A MOON SHAPED POOL, PRESENTACIÓN EN PRIMAVERA SOUND
Radiohead atrapa al público del Primavera Sound en un show
triunfal
Intimidad y grandilocuencia han marcado el tono del concierto
de los de Thom Yorke
Radiohead enloquece y enternece al público del Primavera Sound
AGENCIAS-IDEAL
La banda británica Radiohead ha cautivado la noche de este
viernes a casi 50.000 fans en un show triunfal que ha empezado
con una concatenación de los temas de su último disco 'A moon
shaped pool', y ha emocionado con hits como 'No surprises',
'Karma police' y 'Creep'.
Intimidad y grandilocuencia han marcado el tono del concierto
de los de Thom Yorke, en su única actuación en España desde su
participación en el BBK de Bilbao en 2012 y ocho años después
de su show electrónico en el mismo recinto del Fòrum.
"Burn the witch", desnuda de las cuerdas de la versión
grabada, ha sido el punto de partida de uno de los
conciertos más esperados de este Primavera Sound, el que ha
protagonizado Radiohead con su recién estrenado disco "A Moon
Shaped Pool", que ha enloquecido y enternecido a partes
iguales al público.
El momento más emotivo ha llegado en el ecuador de la
actuación con "No surprises", un tema que ha provocado abrazos
y más de un estremecimiento entre los espectadores.
Radiohead ha jugado desde un primer momento con las luces y
las composiciones visuales en las pantallas de los laterales
del escenario.
Una velada en la que la banda de Yorke ha rescatado temas como
'Idioteque', '2+2=5' y 'Paranoid android'.
Radiohead, A Moon Shaped Pool (2016 XL Recordings)
DESPEDIDA DEL TIEMPO DEL HOMBRE
JUAN GALLARDO * INDYROCK

En A Moon Shaped Pool, Radiohead me recuerdan a aquel gato de
Jorge Luis Borges, que descansaba intocable en un rincón de un
bar soñado en su cuento “El Sur”, un animal altivo y divino
que parecía vivir en su propio tiempo, “en la eternidad del
instante”, apartado de la realidad de los mortales. Si con Kid
A Radiohead se despedían del siglo 20, con este disco se
despiden del tiempo del hombre, del tiempo en sucesión. En su
noveno álbum, Radiohead nos ofrece la banda sonora a un viaje
a través de paisajes desérticos, lunares o terrestres. A pesar
de empezar con la urgencia política y melódica de Burn the
Witch, el resto de esta entrega se asemeja más a su segunda
sorpresa de la semana; la ensoñadora Daydreaming, con densas
texturas de teclados reverberados sobre medio tempos y
compases que solo puedes ejecutar con los ojos cerrados.
Como si estuvieran atrincherados en un océano de calma, suenan
relajados incluso en canciones con un tempo objetivamente
rápido como Full Stop (Muy significativamente, desaprovechan
una maravillosa oportunidad de explotar como en sus años mozos
en el último minuto de Decks Dark <3:24> y parecen
querer decirnos, subrayarnos, que aquellos, los de Creep, los
de Just, eran otros). Las guitarras (haberlas, haylas) se
esconden detrás de las texturas sonoras de los teclados y nos
encontramos con canciones aparentemente sencillas y simples
que sobre la partitura deben parecer una fórmula matemática.
Música para extraterrestres, los de Oxford parecen habitar en
un plano distinto al nuestro, y nos invitan a cruzar desde el
otro lado de las sombras.
La voz de Thom Yorke suena en su elemento natural, así como
sus inapologéticos coros que conmueven desde Decks Dark hasta
The Numbers (¿Dije inapologéticos? Tenemos que inventarnos
palabras para hablar de lo que suena por estos altavoces).
Como si se tratara de una piedra Rosetta, la maravillosa True
Love Waits cierra el disco ofreciéndonos la posibilidad de
compararla con sus versiones anteriores para descifrar el
nuevo lenguaje musical de Radiohead. ¿Quién necesita un acorde
de acústica cuando puedes acariciar un arpegio de piano? Es
obvio que solo el tiempo (el de los humanos) pondrá a este
disco en su lugar, desentrañar sus misterios en un par de
escuchas es como intentar aprender alemán leyéndose un libro
de gramática y un diccionario en una tarde, pero sospecho que
por muchas escuchas que le preste voy a seguir echando de
menos que se me ensucien un poco más. De todas maneras, igual
que al gato de Borges, mi opinión ni siquiera les toca.
MIS CLAVES
Thom Yorke relajado, inmensamente, pero transmitiendo
emociones en cada línea.
Ese quinto acorde. (A buen entendedor…)
La orquestación, sin duda de la mano del experimentado Jonny
Greenwood.
La percusión de Phil Selway, casi siempre jazzística y el
singular bajo de Colin Greenwood, el mismo desde Airbag, tan
maravilloso como entonces.
Clásicos instantáneos: Burn the Witch, Decks Dark, Identikit,
resent Tense, True Love Waits
RADIOHEAD * A MOON SHAPED POOL
BURN THE WITCH
DAYDREAMING
DECKS DARK
DESERT ISLAND DISK
FUL STOP
GLASS EYES
IDENTIKIT
THE NUMBERS
PRESENT TENSE
TINKER TAILER SOLDIER SAILOR RICH MAN POOR
MAN BEGGAR MAN THIEF
TRUE LOVE WAITS
ESPECIAL * MONOGRÁFICO

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