Para subir el ritmo y poner de nuevo a todos a botar, nada mejor
que el oficio de
Prodigy, Bloc Party, Yeah Yeah Yeahs o
Kaiser Chiefs. Cada uno en su estilo dieron lo que
prometían y convencieron de que a veces más vale un segunda
línea entregado que un cabeza de cartel a medio gas. Con esto me
refiero a la sensación agridulce que dejaron Kings of Leon. La
banda estadounidense creó más expectación que ninguna otra a los
largo del fin de semana. Sin embargo, los
Hollowill no
pasaron de cubrir el expediente y se quejaron de los habituales
problemas de sonido en Reading y del público (esto último lo
manifestaron en entrevistas posteriores).
Finalmente, para los que aguantaron hasta el domingo a última
hora, había reservada una recompensa.
Thom Yorke y
compañía abrieron un concierto de los que se recuerdan con la
añorada Creep, para luego repasar durante hora y media parte
importante de su carrera. También presentaron material de lo que
será su nuevo álbum, y todo esto en un ambiente de perfecta
comunión con el público y con la ayuda de unos juegos de luces y
vídeo muy trabajados.
En definitiva, faltan muchos de los que son, pero estas pequeñas
pinceladas pueden servir para demostrar lo que dio de sí el
Reading/Leeds Festival '09, una cita en la que la actitud
rockera se palpa tanto encima del escenario como entre los
asistentes o paseando por las zonas de acampada. Una experiencia
más que recomendable para el que guste de vivir experiencias
nuevas con una buena banda sonora de fondo.
Tras los pasos
de System Of A Down y Planet Earth
Por
Raúl Benet (Londres - para IndyRock)
FESTIVAL DE READING
Por fin llegó el día, el Festival de Reading ya estaba aquí,
esperándolo como agua de Mayo que estaba. Y es que no es un
"pollastre" que tu grupo favorito número 1 y tu grupo favorito
número 2 toquen el mismo día en el mismo sitio y uno seguido de
otro.
System Of A Down y Hed
Planet Earth asaltarían el escenario principal casi uno detrás
de otro (Fear Factory iba a tocar en medio, pero casi mejor
porque así daría tiempo a recuperarse un poco...).
Orgásmatrónico.
El orgasmo era en realidad multiorgasmo porque este era el
primer año, de los 4 que llevo yendo al festival, en que no iba
sólo. Bueno, he ido otras veces acompañado, pero era peña
muescabar, que se dedicaba a beber cerveza hasta emborracharse
sin dedicar atención a los grupazos (¡qué asco!). Esta vez Pita
se venía conmigo. Y no sólo de acompañante, se venía para
disfrutar como un enano de los grupazos. Para acabar de
redondear la faena, Pedrito se había infectado del virus SOAD y
estaba tan loquito como yo por verlos.
SOAD saca su segundo CD el 4 de Septiembre. Esta vez, y con las
más modernas tecnologías a mi alcance, decidí anticiparme al
tiempo cual Marty McFly y bajarme de internet totes les cançons
de este discazo. Así que para cuando llegó el día de verlos ya
me las sabía todas de memoria. Bueno, NOS las sabíamos, porque a
medida que me las bajaba se las enviaba a Pedrito y él, me pedía
más y más. Los emailes comentando las excelencias de los
temazos, así como los días que faltaban para el festival, eran
cotidianos y más frecuentes conforme se acercaba el día H.
El día H por fin llegó. Amaneció gris plomizo y permaneció así
todo el día, amenazando tormenta. Llegamos al recinto en sí, un
inmenso campo de vacas reconvertido para la ocasión, a punto
para ver el primer grupazo. Boy Hits Car. Un descubrimiento.
Había oído hablar de ellos pero no había escuchado nada. A pesar
de ser apenas las doce de la mañana, estos chavales de
California se lo curraron a tope y no pararon de saltar y de
hacer el cabra en toda la actuación. Su estilo, mezcla de
guitarreos con melodía, es el que triunfa hoy en día. Si a eso
le añades una buena presencia, consigues el cóctel del éxito.
Llegarán lejos.
A continuación tocaron Staind, que parecen estar teniendo mucho
éxito en los States pero que a mi no me dicen nada. Imposible
concentrarme en ellos, sabiendo que el siguiente grupazo era ya
Hed PE.
A pesar de que la causa de mi ansiedad aquel día eran los SOAD,
los HED PE siempre son los HED PE. De todas formas los había
visto en un local pequeño de Londres a ellos solos hacía poco,
así que sabía que verlos en un maxigarito donde no eran los
cabezas de cartel no podía aportarme nada nuevo. El Pita también
se los había estado inyectando en vena, pero con la emoción SOAD
no había tenido tiempo de aprendérselos de memoria. Así que nos
pusimos a una distancia prudente del escenario y nos preparamos
para pasar un buen rato de entretenimiento apto para toda la
familia.
Cuán equivocado estaba. Siempre subestimo mis reacciones
musicales. Empiezo diciendo "hoy voy de tranqui nano" y acabo
con dolor de cuello. Obviamente, esta vez también acabé botando
como un becerro, aunque sin entrar en la zona mosh. Buen
calentamiento para los SOAD.
Tras la actuación de Fear Factory, durante la cual nos dedicamos
a pasear por las tiendecillas (para intentar disipar los
nervios), les tocaba el turno a los SOAD. Había empezado a
llover ligera pero persistentemente. Sssssstupendo. De repente
un rugido estalló en el aire: los SOAD salían al escenario, la
gente se había vuelto loca. Cómo describir esa sensación... no
se puede, hay que estar allí. Pura adrenalina corriendo por las
venas. Con las ganas que yo les tenía. La única vez que les
había visto fue de rebote y no los conocía bien. Luego, cuando
ya estaba infectado por el virus SOAD, han vuelto a Londres un
par de veces, pero por h o por b nunca pude ir. Pedrito
compartía mis ansias al 100%. Empezó el concierto y nos metimos
el tol meollo, allí, con todos los teenagers a darnos de
empujones. Yo no hacía más que cantar y saltar. Pedrito 3/4 de
lo mismo. Se portó como un jabato y al final del concert hizo
crowd-surfing. Voló por encima de las cabezas de la peña para
acabar en la zona de seguridad, y de vuelta para dentro. Yo
hubiera querido también, pero dadas mis dimensiones corporales
sabía que nadie me iba a aguantar más de dos segundos bajo sus
brazos.
El set de los SOAD fue impecable, mezclando temazos del primer
CD y del entonces todavía innato segundo CD. Gracias a nuestra
hábil maniobra de anticipación temporal, Pita y yo éramos de los
pocos que cantábamos las canciones del segundo CD. No hubo
canción que no conociéramos, lo cual es siempre un gustazo. No
hay nada que me joda más que un grupazo mítico toque una canción
que no conozca.
Para las últimas canciones nos salimos del mosh hasta una zona
donde se respirara aire en vez de sudor. Allí siguió la fiesta,
pero con más espacio. Mejor. No es que llegue al extremo de ver
los toros desde la barrera, pero el tiempo del mosh ya ha pasado
a la historia para mí. Ahora me mola estar en la fila 10 o así,
aún en el mogollón pero con espacio para desarrollar tu
performance sin agobios de la peña. Sin embargo para Pedrito era
uno de sus primeros maxi conciertos y quería vivir esa
experiencia. Pues hala.
Al final acabamos los dos chopados hasta los gallumbos y hechos
polvo. Durante al concierto había parado de llover. Ni nos
enteramos. El viento corría y yo empezaba a notar esa pulmonía
abriéndose paso. Aunque sólo eran las 5 de la tarde y quedaban
otras 5 horas de música, la idea de volvernos a casa pasó por mi
mente, dado lo mal que me encontraba. Después de todo yo estaba
allí para ver a los SOAD, los demás era chichina. Por fin nos
acordamos que habíamos visto ropa barata en las tiendas y
resolvimos mudarnos de arriba a bajo. Aquello salvó el resto del
día. Yo me pillé camiseta y pantalón y Pita una camisa, aunque
lo suyo fue más por coquetería porque no iba tan sudado como yo.
Una vez sequitos nos sentimos mejor. Los Cult estaban tocando
mientras nos hacíamos con un nuevo vestuario así que nos
perdimos la mitad del concierto. La verdad es que se lo curraron
a tope. Tocaron todas las míticas y se dieron un baño de
multitudes. Ian se bajó a dar la mano a la peña y fue el único
en todo el día que se tiró al público, al final del concierto.
Su set acabó con rotura de amplis incluido y soflamas en plan
"que se jodan los que decían que estábamos acabados", etc.
Después de los Cult era el turno de los Queens of the Stone Age,
un grupo sin chicha ni llimoná. Encubren su falta de
originalidad con el único distintivo de que el bajo sale siempre
a tocar completamente desnudo. Esta vez no fue una excepción.
Una payasada como otra cualquiera ¡Qué fácil es salir desnudo
cuando tienes una tranca como la del colega! ¡Otro gallo le
cantaría si tuviera un minipene! Total, que vimos un poco y
luego nos dedicamos a beber y comer algo.
A los Papa Roach ni los vimos. Yo ya los he visto como 3 veces y
cada vez les cojo más manía. Son unos niñatos sin ninguna
originalidad. ¡Qué rabia que vendan más que los HED PE o los
SOAD! ¡No valen ni para tacos de escopeta!
A los Marylin Manson teníamos curiosidad por verlos, dado lo
excéntrico del show que montan normalmente. Y no defraudaron. El
tipo salió al escenario vertido con motivos sado-maso, como es
habitual en él, y se cambió varias veces de vestimenta a lo
largo del concierto, entre las que cabe destacar el disfraz de
Papa. La música no me mola, pero vale la pena verlo por el show
que monta.
Después de la actuación de Marylin, decidimos volver a casa.
Teníamos curiosidad de ver a EMINEM, pero después de 10 horas de
estar de pie el cansancio pudo más. Así que pobres pero felices
nos dirigimos a la salida.
Estuve hecho fosfatina durante toda la semana siguiente. Perdí
la voz durante 4 días (a la peña del curro le dije que había
cogido frío) y tenía agujetas hasta en los maseteros. El balance
final fue muy positivo, el mejor set de estos 4 años.
Y ahora, a esperar a la gira en solitario de los SOAD...
nanonanonanooooooooo, ya estic nervióssssssss!!!!!!!
Foto: Sony Music
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