THE ROLLING STONES
– SIXTY – GIRA EUROPEA 2022
JUNIO 2022
MIE 1 - MADRID - WANDA METROPOLITANO - ESPAÑA
DOM 5 - MÚNICH - OLYMPIASTADION - ALEMANIA
JUE 9 - LIVERPOOL - ANFIELD STADIUM - REINO UNIDO
LUN 13 - AMSTERDAM - JOHAN CRUYFF ARENA - PAÍSES BAJOS
VIER 17 - BERNA - WANKDORF STADIUM - SUIZA
MAR 21 - MILÁN - SAN SIRO STADIUM - ITALIA
SAB 25 - LONDRES - American Express presents BST Hyde Park -
REINO UNIDO
JULIO 2022
DOM 3 - LONDRES - American Express presents BST Hyde Park -
REINO UNIDO
LUN 11 - BRUSELAS - KING BAUDOUIN STADIUM - BÉLGICA
VIER 15 - VIENA - ERNST HAPPEL STADIUM - AUSTRIA
MAR 19 - LYON - GROUPAMA STADIUM - FRANCIA
SAB 23 - PARÍS - LONGCHAMP RACECOURSE - FRANCIA
MIE 27 - GELSENKIRCHEN - VELTIN ARENA - ALEMANIA
DOM 31 - ESTOCOLMO - FRIENDS ARENA - SUECIA
NO HAY EDAD PARA LA MÁQUINA
DEL ROCK
Stadi Olimpic de Barcelona - 27 de septiembre 2017
Fotos: Jesús A. Martínez (Doctor Music)
Fotos por JESÚS A. MARTÍNEZ (Cortesía de
Doctor Music)
Crónica: ABC * IDEAL: DAVID MORÁN
Extractos de la crónica publicada en ABC. (Crónica
completa aquí)
(...) Noche redonda, pues, para enmarcar el regreso de Jagger,
Richards, Watts y Wood a la ciudad y entregarse de nuevo a ese
culto que, visto lo visto entre el público, no entiende de
diques generacionales y se transmite sin demasiados problemas
de padres a hijos y de abuelos a nietos. Los años, claro,
pasan y también pesan pero, a estas alturas, habiendo grabado
todo lo humanamente grabable y con la lista de efemérides y
conmemoraciones a punto de agotarse, si los británicos siguen
en la carretera es, sencillamente, porque quieren. Y, más
importante aún, porque pueden. Para demostrar que les basta
con aparcar sus coches a pie de escenario –cada uno el suyo,
eso sí–, hacerse de rogar durante quince minutos y prenderle
fuego al escenario mientras descorchan «Sympathy For The
Devil» para que cerca de 50.000 personas se derritan entre
coros vudú, fogonazos de rojo infernal y cicatrices eléctricas
dibujadas aquí y allá por ese Keith Richards que siempre
parece habitar en otro lugar, en otro concierto.
(...) Porque, una década después de su última visita –«parece
mentira que hayan pasado diez años», dijo Jagger al poco de
salir al escenario–, ellos siguen siendo los mismos. Los de
siempre. Los cuatro canallas que siguen buceando en la fuente
de la eterna juventud y andan entregados desde hace ya unas
cuantas décadas al noble arte de darle al público exactamente
lo que quiere. Sin complejos. Así que si la gente exige
leyenda y arsenal de clásicos para seguir alimentando el mito,
nada mejor que rescatar por millonésima vez «It’s Only Rock
And Roll (But I Like It)» y arrimarse al soul ajado de la
espléndida «Tumbling Dice» mientras cuatro pantallas de tamaño
descomunal no perdían detalle del desfile de levitas,
chaquetas con lentejuelas y guitarras cambiando constantemente
de manos.
Fieles a su leyenda y también a su incorregible afición por
seguir sonando atropellados y chirriantes a pesar del
envoltorio de superproducción que les acompaña allá donde
vayan, los británicos hundieron los brazos en el barro para
rescatar «Just Your Fool» y «Ride’ Em On Down», ejemplares de
blues calcinado y punzante recién salidos de «Blues &
Lonesome». Dos guiños a Buddy Johnson y Jimmy Reed que no
hicieron más que reforzar el perfil historicista y antológico
de una noche de antigüedades y reliquias que sólo se desvió
del guión previsto para atender a las peticiones del público
con «Under My Thumb» y «Rocks Off».

Crónicas y fotos de
conciertos cubiertos por IndyRock
FOTOGALERÍA: MANUEL MEDINA * INDYROCK - Concierto en El
Ejido
El Ejido - 30-06-07 - Estadio Santo Domingo
Fotos:
Manuel Medina - IndyRock
crónica
Juan Pablo García (Juampi)
- IndyRock
Lo prometido es deuda, y "Sus Satánicas Majestades" hicieron
presencia en ésta localidad del sur hispano después del
plantón del verano pasado, al igual que en el resto de
conciertos en España y en otros lugares de Europa, debido a
problemas de Mick Jagger con su garganta.
Ya al ir llegando a la localidad por la autovía me llama la
atención el titánico escenario que sobresale por encima de las
gradas del estadio, toda una maravilla de la ingeniería de 28
metros de alto por 62 de ancho y 30 de fondo, y con una
pantalla gigante de 14 x 15 metros (la más grande utilizada en
conciertos), en el que en unas horas más tarde iba a tener el
honor de presenciar uno de los mejores espectáculos (si no el
mejor hasta el presente de mis días) de rock a cargo de la que
es la mejor banda de este género en activo del planeta y que
en sus más de cincuenta años de existencia ha sido una de las
bandas referencia de todo grupo de rock que se precie.
Un cuarto de hora más tarde de lo programado, a las 22:45
salieron a escena Rolling Stones (comprensible después de ver
la cantidad de elementos que se tuvieron que colocar en el
escenario para el show), con un público ya calentado a cargo
de Loquiillo y Los Trogloditas y los australianos Jet. Lo
hicieron después de sendos coetazos de salida (simulando el
big-bang que da título a su último trabajo y al tour retomado
este año) y, como no, con su gran "Start me up", que puso a
toda la gente de grada y tribuna de pié para no volver a
sentarse en toda la actuación. Siguieron con otros grandes
éxitos como "Let´s spend the night together", "Rough Justice",
y "Rocks off", con Mick Jagger paseándose por todo el
escenario y sus pasarelas laterales.
Tras los temas anteriormente citados Mick Jagger pide
disculpas al respetable por la ausencia del pasado año
recibiendo una cálida ovación por parte de éste y retoma la
actuación con "Ain´t to proud to beg", y la versión "Ruby
Tuesday", seguidas de "Streets of love" y "Midnight rambler",
durante las cuales Jagger hizo juegos vocales con el público.
La nota nostálgica de la noche la dio la interpretación del
tema "I´ll go crazy" de James Brown, todo un tributo a este
genio del soul fallecido no hace mucho, para posteriormente
presentar a la banda, de la que el bajista Darril Jones ya es
uno más después de todos estos años con ellos. A continuación
descanso para Mick Jagger, en el que un "piratesco" Keith
Richards a la voz y guitara acompañado de Ron Wood interpreta
la bluesy "You got the silver" y "Wanna hold you".
Seguidamente empiezan a sonar los primeros acordes de "Miss
you" y Jagger regresa a escena, cuando de repente, en el
transcurso del tema, la plataforma sobre la que está la banda,
se eleva por medio de un sistema hidráulico, y va, recorriendo
los 50 metros de pasarela, hacia una base situada en medio del
público sobre la que la banda desplegó la parte fuerte del
show con temas tan emblemáticos como "It´s only rock´n´roll",
"Satisfaction" y "Honky tonk women" que marcaba su regreso al
escenario, donde una enorme boca con lengua afuera los
esperaba para la recta final.
Tras unos segundos de oscuridad, unas congas y dos llamaradas
en la cima del escenario dan pie a "Sympathy for the devil"
con gran acompañamiento por parte del público, para dar paso a
otro de sus temas más "oscuros", como es "Paint in black",
para luego terminar su actuación con "Jumpin´ jack flash" y
ofrecer como bis "Brown sugar", despidiéndose como en los
grandes eventos, con un gran espectáculo pirotécnico.
Como dijo el César "Vini, vidi, vinci". Los Rolling Stones
ofrecieron un gran espectáculo en todos los aspectos (como ya
nos anunciaban ellos mismos semanas antes), demostrando
durante dos horas de show y ante 30.000 personas (no hubo
lleno, como en sus otras actuaciones españolas) que estos
abuelos del R´N´R tienen todavía cuerda para una temporada,
tanto es así, que el menda se atreve a decir que no me
extrañaría que, como los auténticos cowboys, mueran con las
botas puestas.
Por último es incomprensible, el trato dado a los fotógrafos
de los medios acreditados por parte del equipo de producción
adjunto a la banda, ya que se les impidió el paso al estadio
hasta momentos antes de la actuación de Rolling Stones,
habiendo permanecido al principio de la tarde durante más de
una hora aislados tras una valla hasta que se les informó de
tal decisión. Lamentablemente, mientras más importante es el
grupo, más trabas se le ponen a los medios para realizar su
trabajo, es toda una realidad.
Por último sólo me queda decir:
IT´S ONLY R´N´R BUT I LIKE IT
Conciertos San Sebastián y Madrid 2007



Conciertos en San Sebastián y Madrid, fotos: Efe/Reuters/Ideal
28/06/07. Estadio Vicente Calderón.
Madrid.
Crónica
Javier Alonso Juliá - IndyRock
Sus majestades satánicas volvieron a España para recompensar a
los miles de fans que el pasado año vieron truncadas sus
expectativas de disfrutar de uno de los mayores espectáculos
musicales del mundo. Sin cocoteros de por medio ni afonías,
los cuatro componentes de este mítico grupo volvieron a
demostrar de lo que son capaces sobre el escenario.
Puntuales como un reloj, sus majestades, saltaron al terreno
de juego ovacionados por una muchedumbre con ganas de rock
& roll. Antes unos fuegos artificiales dieron el
pistoletazo de salida a un despliegue de luces, imágenes y
watios nunca antes visto.
Arrancaron con "Start Me Up" poniendo a todo el público en
pie, saltando y bailando. Mick Jagger engalanado con una
llamativa chaqueta verde y acompañado por sus tres
inseparables compañeros de fatigas, Keith Richards, Ronny Word
y Charlie Watts se lanzaron al escenario con la misma fuerza
que les caracteriza desde sus inicios.
El sonido en la primera mitad del concierto no estuvo a la
altura de lo esperado, pero el espectáculo les salvó.
Continuaron con "Lets's Spend The Night Together" y "She's So
Cold". Entre ambos temas Jagger saludó al público en español y
se disculpó por la suspensión de los conciertos del pasado
año.
Impresionante la manera en que Jagger se mueve por el
escenario saltando, bailando y corriendo de un lado a otro. En
breve cumplirá 62 años.
"All Down The Line" fue el tema en el que apareció una banda
de viento y un coro que haría las delicias de todos los allí
presentes.
Al son de "Monkey Man" el público siguió a Jagger en todo lo
que este les pedía. "You Can't Always Get What You Want"
comenzó con un gran solo de Keith, al que se le unió Ronny al
bajo. Según fue avanzando el tema el público se metió más y
más en el concierto, y acabó coreando el vítor futbolístico
"oe, oe, oe.", sacando una gran sonrisa de todos los
componentes del grupo y Jagger afirmando: "Sois un público
estupendo".
"Sway" nos llevó a una de las sorpresas de la noche "The night
time is the right time", versión del gran tema compuesto por
Ray Charles. La vocalista de color que acompañaba a los coros,
fue la encargada de retar a Jagger. El público quedó
entusiasmado con las subidas y bajadas de registro que
alcanzaba su maravillosa voz.
Las pantallas que llenaban el escenario, le confirieron al
espectáculo de una potencia visual, muy al estilo de lo que U2
suele llevar en sus giras mundiales.
La guitarra de Keith deslumbró durante toda la noche, así como
el bajo y la guitarra de Ronny, que acompañados por el gran
baterista que es Charlie Watts, con sus 64 años, dejaron más
que contentos a sus más fieles seguidores y a los más jóvenes,
que nunca antes les habían visto en directo.
"Tumbling Dice" fue el tema que dio paso a una pausa y a los
temas más potentes de la banda.
Keith al micro interpretó junto a Rony, a la guitarra, los
temas "You Got The Silver" y "Happy", tras los cuales Jagger
volvió a reaparecer en escena, guitarra en mano, para
interpretar "Miss You". Momento en el que una plataforma sobre
la que se encontraba el grupo, se elevó y comenzó a moverse
hacia el centro del estadio, ante el admiración de todo el
respetable. Extraordinaria puesta en escena. Como siempre
consiguen sorprendernos en cada una de sus actuaciones.
Ante el asombro de los que allí nos encontrábamos, el grupo
continuó con su repertorio de temas que les han hecho llegar
hasta lo más alto en todo el mundo.
"It's Only Rock and Roll" y "Satisfaction" enloquecieron al
público que disfrutaba más y más según se iba acercando el
final del concierto.
Antes de que la plataforma volviera a su lugar interpretaron
uno de sus himnos, "Honky Tonk Women". Incluso salió a escena
el logotipo mundialmente conocido y que les identifica, la
lengua, en esta ocasión en forma hinchable.
Tras un pequeño descanso el escenario se vistió de rojo y
Jagger subió a un escenario superior, para interpretar
"Sympathy for The Devil", vestido con una levita roja. Todo el
público coreó el estribillo sin parar. Dos grandes fogonazos
desde los extremos superiores del escenario, iluminaron todo
el estadio, que parecía el mismísimo infierno.
"Paint In Black" y "Jumping Jack Flash" fueron los últimos
bombazos de la noche antes del bis. Para el cual se reservaron
"Brown Sugar", en el que Jagger después de estar dos horas sin
para de un lado a otro, se marcó una carrera por todo el foso
central, levantando los aplausos del público, que no daba
cabida de lo que había presenciado.
Y así finalizó este gran espectáculo de los abuelos del rock
& roll, que todavía parece que tienen mucha marcha en sus
cuerpos, aunque castigados por el paso de los años. Puede que
esta sea la última vez que veamos a sus majestades satánicas,
pero todo cabe en esta vida. Larga vida al Rock & Roll.
LOS STONES COQUETEAN
CON EL CIRCO DEL ROCK
Un concierto demasiado corto
LICKS WORLD TOUR 2003 CAMPO DE FÚTBOL DE BENIDORM
25 septiembre 2003
Por
Luis Miguel Albarracín
Corto. Ninguna concesión a los seguidores de Sus Satánicas
Majestades. Pero empecemos por el principio. Miles de
camisetas negras desfilaban camino del estadio del equipo de
fútbol local para presenciar uno de los últimos conciertos de
la Gira-Tour Forty Licks. La organización del evento preparó
zonas enormes para aparcar los coches en los que no dejaron de
sonar durante todo el día "Wild horses" o "Anybody seen my
baby", canciones que no tocarían a la hora de la gran verdad.
Treinta y cinco mil lenguas que compartían cervezas, porros y
sustancias no disponibles en la cuna de la máquina de
escribir. Para sorpresa de todos, los teloneros, Primal
Scream, no sólo no se retrasaron a su cita sino que además la
adelantaron. Sus guitarras sonaron antes de lo pactado. Sus
luces y sonidos desplegados como preámbulo contenido de
excitación y emoción para ver en pocos momentos el plato plato
fuerte de la cena, amenizada con algo de "Brown sugar". Con
este tema de "Sticky Fingers" (1971) comenzaron salvajemente
la velada los señores con edad.
Un escenario que podría ser un edificio de tres o
cuatro plantas los envolvía mientras aparecía la pantalla
gigante que haría de testigo a lo largo de toda la noche. Los
Stones convirtieron su repertorio en un circo de rock, repleto
de guiños a la pose y la posturita. Keith Richards desprendía
elegancia y saber estar bajo la cinta que rodeaba su cabeza y
con unos gestos de dinosaurio en estado de extinción. Ron Wood
realizó al comienzo unos punteos dignos del propio Keith, y
Charlie Watts se encargaba de aportar solemnidad y cohesión a
las ya leyendas del rock con mayúsculas. Mick Jagger es un
punto y aparte. Tan payaso como siempre. Conectó con sus
invitados a la cena a la primera, como si entrenara para
robarle la medalla de oro a Elguerrou. Se agradece tu fuerza,
Mick.
Siguieron desgranando singles de su repertorio
como "Paint it black" (The Aftermath, 1969) o "Flip the
Switch" (Bridges to Babylon, 1997). Mención especial para
"Sympathy for the devil". Los fuegos que ascendieron al
universo desde la parte más alta del decorado calentaron
todavía más si cabe el ya caldeado ambiente.
También fue un impulso eléctrico ver a Keith
cantar un par de canciones mientras Jagger descansaba (aunque
se pudo haber cansado más, lástima). Con Richards en un papel
atípico demostró que los rockeros nunca mueren, pero se hacen
viejos como todo hijo de... vecino. Un gesto del carismático
guitarra reflejado en la inmensa pantalla dijo todo a sus
fans. Secreto de sumario.
Todavía quedaban emociones subliminadas entre las
seis cuerdas. De repente Jagger comienza a correr por una
pasarela diseñada para la ocasión, y a continuación acuden los
demás stonianos para recrear en un pequeño escenario a sus
seguidores ubicados en una zona más distanciada del tablado
majestuoso. Un blues de Keith por aquí, un movimiento de
caderas de Ronnie por allá, un sentimiento de placer de
Charlie y un correcaminos llamado Mick que hizo del rosa
chillón el color de moda para los futuros desfiles de horteras
al estilo Rolling. Mejor no hablar del diseñador del grupo.
Vuelta al gran escenario y flecha directamente
lanzada a las arterias: "Start me up". Uno de los momentos
álgidos de la noche. Y cuando todavía no se llevaban dos horas
de satanismo británico llega la canción del día: "I can´t get
no (satisfaction)". ¿Quiere alguien más? Pues toma tres
palabras: JUMPIN´JACK FLASH. ¿Más todavía? Pues a viajar a
Zaragoza, porque en Benidorm no hubo más. Unos Rolling que
fechaban por tercera vez la cita con su gente no fueron
capaces de dar un acorde de más a una masa entregada. A las
doce fin de fiesta. Unas imágenes de los seguidores
proyectadas en la pantalla, una despedida de todos los
músicos, un adiós a los cuatro dinosaurios, y en la medianoche
se acaba lo que vinieron a darnos. Lo cierto es que supo a
poco, y más de uno comentó que se habían propuesto hacer caja,
dejar unas poses en las pantallas de los teléfonos móviles con
cámara incorporada, y de paso, ingresar una buena cantidad de
euros en la cuenta corriente. Y es que cuando la parafernalia
prima sobre la música, surge una parcela que es dominada con
total autoridad por un grupo que ustedes ya conocen: ROLLING
STONES. Me quedo con el grupo de los setenta porque aquello sí
que era sólo rock and roll (pero me gustaba).
THE ROLLING STONES +
PRETENDERS
Estadio Olímpico de Montjuic (BCN) 29/06/03
Por
Jesús S.
- IndyRock
Decenas de trailers. Cientos de miles de watios de sonido.
Millones de litros de cerveza y famélicos perritos calientes.
Docenas de reventas sacudiendo su última esperanza de sacar
provecho en los aledaños de Montjuic. Zonas vip, gente vip,
moteros, yuppies, rockeros de viejo cuño. Puestos de
camisetas, almohadillas, cualquier cosa con una boca
deslenguada que se te ocurra. Kilos de hashish, cientos de
policías. Millones de euros. Pasen y vean, Sus Satánicas
Majestades...The Rolling Stones.

Fotos EFE /Ideal
Pretenders hicieron lo que pudieron para calentar
la velada, pero ni eran el invitado deseado esa noche (AC/DC
en Alemania sí se lo pusieron dificil a Jagger and Co.) ni
tampoco recordarán su weekend catalán con cariño ante la
controversia de su elección como banda para encabezar un
festival Harley. En cualquier caso, al menos la Hynde salió de
buen humor a un recinto que aun de día presentaba un buen
aspecto. Hicieron su show habitual, sonaron algunos hits de
mejores épocas y dieron la lata lo justo con su último disco,
que por mucho que algunos se empeñen aburre hasta a las
ovejas.
Serían las diez y veinte cuando el Estadio se
oscureció y unas sombras tomaron el escenario. Eran Jagger,
Richards, Wood y Watts, acompañados por una banda de
acompañamiento de auténtico lujo con nada menos de Chuck
Leavell y Bobby Keys a las teclas y el saxo respectivamente.
Sesenta mil personas aclamaron el comienzo con "Brown sugar" y
"Start me up". Aparecieron unas gigantescas cortinas de video
donde a partir de "You got me rockin´" se ofreció un
buen seguimiento del show. El repertorio, basado en buena
parte de sus temas más conocidos, estuvo perfectamente pensado
para ir generando una tensión in crescendo. Jagger empuño la
guitarra en "Don´t stop", dejando claro que sí señor, los
pactos con el diablo existen y él es la prueba de ello. No
paraba de moverse, agitar al público, provocar, incluso le
secó el sudor pectoral a una de las coristas con una mueca
lasciva y socarrona. Jagger es así, capaz de irse de copas con
altos cargos internacionales y a la vez comportarse como un
outsider de primera cuando la ocasión lo pide. Y Keith, bueno,
lo de Kiz es caso aparte. Parece jugarse el puesto en el
estrellato cada noche, tirando de sus clásicos movimientos,
agachandose con la guitarra, jugando con esos riffs venenosos
cigarrillo en los labios. Puro provocador, tuvo su
protagonismo en el show ("Slipping away" "Before they
make me run") mientras su compañero se refrescaba.
Protagonismo que tristemente no tuvo Ronnie Wood, un
guitarrista de los que ya no quedan, y que parece no querer
cobrar relevancia. Incluso tras su acojonante solo en "Can´t
you hear me knockin´" fue Jagger el que le obligó a saludar al
público que le jaleaba.
Si algo hizo que no pudiesemos disfrutar de la
fuerza de la banda al cien por cien fue el tratamiento, a
veces excesivo, dado a algunos temas crudos en sus inicios
pero que hoy en dia pierden fuerza tras la muralla
teconológica que impone el show-biz del nuevo siglo. Y
ciertamente, clásicos como "Sympathy for the devil" fueron
desprovistos de ese aura perversa, irreal, dejando de ser el
voodoo rock de antaño y dando paso a algo menos peligroso. La
cosa se enderezó algo en el escenario pequeño, donde a modo de
"banda de toda la vida" los Stones se acercaron más al
público, y a la esencia de su música rescatando a Willie Dixon
y a Dylan y ofreciendo esa actitud que les hizo famosos y poco
deseables con "Street fighting man". A la vuelta al gigantesco
set, de nuevo la frialdad empañó su mejor tema para el que
esto escribe. "Gimme shelter" sonó mal a pesar del trabajo
vocal de Jagger y Lisa Fisher. La traca final estaba cerca,
así que, al no haber lugar a la sorpresa, el show se acogió a
la pirotecnia y las proyecciones mientras los Stones hacían
"It´s only rock and roll", "Honky tonk woman", y como no,
"Satisfaction". Fue triste ver como medio estadio parecía
despertar justo con el sobado riff, pero así son la cosas, tan
sólo quiero constatar que mucha gente sólo va a eso. Tienen su
derecho, pero los Stones son eso y mucho más. Se fueron tras
casi dos horas de show, y volvieron para el bis con "Jumpin´
Jack Flash". En definitiva dejaron claro que siguen siendo
únicos, para lo bueno y para lo malo. Un buen concierto, claro
que con semejante repertorio no se puede fallar. Y con ese
Jagger...
Nos vemos en la gira de los cincuenta
lametazos.

Rolling Stones U.S. tour, Tuesday, Sept. 3, 2002, in Foxboro,
Mass. (AP Photo/Winslow Townson)
Los Rolling Stones en Edison
Field, Anaheim, California, EEUU
2 de noviembre, 2002
Por
Joe McGaha - IndyRock
Tanto como han cambiado los Rolling Stones en más de 30 años,
tanto siguen iguales. Ésta fue mi tercera vez en asistir a un
concierto de los Stones, y sabía por los últimos dos que iba a
ser un buen show, con mucha energía, y hasta fuegos
artificiales.
Siempre usan un artista bastante popular para abrir el show, y
ésta vez, fue Sheryl Crow. Sheryl sigue cantando las canciones
que le hicieron famosa, y tiene nuevas también. Crow no mueve
mucho en sus actuaciónes, más que nada, se concentra en la
música.eso se nota especialmente cuando se compare con los
bailes, y la energía de Mick Jagger. De todas formas, su
música cabía bien en el escenario, y como muchísima gente
solamente está ahí para escucharles a los Stones, tampoco
tenía tanta importancia.
Como solamente había un artista para empezar el show
(normalmente tienen dos), había un intermezzo bastante largo.
Para los que no conocen Edison Field, es un estadio de
béisbol, así que cabe un montón de gente, y es un rollo
intentar usar los servicios, o comprar una cerveza (hay que
planearlo en adelante, para no estar todo el tiempo esperando
en las colas). Pero por lo que yo ví, la gente se portaba
bien, que es una rareza en shows de ese tamaño. Había una
mezcla de gente joven, y gente mayor, muy distinto a los
conciertos de artistas que están empezando ahora mismo.
Durante el intermezzo, estaban tocando música de blues, muy
bonito, y un buen cambio a lo que se escucha normalmente entre
actuaciónes.
Los Stones salieron, y tocaron una mezcla de canciones viejas
y nuevas, y hasta algunas canciones de blues (incluso Little
Red Rooster) y de folk (Like a Rolling Stone de Bob Dylan).
Hacía un frío bastante raro por el sur de California, pero el
público estaba muy animado de todas formas. Como los Stones
llevan yá casi cuarenta años tocando, sus conciertos son más
como un evento que un concierto.son la pasión de gente de
todas edades. Hablé con varios fans, y un hombre me dijo que
no había perdido ningún concierto de los Stones en el sur de
California desde el año 75. El show terminó a las 11.30 con
fuegos artificiales, y sentí que el público salió muy
contento. Es como ir a una obra de teatro, o un festival que
pasa cada año.es divertido, pero ya no hay muchas
sorpresas.
Me encantan los Stones, y me alegro que siguen tocando. ya es
más de lo que era en los años 60 y 70. ahora es más como
compartir un poco de la historia de música popular. ¡Que vivan
los Stones!
COMENTARIO
FORTY LICKS 1962-2002. Virgin 2002
Por
Juan Gallardo - IndyRock
Por primera vez contamos con una recopilación de los Rolling
Stones realmente satisfactoria. Doctos y sibaritas claman la
ausencia de canciones imprescindibles en la laaaaaarga carrera
de los Stones. De acuerdo, ¿dónde está Midnight Rambler?, en
ningún lado, pero dos cds cargados hasta cerca de los 80
minutos es más que suficiente para recrearse en añejos
placeres o descubrirlos por primera vez, las piedras angulares
de todo buen recopilatorio. Y es que la historia está resumida
pero bastante completa, 40 lametazos que valen por 40 años,
tenemos desde los primeros clásicos ("Street Fighting Man",
"Gimme Shelter", "It's all over now", "She´s a Rainbow" ...)
que convivieran en perfecta armonía con los primeros éxitos de
los Beatles hasta 4 temas nuevos que resisten el tipo ante
"Satisfaction", "Rubby Tuesday", "Sympathy for the Devil"...
Es el caso de la tristísima "Losing my Touch" cantada por
Keith Richards que hace uso de su escasa e hipócrita voz,
perfecta para la ocasión, casi le puedes ver esas facciones
surcadas por tantas noches de hacer honor al famoso lema:
SEXO, DROGAS Y ROCK AND ROLL, el cigarro colgándole del labio,
el whisky en la mano.... (es un milagro que este hombre siga
con vida, o mejor: un pacto con el diablo). El lifting
digital, mal está que lo diga, le sienta muy bien a las pobres
producciones de los 80, bache ineludible para todo genio de la
música que solo superaran junto a Bowie, si bien ellos no
supieran reinventarse tan espectacularmente. Y es eso lo que
echamos de menos, la irreverencia, la estridencia de otros
tiempos, abrir caminos, inspirar los posteriores falsetes de
Bono y de Prince, inspirar una escuela de psicodelia con los
últimos compases de "Jumping Jack Flash". Ya sé que "Love is
Strong" y "Anybody seen my Baby" no están nada mal, pero
aquello de pintarlo todo negro, aquello de poner a un coro de
feminas a cantar con voces angelicales cosas tan terrenales...
Si los Beatles, hoy música de ascensor, sonaban entonces
extraños e hirientes, los Rolling eran más escandalosos que un
cura leyendo a gritos el Anticristo en un prostibulo frente a
una cámara del NODO. Nadie hoy en día, ni siquiera los propios
Stones, es capaz de personificar el diablo y definirse al
mismo tiempo como "un hombre de dinero y buen gusto", alguien
que "andaba por allí cuando Jesucristo tuvo su momento de duda
y dolor". Necesitamos otro lametón de aquellos, la vida es tan
aburrida...
Disk One
01. Street Fighting Man
02. Gimme Shelter
03. (I Can't Get No) Satisfaction
04. The Last Time
05. Jumpin Jack Flash
06. You Can't Always Get What You Want
07. 19th Nervous Breakdown
08. Under My Thumb
09. Not Fade Away
10. Have You Seen Your Mother, Baby
11. Sympathy For The Devil
12. Mother's Little Helper
13. She's a Rainbow
14. Get Off My Cloud
15. Wild Horses
16. Ruby Tuesday
17. Paint It Black
18. Honky Tonk Women
19. It's All Over Now
20. Let's Spend The Night Together
Disk Two
01. Start Me Up
02. Brown Sugar
03. Miss You
04. Beast Of Burden
05. Don't Stop
06. Happy
07. Angie
08. You Got Me Rocking
09. Shattered
10. Fool To Cry
11. Love Is Strong
12. Mixed Emotions
13. Keys To Your Love
14. Anybody Seen My Baby?
15. Stealing My Heart
16. Tumbling Dice
17. Undercover of the Night
18. Emotional Rescue
19. Only Rock 'n Roll (But I Like It)
20. Losing My Touch
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