Fragmentos
del concierto de Quique González en el Auditorio Manuel de Falla de Granada el 12 de
marzo de 2022. Imágenes tomadas con autorización de prensa para Indyrock Magazine.
Videos: Luis Miguel Albarracín.
Vídeo
II - Fragmentos del concierto de Quique González en el Auditorio Manuel de Falla de
Granada el 12 de marzo de 2022. Imágenes tomadas con autorización de prensa para
Indyrock Magazine. Videos: Fran Karmona
Imágenes del
concierto de Quique González en el Auditorio de Atarfe, Granada, en 2010. Bloque de
vídeo grabado y emitido con autorización de prensa para el programa de televisión
Evasión-IndyRock (Diario IDEAL, grupo Vocento) e Indyrock Magazine. Vídeo realización:
J. E. Gómez
Imágenes
del concierto de Quique González en el Festival Oxfam, Marcena, Granada, Bloque de
vídeo grabado y emitido con autorización de prensa para el programa de televisión
Evasión-IndyRock (Diario IDEAL, grupo Vocento) e Indyrock Magazine. Vídeo realización:
J. E. Gómez
Quique
González, un tema con Miguel Ríos, en el concierto Oxfam en favor de Nicaragüa, Mayo
de 2008. Maracena, Granada. Bloque emitido en el programa de televisión Evasión e
IndyRock Magazine. Imágenes: J. E. Gómez
VÍDEO COLECCIÓN DIRECTOS, QUIQUE GONZÁLEZ EN INDYROCK
Granada, 2022 * Granada 2010 * Festival Oxfam * Festival Oxfam + Miguel Ríos
Crónica
EL VIENTO VUELVE AL VÓRTICE
Teatro Circo Price, Madrid – Inverfest 2022
23 de marzo 2022
Por SENDOA BILBAO * INDYROCK
Todo había cambiado salvo el viento, la calle mojada, el cielo roñoso, abrigos, semáforos,
coches. Los bares a un lado y enfrente del Circo Price sacaban partido a los minutos previos
al concierto de Quique.
Barras y aceras colmadas de melómanos apurando las últimas cervezas antes de entrar.
“Esta vez sí” decían recordando cómo el pasado 14 de enero horas antes se venía abajo el
evento por un contagio de Covid en el equipo. Responsables de Inverfest
avisaron con premura y diligencia a todos y cada uno de los invitados.
Esta vez sí, nos decíamos en la cola sabiendo que ahora todo siempre pende de un hilo. Estamos
dentro. Bajo al patio para sacar fotos en las primeras canciones. Adivino la formación
observando la disposición de los instrumentos, vislumbro la cuadratura de un piano y hammond
siameses, detrás un enorme contrabajo a contraluz, batería un lado y guitarras entre las
bambalinas. Se apagan las luces.
A tres metros de la pista reafirmo mi compromiso con este disco, el más especial para quien
les escribe por el momento en el que llegó, porque consiguió reparar algunas fugas y arreglar
la conexión con la música en directo y las entrevistas
presenciales, como la que le pude hacer a Quique en IndyRock hace apenas unos meses. Sur
en el Valle habla de esos vientos de hoy y de cómo los cabalgamos para hacer
que duelan, pero no duelan como antes. (...)
FOTOGALERÍA; QUIQUE GONZÁLEZ. MADRID CIRCO PRICE MARZO 2022. FOTOS: SENDOA BILBAO
(...)
Esperaba un recital de teatro, una actuación quizá más grave acorde con los arpegios más
crudos y graves del disco, pero bien sabía Quique González que necesitábamos fuego y tracción,
ese groove tan presente en el disco. Tenía grandes canciones y una super banda, así que no
tembló e hizo todo lo posible para que no parásemos de marcar el ritmo y para que finalmente
nos levantásemos del asiento radiantes y felices en las últimas canciones.
Nos daba la bienvenida con la instrumental y reposada “Canción Mixteca” interpretada por Ry
Cooder junto a The Chieftains, al fondo un crepúsculo ocre. Entraba la banda, Edu Olmedo a la
bateria, Diego Rojo al bajo y contrabajo, Toni Brunet a la guitarra y Cesar Pop al piano y
guitarras y el gran Raúl Bernal al Hammond y acordeón.
El interprete saludaba enérgico al publico mientas sonaban las primera notas de la canción
“Sur en el valle”. Primero, guitarra y voz, dos, tres estrofas y de pronto entraba la banda
delicada, suave y después contundente y rítmica. Perfecta carta de presentación para dar a
conocer el sonido y compenetración de la banda. Su voz asciende hasta la fila más alta de la
grada.
“Lo perdiste en casa” fue la muestra de que la leve luz de una frágil melodía puede iluminar
la profundidad del abismo más profunda. El punteo de Brunet borda esas escenas tan nuestras en
las que pensamos en alguien, en las que volvemos de trabajar, en las que salimos a fumar, en
las que ardemos y nos rompemos. Quique nos observa, comprende y con su voz en off nos
hace entrar.
Como si reprodujéramos el disco desde el principio nos presentan el tercer corte “Amor en
Ruta” que me recuerda al “Fancy Funeral” de Lucinda Williams. El contrabajo de Rojo lo domina
todo y parece que la canción termina en un abrazo entre voz, guitarra y hammond. Una pausa
para coger aire y de repente todo sube hacia una catarsis sónica que fluye por todo el circo.
Observo el juego de luces iluminando los asientos como el sol que traspasa las ramas de los
árboles. Ya estamos en camino.
Subo al piso de arriba donde me espera mi asiento. A mi lado, otro como yo, libreta en mano y
escribiendo a oscuras. Me dice entre “luego llegaremos a casa y no entenderemos nada…”.
Es nada menos que Daniel Hernández del magazine musical SoloRock y músico en
la banda Elpuntomuerto, grupo indy madrileño de culto. Me regala su
disco y yo le ofrezco una chapa de “La ley fosfórica”. De alguna manera ya estamos hermanados.
Aprovechando la perfecta cohesión entre trama y melodía, entre banda y cantante, entra
pletórica “Pájaros mojados”. El público se revuelve en el asiento y hace constar su entusiasmo
replicando con pies en las tabla y atizando palmas.
Se van desgranando “Caminando en círculos”, “La fábrica” y “Parece mentira” con la que explica
al público cómo ciertas obras viven en un proceso creativo continuo: “algunas de estas
canciones recuperadas y con nueva envoltura instrumental les he sumado letra que sentía que
siempre había faltado. ¡Lo digo para que alguno no piense que me he olvidado de la letra!”
Como un perfecto cruce entre el songwriter y bluesman emerge “Betty” en un diálogo entre piano
y Hammond que nos avanza la ruta hacia “Daiquiri Blues” en la que Brunet y González conversan
con sus dos guitarras acústicas que marcarán el paso para que la armónica irradie en la sala
con “Alguien debería pararlo”.
El tremolo y el chorale de Raúl Bernal brilla en canciones como “Jade” donde sus manos van
bailando entre tecla y tecla, se levanta y gira el teclado mientras Diego Rojo golpea con los
puños plato y chaston.
Entre el funky y groove de “Su día libre” o “Detectives” se intercalan las delicadas versiones
de “Te tiras a matar” y “Tornado” que suena tal y como le imaginaba. Hondas, graves y rotundas
. Como paradas en la cima desde las que avistar la vereda correcta.
Con “Salitre” el publico se viene más arriba aún.. Es curioso como en este caso es el
estribillo el suena más desnudo que el resto de las estrofas y es el público el que lo arropa
mientras Bernal les envuelve con la acordeón.
Me alegra ver que de vez en cuando Quique González suelta la guitarra y mueve las manos como
un crooner, es el caso de “Me mata si me necesitas”. Con un juego de luces se convierten en
una banda de club. Quique quiebra la voz y Cesar Pop se rompe al piano.
Hacen un alto para dar paso a la siguiente canción “un homenaje a uno de los mejores letristas
de lengua castellana, Rafael Berrio”. Algunos aplaudimos. Nos cuenta que Raúl Bernal se
encuentra inmerso en la creación de un disco de canciones de Berrio interpretadas por otros.
Quique nos muestra su adaptación casi tropical de “Considerando” del último disco Berrio “Niño
futuro”.
Abandonan el escenario después de “La casa de mis padres” en la que vuelve a empezarla solo
para después envolverla entre todos con la voz en alto, fuerza sonora, psicodelia y luces
rojas.
Retornan al escenario presentando a todo el equipo delante y detrás del concierto para rematar
las últimas cuatro canciones. “Miss camiseta mojada”, “Puede que me mueva” que hace temblar
con el bajo y estamos casi bailando con los pies, “Y los conserjes de noche” donde se luce a
la armónica y “Vidas Cruzadas” con la que ya el Price se levanta a cantar y agradecer en un
larguísimo y ensordecedor aplauso. Vuelve a sonar la Canción Mixteca ahora en la voz de Los
Igualados, una banda originaria del El Valle de Texas.
Daniel y yo salimos a la calle casi del brazo y no nos vamos de tragos porque es miércoles y
mañana madrugamos. Nos contamos la vida y nos despedimos. Yo vuelvo por la calle Miguel Servet
hacia Macanudos pensando como el Sur transformo también Madrid en un par de horas. Como ese
vendaval que se vislumbra a lo lejos fui entrando poco a poco en el disco, después hablé con
su autor y comprendí, entonces entré y me dejé llevar, hice mías sus canciones como hacía
mucho que no me pasaba.
El viento vuelve al vórtice y cierro un círculo que pocos músicos marcan. Pocas veces un autor
en castellano deja su firma en cada uno de los detalles, pocas veces la propuesta en directo
es tan coherente con el disco, pocas veces las transformaciones que ocurren en forma y estilo
empaquetan tan bien la trayectoria de ayer, hoy y mañana. Gracias Quique por el compromiso con
tu esencia, el tiempo que vivimos, tu sonido y tu público.
QUIQUE NOS ACARICIA EN EL SUR
Granada, Auditorio Manuel de Falla, 12 de marzo de 2022
Organiza: Proexa
LUIS MIGUEL ALBARRACÍN * TEXTOS, FOTOS Y VÍDEOS
Hay conciertos de obligada asistencia, entre los que siempre marcamos con una equis en el
calendario los de Quique González. Si le sumamos actuar en el Auditorio Manuel de Falla, la
presentación de su nuevo disco ("Sur en el valle"), que pide intimidad y cercanía, y unos
músicos con sensibilidad para semejante ocasión, el regusto que dicha cita nos deja es de
satisfacción absoluta. (...)
FOTOGALERÍA: AUDITORIO MANUEL DE FALLA, 12 MARZO
2022. FOTOS: LUIS MIGUEL ALBARRACÍN * INDYROCK
(...)
Quique conduce con velocidad de crucero desde hace mucho tiempo. Apuesta por los medios
tiempos, se siente como en casa viajando por ellos. Así que tras la música que anunciaba el
inicio de su actuación la súper banda formada por Toni Brunet (guitarras y productor del
disco), Edu Olmedo (batería), Diego Rojo (bajo y contrabajo), y nuestro querido Raúl Bernal
(teclados y Hammond), marca con elegancia las líneas de la carretera por las que la furgoneta
GMC Vandura de Quique debe circular.
El madrileño dio un repaso a toda su discografía, cohesionando temas de todas las
épocas y creando más introspección si cabe con las canciones de "Sur en el valle". De esta
manera, pudimos ver a Raúl tocando el acordeón en "La fábrica", nos deleitamos con los coros
de Bernal y Brunet, arropando la voz de Quique de forma magistral, o sentimos que los
conserjes de noche siempre están presentes con armónica final del señor González merecedora de
mención.
Una de las canciones más aclamadas fue "Salitre", con acordeón incluido y las
palmas del público, con un "toco aquí en Granada" por parte de Quique que
estremeció a todos. Sus temas cambian en un alto porcentaje de una gira a otra, y del
concierto de ayer al de hoy también hay diferencias. Además, ha querido rescatar para el
directo temas que no han sonado tanto como otros. Por ejemplo, con Betty regresamos a su
"Avería y redención", una perla menos conocida de su repertorio.
Los cambios de guitarras de Toni y Quique son constantes. Unos temas armados con
tanta delicadeza necesitan de ropajes adecuados. Como la noche tuvo un poco de todo, también
hubo lugar para recordar al tristemente fallecido Rafa Berrio. "Considerando" es la versión
que Enrique ha incluido en un disco homenaje producido por el murciano-granadino Raúl Bernal,
que una vez más se levantaba del taburete para llevarnos a los grandes momentos del rock and
roll.
A pesar de que el show se presagiaba reflexivo y comedido, la mecha también se
encendió en determinados momentos, teniendo su espacio temas con arreglos rock, como fue el
caso de "Kamikazes enamorados", en los que el público quería acompañar al músico y así
demostrarle todo su cariño.
Las dos horas que Quique acaricia las cuerdas de su guitarra nos hacen sentir
vivos, ahora más que nunca. Para dejar el buen sabor de boca por todo lo alto, optó por "Puede
que me mueva", una preciosa "Y los conserjes de noche" en modo jam session, y el único tema en
el que Quique se colgó la guitarra eléctrica, "Vidas cruzadas". Sin duda, un concierto de
obligada asistencia para todos los que forman parte del ejército del rock. Los conciertos son
para saborearlos antes, durante y después de ver al artista en directo. En este caso se ha
cumplido plenamente.
DICIEMBRE 2021
AUDIO ENTREVISTA * PODCAST* CON QUIQUE GONZÁLEZ
Con la cercanía de la Navidad, IndyRock quiere hacerte un regalo especial, una entrevista, una
conversación con Quique González, grabada en Madrid, una charla personal e intimista con
Sendoa Bilbao en uno de los locales a los que, hace años, acudía de forma habitual.
Recibimos a Quique en el pub Horacio en el barrio Conde Duque en Madrid, otro de los tótems de
la música negra y underground del foro.
Empieza la entrevista:
"DEJAR QUE LAS CANCIONES ENTREN EN CASA COMO ESE VIENTO DEL SUR, IMPREDECIBLE Y DENSO"
“Sur en el valle” es uno de los mejores discos de Quique González. Eso sí, no es de los que se
pueda juzgar en la primera escucha. Hay que darle tiempo y dejar que las canciones vayan
entrando en casa como ese viento sur, impredecible y denso por los prados norteños.
Entrevista en el pub Horacio, Madrid
Los discos reflejan el tiempo que transcurre desde que componen las primeras estrofas, Quique
nos muestra escenas de en casa, paseos por campos pasiegos, preguntas alre y silencios sobre
una banda en completa cohesión, sonando sosegados y maduros.
En canciones como “Tornado” o “Amor en ruta” se filtran hilos de la fatiga que ha
marcado el clima que hemos vivido estos últimos tiempos. Ante tantos discos y proyectos
positivistas se agradecen letras que vayan acorde con la realidad de los tiempos y no eviten
hablar del dolor.
La banda suena como viejos bluesmen respondiendo a los silencios con finas líneas de
instrumentación, recursos creativos, diálogo entre músicos, la voz de Nina, un Wurlitzer y
mucho, mucho Groove.
Quique González y Sendoa Bilbao
'SUR EN EL VALLE',
Álbum 2021
Quique González alcanza el Nº2 de las listas de ventas con “Sur en el valle”.y el nº1 en
vinilos
El pasado 1 de octubre se publicaba “Sur en el valle” (Cultura Rock Records), el decimotercer
disco de Quique González. Un álbum en el que el compositor, tras más de dos décadas de
trayectoria, volvía a entregarnos una nueva colección de canciones tras "Las palabras vividas"
(2019).
Gracias a la fidelidad de los seguidores que Quique ha ido sumando a lo largo de su carrera,
“Sur en el valle” ha conseguido llegar al número dos en la lista de ventas oficial de los
álbumes más vendidos en nuestro país, alcanzando el número uno en la referida exclusivamente a
vinilos.
QUIQUE GONZÁLEZ, HISTÓRICO EN INDYROCK
CRÓNICAS, FOTOGALERÍAS, COMENTARIOS
FOTOGALERÍA: CONCIERTO EN EL GRAN TEATRO DE ELCHE, ALICANTE.
20 ABRIL 2017. FOTOS: EMILIO PASTOR * INDYROCK
NOTAS
QUE FORMAN MARAVILLOSAS CANCIONES
Quique González
& Los Detectives
Se palpaba la expectación en los interiores del Gran teatro de la ciudad alicantina de
Elche, que recibiría a Quique y los suyos entre vítores para comenzar entre algodones la
segunda parte de una gira presentación de un brillante último disco, llamado "Me mata
si me necesitas"
22 de abril de 2017.
Gran Teatro de Elche, Alicante
Crónica por Sonia Rodríguez / IndyRock
Fotos por
Emilio Pastor / IndyRock
A los pocos minutos de la hora fijada, 20´30h, un escueto juego de luces nos deja entrever un
escenario que evoca una calle casi a medianoche. Una cineasta calle donde los poetas sueñan,
entre viejas farolas de neón y una icónica cabina de teléfono, uno de esos escenarios que
habitan en películas de detectives donde imaginamos también a poetas trasnochados vomitando
sus sentimientos sobre desordenadas notas que terminan siendo canciones.
Por este ensoñador escenario se dejan ver despacio, casi de puntillas, los 6 músicos que
forman Los Detectives que dejan paso libre al protagonista de la noche; por el contario Quique
González sale raudo, sonriente y por la rapidez con que se enfunda la guitarra, parece
con ganas de demostrar a que vino aquí.
Comienza el show con "Sangre en el marcador" y "Se estrechan en el corazón" ambos de este
último trabajo suenan potentes en su función de rompehielos destilando un rock sucio con olor
a tabaco rubio que fácilmente se acompasa a golpe de tacón.
Tras el brillante inicio, Quique templa el pulso y presenta con todos los honores a la voz
femenina que le acompaña, así Carolina de Juan pasa a ser La Gran Nina. Apostada
momentáneamente en la primera línea del escenario nos dejaría asombrados con su voz
aterciopelada y dulce a la vez en "Charo" ; tema que fue elegido como primer single
promocional de este álbum .
Tras el primer round dedicado exclusivamente a este último trabajo "Me matas si me necesitas",
es tiempo de echar la vista atrás y repasar los clásicos del extenso historial del rockero
madrileño afincado en Cantabria. Sonaron, entre otras, las celebradas "Donde está el dinero" y
"Te lo dije" con un clímax menos regio y algo mas desenfadado en el seno de una estática y
sobria banda de gusto exquisito que, arropaba al artista que gozaba de una calidad de sonido
formidable. Innegable la entrega y la calidad de Pepo López a la guitarra solista y la
versatilidad de Edu Ortega (lo mismo se enfundaba una guitarra eléctrica o acústica, que los
más inusualmente mandolina o violín sin temblarle el pulso en ello).
A los 45 minutos de show comienzan a sonar los acordes que nos harían llegar a uno de los
momentos cumbres de la noche. "La Ciudad del Viento" puso al público en pié rompiendo así el
estricto corsé de las normas del teatro, brazos meciéndose al aire mientras se alzan las voces
conduciendo así a la primera hora de recital con el corazón del respetable a la merced de
Quique González .
Tanto es así que decide hacer una gran apuesta, justo cuando la sangre galopa en las
sienes y las emociones están a flor de piel se queda sólo en el escenario. El compositor
clama al silencio robándole arpegios a su acústica en un desierto escenario donde Nina se
desconsoló con "De haberlo sabido"; una sensación de frío y culpa enmudeció el antes
envalentonado graderío. Culmina el tema un majestuoso violín al que da alas un inmenso Eduardo
Ortega, que se corona como fiel escudero de nuestro Quijote particular. Acto seguido el
respetable, saliendo de su estupor, rompió en una desatada ovación tras el órdago sensorial
lanzado por el artista del que salió mas crecido si cabe.
De vuelta al nuevo trabajo arranca con la auto-aclamada canción favorita del grupo
"Orquídeas", le seguiría mas adelante "Me mata si me necesitas", para llegar al final del show
con la cruda "La casa de mis padres" donde se despiden para un obligado descanso momentáneo
tras 80 minutos de concierto.
Tras el breve descanso, aparece en el escenario Quique arropado por su guitarra acústica y
Eduardo Ortega al violín para ponerse mano a la obra con "Aunque tú no lo sepas", canción
que escribió para Enrique Urquijo y dónde nació su amistad con Edu, entonces miembro de Los
Problemas, banda que acompañaba al malogrado artista.
Tras varias canciones en un estrecho margen de 20 minutos donde se dá rienda suelta a la
calidad musical de los miembros de la banda y una acalorada demostración de armónica vuelven a
despedirse y en este tiempo me queda claro por lo vivido, que las gratas sensaciones sobre el
nuevo disco se confirman; los nuevos temas no solo funcionan, si no que destacan convirtiendo
"Me mata si me necesitas" en un disco referencia dentro de la carrera de Quique González &
Los Detectives ..¡y por qué no decirlo!, el mejor disco en años de la carrera del madrileño.
De nuevo a la palestra avasallan con "Pequeño Rock`n`roll", donde incendian de nuevo el ánimo
del teatro, no bajando el clímax con " Kamikaces Enamorados", tras la que sigue una larga
ristra de presentaciones, halagos y gratificaciones. Un recuerdo a las tierras que tan bien
los acogieron en su gira americana con "México" y ya con "Vidas Cruzadas" pusieron el punto
final a 125 minutos que se resumen en un notable alto donde sólo en este último set bajó el
pistón la calidad del sonido y la edulcorada elección de temas que fueron muy celebradas por
el público pero que a gusto particular distan bastante de la redondez de este gran último
trabajo que rebosa madurez , una madurez que no entiende de modas y donde sin las consabidas
presiones el artista ha sabido crecerse y moverse como pez en el agua dejando claro que hay
Quique para rato.
galerias/quiquegonzalez/data1
Fotogalería
del concierto de Quique González en la Sala El Tren en Granada, el dia 6 de diciembre 2009,
Sala El Tren. gira 'Daiquiri Blues'.
Fotogalería por: Alejandro Aguilar
'Quique
invade Granada con sus emociones'
14 de mayo 2015. Teatro Caja Granada
Por Luis Miguel Albarracín / IndyRock
A las once menos veinte de la noche, como si fuera un club nocturno cualquiera, dio comienzo
el intimísimo show del gran Quique González. Con una sala llena, en la que sólo quedó sin
venderse una entrada, el escenario contaba con tres guitarras acústicas afinadas de diferente
manera, un piano, una chimenea que hacía más
acogedora la estancia y unas luces que contenían más si cabe las emociones venideras.
El público de Quique es fiel a su artista, tiene la suerte de salir a las tablas con el
partido ganado. Con una chaqueta, camisa azul, pantalón ceñido y botas marrones puro estilo
rock and roll apareció el cantautor afincado en Santander. Un oleaje que mecía suavemente a
fans y no tan fans que duró dos horitas que se pasaron volando.
Venía para presentar su gira "Carta blanca", en la que su parroquia le pide temas
de toda su carrera a través de las redes sociales, y también susurrándole en sus shows las
joyas que más desea su hinchada. De todas formas, el músico también elige a su antojo lo que
quiere tocar, siendo el resultado una miscelánea entre
lo que desean, lo que siente y lo que sucede.
Como pistoletazo de salida, se colgó su guitarra acústica y regaló "Clase media".
Perfecta. Dulce, sigilosa, sugerente. Canción redonda. Tiró mucho de su "Salitre 48", un disco
que gana mucho en el cuerpo a cuerpo, donde sus golpes son más certeros. "Crece la hierba" fue
la primera de ellas.
A continuación cambió de tercio. Sentado frente a su piano, llegó la primera
petición. La elegida fue "Nos invaden los rusos". Sus canciones se enriquecen acariciando las
teclas. Quique pidió que el público se soltara un poquito más, y empezó a aumentar el
calorcillo. "Pequeño rock and roll" sonó como música celestial, para
volver a la guitarra con "Bajo la lluvia", una composición preciosa con encanto propio. "Día
de feria" dio paso a "Palomas en la Quinta", con un Quique pegado a una armónica, llevándolo
en volandas una sala que empezaba a dar sus primeras palmas. La noche fluía cada vez mejor. De
"Avería y redención" cayeron entre otras
"La cajita de música", con la que se pasaba de nuevo de la guitarra al piano.
El tiempo se paró. Nada más importaba. Acurrucados como en el sofá de casa la conexión
artista-público era total. Contando en la sala con la presencia de Jose Ignacio Lapido, Raúl
Bernal y Víctor Sánchez, alguien pidió "Algo me aleja de ti" al piano. Imposible no tocarla.
Quique se crece al mando de las teclas, incluso más
que con la guitarra. Maravillosa. Porque un músico de club se crece en las distancias cortas.
De paso tuvo unas palabras de agradecimiento para su "pandilla canina", por haber crecido con
la gira "Soltad a los perros" tanto a nivel profesional como personal. Atacó con "Avería y
redención" y con "Hotel solitarios", pedida en
directo, a la que el madrileño contestó con un "es una pregunta de examen". Aquí hizo un
pequeño monólogo sobre cómo se gestó el tema, en un ambiente distendido, entre risas y con una
complicidad total con sus seguidores.
Quique había sonado en Granada no hacía tanto en su gira junto a Lapido,
electrificada y triunfadora al mismo tiempo. Pero su descarga en acústico fue igual de bella,
puede que más. La sala transmitía el contexto necesario. El señor González dijo que deseaba
volver a sus inicios, cuando los garitos eran su hábitat natural, y
tras nueve discos a sus espaldas, lo ha vuelto a hacer. Con un diez.
Canciones que erizan la piel. "Rompeolas" es un claro ejemplo de ello. Como se
trataba de crear un cajón desastre, y había lugar para todo, fue el momento de "El día de año
nuevo", una cara B de "Clase media" grabada en Barcelona con la ayuda de Ricky Falkner.
Al frente de su armónica se quedó con el "Avión en tierra", de nuevo un tema para
enmarcar, al igual que la mayoría de ellos. "Los desperfectos" dio paso a "Suave es la noche",
otra vez acompañada de palmas. Y de nuevo un tema sublime que daba paso a momentos
inolvidables. "La luna debajo del brazo" alcanzó la orilla,
el marinero remó "Y los conserjes de noche" hicieron el resto. Gran momento por la emotividad
que desprende, y por pertenecer a su primer álbum, "Personal".
Por desgracia, Quique no podía pasar toda la noche tocando en el club, así que
cada vez quedaba menos. Todo se daba para que lo bueno estuviera por llegar. Y así fue. Qué se
puede decir de "Dallas-Memphis", otra joya que su público disfrutó de lo lindo. Y para
concluir "Salitre", de nuevo acompañada de palmas, con la
que se retiró para volver con más emociones.
"Kid chocolate" abrió el primer bis, era la hora de salir a por todas. Para ello
sacó de su cajón "Aunque tú no lo sepas", con el recuerdo siempre de Álvaro Urquijo y sus
"Problemas". A "Delantera mítica" le puso alas, volando libre y fresca. Volvió a su piano y
esta vez la elegida fue "Días que se escapan".
De nuevo abandonó el escenario. La chimenea todavía mantenía sus llamas intactas,
y Granada necesitaba más poesía. Nueva sorpresa en tan tremenda noche. De pie, con su guitarra
acústica colgada al más puro estilo Woody Guthrie-Bob Dylan, acompañado de su armónica, tocó
la fibra sensible de los suyos todavía más.
"Pájaros mojados" era cantada por todos. Pero el momento más espectacular no había llegado.
Con su última canción, "Vidas cruzadas", se armó de valor. Desenchufó su guitarra, se situó al
borde del escenario, sin micro, solo, como los grandes. Su canción dejó de ser suya. Ya era de
todos. Y con este broche final acabó una
velada llena de sabores para todos los gustos, pese a que sus canciones cuentan historias
cotidianas que muy a menudo no dejan felices a nadie
Quique
González - Lapido: Estado de gracia
28 noviembre 2014. Auditorio Manuel de Falla
Por Luis Miguel Albarracín / IndyRock
Ante el penúltimo concierto de la gira “Soltad a los perros” la acogida no pudo ser mejor.
Aunque es en Sevilla donde la dupla Lapido-González termina su gira, Granada es mucha Granada,
y el ex 091 triunfó como antaño. Con un “localidades agotadas” en las puertas del Manuel de
Falla todo quedaba por disfrutar. Con una
mezcla de edades y patillas por aquí y por allá, a las nueve y diez de la noche comenzó
todo. Un auditorio repleto hasta la bandera deseaba ser uno más de la banda que ha hecho las
delicias de muchos por varias ciudades españolas.
“Ladridos del perro mágico” y “La luna debajo del brazo” dieron el pistoletazo de
salida. A las primeras de cambio, con el sarcasmo característico de Lapido, éste dio las
gracias a todos los presentes por haber elegido su show antes que el de Maldita Nerea o
el tan ansiado Black Friday. Malafollá granaína en estado puro.
“El carrusel abandonado” sería la siguiente perla en aparecer en escena, con una nueva
introducción que saboreaban los fieles fans de ambos músicos. Quique aprovechó para dar las
gracias a todos por su asistencia, contando un poquito del proyecto que se gestó comiendo en
el Albaicín mientras contemplaban la Alhambra, y
que se ensayó en Capileira durante cinco días, en la bonita Alpujarra granadina. “Me
agarraste” la interpretó Lapido, porque cantaban más las composiciones del otro que las de uno
mismo, un ejemplo de generosidad y diversión con todas las de la ley. A continuación vendría
uno de los temas más logrados del granadino, “Luz
de ciudades en llamas”, al que siguió “Se equivocaban contigo”, ésta del madrileño afincado en
Santander. “Deslumbrado” la atacó Jose Ignacio, quedando como si fuera suya, porque la
conexión y la química eran tremendas.
Paulatinamente se fue rindiendo homenaje a la banda, pero no todos a la vez. Cada equis
tiempo se mencionaba a uno o dos de los componentes de la formación. Así, el primer músico
presentado por Quique fue el murciano Raúl Bernal, teclista de Lapido que crece cada vez más y
que se hizo indispensable. Más tarde
llegarían las menciones a los demás integrantes de esta súper mega band. Ricky Falkner al
bajo, prestigioso productor entre otros de Niños Mutantes, y el único de los músicos que no
pertenece ni a Lapido ni a González. Por supuesto, el inseparable guitarrista del poeta
eléctrico, el sempiterno Víctor Sánchez (que
próximamente sacará disco en solitario); por parte de Quique González forman la banda Pepo
López a la guitarra y Edu Olmedo (componente de Señor Mostaza) a la batería.
A parir de aquí llegó el grueso de la actuación. Todo empezaría con “Antes de morir de pena”,
a la que siguió “Kid chocolate” que sirvió para que Lapido sacará lo mejor a su Gibson SG y
dejara a todos con la boca abierta. Las bromas y la complicidad fluían de forma natural, entre
ellas cuando González y Lapido hablaron del
boxeador malafollá, que para eso estábamos en Graná. El momento más rock se hizo presente con
“Hotel Los Ángeles”, con un Quique sin guitarra y balando como le daba la gana. Momento súper
divertido. Se volvió a medios tiempos con “En el backstage” con un solo de Jose Ignacio para
quitarse el sombrero, y “El más allá”,
una de las canciones favoritas de González, según él mismo confesó. “Dallas Memphis” puso el
toque más country de la noche, con Quique tocando la armónica a lo Dylan. Lapido presentó una
canción grabada hace cinco años, en la que el autor de “Los conserjes de noche” aportó con su
voz su granito de arena: “En medio de
ningún lado”. Los siete músicos sonaban como una verdadera banda, muy compacta y solvente. Me
recordaron mucho a las actuaciones del Grupo de Expertos Solynieve por su amor a la música y
no a otro tipo de intereses.
“Clase media” también fue muy bien recibida, al igual que “Algo me aleja de ti”, una verdadera
joya que desprende tanta esencia como verdad. “De espaldas a la realidad” quedó perfecta en
directo, al igual que “Cuando por fin”, con un Quique sintiéndose el rey de la pista, un solo
de Lapido espectacular, y unas palmas del
público que llevaba en volandas a una banda en estado de gracia.
Tras hora y media de buena música, el grupo se despidió de sus seguidores. Entonces apareció
Quique González con su guitarra acústica y su armónica, solo ante el peligro. La canción que
iba a tocar se la dedicaba a Raúl Bernal, la cual nunca había tocado tan desnuda en directo.
“Nos invaden los rusos” supuso una comunión
con el público. Un silencio que mereció la pena. Como había tiempo para todo, Quique se marchó
y aparecieron sobre las tablas Lapido, Bernal y Sánchez. Ellos se dieron el capricho de
interpretar “En el ángulo muerto”, otra preciosa canción. El show empezaba a vislumbrar su
fin, pero lo mejor estaba por llegar. Con todos
sobre el escenario, González presentó lo que para él es una canción visionaria, y además una
de las últimas que Lapido compuso para 091, “Nubes con forma de pistola”. El público empezó a
corear a los Cero, y no era para menos. Además, en el auditorio se encontraba Tacho González,
mítico baterista de la banda granadina.
“Vidas cruzadas” fue otro de los temas calientes, en el que Víctor Sánchez tuvo la oportunidad
de cantar, y la verdad es que no lo hizo mal.
La banda se despidió de nuevo. Volvieron a aparecer pero el final había llegado en un abrir y
cerrar de ojos. “Cuando el ángel decida volver” y “Dónde está el dinero” fueron las últimas
joyas. Habían transcurrido dos horas y nadie iba a pedir que le devolvieran los euros
gastados. No es fácil encontrar una gira de este tipo y
menos con un público entregado y siendo profeta en su tierra. Sin duda, una gran idea que no
ha defraudado a nadie, porque la entrega y el reconocimiento de su público así lo demuestran..
El disco se graba en 2004 en el Estudio 54, de Valencia. Con su álbum debut deslumbraron a
aquellos que valoran en su justa medida la imaginación a la hora de hacer canciones pop con
las mejores tradiciones de éste -tomando como referencia los grupos de pop con guitarras;
desde bandas de los 60 como The Kinks o The Who, hasta actuales como Teenage Fanclub o Flaming
Lips, sin olvidar a pioneros de aquí como 091 o La Granja-. También contagiaron con su
`algo especial` a públicos de festivales como Contempopránea, donde su disco fue el más
vendido en los stands, merced a un directo vital y fresco que siempre ha sido una de sus
principales bazas. Lo demostraron también en su primera gira, en la que además celebraron la
edición como single de `Amable` (Grabaciones en el mar, 2004) -que contiene tres temas nuevos,
incluyendo un cover de los legendarios Gabinete Caligari- junto a su videoclip, realizado por
Juan Ugarriza, y ganador del concurso nacional Cinemad 2004, situándose meteóricamente en la
rampa de grandes promesas de la escena nacional.
Durante el 2005 continúan pisando los escenarios, tanto en salas como en festivales. El eco de
sus canciones traspasa nuestras fronteras, y fruto de ello en noviembre visitan Buenos Aires
para ofrecer varios conciertos, entre ellos en el mega festival Pepsi Music 2005, el festival
más importante de Argentina, donde comparten escenario con artistas como Megadeth,
Babasonicos, Die Toten Hosen o Los Piojos. Aparecieron en radios, televisiones y revistas
-como Inrockuptibles-, y dejaron -y se quedaron con- una sensación gratísima que en breve
esperan retomar.
Y
el chico tímido se destapó
22-11-2013 Teatro Circo Albacete
Por Javier Urrea / IndyRock
Supongo que cuando uno va a ver a Quique González a un teatro no espera una sesión de rocanrol
como la que dio en Albacete junto a su banda y es que el chico introvertido cada vez se va
soltando más, tal vez esa pantera enjaulada que colgaba en el escenario fuese una metáfora,
pero lo cierto es que esta gira Quique ha decidido volverse mas rockero.
Con una puntualidad casi exacta se apagaron las luces y apareció la banda tocando “La
fábrica”, un buenas noches y descargaron “Parece mentira”, “¿Donde está el dinero?” y “Suave
es la noche”, comienzo mas arrollador imposible. Por fin hablaba un poquito más Quique
presentando “Restos de stock” (ojito a los guitarreos
de Pepo López que estaba en su salsa) y seguidamente vino la efectiva “Caminando en círculos”
de su ajuste de cuentas. Edu Ortega soltó la guitarra para engancharse al violín y hacer
la sensible “Cuando estés en vena” y un tema que González dijo haber escrito hace muchos años
“No encuentro a Samuel”.
Con Boli ya al contrabajo, seguidamente sonaron “Palomas en la quinta” y “Pájaros mojados” que
meneó bastante a la gente (a pesar de estar sentados). Tras tocar “Hasta que todo encaje”
contaba Quique que hacía mucho que no tocaban “La luna debajo del brazo” asique los
albaceteños tuvimos la suerte de escucharla,
empezaban a salir mas clásicos desde luego con “La ciudad del viento” y “39 grados”, impecable
Edu Olmedo con el ritmo.
En ese momento Quique se quedó solo en el escenario para tocar “Pequeño rocanrol” y “Aunque tú
no lo sepas”, dos canciones en las que obviamente no necesita mucha compañía para que
funcionen. De nuevo con la banda en el escenario volvieron a repasar el nuevo disco con “Las
chicas son magníficas” y “Me lo
agradecerás”. En esto momento empezó el desfase: “Kamikazes enamorados”, “El campeón”, “Miss
camiseta mojada” y el tema que a mí más me gustó de la noche personalmente “Hotel Los Ángeles”
y es que Quique dejó la guitarra y al quedarse solo con el micrófono se transformó en todo un
Mick Jagger, desde luego esa
electricidad no me la esperaba de él y así decidieron retirarse por todo lo alto.
Volvieron al escenario con el single de Delantera mítica: “Tenía que decírtelo” que
rápidamente volvió a meter a la gente en calor y por si faltaba alguien por engancharse
cayó “Salitre” y con “Dallas-Memphis” se retiraron de nuevo. La última reaparición
vino con “Su día libre” y entonces con “Vidas cruzadas” si que se rompió
el teatro circo, no se quedó nadie sentado y los gritos de Quique inundaron el auditorio. Aún
hubo tiempo para la única canción del primer disco que está tocando en esta gira “Y los
conserjes de noche” donde la gente decidió que ya era tontería sentarse, Quique acabó con la
armónica de rodillas en éxtasis total.
Un espectáculo de dos horas y media y la gente aún con ganas de más, el chico tímido triunfó
rotundamente en Albacete y desde luego que si el concierto hubiera sido de estar de pie y con
litro en mano no hubiera desentonado para nada, González doctorado y hasta la siguiente que
vuelva por Albacete, donde ya sabe que es
un tipo querido.
Setlist
1. La fábrica
2. Parece mentira
3. ¿Dónde está el dinero?
4. Suave es la noche
5. Restos de stock
6. Caminando en círculos
7. Cuando estés en vena
8. No encuentro a Samuel
9. Palomas en la quinta
10. Pájaros mojados
11. Hasta que todo encaje
12. La luna debajo del brazo
13. La ciudad del viento
14. 39 grados
15. Pequeño rocanrol
16. Aunque tú no lo sepas
17. Las chicas son magnificas
18. Me lo agradecerás
19. Kamikazes enamorados
20. El campeón
21. Miss camiseta mojada
22. Hotel Los Ángeles
23. Tenía que decírtelo
24. Salitre
25. Dallas-Memphis
26. Su día libre
27. Vidas cruzadas
28. Y los conserjes de noche.
Octubre
2010.- Quique González nominado en los Premios de la Música a la
'Mejor canción' por 'La luna debajo del brazo' y su disco 'Daiquiri Blues', primer
lanzamiento de Last Tour Records, está nominado al 'Mejor álbum'. Asimismo, Fernando
Macaya es finalista en la categoría de 'Mejor producción audiovisual' por 'Daiquiri
Blues'.
Antología 'Daiquiri'
Coliseo Club - Atarfe
30-10-2010. Gira 'Daiquiri Blues' - Organiza: Musiserv
Crónica Juan Enrique Gómez / IndyRock Fotos Merche S. Calle / IndyRock
Hace unos años, un joven cantautor pop paseaba por los escenarios y salas de toda España a la
espera de poder mostrar sus composiciones, codearse con sus ídolos y encajar en un mundo
especialmente exclusivista y cerrado. Quique González se lo ha ganado a pulso, con las tres
"b" como armas, buen hacer, buenas canciones y buenos amigos. Ahora, a final de 2010,
con ocho discos en su haber y una gira que no puede acabar porque le piden que siga,
este cautautor roquero se ha alzado a la cumbre del pop de este país, a caballo entre la
música alternativa y el gran público, porque lo extraño de Quiue González es que ha sabido
enamorar a los 'indies', coquetear con los roqueros, y cautivar a quienes gustas de otras
músicas más fáciles (lease: Fito, Sabina...) y a pesar de que es "fácil" es la antítesis de
Quique González.
En el Coliseo Club, en la localidad de Atarfe, en Granada, Quique repetía en Granada con la
misma gira, aunque se esforzó, y mucho, en que el concierto no tuviese parecido, dentro de lo
posible, con el que ofreció en la Sala El Tren en diciembre de 2009, hace casi un año. En esta
ocasión se ha mostrado mucho más maduro,
seguro de sí mismo, con una impresionante compenetración con la banda. Sabe hacerlo, en grupo
y en solitario. Quique González, no tiene que dedicarse a su último disco para estar sobre el
escenario y calar. Es como los grandes del pop, tiene que recurrir a toda su discografía para
contentar a sus seguidores, porque su
forma de hacer, su particular Universo que ahora podemos lalamr "Daiquiri", es más que una
moda. Quique González tiene ya su propia antología.
En esta ocasión participaba en una curiosa fórmula puesta en marcha en el Coliseo de Atarfe
por parte de la productora, Musiserv. La plaza de toros se convierte en un club, cálido y con
muy buen sonido, gracias a la idea de instalar una carpa, con techo y suelo, en el centro del
ruedo. Una fórmula que crea una sala de entre
1.500 y 2.000 espectadores, perfecta para conciertos más intimistas y cálidos, como el de
Quique González.
El cantautor de interiores
6 de diciembre 2009,
Sala El Tren. gira 'Daiquiri Blues'
Crónica Enrique Novi / IndyRock Fotos Alejandro Aguilar / IndyRock
Quique González ha conseguido a base de tesón, humildad y honestidad convertir cada una de sus
numerosas visitas a nuestras salas en un pequeño éxito con el que refuerza los lazos
sentimentales que lo unen a sus seguidores, tal vez no demasiado numerosos pero
incondicionales. Una mini-legión creciente y apasionada.
Estas palabras corresponden al comienzo de la crítica que publicamos de un concierto del
madrileño hace justamente 3 años en otra sala de la ciudad. Decíamos entonces que sus
seguidores formaban una mini legión creciente y parece que en eso acertamos pues el domingo la
sala El Tren presentaba un aspecto de lleno
absoluto y poco debió faltar para colgar el cartel de no hay billetes. Con su octavo disco,
Daiquiri Blues recién estrenado y apenas comenzada la gira de presentación, su trayectoria ha
sido tendida a lo largo de los 11 años transcurridos desde su debut y siempre en ligero
ascenso, con pasos lentos pero seguros.
González no ha perdido el tiempo en mirar hacia los lados para ver como les va a sus
competidores. No es ese su estilo. Él mira hacia el interior donde encuentra el material para
crear sus canciones y donde obtiene el impulso para avanzar sin perderse en los superfluos
vaivenes del mercado. Por eso su carrera ha ido creciendo peldaño a peldaño.
El domingo se presentó más convencido y convincente que nunca arropado por la mejor banda con
la que ha contado hasta la fecha. Por supuesto alternó, como suele ser habitual, los pasajes
en que se hace acompañar magistralmente por ella con otros que se reserva para encontrarse a
solas con su guitarra y cada uno de
sus oyentes. Siempre será un cantautor de interiores en busca de la complicidad con cada uno
de sus oyentes. Por eso cierra los ojos y desgrana las imágenes con que teje sus historias de
supervivencia emocional, la epopeya cotidiana de sobreponerse a las trampas de la melancolía.
Así construye sus refugios contra la
tristeza, haciendo metáforas de las pequeñas cosas con pequeñas puntadas, casi artesanalmente,
como es el envoltorio de sus canciones.
Para su detractores ello no es sino la demostración de que lo suyo no pasa de ser un impecable
ejercicio de estilo, de arreglos precisos y preciosistas, eso sí, pero sin grandes alardes. Se
puso de manifiesto cuando invitó a subir al escenario a un Miguel Ríos que fue recibido con
una gran ovación y que elevó el pulso de su
actuación. Al decano de los roqueros granadinos le bastaron un par de estrofas para dejar
constancia de su maestría vocal. Pero ni su presencia alteró el pulso contenido de Quique
González, que siempre generoso con sus seguidores completó las dos horas de concierto. Hasta
el próximo año.
Entrevista
PÁLPITOS URBANOS SIN CONCESIONES
13 de noviembre de 2009, Madrid
Entrevista por Raúl Ruiz / IndyRock
Con motivo de la presentación de su nuevo disco "Avería y Redención", Quique González vuelve a
escena acompañado, en esta ocasión, de la Aristocracia del Barrio. Rockero incondicional de
poesía humana, el cantante madrileño sigue fiel a su propia esencia, negándose a romper con la
música tal como siempre la ha expresado y vivido. El hombre de pelo enmarañado y barba casual
sigue albergando la excitación de quien toca en directo por primera vez, disfrutando de
aquello que hace sin plantearse razón ni objetivo.
1. Han pasado casi 10 años desde "Personal". ¿Queda algo de ese primer Quique en "Avería y
Redención"?
Pues hombre, sigo siendo el mismo chico que compone y canta las canciones pero es inevitable
que exista una evolución. "Avería y Redención" es una versión mejorada de quien era hace 10
años, pero manteniendo la identidad.
2. ¿Por qué ese título para el LP?
En principio yo quería hacer un disco doble: el primero que fuera de Avería y el segundo de
Redención. Luego no encontré mucho sentido al hecho de separar así los temas, pues veía que
todo se encontraba dentro del mismo concepto. Avería es el daño que hacemos tanto a los
demás como a nosotros mismos y Redención es
la forma que tenemos de quitarnos esa culpa. En conjunto es hablar de lo frágiles que somos.
3. ¿Es este quizá el disco más visceral de Quique?
Creo que mis discos son siempre bastantes viscerales. "Kamikazes..." y "Salitre..." lo eran,
aunque en ocasiones uno es mas explicito que en otras; menos narrativo. Puede que "Avería..."
si que sea el más directo en ese sentido. Si lo miramos así entonces puede que sí sea el más
visceral.
4. La idea de acompañar el disco con un documental ¿se planteó en el origen del proyecto? o
¿surgió a medida que se fue desarrollando este?
Se fue desarrollando. En un inicio comenzamos a grabar canciones sin pensar en que iban a
emplearse ni en un disco ni en una película; la idea era enredar y jugar un poco pero sin una
idea preconcebida de nada.
5. A Fernando Macaya qué se le da mejor ¿la guitarra o la cámara?
Jo, pues la verdad es que con la guitarra y con la cámara es un monstruo. He tenido mucha
suerte de pode hacer esto con Mac que es músico y sabe, no solo de que va todo esto, sino
tratar a la gente. No creo que pudiese haber hecho este proyecto con otras personas; él es de
mis mejores amigos y le tengo mucha confianza.
Lo cierto es que, como te he dicho, las dos cosas se le dan muy bien.
6. Y ¿por qué en este disco Quique se rodea de la Aristocracia del Barrio?
Siempre hemos estado pensando en juntarnos para grabar algo desde que nos reunimos la primera
en Buenos Aires, ahora hace dos años. A partir de entonces nos fuimos reuniendo de una
forma intermitente hasta conseguir grabar el disco, el cual, además, hemos producido entre
nosotros cinco. Y, bueno, al final me han
dado la razón a la confianza que deposité en ellos, y yo creo les he devuelto la que
depositaron en mí. En Buenos Aires nos juntamos de una forma casual y eso fue la semilla de
"Avería y Redención".
7. ¿Cuál es el motivo de cambiar las salas de conciertos por teatros en la gira?
Ya habíamos hecho teatros alguna otra vez, aunque nunca una gira casi exclusiva de ellos.
Bueno, existen un par de salas en esta gira pero creo que los teatros son los mejores sitios
donde se escucha la música que hacemos. Hay más silencio y mucha más atención. Un teatro
siempre exige más pero también da más, ¿no? Me
refiero a la calidad de sonido, a la atención prestada... en fin, a todo.
8. ¿Te consideras más un músico de clubes que de grandes conciertos?
Si, siempre he sido un músico de club realmente, pero creo que también puedo hacerlo bien en
un sitio grande.
9. ¿Cómo surge esta colaboración en la gira de Fito?
Todo el equipo de Fito ha tocado conmigo, también compartimos la oficina... no sé, coincidimos
por eso. Carlos Raya y Joserra, por ejemplo, están en la banda de Fito y han tocado conmigo;
también "El niño" Bruno, el batería. Iban a hacer el fin de gira y pensaron que era una
buena idea invitarnos a tocar y acabar la gira así, juntos, pasándolo bien. Y nada más,
ese es el objetivo.
10. En tu progresión como cantante, se denota un tono de voz cada vez más roto un disco
tras otro. Algo así como lo que pasó con el modo de cantar de Enrique Urquijo. Dime ¿los
sentimientos y situaciones cada vez duelen más? o ¿es que la vida no es si no un cúmulo de
desengaños continuos?
No, yo no lo veo así. Y, no sé, tampoco creo que mi voz suene mas rota cada vez. Bueno, raja
más, sí, pero espero que sea porque cada vez lo hago mejor.
11. Y ¿cómo fue conocer a Enrique?
Para mi fue una suerte. Yo debía tener 20 años y en el primer garito de Madrid donde iba a
tocar con mi acústica le conocí. Después estuvimos coincidiendo y tocando durante dos años. La
verdad es que fue un gran aprendizaje y guardo un muy buen recuerdo de él y de sus canciones.
Es inevitable que me acuerde mucho de él
cada vez que canto "Aunque tú no lo sepas".
12. ¿Todos tus temas se inspiran en vivencias personales?
Si, la verdad es que si. Lo que pasa es que a veces eres mas explicito, más directo o
sentimental, como quieras llamarlo; y en otras ocasiones prefieres expresarte de una manera
más narrativa, menos evidente. A pesar de ello, en ambas maneras estas hablando de ti, solo
cambia la perspectiva.
13. En la mayoría de tus temas, suenas melancólico y trágico. Pero ¿cómo eres en tu vida
diaria?
Pues no sé, como todo el mundo. Unas veces más contento, otras más jodido o triste. Pero no me
considero especialmente dramático o trágico. Suelo ver la vida con bastante optimismo para lo
que está cayendo.
14. Para componer que prefieres: ¿guitarra o piano?
Tener las dos cosas me permite no cansarme de una de ellas. Además, de cada instrumento surgen
canciones distintas, con otro espíritu e intención. Tienen diferente disposición de notas y
eso provoca que surjan cosas diferentes, que es lo que interesa.
15. Para finalizar, ¿te gustaría que esta colaboración con la Aristocracia se prolongara
durante mucho tiempo o prefieres que las situaciones se desarrollen como venga sin
plantearte las apetencias del futuro?
Las dos cosas están bien. Nunca sabes como va a llegar la historia, pero me ha costado mucho
tiempo juntar una banda con la que tener la intención de trabajar un proyecto que se extienda
más allá de un disco, y eso queda. Pero no depende solo de mí, aunque me gustaría mucho.
Además, estoy encantado con ellos y son mi
familia, mis amigos. Me encanta hacer música con ellos y viajar. Ojalá se prolongue durante
mucho tiempo.
Quique González & La aristocracia del Barrio "Avería y redención",
- Dro Atlantic- 2007
Por Raül Ruiz - IndyRock
"Avería y redención" es el nuevo trabajo del cantante y compositor Quique González. En
esta flamante andadura le acompaña La aristocracia del barrio, nueva banda del músico cuyo
origen como formación tuvo su semilla en Buenos Aires.
Presentado en octubre de este mismo año, el reciente proyecto de Quique lo componen un
disco con diecisiete temas y un dvd con la película "Dónde están las gafas de Mike",
documental de Fernando Macaya (guitarrista de Del Tonos) sobre la grabación del disco. Dos
obras diferentes pero que se complementan en perfecta simbiosis.
Dentro de "Avería y redención" encontramos una elíptica selección de temas, todos
nuevos, encadenados en un orden nada aleatorio. El disco comienza con "Pequeñas monedas y
grandes mentiras", una canción llena de rock rítmico que, a pesar de lo que en un principio
pueda parecer, refleja optimismo en sus letras. El texto no habla de añoranza con sufrimiento
sino de aceptación redentiva. El final del disco, en cambio, es una proclama a la desazón y la
renuncia a continuar apostando. Su título: "Vete con cuidado". Y es que esta es la esencia del
disco, un descenso progresivo en los estados emocionales que transmuta la vitalidad mostrada
en su apertura por estados anímicos más pesimistas y autocompasivos.
Pese a que el disco no está impregnado con el mismo toque de genialidad que salpicó, el
hasta ahora trabajo más intimista de Quique, "Salitre 48", sí que se trata de un trabajo muy
elaborado con temas sinceros y cercanos que saben expresar sentimientos reales sin necesidad
de maquillajes de idealización fantasiosa.
Una buena recomendación para todos los seguidores del cantante así como para aquellos
que necesiten bocados de realidad emocional nada edulcorada.
LA VERSATILIDAD DE QUIQUE GONZÁLEZ
10 de octubre de 2006, Sala Industrial Copera, Granada
Crónica por Luis Miguel Albarracín / IndyRock
El concierto que ofreció Quique González ante sus seguidores granadinos fue de menos a más. A
las diez menos veinte de la noche salió al escenario el autor de "Aunque tú no lo sepas" solo,
acompañado únicamente de un piano, con el que comenzó una velada cargada de buenas
sensaciones. Agradeció al público que le hiciera peticiones para poder tocarlas. Una de ellas
fue "Calles de Madrid". Al piano le siguieron la guitarra acústica y la armónica, con las que
regaló algunos temas más, entre ellos "Se nos iba la vida", de su primer disco ("Personal",
1998). Si algo caracterizó al concierto fue dar un repaso a todos sus álbumes, no dejando
ninguno en la sombra, y haciendo de padre de las criaturas en todo momento, con temas más y
menos conocidos. Tras dejar a un lado la guitarra acústica fue el momento de invitar a su
banda para hacer un poco de ruido en forma de rock and roll. Con una formación muy sólida, con
baterista, bajista y guitarra solista en plena forma, llegó el aluvión que sus fans esperaban,
con mayoría de canciones de medios tiempos y alguna que otra descarga algo más salvaje. La
actuación transcurrió sin prisa pero sin pausa. La primera hora se fue en un abrir y cerrar de
ojos. "Salitre 48" es sin duda su obra maestra hasta el momento. "Ayer quemé mi casa", "De
haberlo sabido" o "Tarde de perros" tienen algo que no guardan el resto de temas. Otros
títulos muy aplaudidos fueron "Pequeño rock and roll", "Te lo dije" o "Vidas cruzadas". Sin
duda una auténtica fiesta para todos sus seguidores, que cada vez son más. Cada concierto de
Quique González es diferente, siguiendo las pautas ya instauradas por Bob Dylan, no haciendo
nunca dos actuaciones iguales y cambiando a menudo los arreglos a las canciones. Un artista
que crece poco a poco, como todo lo bien hecho, defendiendo sus pequeñas gemas a capa y
espada, y emocionando a todos aquellos que mantienen un mínimo de sensibilidad.
Dos horas y cuarto ajustando cuentas consigo mismo, con su público y con la Granada de Lapido,
Miguel Ríos y García Montero, claras referencias en el imaginario de Quique.
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