GRUPOS
EN INDYROCK * Archivo histórico
QUEENS OF THE STONE AGE
Queens Of The Stone Age vuelven a arrastrarse
por la arena
por Jesús Rojas - IndyRock
Los reyes del rock desértico lanzan su sexto trabajo, un potente
cañonazo de sonidos saturados y densidad extrema. Nadie sabe
esculpir el stoner rock como ellos, salvo los desaparecidos
Kyuss se entiende, y muestra de ello son cortes tan directos y
cortantes como "Sick, sick, sick" o "3´s & 7´s", donde el
garage y el metal alternativo se funden en una amalgama de
sonidos apabullantes.
Queens Of The Stone Age han conseguido además llamar la atención
de rockeros, punks y todos aquellos amantes de la música dura
pero bien trabajada. Además, el combo californiano ha mostrado
en más de una ocasión que no tienen reparo en endulzar sus
piezas con melodías cercanas al pop ("Make it with chu") o la
electrónica de corte industrial ("Misfit love").
Este "Era Vulgaris"(2007) presenta once nuevos misiles
listos para ser degustados por su amplia legión de seguidores y
con el objetivo de captar nuevas almas. Sin duda, con canciones
como "River in the road" o "I´m designer" la misión tiene muchas
papeletas para ser todo un éxito. Los adictos a la psicodelia
futurista también podrán encontrar en este nuevo disco ramalazos
lisérgicos tales como "Suture up your future" o la locura
ruidista que se plasma en "Run pig run".
El descanso llega, como tiene que ser, al final, con "Running
joke" un corte profundamente vocal y elegantemente tétrico que
pone la guinda a modo de bonus track.
Sala Razzmatazz 2
Barcelona 27 de Noviembre 2002
produce Doctor Music
Fotos:
MarceRock - Indyrock
QUEENS OF THE STONE AGE, en España 2002
Los dos genios visionarios del rock, Josh Homme y Nick Oliveri,
han elevado a los QUEENS OF THE STONE AGE muy por encima de los
patrones habituales del stoner rock, género que ellos mismos
sublimaron durante los días dorados de KYUSS.
Tras una larga espera desde la publicación de su celebrado
"Rated R", QUEENS OF THE STONE AGE regresan a España para
presentarnos su primer álbum del siglo XXI "Songs For The Deaf",
un disco fundamental en el que han participado celebridades de
la talla de Dave Grohl (Ex Nirvana y frontman de Foo Fighter) o
Mark Lanegan (Screaming Tree).
El rock de las llanuras lisérgicas
por Paco Camero Mesa
Queens of the Stone Age es el resultado de la conjunción de Josh
Homme y Nick Oliveri, dos músicos inquietos y que se ríen de
todo. Hasta de ellos. Hartos del encasillamiento que suponía
formar parte de una banda mítica cuando todavía estaba viva, las
cabezas pensantes de Kyuss, grupo que originó y luego encauzó lo
que se ha dado en llamar stoner rock, disolvieron la formación
en 1995. Sólo cinco años bastaron para que la banda madre del
stoner se forjara una etiqueta de grupo de culto que alimentaría
la leyenda tras el punto y aparte creativo de sus autores.
En 1997, Homme y Oliveri empezaron a escudriñar el proyecto que
en 1998, con su disco homónimo, se haría realidad bajo el nombre
de Queens of the Stone Age. Oliveri, que en esa época tocaba el
bajo con el grupo punk Dwarves y su eterno compañero guitarrista
contactaron con el batería Alfredo Hernández, quien ya había
tocado en la última etapa de Kyuss y por entonces trabajaba con
los laureados Fu Manchu. El fastuoso nombre, por cierto, se debe
a una avispada broma que realizó Chriss Goss, componente de
Master of Reality y productor, durante la grabación de uno de
los discos de Kyuss que él se encontraba produciendo: "Chicos,
sonáis como las reinas de la edad de piedra".
Parto discográfico
Con el disco "Queens of the Stone Age" (Roadrunner, 1998), el
grupo se adentra, ciertamente, en la dirección que de forma
jocosa señaló Goss. Con un sonido envolvente y homogéneo, casi
pétreo, Homme y Oliveri se ganaron el favor, nuevamente, de
crítica y público. El album, de primera apariencia áspera y casi
redundante, marca las bases de lo que Homme (que desdeña la
etiqueta stoner) ha definido como robot rock. O lo que es lo
mismo: riffs marcados y afilados, líneas de bajo envolventes y
ritmos de batería básicos que mantienen el tempo imperiosamente.
Heavy reducido a los huesos tanto en la estructura de las
canciones como en su ejecución.
Su primera entrega (y las anteriores, con el nombre de Kyuss)
bebe de los sonidos de Black Sabbath y Led Zeppelin -sobre todo
de los primeros- urdidos en las tardes de hastío de las llanuras
desérticas donde Josh Homme y Oliveri vivían. También oscila
entre la psicodelia y los canutos de marihuana, las melodías
cercanas al grunge y la ironía y el sentido del humor de los
padres de la criatura; entre el sonido americano de Grand Funk
Railroad y las cadencias de los alemanes Kraftwerk y Can. A
pesar de la aparente linealidad del disco, que comienza con tres
temas que elevan alto el listón sonoro, las canciones reflejan
las distintas influencias de los músicos. "You would know", con
su ritmo robótico, mecánico y casi minimalista, ofrece las
líneas maestras del mencionado robot rock que termina con un
ascendente punteo de sonido sucio que completa uno de los
mejores temas del disco. Mientras que canciones como "Walkin´ on
the sidewalks" muestran el sonido más próximo del grupo al
grunge, en especial de los primeros Soundgarden, influencia más
que evidente de la formación. En "You can´t quit me baby", el
elegante sonido analógico de los años setenta termina de
completar un conjunto de canciones que tras atentas escuchas
entrega más matices de los que parece indicar si éstas se quedan
en un nivel más superficial.
Parabienes
mediáticos
Acogidos con fervor en su país de origen, Estados Unidos, por
una crítica que cayó rendida a sus pies y los elogios de grupos
punteros como Smashing Pumpkins, Hole, Rage Against The Machine
y Bad Religion, han conseguido uno de los éxitos más
arrolladores de la música underground norteamericana desde que
Nirvana hizo su aparición mediática a principios de los noventa.
Homme y Oliveri, que son poco amigos de piropos y etiquetas, han
seguido experimentando a lo largo del tiempo al margen de Queens
of the Stone Age. El bajista sigue grabando ocasionalmente con
Dwarves y con Homme comparte improvisaciones y versiones en
Desert Sessions, experiencia en la cual, a modo de jams
sessions, dan rienda suelta a su esquizofrenia musical con
amigos de otros grupos, y en Mondo Generator, donde desarrollan
su lado más punk.
.
Capítulo aparte merece la tendencia irreverente y burlesca de
los antedichos. Si bien Oliveri tiene fama de ser un auténtico
lunático (fue detenido en el festival Big Day Out tras agredir a
un miembro de Terrorvision y estuvo a punto de repetir en Brasil
tras tocar desnudo en el Rock in Rio para responder a las
provocaciones de un grupo de neonazis), su compañero no le va a
la zaga, a pesar de su aspecto de sano universitario aplicado.
Uno de los elementos recurrentes en sus letras son las drogas,
que le han costado no pocos disgustos con la rígida censura
norteamericana. De hecho, el stoner rock, también llamado biker
rock, está indisolublemente asociado a cierto tipo de sustancias
ilegales, tales como la marihuana o el éxtasis. Además, la
traducción más cercana de stoner rock viene a significar algo
así como rock colocador. Ante el nuevo sambenito al que se tuvo
que enfrentar Homme, éste respondió con "Feel good hit of the
summer", canción de su último disco cuyo estribillo enumera,
ambigua e irónicamente, una generosa lista de compuestos
prohibidos. Es la particular manera del guitarrista de hacer
frente a los escándalos y a las malas famas al uso.
Lanzados
En el año 2000 aparece "Rated R" (Interscope Records),
denominación que en Estados Unidos indica que las letras son
inoportunas para compradores de edad temprana. Seguimos con el
cachondeo. Dejando a un lado bromas, ironías y provocaciones, el
disco es recibido de nuevo con loas por la prensa musical.
Frente al primero, más compacto, éste se muestra mucho más
ecléctico y con una importante labor de producción -a cargo de
Chriss Goss y Homme-, más compleja que la de su debut. En esta
segunda entrega hay un auténtico desfile de colaboradores que
refuerza aún más los matices del disco. La voz de Rob Halford,
ex vocalista de Judas Priest, aparece en el tema "Feel good hit
of the summer", en el cual, lejos de los registros habituales de
Halford, se intuye en el ambiente el espíritu más arrebatado de
Nirvana. Completan la lista Gene Trautman, batería de Desert
Sessions, Dave Catching (también batería), el propio Chriss Goss
tocando todos los instrumentos posibles y Mark Lanegan, cantante
de Screaming Trees.
El nuevo repertorio vuelve a regalar nuevos himnos y constituye
uno de los discos de rock de mayor calidad del año. "Auto
pilot", cantada por Nick Oliveri como si un cuelgue galáctico
sufriera y acompañada de punteos de guitarra que parecen
quejarse precede a una excelente "Better living through
chemistry" que reproduce un estribillo inspirado en la canción
"Crying" de la islandesa Björk e introduce uno de los momentos
álgidos y más psicodélicos del disco. La voz potente y áspera de
Lanegan en "In the fade" hace subir considerablemente puntos en
el resultado final de la canción y del album, que termina con la
espléndida "I think I lost my headache" y su riff marca de la
casa que ha construido Queens of the Stone Age con la ayuda de
Black Sabbath. Un obsesivo y delirante duelo de trompetas cierra
el disco y vuelve a recuperar el dolor de cabeza que Homme y
Oliveri creían haber perdido al principio de la canción. El
primero ya ha avisado: en la próxima entrega volverán a
despistar al personal.
Más de un millar de bandas y
artistas con página informativa en IndyRock magazine
INDYROCK MAGAZINE
CONCIERTOS
Agenda
FESTIVALES
Agenda
ANUNCIOS
Tablón
CONCURSOS
Rock, pop...
PRODUCTORAS
Salas, estudios,
locales...
GRUPOS
En IndyRock