leyenda, el
artista de culto. Con chaqueta blanca, camisa negra y una enorme barriga, Roky Erickson tiene
el mérito de mantener un notable chorro de voz tal y como demostró en la preciosa “Starry
Eyes”. Eso sí, sigue siendo imprevisible. Apenas toca la guitarra. Y a la segunda canción, el
pabellón aguardó expectante a que se superaran algunos problemas técnicos que no fueron a
mayores. Concierto irregular, solventó su actuación con unos aceptables “You´re Gonna Miss Me”
y “I Walked With a Zombie”.
3, 4 y 5 de diciembre 2011 León
Crónica por
Jon Pagola - IndyRock
Fotogalería:
Marta García / IndyRock
DÍAS GRISES
Por Jon Pagola
Más que morado o violeta, el color que mejor le habría sentado al Purple Weekend sería tirando
a gris. En su edición de 2011, el principal festival mod y sixties de nuestro país no ha
contado con apenas conciertos memorables y el nivel de la mayoría de las bandas ha sido más
bien discreto. El fracaso de The Barracudas, cabezas de cartel de la primera noche, fue
descomunal. Los allnighters, a veces más esperados que los mismos grupos, tampoco han cubierto
las expectativas, con excepción de la excelente sesión del italiano Henry Milano. De los
grupos, salvaremos de la quema al hiperactivo retorno de Roy Ellis y a los todavía
incendiarios Buzzcocks, de largo los dos mejores conciertos del Purple.
SÁBADO, 3 DE DICIEMBRE
No empezaron bien las cosas en el Espacio Vías, el escenario mediano del festival. A los
franceses Les Terribles les sustituyeron los
Feedbacks, grupo en el que Pablo González
"Pibli", bateria de Doctor Explosion y The Cynics, mata el gusanillo que debe de tener por el
power pop. Se atreve incluso a cantar en alguna canción. Mucho mejores son los barceloneses
The Canary Sect: su R&B de mediados de los sesenta suena bastante auténtico, y
defienden con pasión y profesionalidad tanto versiones de The Hollies o The Kinks como
recomendables composiciones propias, "Shake It But Don´t Break It", con el que se despidieron
antes de los bises.
El escenario Estrella Galicia lo abrieron con buen pie los granadinos
Al Supersonic &
The Teenagers. Motivados y entusiamados en un festival que conocen de sobra, llamó la
antención lo entonado que estuvo Alfredo con la voz. Cerraron el set en plan festivo con
"Stand By me", como vienen haciendo últimamente. A continuación llegó rodando por el suelo,
dando brincos y hasta haciendo el espagat... una vieja leyenda de la música Jamaicana,
Roy
Ellis, también conocido como Mr. Symarip. Vestido con un llamativo traje gris de
lentejuelas, ejerció de efectivo entertainer en el concierto más completo del Purple,
desempolvando con éxito sus himnos skinhead ("Skinhead girl", "Banana", "Skinhead moonstomp")
y adentrándose con elegancia en terrenos más soul.
Al contrario que ocurre con Ellis, The Barracudas no han sabido o podido envejecer con
dignidad. Los chicos que aparecen en la famosa doble portada de "Drop Out With The Barracudas"
(1981) dificilmente se verían reconocidos en unos señores de mediana edad haciendo el cafre 30
años más tarde. Es una lástima asistir a la degeneración de Jeremy Gluck, que apareció con una
ridicula gorra de beisbol por el escenario destrozando un tema tras otro. A la desesperada, la
triada final formada por "(I Wish It Could Be) 1965 again" y las versiones de "Teenage Head",
de los Flaming Groovies, y "You´re Gonna Miss Me", de 13th Floor Elevators, tampoco evitaron
el desastre.
DOMINGO, 4 DE DICIEMBRE
Groovy Uncle, el enésimo proyecto de Glenn Prangnell ejecutando clásico pop-rock de guitarras
con aire a los Beatles de "Rubber Soul", pierde muchos puntos en directo. No ayuda la pobre
voz de Prangnell a unas canciones que, salvo "Count on me", les falta sal y pimienta. Cambió y
mucho el ambiente con los siempre divertidos Imperial Surfers, que con su Rock and Roll
instrumental y comentarios jocosos hicieron reir y bailar al personal, incluido un pletórico
Jorge Explosion en la primera fila.
La noche de garage y R&B en el escenario Estrella Galicia no levantó demasiadas pasiones.
A las 500 personas escasas que se desplazaron hasta el pabellón CHF, se le sumaron tres
conciertos que, siendo generosos, obtuvieron un aprobado raspado. Idealipsticks, el dúo cool
de Guadalajara, no lo hace nada mal pero a veces se necesita más relleno a unas canciones de
rock fibroso para que no sólo hablemos de su estupenda imagen. Quizás el de Frowning Clouds,
por novedoso, era el concierto más esperado del Purple. Y según se mire, el vaso estuvo medio
lleno o medio vacío. Estos chavales australianos de unos 20 años le dieron cierta frescura a
un repertorio que bebe del R&B stoniano y del garage clásico, pero también es verdad que
andan justitos de voz y que aún les falta bastante rodaje para armar. Les daremos
tiempo.
Los austriacos Jaybirds se mueven en coordenadas parecidas, pero tienen bastante más tablas y
experiencia. A veces, como en "Take Your Chance", es como si a Ocean Colour Scene les hubieran
metido unas cuantas revoluciones de más. Sin duda, suyos fueron los mejores momentos de la
noche, con especial mención a su guitarrista Norb Payr.
LUNES, 5 DE DICIEMBRE
Pasadas las tres de la tarde el Gran Café de León se llenó hasta los topes para ver a los
bilbainos The Extended Plays. Comandados por un brillante Aitor, que lo mismo le da al teclado
que a la guitarra eléctrica, presentaban los dos notables temas de su último single, "45
Collection” y “Pleasant Memories", dentro de un variado repertorio bañado en pop psicodélico,
garage y guiños a los Kinks y los Zombies. Divertidos, simpáticos y cada vez mejores músicos,
acabaron a lo grande, versioneando en el bis a Los Negativos. Merecen mayor atención, sin
duda.
Había notable expectación -y por qué no decirlo, cierto miedo- por la vuelta a los escenarios
de Gaby, el que fuera mítico líder de los Salvajes, y que según confesó cumplía en León 67
años. Se reunía en esta ocasión con los Platillos Volantes, que manejan con soltura el
repertorio de la impresindible banda de los sesenta, bajo el nombre de Savages y revisitaron
con acierto todos los grandes hits ("Soy Así", "Corre Corre", "Es la edad", etc.) de la banda.
Gaby mantiene la voz y una actitud de relaciones públicas que son encomiables, aunque a veces
se pasara con el compadreo con expresiones del tipo "sois de puta madre". Le sucedieron
sumidos en una nube de psicodelia californiana, los británicos espesos pero también
convicentes Wicked Whispers.
Ya metidos en el escenario Estrella Galicia, da gusto dar con The Masonics, una banda que
domina a la perfección todos los palos del Rock and Roll. Un valor seguro. The Lambrettas
venían a ocupar el lugar que el año pasado correspondió a Secret Affaire, dos de los
principales estandartes del revival mod. Como estos, tuvieron momentos bastante dignos
("D-a-a-ance") con otros más discutibles como en el toque ska de "Poison Ivy", mientras que
las versiones de clásicos de los sesenta ("All Or Nothing" y "All Day and All Of The Night")
animaron al menos al personal.
Por último, los Buzzcocks salieron como un tiro y acabaron por liarla parda lanzamiento de
guitarra al aire incluido justo después de "Orgasm Addict". Fue la traca final a un intenso y
espectacular ejercicio de punk rock, que sigue teniendo el genio y la mala leche de un
guitarrista tan brillante y estético como Steve Diggle, maquillando de paso un Festival que se
ha caracterizado, por encima de todo, por "Días Grises", como cantaban Los Flechazos.
LEÓN. 4, 5 y 6 de Diciembre de 2010
¿Somos los mods?
Crónica
Jon Pagola - IndyRock
Fotos
Marta García López - IndyRock
Éste era el año en el que los mods tenían la difícil papeleta de elegir entre seguir siendo
fieles al Purple Weekend de León o apuntarse al VIII Beat Goes On de Avilés, coincidentes en
el fin de semana del puente. Pues bien, pese a que, probablemente, ha habido menos mods que
nunca y a que, por ejemplo, difícilmente podría haber encajado un grupo como The Teenage
Funclub, alejado totalmente de la ortodoxia sixties, en ediciones anteriores, el Purple
Weekend 2010 ha contado con una gran respuesta de público de todos los estilos y edades.
Quizás el nuevo equipo del Festival no se ha preocupado tanto de la forma -¿somos los mods?-,
como del fondo -la música-, lo que, finalmente, se ha traducido en una edición más que
aceptable, con algunas actuaciones notables y el estreno de un recinto principal, el pabellón
del CHF en lugar del Hispánico, con el que se ha salido del paso con todas sus limitaciones
(un solo baño unisex, olor a fritanga, etc.). Los allnighters, pieza fundamental en este tipo
de eventos, también han cumplido con creces, con especial mención para la extraordinaria
sesión de psicodelía y garage del DJ belga Dirk Ungawa.
Y eso que el cartel sufrió desbarajustes todos los días. El sábado, los valencianos Wau y los
Arrrghs!!! tuvieron que ocupar el lugar de The Fantastics, quienes no pudieron volar desde
Londres por el caos surgido con el paro de los controladores aéreos. El garage troglodita y
embrutecido de Juanito y los suyos se defiende mejor en pequeños escenarios sudorosos, pero,
cuestiones de tamaño al margen, volvieron a demostrar que son una de las mejores bandas de
rock and roll de nuestro país. Repasaron el estupendo "Viven" casi de principio a fin, y
tampoco se olvidaron de su salvaje y divertida versión de "Surfin´ Bird", entre otras píldoras
de fuzz y farfisa.
La noche, sin embargo, había empezado más reposada de la mano de los catalanes de The
Excitements, elegante grupo de soul que cuenta con el vozarrón de Cacau Valls y miembros de
otras bandas barcelonesas. Más cerca de Sharon Jones que de Amy Winehouse, la frialdad del
público jugó en su contra y no pudieron disfrutar de lo que parecía ser un gran show de música
negra.
El veterano
Booker T, que con más de sesenta años sigue editando discos relevantes,
cerró brillantemente la noche del sábado con un repertorio centrado en grandes clásicos de su
época más gloriosa con los míticos MGs ("Green Onions", "Soul Limbo", etc.) y de la música
soul en general ("Ain´t No Sunshine", "Sittin´On The Dock Of The Bay"). Compaginó el hammond
con las voces y, si no llega a ser por el empeño de su guitarrista en imitar los solos
de Santana una y otra vez, estaríamos hablando de un concierto redondo.
El domingo fue la gran noche del Purple y la que más público congregó. Por un lado, Secret
Affair, uno de los grupos más destacados del revival mod de finales de los años 70 y
principios de los 80, y que han vuelto a los escenarios a desempolvar sus viejos éxitos
(británicos), como "Time For Action" o "My World. Siguen teniendo un pie en los primeros The
Jam y otro en los Dexys Midnght Sunners, aunque cuesta reconocer a los "Golden Boys" (esas
barrigas), treinta años después. A su favor cuentan con una extraña y encomiable ilusión para
un grupo que parece haber vuelto sólo de paso y la buena voz de Ian Page.
Por otro lado,
Teenage Funclub, más aseados que los primeros, y que acaban de editar
otro buen disco este mismo año, "Shadows", (y van...) bien valen para encabezar un festival
indie -Primavera Club- como otro mod. Con un público entregado, los de Glasgow repasaron de
arriba abajo sus grandes éxitos ("Ain´t That Enough", "I Don't Want Control of You", "I Need
Direction", Your Love Is The Place Where I Come From"), junto con otras canciones más
recientes que están, al menos, al mismo nivel que sus cumbres (preciosa "Baby Lee"). Sigue
siendo inevitable comparar a los escoceses con los Byrds y su eterna búsqueda de la cancíón
pop de tres minutos, ¡pero qué canción!
Por último, el lunes se salvaron los muebles en una noche que estaba marcada por la fatalidad.
From The Jam también suspendieron su actuación por "accidente de uno de sus miembros", según
la organización, mientras que la extraña gira de reunión de The Animals & Spencer
Davis (Sin Eric Burdon, ni Steve Winwood) se quedó más a medias si cabe ya que los miembros de
Spencer Davies ni siquiera aparecieron el el aeropuerto. Por suerte, la música triunfó gracias
al Rithm & Blues peleón de Nine Below Zero y a las canciones imperecederas que los Animals
o, una parte del grupo, sonaron en el Purple ("Boom Boom", "Dimples", "Don´t let be
misunderstood", "Keep on Runing", "I´m a man", "The House Of The Rising Sun").
LEON ES MOD
Leon 23 al 26 de septiembre 1999
Por
Benigno Sánchez, Texto y fotos
..
Unas dos mil personas amantes de los sesenta y su estética se dieron cita en la tercera
edición del Purple Weekend de León, uno de los festivales Mod más importantes de Europa. Fue
durante los días 23, 24, 25 y 26 de Septiembre. Este evento se podría definir con miles y
miles de palabras pero creo que con decir clase, elegancia y buen gusto se dice todo.
El festival como todo el mundo sabe o debería saber
está organizado por Alejandro y Elena, ex-componentes de los tristemente desaparecidos
Flechazos. A pesar de que he dicho que comenzó el día 23 realmente comenzó el día 20 ya que
ese día empezaba una de las actividades del festival, el Happening 66, es decir, exposiciones,
cine y vídeo. Se pudo disfrutar de todo esto durante todo el día. Hubo una exposición del
fotógrafo Paul Newman que recopilaba algunas de sus fotografías a los grupos más destacados de
la escena Mod de los 60. Entre otras se podían ver de The Who, The End, The Kinks, Birds, St.
Louis Union...... Todo esto se recogía bajo el titulo de "Not Fade Away". La segunda de las
exposiciones corrió a cargo del joven fotógrafo leridano Oriol Rossell. En su exposición
mostró montajes fotográficos de grupos mods nacionales como Los Flechazos o Unexpected además
de otros montajes muy en la línea del pop-art. También se pudo ver una exposición titulada
"León en los 60" recopilada por Manolo Martínez Henares sobre el ambiente musical de León en
los 60, haciendo hincapié en los festivales de conjuntos músico vocales del Teatro Emperador.
Entre las películas destacaron "Dos en la carretera",
"The Jokers", "Los Chicos con las Chicas" y "Help" de los Beatles. Además de las películas
pudimos ver vídeos de los Beatles, The Rolling Stones, Paul Weller, Kula Shaker, Ocean Colour
Scene y muchos más.
En el mismo edificio en el que se desarrolló todo esto tuvo lugar la presentación del
recopilatorio "A Fever Comp" del nuevo sello Bip-Bip (Albert Gil-Matamala).
El que firma llegó a León el Sábado por lo que me perdí los dos primeros días de festival.
Esto lo digo porque me parece bastante absurdo hablar de lo que no se ha visto, pero eso sí,
unas pequeñas pinceladas siempre son de agradecer. Para empezar decir que los Strollers se
cayeron del cartel a última hora así que aquella noche (Jueves 23) sólo actuaron los
Substitutos .
El Viernes 24 comenzó todo a las 12:45h. con Glosters en la carpa "Purple Weekend", donde
también estaba situada la feria y el mercadillo de ropa. A los Glosters le siguieron The
Embrooks desde el Reino Unido, la Elephant Band de La Coruña y los suecos Roadrunners. Ese
mismo día pero ya en el escenario grande comenzaron los norteamericanos "Sugarman Three" y a
continuación hicieron su aparición los reyes de la noche, que no fueron otros que "The
Chesterfield Kings", que hicieron su única actuación en España y que según Alejandro y Elena,
organizadores del Purple, fue un concierto de lo más salvaje y divertido y si ellos nos
cuentan eso es porque fue así (es suficiente con su palabra). Aquella noche también estuvo
como invitado Mark Lindsay, cantante y saxsofonista de los míticos "The Downbeats".
El Sábado 25 se volvieron a abrir las puertas de la carpa comenzando los Mistakens para
más tarde seguir con Selenitas, una de las bandas más importantes del pop nacional y es que a
pesar de su corta edad (tienen una media de veinte añitos) han facturado una maravilloso álbum
de pop y psicodelia que muchos querrían para sí. Fue uno de los conciertos que más deseaba ver
y en el que al final no pude estar. Más tarde los propios Selenitas me contaron que fue un
gran concierto con muchas personas a pesar de ser por la mañana. La carpa la cerraron los
Upper Fifth y los Aardwarks, ambos del Reino Unido.
Y por fin llegó la noche y pude estar disfrutando de los conciertos. A eso de las 23:30h.
saltaron al escenario grande (situado en el Hall de la Facultad de Filosofía) los míticos The
End que se reunieron de forma especial para la ocasión. Al principio se les vió un poco
sosos o quizá algo nerviosos y es que hacía treinta años que no tocaban juntos.
Afortunadamente eso duro tan sólo unos minutos. Demostraron que no se les había olvidado tocar
sus éxitos de siempre. Fue una autentica explosión de R& B que concluyeron de una forma
muy pop-art, es decir, pintando un panel de tela y finalmente machacando una guitarra contra
él.
El fin de fiesta lo pusieron The Bluetones, una banda que se jugaba mucho en su
actuación ya que para los mods más puristas es demasiado blanda. La banda del señor Mark
Morris (corbata incluida) demostró a todos porque estaban en un festival como el Purple y creo
que hasta el más purista disfrutó con ellos. Su última actuación en España se remonta al
festival de Benicassim (97). Aquel fue un buen concierto pero este último fue maravilloso.
Estuvieron repasando las éxitos de su primer disco y por supuesto no faltaron las del último
titulado "Return to the Last Chance Saloon". Además presentaron nuevas canciones que imagino
irán a parar a un nuevo disco que saldrá para el 2.000.
Por supuesto y sería un error mayúsculo por mi parte el olvidarme de las Allnighter, algo
imprescindible en un festival Mod. Los mejores Djs. del mundo estuvieron allí pinchando sin
descanso. Fue un autentico maratón de psicodelia, pop, soul y sixtie (¡¡jamás había bailado
tanto!!). Estas sesiones se realizaron en una sala llamada Tropicana con una gran pista
circular muy sesenta.
Llegó el Domingo y el acabar a las mil la noche anterior hizo que no llegase a tiempo de ver a
Los Zoom de León que se presentaban por primera vez en el Purple. Llegué a las 14:00h
justo para ver a los Blackbirds de Toledo, un grupo al que no conocía y que me
sorprendió de manera especial. Al acabar el concierto busqué y busque hasta encontrar la única
referencia que tienen publicada hasta el momento. Se trata de un single de vinilo editado por
Trouble & Tea, el sello de Félix Explosión, y que contiene el tema "Sing With Me". Los
Blackbirds, un grupo del que muchos se atreven a decir que es la mejor banda mod del momento.
Yo no diría tanto, pero eso sí, tiempo al tiempo. El siguiente grupo fue The Flake, desde
Alemania. A estos no les pude ver y es que el estomago comenzaba a rugirrrr.
A las 17:00h. comenzaron The Shambles desde
Estados Unidos. Son una banda de power-pop que recientemente han publicado su disco en España
con Snap Records. La banda estuvo acompañada por Paco Pozo de Los Imposibles durante todo el
concierto. Hicieron un repaso de su último disco y llegaron a hacer dos bises tras las
aclamaciones de un publico totalmente entregado. En estos bises hicieron el "Runaway" de Small
Faces y el "Nadie te quiere ya" de Los Brincos, algo que sorprendió al personal que había en
ese momento en la carpa pequeña.
A las 23:30h y en el escenario grande hicieron su aparición el trio mas gamberro de la
historia del rock. Lógicamente estoy hablando de los asturianos Dr. Explosión. Jorge y
sus secuaces hicieron un concierto apoteósico siempre acompañado por su buen humor. Repasaron
sus éxitos incluido el "Dracula ye-ye" de Andrés Pajares en su particular adaptación. Quizá un
tema que se echó en falta fue La Chatunga de Luis Aguilé en la versión que ha hecho el trio
astur para su último trabajo. Por cierto que Jorge Explosión pidió en público una nueva
actuación de su grupo para el Purple del 2.000 acompañados por Andrés Pajares (demasié pal
body).
Y para terminar quizá la banda más esperada del festival, Los Salvajes. Los de Barcelona han
decidido volver a los escenarios después de un buen montón de años en absoluto silencio. Han
vuelto prácticamente con la misma formación, tan sólo hay dos incorporaciones, la de un
guitarrista y la del hijo del cantante que también tocó la guitarra. El chico no pasaba
(pienso yo) de los diecisiete años y bueno, estaba ahí y poco más. El concierto fue
impresionante con llenazo incluido. Tienen unos cuantos años y kilos de más pero amigos, Los
Salvajes volvieron a ser lo que siempre fueron: "el grupo más provocador y "salvaje" de la
historia del pop nacional". Repasaron temas de siempre como "Es la Edad", "Las Ovejitas", o
"Satisfacción", la versión del clásico de los Stones, y hablando de estos decir que también
hicieron el "Route 66". Por supuesto no faltó "La Neurastenia". Uno de los momentos más
intensos de su concierto fue cuando subió al escenario Alejandro de Los Flechazos. La sala se
caía, los aplausos resonaban por todos sitios.......... Fue muy fuerte y, porque no decirlo,
se me puso la piel de gallina, vamos que me emocioné. Hicieron "Que Alguien me Ayude", la
adaptación del tema "Somebody Help Me" de The Spencer Davis Group.