BIOGRAFÍA
Wolf Alice es una banda de rock alternativo de North London,
compuesta en 2010 inicialmente por dos personas, aunque sus
miembros desde 2012 son cuatro: Ellie Rowsell (vocalista,
guitarra), Joff Oddie (guitarra, vocalista), Theo Ellis (bajo)
y Joel Amey (batería, vocalista).
Lanzaron su primer sencillo oficial en febrero de 2013. El
sencillo “Bros” lo siguió en mayo de ese mismo año. En octubre
de 2013 lanzaron su primer EP, Blush. Su segundo EP, Creature
Songs, se lanzó en mayo de 2014. En febrero de 2015 lanzaron
el sencillo “Giant Peach” de su álbum debut, My Love Is Cool,
el cual fue lanzado en Reino Unido y en los EE. UU. en junio
de 2015.
El sencillo “Moaning Lisa Smile” del EP lanzado en 2014
Creature Songs llegó al puesto #9 del ranking Billboard
Alternative Songs en agosto de 2015, y ha sido nominado para
el Grammy de Mejor Actuación Rock para los Grammys de 2016.
El 29 de septiembre de 2017 lanzan su segundo álbum de
estudio, "Visions of a Life", el que recibió el Mercury Prize
2018.
En 2021 publican Blue Weekend, un álbum que ha sido
considerado como una verdadera revelación en la música popular
británica, cargado de folk y pop.
(Wikipedia)
WOLF ALICE. FOTO: Justin-Higuchi
BLUE WEEKEND, "ES MEJOR QUE NO SEPAN QUE SON LA MEJOR
BANDA DEL PLANETA"
... una acumulación de reverberaciones que permiten una
nitidez apenas suficiente logrando un sonido casi maquetero
que es claramente intencionado...
JUAN GALLARDO TERUEL * INDYROCK
Que nadie hable con ninguno de los miembros de Wolf Alice, por
favor. Son, en este momento, la banda más grande del planeta,
pero eso es precisamente lo que no queremos que ellos mismos
sepan.
En su espectacular tercer álbum, Blue Weekend, los londineses
se comportan como aquel Mozart que componía conciertos a los 4
años, haciendo música absolutamente genial, sin tener ni idea
de la enormidad de su obra y su significado.
Herederos de los 90, y sin ningún tipo de complejos, Wolf
Alice llevan desde su irrupción en el mundo de la música, 8
años haciendo y deshaciendo, completamente ajenos al mundo
exterior, y esperemos que eso siga siendo así.
Cada elemento que les hizo grandes y merecedores, entre otros,
del prestigioso premio Mercury en 2018 (tras ser nominados en
2015) está presente en Blue Weekend: melodías que son polvo de
estrellas muy a menudo efervescientes en un maremágnum de
distorsiones y energía.
Haciendo un recorrido por sus canciones, es evidente que Blue
Weekend no tiene puntos débiles.
El álbum se abre con una trilogía de canciones: The Beach,
Delicious Things y Lipstick on the Glass que podrían
intercambiarse en su función de generar un largo crescendo
melódico con la firma eterna de Wolf Alice en esos coros
gritados a bajo volumen que nunca dejaron de conmovernos, tres
viajes que no desembocan en una explosión de guitaras, sino
que más bien evolucionan en sendos sueños hasta llegar al
primer terremoto. Y es que Smile entra en ese momento
peligroso en el que parecía que intuíamos una fórmula
reiterativa: energía, melodía, tempo medio-alto, gracias
Smashing Pumpkins, por vuestra aportación.
Maravillosos coros angelicales en una cancioncita pequeñita,
apenas dos minutos y medio que parecen un estribillo constante
en Safe From Heartbeat, rozando lo operístico, con una
percusión marcada por un bajo inspiradísimo.
How Can I Make it OK (El video es perfección visual, dicho sea
de paso) una canción de amor que no suena a canción de amor,
aunque es exactamente eso, con ecos de Fleetwood Mac, es una
canción que parece haber existido desde siempre, esperando a
que alguien le diera forma.
Play the Greatest Hits: si nos atrevimos a echar de menos la
energía, revienta tus altavoces, un tempo frenético que, sin
embargo, vuelve a traernos un estribillo melódico que, debo
decirlo, hubiera extendido un minuto más o incluso dos. Una
canción que puede sorprender y confundir pero que, tras varias
escuchas, encuentra su lugar en Blue Weekend, dándole aun más
sentido.
Feeling Myself parece traernos ecos del hermano pequeño del
grunge en aquellos 90, el Trip Hop que tenemos tan olvidado,
compleja y maravillosa, una nueva combinación a tempo medio de
energía y melodía.
Para muchos la mejor canción del álbum, The Last Man on Earth
se situará sin duda entre las grandes canciones de la banda,
con una estructura compleja que fluye sin dejar entrever lo
elaborado de su estructura, con transiciones que recuerdan a
los mejores Beatles pero que vuelven al territorio Wolf Alice
una y otra vez.
En No Hard Feelings, Ellie Roswell insiste en sus melodías
vocales, en un fraseo a veces rozando el falsete que dan como
resultado una canción en apariencia sencillísima pero redonda
y perfecta.
Termina esta obra maestra con The Beach II que, a pesar del
título, es completamente diferente a la canción que abriera el
disco, que terminan en ambientes densos al estilo Yo La Tengo,
con enormes reverberaciones y riffs suaves que bajan sinuosos
con las melodías vocales.
Blue Weekend es, sin lugar a duda, el mejor disco de Wolf
Alice; más allá de la increíble calidad de sus canciones, hay
que destacar una producción invisible que, igual que parece
hacer la banda, no se contempla a sí misma, no hay ninguna
mezcla experimental, sorprendente, sino una acumulación de
reverberaciones que permiten una nitidez apenas suficiente
logrando un sonido casi maquetero que es claramente
intencionado. Hubiera sido muy sencillo definir más las tomas
y pulir más las asperezas y someter al grupo a un lifting
digital que les hubiera tal vez hecho brillar ante el público
mainstream, a costa de dejar de ser Wolf Alice, de dejar de
sonar a grupo de carne y hueso.
Son inmensos, pero es mejor que no lo sepan.